Partida Rol por web

Vacié la bolsa de mi compañero y cerré la cremallera lo justo para poder ponérmela en la cabeza a modo de gorra, así el agua correría hacia atrás, no me mojaría y podría seguir viendo con normalidad. No era muy bonito pero serviría para moverme mientras lloviera, así que incline una vez mas el cuerpo frente a mi agresor a modo de respeto, me puse mi cartera al hombro a la altura adecuada, con una mano dentro solo abierta lo suficiente, tocando el arma, como hiciera la primera vez que empezamos a subir la montaña, así de ser sorprendido, tardaría menos en sacar el arma y me puse en camino.

-Creo que lo mejor sera que me mueva hacia el norte... Estoy muy lejos de cualquier sitio. -Hablaba en alto a pesar de estar solo, puesto que Sato-san nunca llego.

Procurando no perder el ritmo y aun protegido de la lluvia con el improvisado paraguas, caminaba en direccion norte, lento pero seguro, siempre con una mano dentro de la bolsa y atento a los ruidos cercanos. Aun tenia mucho camino que andar hasta mi objetivo y nadie me decía que tuviera sentido lo que estaba haciendo. ¿Pero desde que llegamos a esta isla que sentido tenia todo aquello? Esa simple pregunta me ayudaba a seguir caminando intentando no pesar en el dolor ni en que ahora era un asesino.

El día no parecía descansar y pese ha que seguía caminando no veía el momento de encontrar un sitio para descansar un poco y comprobar el mapa. Pero mientras solo viera bosque seguiría andando entre los arboles, como hasta ahora despacio y con buena letra, procurando mojarme lo menos posible. Sabia lo peligroso que era ponerse enfermo en un momento como ese donde, te juegas el todo o nada. -Espero que estén bien... -Mantenía la cabeza ocupada pensando en aquellos que consideraba mis amigos y aun estaban en el juego.

Revise un segundo la carga de la mochila, asegurándome que no me entraba agua y estropeaba todo lo de dentro, me recolocaba la bolsa y tras un vistazo incomodo a mi espalda, continué andando, esperando que pronto acabara la lluvia.

Al fin había terminado de llover y estaba ligeramente mas seco de lo que me esperaba alquitarme mi paraguas improvisado de la cabeza y dejarlo a un lado. Me quite la sudadera que era lo mas mojado de mi equipo, la estruje y la colgué de una rama de árbol mientras hacia repaso una vez mas de mis pertenencias y ojeaba la tablet. -¿Agua de lluvia? ¿Sera potable?

Procuraba hacer todo esto en una zona poco mojaba. Comprobé el estado de mis provisiones, merendé algo rápido mientras intentaba que la sudadera dejara de gotear y tras decidirme a continuar la guardaba en mi bolsa a un lado, mientras recolocaba todo como el primer día y emprendía la marcha hacia el norte. Dejando la bolsa que use de paraguas atrás y la mano dentro de la bolsa acariciando el arma.

Mas cómodo ahora que no tenia que atender a la lluvia y protegerme de esta, caminaba mas animado, el dolor era casi un cosquilleo, al menos mientras la forzaba en cuento se enfriaba dolía la condenada, pero eso no era lo importante, lo que era importante era saber que había sido de Honda-san, la ultima vez que supe de ella estaba en una zona de peligro pero que no digan su nombre era en parte bueno, quería decir que estaba a salvo, el problema era que no sabia hacia donde se había movido o con quien estaba... solo tenia la certeza de que tanto ella como Sato, estaban cerca y espero que ambos se hayan encontrado y unido fuerzas a estas alturas solo me queda ellos... Rápidamente me golpee los cachetes con las palmas de las manos, para alejar esos pensamientos de preocupación que tenia de los demás, tenia que centrarme en mi, sobrevivir y juntarme con ellos una vez mas. Pero no podía distraerme para poder lograrlo o detenerme en mitad de la nada.

Por eso continué mi marcha hacia el norte, sin dejar de prestar atención a mi alrededor o podría tener problemas. -Dale Goushi, tu puedes, ellos son mas fuertes que tu, seguro que están bien, preocúpate por ti, piensa en mama. -Me auto-bombee como solía replicar el entrenador antes de salir al circulo.

Aproveche el comunicado para descansar un poco nutrirme de comida y agua que en este punto al parecer solo me quedaba la que le cogí a Naraku-san y aproveche una superficie de un árbol para apuntar las nuevas zonas de peligro así como tachar a los muertos.

-Ahora hay muchas mas zonas de peligro que antes... ¡Un momento! 15O... ¡Eso es donde yo estoy! ¿Eso quiere decir que las zonas de peligro aleatorias son zonas donde esta la gente? ¿Entonces Sato sigue en la 12M? -Me rasque la cabeza nervioso. -Esto es malo. Muy malo... ¿Y que es eso de que solo quedan cinco mas? Pensaba que solo dejarían a 3 vivos... pero actualmente quedamos 10 y cinco menos diez son... ¡Cinco! ¡Podemos lograrlo! -Volví a meter el mapa en mi mochila y me prepare para empezar a salir de la zona roja caminando hacia el este.

-Sato-sama sal de hay... Creo que la de 13Q puede ser Honda-san. ¡Bien! -Curiosamente animado, a pesar de la zona de peligro, que murieran tanto Masaru como Minato, era una triste noticia, pero de las menos tristes, sabiendo como era esa pareja y lo que me hicieron en el pasado...

-Como se nota que ellos no se juegan la vida, que están cómodos en sus casan con sus fofos culos en sus fofos sillones comiendo palomitas o despellejándonos con sus marujadas. -Comente impotente tras pararme a comer algo y beber un poco de agua, mientras miraba la tablet y no podía evitar observar los comentarios de los espectadores. -Aunque eso de que digan que solo quedan dos mas... No lo entiendo... ¿Solo quedamos cinco? -Me rasque la nuca y pensé que en su momento había entendido mal las normas del numero de supervivientes...

-Porque no me dan las cuentas... Deberíamos quedar diez... -Negué con la cabeza, guarde la tablet y di el ultimo trago de agua, para volver a ponerme en marcha hacia el norte, con la mano en la bolsa, toqueteando el arma, como "siempre".