Partida Rol por web

Estais en el calabozo poniendoos al día, cuando un carcelero se acerca y os pasa un plato de comida a través de un hueco que hay en las rejas con el tamaño justo de un plato. -Comed bien, a lo mejor es vuestra última comida- os dice el tipo mientras da una carcajada y se va pasillo hacia delante riendo.

Luego de contarnos todo lo sucedido, obviando el hecho de que tras su curación no me he sentido perfectamente, me quedo en silencio pensando como proseguir. Cuando viene alguien a por comida me pongo en pie y le digo:
Necesito hablar con quien esté al mando de la milicia, están cometiendo un grave error al tenernos aquí encerrados. El mal pulula por sus calles y solo un servidor de la justicia puede detenerlo a tiempo
Le digo intentando imponer mi autoridad como Paladín de la justicia.

-Si quereis os puedo traer al mismísimo rey para que os atienda, jajaja- Lo oís decir mientras se va alejando.

El plato de comida que os han puesto huele realmente mal parece que no hay nadie mas encarcelado, el sitio es deprimente, oscuro, humedo. El peor sitio para pasar la última noche de vuestra vida.

ya estaba siendo evidente que esta gente pasaría de nosotros hasta el hartazgo, dentro mio una ira reverberaba y sentía ganas de entregarme a la desesperación. Sin embargo intente mantener la compostura y mientras esquivaba la mirada de esa asquerosidad de comida le dije a Oswin.
​- Me arrepentiré de hacerlo Oswin, pero debemos marcharnos de aquí cuanto antes. Mientras nosotros estamos aquí ese diablo esta suelto y quien sabe a cuantos otros estará corrompiendo e incluso si acaso no serán estos guardias siervos de su voluntad. Si tienes alguna idea para huir de esta prisión es el momento para ponerlo en practica, la justicia muchas veces tiene que perseguir el fin sin importar de los medios...

-No se me ocurre nada, pero estoy de acuerdo contigo si nos quedamos aqui vamos a morir, aqui están todos muy alterados, parece que están sufriendo en silencio, el mal que habitó dentro de mi, aunque fué poco tiempo fué terrible sentí que quería matar, gracias a que me lo quitaste mi mente se aclaró.- me quedo callado un momento y me rasco la barbilla, -ahora que lo pienso tú me quitaste ese mal, ¿te encuentras bien?, no me gustaría tener que enfrentarme a ti-. Digo echándome hacia atrás, pués nuestras armas las han requisado al entrar en prisión.

Realmente esperaba que Oswin supiera que hacer en una situación asi, su respuesta me deja helado, pero peor asi sus preguntas posteriores.

- He percibido la maldad al quitártela, por fortuna mi férrea voluntad es demasiado para la corrupción de aquel ser. ​Le miento a Oswin, después de todo no quería que comenzar a evaluar cada una de mis acciones y dudase de mi persona.

​Oye, me has dado una idea. que tal si empezamos una riña ficticia para llamar la atención de los carceleros y en cuanto intenten separarnos ambos nos vamos contra él? Crees que podría funcionar?

-Podría funcionar- le dice Oswin a Adarian, y comienzan una pelea ficticia. Los insultos vuelan y las sillas y lo poco que hay en la celda también.
Con tanto jaleo no tarda mucho en aparecer un guardia acompañado e otros dos guardias
-Que esta pasando aqui!,criaturas inmundas os voy a destrozar el lomo- os dice, entrando en la celda acompañado de otro guardia ambos con dos cachiporras, mientras el tercer guardia espera fuera con otra cachiporra mas.

Al ver que los carceleros se meten junto a nosotros dejo de fingir estar peleando con Oswin para lanzarme sobre uno de ellos buscando propinarle un puñetazo que lo deje fuera de combate.

El guardia ve como Adarian le lanza un puñetazo pero el guardia lo esquiva y le da un garrotazo.

Me eché con fuerza hacia atrás dejando a Adarian vía libre para enzarzarse con el guardia, a la vez que me preparaba para arremeter yo mismo contra el otro carcelero -vamos Oswin, no hace falta un hacha para despachar a estos blandengues...- Pensé justo cuando me iba a lanzar, pero al ver como mi compañero de celda era golpeado cambié mi objetivo por el de su agresor y me abalancé con bravura lanzando un derechazo a la nariz del malnacido -¡Toma perro!

El guardia recibe un golpe de Oswin, pero al tiempo le pega con el codo en la cara.

Oswin recibe un codazo en la boca, pero a cambio le pega tal puñetazo al guardia que lo estrella contra las rejas de la celda dejándolo tumbado en el suelo inconsciente.

El guardia le pega un golpe a Adarian aunque no le hace demasiado daño

Me estaba midiendo, aquellos hombres no tenían la culpa de entorpecer nuestra misión, ni mucho menos de actuar bajo ordenes de demonios. Yo mismo hacia mi máximo esfuerzo por no dejar salir a flote aquella sensación oscura que me embargaba. El golpe de garrote del guarda me da de lleno en la espalda, aunque no deja más que apenas unos moretones.
Oswin por suerte no estuvo tan duditativo y noqueo sin más al guardia.
Antes de darle tiempo a reaccionar a los otros, mire al guerrero y al segundo guardia dentro de la cárcel, dándole a entender que yo me ocuparía de ese, entonces me lance para empujarlo al piso, lugar donde pudiéramos estar en igualdad de condiciones ya que le seria más difícil usar el garrote.
Esperaba que Oswin se ocupara del otro guardia fuera de las celdas, antes de que este saliera a dar la alerta.

Una sonrisa aparece en la cara del guardia cuando vuelves a fallar.-Dedícate a rezar, hombre de fe- y te asesta otro garrotazo.