Partida Rol por web

El collar de Nº6 empieza a emitir un pitido estridente, molesto pero soportable. Finalmente al cabo de 2 minutos termina de sonar y todo vuelve a la normalidad.

Me aparto rápidamente, pensando que en cualquier momento puede estallar o algo así. Espero que no pase, pero si pasa espero que no esté cerca para verlo... no, joder, no estalles pienso, con el corazón desbocado.

Sin embargo, la escena solo dura unos momentos. Poco a poco, mi corazón vuelve a la normalidad y miro a Rikafu. ¿Habrá notado algo? Mierda de concurso, joder... Ri... Rikafu... Queen, ¿estás bien? pregunto, tragando saliva nervioso por si notó algo.

La joven Rikafu se sobresalta por el pitido de su collar, por un momento pensó que estaba a punto de estallar a causa de haberse quedado dormida demasiado tiempo y la zona se hubiera convertido en una de las nuevas zonas de peligro. Con el corazón en un puño y algo mareada por el repentino y abrupto despertar, la joven se levanta apoyándose en una pared mientras trata de reconocer el entorno que hay alrededor.

Viendo ahí a su querido "King" la joven se abalanza sobre el, ella se encontraba temblando del miedo que le produjo aquel sonido. -Oh, Dios, ¡Has venido a rescatarme!. ¡Sabía que podría confiar en ti!.- Con el corazón palpitando en su pecho, y aún abrazando a Naraku Basuhaya, la joven no se separaba de él. -¿Cuanto tiempo he dormido?. ¿Has encontrado algo?. ¿Estamos en una zona de peligro?.

Tranquila digo, acariciando su pelo y bajando la mano por su espalda, intentando que deje de temblar. Joder, esto no ayuda precisamente a que yo me tranquilice pienso al notar su pecho junto al mio, su calor pegado a mi. Respiro hondo.

No estamos en una zona de peligro. Creo, más bien, que tiene que ver con el hecho de no haber recibido puntos por parte de los espectadores. Pero joder, no comprendo el juego este...

Encontrar no he encontrado nada de interés. Pero, como sabes, yo he sido uno de los que mejor han quedado en las votaciones, y eso ha tenido sus consecuencias: ahora sé donde están, en este momento, algunos de nuestros compañeros. Incluso sé que hay un grupo de al menos dos en la parte este de la isla, la que está a punto de ser completamente cerrada excepto por un solo hueco. Y allí también hay otro, bastante más alejado y cercano a dicho paso.

Por otra parte, pegados a la zona de peligro del norte, que dividió las montañas, tenemos a otros dos compañeros. Mira te digo, mostrando mi tablet donde, en el mapa, aparecen diversos puntos grises junto con el número de jugador en pequeño.

Nº2 12GG

Nº3 12M

Nº6 18K

Nº14 14CC

Nº16 12P

Nº17 12GG 

Como verás, o número 2 y número 17 se están peleando ahora mismo o forman un grupo.

Por cierto, no sé lo pegada que estás, pero si te pegas mucho podrás notar... algo duro por allí abajo.

Por desgracia, Rikafu no era tan optimista como su compañero, a fin de cuentas, ella estaba acostumbrada a jugar juegos donde la información era escasa y el engaño podría estar en cualquier lugar, en donde con tan solo una mala mano, todo el trabajo puede verse perdido.

-Sí, pero el Nº4, Nº8, Nº10, Nº18, Nº5, Nº7, Nº9, Nº13 no aparecen ahí por ningún lugar... La pregunta es: ¿Por qué?. -Rikafu se apartó lentamente del cuerpo de su querido King para poder sacar ella su tablet y comprobar una cosa, en concreto mostró la lista de los que recibieron puntos: 

Con 15 puntos: Nº4

Con 14 puntos: Nº15

Con 10 puntos: Nº18

Con 7 puntos: Nº7

Con 6 puntos: Nº10

Con 4 puntos: Nº13 y Nº8

Con 3 puntos: Nº9

Con 2 puntos: Nº5

-Tal y como me temía, te han dicho las localizaciones tan solo de los que no tienen ningún punto, en cambio los que tienen puntos siguen ocultos; por lo que aún hemos de averiguar dónde pueden estar 5, 9, 13, 8, 10, 7, 18 y 4. -Rikafu se encontraba contrariada por lo que acaba de descubrir- Eso significa que aunque tan solo muestre a uno, puede estar junto alguno de los favoritos.

