Partida Rol por web

Al ver a la rubia comiendo con tantas ansias y, sobre todo, sin poner mala cara, a la vez que la escuchaba metí mano a lo que se me había ofrecido en el plato como comida. Y lo era. Bueno, quizá no era del todo una delicia pero no estaba tan mal.

Al escuchar también las palabras de Zyor sobre que una vez intentó reunir a un grupo de gente con la que combatir a esos Bichos me dan ganas de confiarle mi vida para dicha misión pero sé que pensándolo fríamente y a menos que alguien me asegure que soy inmune al veneno de esos escorpiones no me veo con las fuerzas necesarias para enfrentarme a tal aventura, y eso que fuerza física no me falta... pero sí mental.

- Ahora que hablais de civilización... la verdad es que tengo ganas de volver a sentirla, a verla... algo más de gente de la que hemos visto desde que despertamos metidos en esas probetas tamaño humano... - digo más bien pensando en voz alta pues no sé a santo de qué puede venir en la conversación, pero para cuando me doy cuenta ya es tarde y miro a todos para después seguir comiendo, como si no hubiera dicho nada.

Ojalá ese médico pueda curar a Epsilon... pienso después de un incómodo silencio tras mi intervención.

Me hace gracia ver a Clarisse lanzarse sobre la comida sin pudor. Vista en esa situación no es que pareciera la más inteligente de todos nosotros, aunque es comprensible porque estamos muertos de hambre, así que no tardo en unirme a ella. La comida no es que sea algo muy elaborado, pero me sabe a gloria.

- ¿Ese es el problema? - pregunto alzando ambas cejas y dejando de comer por un momento.- Bueno, pues es fácil. Sólo tenemos que ir al nido principal de los escorpiones gigantes y bombardearlo. Desde siempre los estados unidos han solucionado los problemas así.- añado encogiéndome de hombros.- Vamos esas cosas son peligrosas, pero no son inmortales. Y me he cargado a dos con un cacharro...dame un buen fusil y te aseguro que hago barbacoa de vytrus en cinco minutos.- bromeo medio en serio. La verdad es que si destruir a esas cosas es el principal problema debe haber algo más, un gran pero, porque si no es tan simple como ir a su nido y machacarlo con todo lo que tengan.

- ¿Sabéis dónde etsá el nido principal? Si es así sólo tenemos que reunir a los que no les afecta el virus, cargarlos de armas e ir a por la casa de esas cosas.- casi me hace gracia que la idea sea tan simple. La verdad es que espero con expectación ese enorme "pero" que nos impida llevar a cabo un plan tan simple...

-¿Estoy enferma...?- pregunta un poco confundida antes de dejar caer los brazos con un resoplido de resignación. Por mucho que quiera hay poco que ella pueda hacer al respecto y tampoco es que tenga demasiadas fuerzas para intentarlo. De todas formas lo que se necesita en este caso es un buen coco para encontrar una cura y diría que ese no es su fuerte.

-No hay nadie más contagiado, ¿verdad?- pregunta repentinamente dando un respingo sobresaltada ante esa idea que consigue agitarla en un segundo pero por suerte pronto le confirmas que no es así y se tranquiliza.
-Algo es algo... ¿podrías traerme un poco de agua...?- te pide mientras vuelve a tumbarse e intenta acomodarse en la desgastada cama. Aunque al menos está limpia y tiene un sitio seguro y estable en el que descansar.

Karim asiente ante la pregunta. Sale de la diminuta habitacion y va a por un poco de agua para ella y para el.
Las cosas son complicadas, y el agua parece una buena salida.

Vuelve con ella en una pequeña taza medio oxidada,  y la ayuda a beber poco a poco.

Sea como sea, no descansaremos hasta que te curemos. Descuida, tienes a la gente mas preparada de este planeta.

Se rie un poco con su comentario, pero no dura mas de un par de segundos. No saba si reir o llorar.

