Partida Rol por web

El impacto es bastante mas ligero de lo previsto, la capsula se pone al suelo, la pantalla se apaga sin no desearte buena suerte y recordarte de coger la bolsa. La tableta finalmente se enciende de forma automatica y tu collar hace un pequeño pitido seguramente indicando que esta activado.

Te fijas en la tableta y hay varias cosas, en una es un contandor de tiempo indicando cuando queda para el siguiente reporte ( ahora mismo hay un contador de 6 horas y restando, tambien hay un mapa general y hay un puntito donde te indica donde te encuentras, 10GG, tambien hay un rectangulo en vertical en la esquina de la tableta con el simbolo # ....sera que habra comentarios?

Miras alrededor y es un lugar casi libre de la mano del hombre, puedes observar como el bosque en si termina y empieza una zona mas libre de arboles, aunque para nada deja de ser virgen y verde.
 

Un vistazo rapido te indica que estas solo alrededor.

La cápsula se abrió y de repente, fue consciente de que todo había comenzado. La sensación de peligro que había en el aire era excitante, a partir de ése momento, en cualquier segundo, podía estar muerta, y eso la hacía sentir viva. Respiró hondo y salió.

Cogió la mochila, e intentó abrirla para curiosear qué había dentro, y sobretodo, qué arma le había tocado.*

Una vez se cercioró que no se dejaba nada registrando todo bien, miró la tablet y se orientó. - ¿Hay un chat? - se sorprendió. Pensó en cómo podía funcionar. Tocó con el dedo en él e intentó escribir, poniendo un simple "hola, ¿hay alguien?" 

Tras ello, vio que tenía muy cerca un templo. - Muy apropiado. Me acercaré para presentar mis respetos a mis antepasados, por si debo de reunirme con ellos. - se dijo a sí misma. 

Con pasos largos y ligeros, comenzó su andadura. 

Abres la bolsa y empiezas a regirar, encuentras comida y agua por 3 dias un mapa, un boli, una brujula, una linterna, un pequeño neceser con cosas de higiene intima, buscas desesperadamente la arma pero en el fondo de la mochila solo encuentras una especie de palo fino y largo.

Por el contrario el chat no parece nada ni parece que puedas escribir en el.

Se colgó la mochila de la espalda tras asegurarse que todo estaba en su sitio y caminó con paso firme y seguro hacia lo que el mapa decía que era un Templo. Pronto se habituó a seguir la brújula y, comprobó que tanto la linterna como el boli funcionaban bien, y así era.

Cuando vio el palo fino y largo, sonrió. - Vaya, una fusta, así que "aleatoriamente"...y una mierda. - pensó, al comprobar que alguien le había proporcionado un arma que, "casualmente" coincidía con su pasado y su familia. - Bien, los domaré a todos antes de salir de aquí. - dijo en voz alta.

Pronto llegó al templo y tras pegar un vistazo por si veía algo o a alguien, se introdujo en él para realizar unos rezos a sus antepasados, agradeciéndoles la oportunidad y honrándolos.

Tras media hora larga de rezos, me levanté y miré a mi alrededor, buscando con ahínco algo que me permitiera sobrevivir más tiempo, ya fuera comida, bebida, ropajes que me protegieran o un arma. - Quizás con esos platillos pueda afilar una rama y darle punta - pensó, mirando hacia la mesa con los inciensos y unas estatuas demasiado grandes como para usarlas con efectividad. Andó por los laterales, tocando paredes y subiéndose a donde pudiera para ver en recovecos altos, por si les había dado por esconder allí alguna cosa.

Lo ideal, para una muchacha ágil y con buen ojo como ella era una katana, pues había entrenado para eso en las clases de Kendo, pero a un arco no le haría ascos. Quizá pudiera fabricarse uno rudimentario, pero efectivo, con un par de componentes simples, una cuerda o hilo fuerte, tenso, una rama dura pero flexible.... - ¿mi fusta? - pensó. No era mala idea, desde luego. Las flechas serían algo más problemático, quizá podía hacerse unas pocas, tres o cuatro, empleando algo de tiempo y con el consabido método de "prueba y error". 

Tenía que trabajar sin descanso, prepararse para lo peor.

El templo tenia un aspecto lamentable, si es que se le podia llamar templo, casi todo estaba en ruinas, claramente habia sido quemado hasta los cimientos, apenas quedaban las partes de piedra y los troncos mas gruesos pero incluso esso algunos habian cedido al peso, por suerte el altar estaba intacto al ser de piedra.

Por desgracia no encontraste nada, a expecion de varios trozos de ceramica que habian sido rotos y tenian partes mas o menos afiladas, no para apuñalar a alguien pero si para poder afilar un palo, eso si con mucha paciencia.

Tras rezar en aquel lugar quemado y destrozado, cogí un par de trozos de cerámica. Uno me lo guardé en la espalda, debajo de la camisa, metido entre la goma de las bragas y tapado por la camisa del instituto. Como recurso de emergencia.

El otro lo usaría para afilar un palo.

Salí del lugar tras no encontrar nada y miré el mapa. Al sur había agua, era importante para mi supervivencia. Imaginé que el resto pensarían igual, así que podría acercarme al lago, beber y recargar agua, y esconderme esperando que llegara alguien, para ver si podía tener algún aliado o si podía conseguir que cayera antes que yo.

Era obvio que la forma más óptima de conseguir más comida y bebida era quitándosela a los demás.

Cogí un palo largo y grueso y comenzé a afilar sus dos puntas mientras caminaba hacia el lago.

Mientras caminaba, iba afilando el palo, más con paciencia que con destreza, pues nunca lo había hecho. Imaginó cómo podría atravesar a alguna o a alguno de aquellos imbéciles para demostrarles quién mandaba allí. Con cuantas ganas se lo haría a Chiaki, si la veía... - Oh, sí, ojalá me la encuentre... - sería tan fácil distraerla....

Por el camino, cogió 3 piedras del tamaño de su puño, por si acaso. Cualquier cosa que se pudiera usar como arma, aunque fuera para dejar aturdido unos segundos a alguien, sería buena idea.

Aratani estaba de camino al lago, ya le quedaba poco para llegar. Siguió observando su entorno y evaluando los objetos que veía por si alguno le servía para intentar sobrevivir o defenderse.

Miró la tablet leyendo los chats de la gente y bufando.

Bebió un poco de agua y masticó un poco de comida mientras andaba. Era mejor hacer varias pequeñas comidas al día. Nunca sabes cuándo vas a necesitar tus fuerzas.

Ya tenía una lanza, varias piedras y un par de cuchillos de emergencia, además de su fusta. Tocaba encontrar un lugar donde dormir. En el mapa había una edificación al sur, así que decidió dirigirse hacia allí.

Bordeando el lago, bebió agua de una de sus cantimploras hasta saciarse y la rellenó hasta el borde con agua del lago. Luego le hizo una diminuta marca, un punto apenas, para identificarla, por si acaso, y la guardó con las demás.

Paso a paso, se encaminó a su destino, buscando con la mirada algo que le pudiera ser de utilidad.

Aratani siguió moviéndose, yendo al sur. Su vista comenzó a adaptarse al terreno y a reconocer ciertos árboles y arbustos. Quizá podría encontrar algo de comer.

mientras buscas comida sin exito, unos ruidos de desplazamiento por el bosque te llaman la atencion, no estan cerca cerca pero alguien o varios estan mas o menos cerca...