-Y no es solo eso; dado que yo aún no tengo ningún voto, es probable que se dirijan hacia aquí los que recibieron, al igual que tu, esta información importante. Creo que debemos movernos rápido de este lugar, antes de que un grupo mayor venga aquí aprovechándose de la ventaja. -Las manos de Rikafu temblaban al decir estas palabras, en verdad no quería abandonar aquel desvencijado templo, y lo que más quería en estos momentos es acurrucarse junto a su King, pero lo que ella quería y lo que tenía que hacer para no ponerse en riesgo, ni poner a King en riesgo, eran cosas distintas.

-¿Qué hacemos?. -Preguntó a King, mirándole a los ojos-.

Asiento lentamente. Efectivamente, vienen y no saben que estás acompañada. Igual incluso piensan que todos están solos, sin percatarse de ese punto. Pero sí, yo también creo que somos un objetivo demasiado tentador para cualquiera que pueda venir aquí.

Creo que hay una forma: al sureste encontré un viejo templo, casi peor que este, pero utilizable aún. Creo que deberíamos dirigirnos allí, pero como dices, rápido. Desde esta cima se ve a gran distancia, y podrían llegar a localizarnos antes que llegáramos a escondernos. Así pues, movámonos ya.

Me pongo de pie y le ofrezczo mi mano para levantarla. Luego inicio el camino para descender la ladera, rápido pero con cuidado de no caernos.

Asintiendo ante las palabras de su "King", Rikafu tomó su mano y ambos bajaron la colina con el objetivo de llegar a un lugar más seguro para estar, quizás esto tan solo fuera algo puntual hasta conseguir algún voto extra, pero sea como sea, era de suma importancia salir del marco visible.

Finalmente terminamos de bajar la montaña y nos adentramos en un bosque. Voy guiando a mi Queen por esta zona que ya conozco, con cuidado de los agujeros y las raíces sueltas, mientras seguimos poniendo tierra de por medio con el anterior templo.

Mientras caminamos, la miro y me sonrio, aunque a veces interiormente en ocasiones se me escapa alguna sonrisa. No es algo que quiera hacer, pero es así.

Rikafu Rude acompaña a su querido y bien estimado "King" por aquellos lugares que al parecer, el ya había transitado con anterioridad, lo cual era un alivio para no toparse con sorpresas o impedimentos innecesarios que molesten, retrasen o estorben el buen cumplimiento del objetivo que ambos tenían en mente. Sobrevivir y Vencer.

Pese a que Rikafu se pasó la mayor parte del tiempo cabizbaja, tratando de no tropezar, de vez en cuando alzaba la mirada para dedicarla una pequeña y tierna sonrisa cómplice a su querido compañero de viaje.

Ten cuidado ahora, vamos a bordear una zona de peligro, de esas que pronto provocarán que todo lo que haya dentro explote. No te separes de mi.

A la izquierda de la zona a la que llegamos, mirando un poco al sudoeste, se puede ver entre el follaje un cuerpo tendido. Si bien no se puede saber de quien es, sí está claro que no se mueve... y que está dentro de la zona de riesgo.

Por un momento dirijo la mirada al cuerpo, pero no me detengo y sigo el camino.