-Siento decirte que es posible que el poblado no sea como tú esperas. O mejor dicho como tú quisieras. Somos un poco rudos y algo brutos pero te prometo una cosa: nadie intentará comerte, y eso por aquí ya es mucho- dice a Selene con normalidad y al parecer sin que ninguno de sus comentarios sea una broma o algo así lo cual resulta un poco preocupante.

Sin embargo tras el ímpetu de Martin sí que ríe ligeramente, conteniendo las carcajadas para no despertar a Hiedra.
-Me encanta tu espíritu colega, pero por desgracia no se puede bombardear sin más, es subterráneo y ya no tenemos la tecnología adecuada para hundir algo así. Las primeras dos intrusiones que intentamos fueron un fracaso, casi todos murieron por las toxinas y sólo volvimos un puñado de soldados vivos- tuerce el gesto al recordar aquello que probablemente fue una especie de pandemia y masacre a la vez. Sin duda alguna nada agradable.

-Sé dónde está, yo formé parte del segundo pelotón que intentó volarlo pero tenéis que saber otra cosa. Los Bichos que hay ahí no son como esos escorpiones, son muchos más y más listos. Puedo conseguir las cargas necesarias pero no a la gente con los suficientes huevos como para hacerlo- después suspira con cierta resignación y se levanta con cuidado cogiendo a Hiedra en brazos.

-La dejaré en su habitación y nos pondremos en marcha de nuevo. Podéis escoger las habitaciones vacías y descansar si queréis, no llegaremos hasta mañana- anuncia antes de desaparecer por el vagón contiguo y en el que en teoría todavía se encuentra Karim.

Clarisse meditó sobre las palabras de Zyor mientras terminaba de saciar su apetito, y cuando lo hubo hecho les habló a los otros dos una vez Zyor se hubo marchado.

-No parece una situación muy halagüeña. Les dijo. Empiezo a pensar que vivía más feliz cuando estaba dentro de esa maldita probeta de laboratorio, todo esto me supera y es difícil de asimilar. Todavía me asombra que no me haya vuelta loca con todo lo que estamos descubriendo... ¡Es de película de ciencia ficción!

Bebió un poco para aclararse la garganta y humedecerse los agrietados labios.

-Sólo nos queda acostumbrarnos a todo esto y vivir con ello. O quizás habría que decir sobrevivir con ello, visto lo visto. Parece increible que siga habiendo gente viva en este planeta despues de lo que hemos visto y lo que nos ha contado Zyor. Cuando Phoena nos explicó la situación pintaba mal, pero ahora que lo he visto, parece mucho peor....

Torcí el gesto ante las respuestas de Zyor. Como ya suponía el problema era bastante mayor de lo esperado. Que hubiera bichos más inteligentes que los escorpiones complicaba las cosas un montón y encima no se podía bombardear sin más el puto nido. Claro, si hubiera sido tan simple como eso a alguien se le había ocurrido mucho antes. Aún así seguía pensando que con unas cuantas armas y hombres com pelotas podíamos cargarnos todo eso...aunque claro seguro que esas dos cosas también eran difíciles de encontrar.

- Bah!, como suponía. Ya sabía yo que no podía ser tan jodidamente simple. Pero bueno, al menos no es imposible ¿eh?.- digo sonriendo casi a modo de broma aunque esta suena extrañamente triste.- En fin sea como sea puedes contar conmigo para machacar bichos de esos. A mi modo de ver son ellos o nosotros.- comento mientras me levanto de mi asiento y me estiro sin ningún reparo.- Por cierto la comida no estaba nada mal, aunque rematarías la jugada con un trago y un par de cigarrillos.- mis esperanzas de encontrar ambas cosas en el planeta son casi nulas...pero todavía existen. Tal vez en la "ciudad" sean más fáciles de conseguir.

-Bueno yo...voy a ver como está Epsi y de paso le echo otro vistazo a Karim que parecía estar bastante jodido cuando se ha ido. Después me ire a sobar que falta me hace. Ya me llamaréis cuando lleguemos ¿eh?.- extrañamente al final del día, ya sea por cansancio o por revelaciones poco alagüeñas, me siento algo más desanimado que de costumbre. Supongo que dormir bien me ayudará a recuperar el ánimo.- Espero que en este trasto no haya mosquitos. Esos hijosputa son unos porculeros cuando intentas dormir...¿sabéis a lo que me refiero no?.- pregunto esto ya con una media sonrisa y en la puerta de salida. Al final hago un gesto de despedida y me voy a ver a Epsi y Karim.

Tuerco el morro exagerando la mueca sin llegar a ser graciosa, o al menos no es eso lo que intento, cuando Zyor responde a mi pequeña ilusión por ver civilización. Realmente no sé si reír o llorar.
No, claro que esto no será como... eh... Jak... Jakville... o donde quiera que vivía en esos malditos sueños... pienso para mis adentros maldiciendo nuestra situación.

Termino, sin prisa pero sin pausa, de comer sin mediar palabra y observo marcharse a Zyor de la cocinilla con la pequeña Hiedra dormida entre sus brazos. Una imagen muy tierna y entrañable si no fuera por esta mierda de planeta y de vida.
Escucho a Clarisse, que tras unos cuantos manotazos sobre el plato ha terminado con toda su comida, y solo puedo asentir ante casa una de sus palabras, me siento igual que ella. Claro que no me he vuelto loca ni he pensado ni por un momento que eso pudiera suceder, aunque pensándolo bien tampoco sería algo de extrañar, pero las cosas pintan cada vez peor y peor.

Sigo con la mirada a Martin cuando nos comunica que se marcha a hacer una visita a Epsi y Karim.
Yo me levanto de la mesa y, dejando todo lo bien colocado que puedo mi plato sobre lo que se supone es el fregadero, me despido escuetamente de la rubia antes de hacer caso de las palabras de Zyor y buscarme un sitio donde descansar en condiciones o casi.
- Me siento destrozada, tanto física como mentalmente. No me vendrán nada mal unas cuantas horas de sueño... Hasta mañana o lo que sea. - me sincero con Clarisse antes de salir por la misma puerta por la que entramos al lugar y dedicarme a buscar una habitación cuya cama aún esté vacía.

Clarisse se quedó sentada en la mesa un rato más. Aquel era uno de los pocos momentos en los que había tenido la oportunidad de meditar sobre todo lo ocurrido y quería volver a ayudar a su mente a asimilar todo aquello.

Es de locos... de locos... pensaba una y otra vez, dándole vueltas y más vueltas a cada uno de los minutos transcurridos desde que salieron de las probetas.

Incapaz de encontrarle más sentido a todo aquello, se limitó a aceptar la nueva realidad todo lo que pudo. Sabía que los días que tendrían que venir iban a ser complicados y que necesitaría muchos de ellos para terminar de aceptar y acostumbrarse a aquella nueva vida, pero lo intentaría.

Por el bien de su cordura, lo intentaría.

Cuando decidió que ya iba siendo hora de ir a descansar, se levantó y se dirigió a ver cómo se encontraba Epsilon. Por sus conocimientos, y moral, se sentía obligada a ello y quería ayudara a salvarla como fuera, pese a las desesperánzadoras palabras de Zyor.

Cuando Karim vuelve hasta la habitación de Epsilon con una taza metálica aboyada y llena de agua Martin le mira un tanto extrañado desde el pasillo.
Tras seguirle y adentrarse en el mismo y reducido habitáculo descubre que Epsilon no ofrece mucho mejor aspecto que antes pero tampoco peor y de hecho incluso está despierta.

Karim la ayuda a beber de la taza con pequeños sorbos intentando animarla a su modo: -Sea como sea, no descansaremos hasta que te curemos. Descuida, tienes a la gente mas preparada de este planeta.