Por su lado Rikafu siguió junto con su King, el aviso del peligro, no hizo otra cosa que provocar la reacción de abrazar el fuerte y musculoso brazo de su compañero mientras cruzaban por una zona tan delicada como era ella. La visión del cuerpo tendido de uno de sus compañeros no era otra cosa que un presagio del futuro, aunque deseaba que no fuera el futuro de ellos.

Ahora es cuestión de ir todo el rato al este. Espero habernos dado suficiente prisa y que nadie haya llegado al templo antes que pudiéramos abandonarlo. Vamos, es un poco más adelante.

Agarro a mi Queen por la cintura para pasar sobre unas raices, pero me quedo así quizá un poco más de lo necesario. Simplemente luego la suelto y sigo guiándola, cuidando que no se caiga con ninguna rama rota o raíz saliente.

Rikafu se encontraba feliz por toda la atención que su "King" estaba proporcionando; quizás en otras circunstancias ajenas a un juego mortal contra sus compañeros, esos dos pudieran tener tiempo "de calidad" juntos, pero por el momento, el romanticismo se había relegado en la cabeza de la joven justo por detrás de "sobrevivir" y justo antes de "Escribir un Blog sobre como Cho es imbécil". Por ello, agradecía esos momentos cariñosos, aunque fugaces.

-Mi King, ¿Quienes crees que están en grupo de tres?.

Casi apostaría por Misuku (Nº4), Cooper (Nº 7) y Asougi (Nº13), aunque realmente no tengo ni idea. Digo esos tres porque fueron tres que consiguieron bastantes puntos, y supongo que en un grupo de 3 es fácil llamar la atención del público, más al menos que yendo solo, lo que hace que mi actuación sea cuando menos bastante interesante, ya que fui segundo yendo solo, ¿no?

vamos, Queen, ya estamos cerca digo, sonriéndola mientras le ayudo a pasar sobre un árbol caído. Miro al frente. Quizá el último acercamiento al templo deberíamos hacerlo en silencio, por si alguno de nuestros compañeros está allí. Cuando yo salí del mismo, ayer, no había nadie, pero quien sabe...

Saco el bate que había guardado en la mochila para este último trayecto, mientras trago saliva nervioso. Por cierto, aún no me dijiste cual fue tu arma.

La joven ayudada por su compañero siguió su camino, y mientras hablaban acerca de los peligros que les acechaba, pese a ello, la joven estaba demasiado preocupada por adentrarse en lo desconocido como para poder tener una charla amena con su querido King. Lo único que la reconfortaba es que sabía que él ya había estado ahí con anterioridad.

-Sí -Dijo la muchacha, era consciente qué aun no había enseñado su "arma" a su querido King, quizás quisiera impresionarle cuando sacara esa "arma", o quizás no quisiera decepcionarle por aquella "arma", sea como sea, el arma aún seguía a buen recaudo-Creo que debemos ver si hay alguien, y en caso de solo haber uno ir los dos, y en caso de que solo hubieran dos, podría intentar hablar yo con ellos, ganarme su confianza y desarmarlos... Y en caso de haber tres... mejor huir. ¿No?.

Ya estamos llegando, allí delante veo el templo. Está como lo recordaba, tan ruinoso como antes. Hago un gesto con la mano a Rifaku para que permanezca escondida mientras nos acercamos a investigar. Con el corazón en un puño, me acerco lentamente, mirando por todas partes, buscando cualquier compañero que pudiera haber llegado aquí. Este podría ser un buen lugar para esconderse y descansar, pero también podría ser un sitio peligroso. Veremos.

Por su parte, Rikafu Rude hizo lo mismo, atendiendo de las palabras de su estimado King, trató de no ser una carga o una molestia a este, con la máxima cautela y sigilo, la joven trató de seguir los pasos de su compañero, distanciándose un poco de este para que tuviera mayor libertad de movimiento en caso de que hubiera alguien y tuviera que esconderse de emergiencia y lo mismo le pasaría a ella.

No dijo nada, no hacía falta decir nada. Tan solo se quedó callada, deseando que todo saliera bien.