Epsilon sonríe levemente apartando el vaso y se relame un poco los agrietados labios.
-Si en el planeta son menos de 100 no sé yo...- responde burlonamente antes de levantar la mirada hasta el marco de la puerta corredera -¿Qué tal la reunión?- pregunta a Martin frotándose la frente con actitud cansada.

Entro en el habitáculo en el que están Epsi y Karim.  No puedo evitar tener sentimientos contrarios. Por un lado me apeno al ver que el estado de mi amiga sigue siendo igual de malo, pero por otro lado me alegro de ver que está consciente lo cual visto desde un punto de vista positivo es una buena señal.

-Ey Epsi, ¿qué tal estás? Supongo que bastante jodida, aunque al menos estás consciente y por lo que veo de buen humor ¿eh?- respondo en el mismo tono burlón que había utilizado ella para mantener el ambiente de "optimismo".- Bueno, ya sabéis, lo de siempre. No os habéis perdido nada. Que si estamos en medio de la nada, que el mundo es una trampa mortal, que hay bichos y caníbales en la misma proporción, que nos extinguimos...Vamos las típicas mierdas de siempre. Pero bueno era de esperar así que...- me encojo de hombros y hago un gesto restándole importancia al asunto. No quiero tener que darles muchos detalles de la situación tan jodida en la que nos encontramos. No es plan de deprimirla en su estado.- Así que nada, sólo venía a ver cómo estábais. La verdad es que no tardaré en irme a dormir. ¿Vosotros habéis hablado sobre algo importante?.- termino preguntando con total naturalidad.

Karim estaba con los ojos cerrados mientras Martin le hablaba a Epsi. Sus palabras dolían, y podía sentir como zarandeaban el corazón de su compañera, pero era la verdad, por mucho que quisieran maquillarla.

Cuando acabo abrió los ojos y miro a Epsi.

Ves, Martin es capaz de rajar como un loco, sea cual sea la situación.

Sonrió, con esa sonrisa cansada. A pesar de hacer relativamente poco que habían salido de sus probetas, se sentía como si llevara toda la vida luchando.

Nosotros aquí hablábamos de la posibilidad de abrir un Spa en alguna zona de costa, aunque no estoy seguro de que haya costa. Es algo que me encantara descubrir.

Karim se puso en pie. Epsi necesitaba descansar, y ella lo sabía, aunque también podía ser cierto que no quería quedarse sola. Pero el, no podía mas, cada segundo era un segundo de lucha para no llorar, y no sentirse hundido.

Había llegado a una conclusión, y tenía que comunicársela al resto.

-Menudo panorama... -murmura Epsilon con cierto abatimiento tras las palabras más que sinceras de Martin. Después suspira hondamente, al parecer agotada, y finalmente sonríe a Karim.

-Quizá tengamos suerte y se le acabe haciendo un nudo en la lengua- responde de manera burlona respecto al parloteo de Martin antes de que Karim se levante, tras lo cuál asiente a algo que en realidad nadie ha dicho.

-Será mejor que descansemos todos. Buenas noches chicos. O lo que sea...- espera a que vayáis saliendo de su reducido cuarto para empezar a tumbarse y cubrirse un poco con las sábanas. Cuando la puerta corredera se cierra delante de vuestras narices la que queda a vuestra izquierda y da paso al siguiente vagón se abre dejando paso a Clarisse.

No puedes evitar tomarte algo más de tiempo que tus compañeros para pensar en todo lo ocurrido hasta ahora y lo que os han ido contando. Quizá se deba a tu capacidad ahora innata de analizar y estudiarlo todo pero así te ayudas a ti misma a asimilarlo y mentalizarte mejor para lo que os depara el futuro y el mencionado poblado poco civilizado.

Tras un rato sentada en la mesa optas por recoger los platos que hay desperdigados y dejarlos en la pica, lo mínimo que puedes hacer después de que os hayan acogido sin condiciones. Al menos por el momento.

Después decides fregar los cuatro cacharros aboyados sorprendiéndote al comprobar que el grifo funciona, aunque con agua un tanto sucia. Zyor atraviesa el vagón entonces agradeciéndote la molestia y finalmente te diriges al vagón de las habitaciones.

Nada más cruzar la puerta te topas con Karim y Martin justo delante de la habitación de Epsilon, cuya puerta está cerrada.

Karim y Martin se encontraban en silencio delante de la puerta donde yacía la joven Épsilon. La única del grupo que no parecía tener intenciones de decir jamás su nombre, por desconfianza, falta de estimulo, quizás era un nombre muy feo, o puede que simplemente porque no lo recordaba. Poco importaba porque para todos ella era uno más, y ahora estaba enferma.

Aquello afectaba sobremanera a Karim, claro que no era el único. Al ver a Clarisse se alegro, ella se decía, podía hacer algo para que ella volviera a ser la que era. No es que quisiera mentirse a sí mismo, pero mantener la esperanza no le hacía mal y le ayudaba a sobrellevar aquella extraña existencia que tenían todos.

Mutantes, superdotados, experimentos fallidos, eso daba lo mismo, eran hombres y mujeres libres, y necesitaban una meta.

El cansancio le hablaba desde lo más profundo de su subconsciente, pero decidió hacer oídos sordos.

Espero que nuestros anfitriones no hayan perdido las ganas de hablar, tengo algo que decirles, y supongo que será importante.

Karim camino sorteando a sus amigos y hermanos hasta la entrada de la improvisada sala de reuniones. Se habría perdido bastante información útil, estaba seguro, así que preguntaría y luego expondría lo que había decido tomar como su misión en aquella locura de vida.

Dejo la habitación de Epsi en cuanto nos da las buenas noches a su manera. No puedo evitar que se me pase por la cabeza la posibilidad de que duerma para siempre. No tengo ni idea de cuanto tarda en hacer efecto el virus de manera terminal pero espero que mucho tiempo.

-Bueno, sigue enferma, pero al menos está consciente y sigue manteniendo el buen humor.- digo como intentando levantar los ánimos cuando ya estamos en el otro vagón dónde estaba esperando Clarisse.- HAsta ha contado chistes ¿no?. Supongo que eso no tiene nada que ver pero en fin...- me doy cuenta de que me cuesta convencerme a mi mismo de mis propias palabras.- ¿Qué haces aqui Clarisse? Si querías hacerle una visita a Epsi creo que es tarde, se ha ido a dormir.- le pregunto directamente a mi compañera.- Que es lo que voy a hacer yo porque estoy molido.- si quería decirles algo o lo que sea era el momento.

-Necesitaba meditar a solas sobre todo lo ocurrido. Le respondio la mujer a su compañero Martin. Desde que salimos de aquel laboratorio no hemos tenido muchos momentos de intimidad y a veces son necesarios. Luego me he entretenido fregando lo que hemos usado para comer, por ayudar un poco haciendo algo más allá de mis conocimientos médicos, aunque se trate de algo tan trivial. ¿Que tal se encuentra Épsilon?

La mujer se apoyó de brazos cruzados con la espalda contra la pared del vagón, si Épsilon se encontraba durmiendo era mejor no despertarla y poco más podía hacer ella salvo esperar a su evolución, ya tendría tiempo de hablar con ella y ver cómo se encontraba cuando todos hubieran descansado como era necesario.

-¿Y qué es eso tan importante de lo que quieres hablarles? Le preguntó a Karim Bueno, da lo mismo, la verdad es que hariamos bien en marcharnos todos a dormir. Ya habrá tiempo mañana para más emociones... Terminó diciendo, esperando saber por el estado de Épsilon antes de retirarse ella también. No se había dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que Martin mencionó lo de echarse a dormir.