Partida Rol por web

Al diabal le temblaban las manos, iba a perder a Poli delante de sus ojos... ¡No podía permitirlo! cardiaco como estaba se obligo a tranquilizarse era odbio que los nervios no le ayudaban, debía enfocar las cosas de otra manera... tenía que hacerlo... 

¡Y el cristal explotó!

Gracias a tu contribución, el 2º rompecabezas se resolvió liberando a Poli ¡y justo a tiempo!

El problema era que aún quedaba Niella atrapada, puesto que su prisión seguía de una pieza. No sabías si era por los nervios o por la distancia pero no la veías en el interior de su respectiva prisión.

Debíais daros prisa para ir en su ayuda.

Aquello no fue suficiente.

Miraste entristecida como el cristal que te apresaba seguía de una sola pieza. Supiste que no te quedaba otro remedio, tenías un as bajo la manga que implicaría consecuencias que no querías pensar en el futuro, pero sabías que era por un bien común, por un bien mayor.

Cerraste los ojos y te concentraste mientras sostenías la piedra de poder primigenio que os dio el Mogán el Sabio. Notaste su poder recorrer tu cuerpo, un poder diferente, un poder atípico, un poder que fue capaz de teletransportarte en cuestión de segundos a la sala circular que separaba los distintos caminos en el santuario.

Observaste como tu cuerpo mojado aún sostenía el cristal después de haber sido utilizado ¿significará que aún podrías seguir dándole uso? la respuesta llegó pronto cuando contemplaste como el cristal explotó en pedazos, dando lógica a tu última decisión: habías agotado tu billete de salida.

Al ver como aquel diamante se hacía polvo en sus manos Niella rompió a llorar, desolada y enfadada consigo misma por no haber sido tan inteligente como para resolver el puzzle, habiendo sellado su destino. La joven se sentó en el suelo enterrando la cabeza entre las rodillas y abrazándose a sí misma, temblorosa, sin saber muy bien cómo enfocar todo aquello. Ya no había salvación para ella; además... ¿como se lo explicaría a los demás? Poli, en su limitación, o quizás en sus extrañas visiones, lo aceptaría con regocijo, pero Ratko... No podía hacer que el diabal llevase esa carga encima, aunque sabía lo traicionado que iba a sentirse si lo descubría en al regresar...

Si es que regresaban. 

Aquel repentino pensamiento le hizo levantar la cabeza, asustada. No se había encendido el orbe de aquella habitación. Aquello significaba que sus compañeros seguían encerrados.

Secándose las lágrimas con la manga recogió arrodillada todos los restos de polvo y cristal que pudo encontrar, guardándolos de nuevo. No porque pensase que pudiese volver a usarlos si los juntaba, sino porque no quería dejar ningún resto a la vista para cuando saliesen de allí. La chica se levantó y miró de nuevo. ¿Cómo ayudarlos? ¿Y si al volver al pasar quedaba de nuevo encerrada? Nerviosa y tratando de controlar el temblor de la voz se acercó al umbral dejando un rastro de agua.

—¡RATKO! ¡POLI ¿Estáis bien?— cogió aire sin saber muy bien si volver a entrar— ¿PODÉIS OÍRME?

¿Cómo actuarías normalmente? Desde luego, quedándote fuera no, ¿verdad?

—DECIDME QUE ESTÁIS BIEN O VUELVO A ENTRAR ¡Y NO QUIERO MOJARME MÁS!

Respiró el preciado aire una vez logró liberarse, escupiendo los restos de agua que todavía quedaban teniendo un cierto recelo por el líquido.

Creo… creo que me he meado encima.- Dijo en voz alta una vez medio se recuperó, apartándose los cabellos que estaban pegados en su tez y quitándose la capa, notándola bastante pesada por la cantidad de agua que había absorbido. Por suerte su desnudez la cubrían los tatuajes que cubrían su cuerpo, aunque dudaba que Ratko tuviera ningún tipo de intención con la chamana cuando parecía que faltaba uno en el grupo.- ¿Niella? – Corrió junto a él a la otra cápsula, intentando salvar a la última del grupo junto a su líder.

Ratko miró tembloroso a Poli cuando por fín vio su menudo cuerpo libre de la prisión acuática que iba a acabar con ella, se agachó raudo para mirarla y reanimarla en caso de que lo necesitara pero la inquieta muchacha se puso en marcha antes de que el diabal volviera a hacer de caballero.

- Si tu te has meado a mi me ha faltado poco...- contestó aliviado, entonces se cayó en la cuenta de Niella, en su desesperación por salvar a Poli había dejado a Niella a su suerte, maldiciendo entre dientes se apresuró a ver como estaba la trampa mortal de cristal, corriendo tras Polixema- ¡¡NIELLA!!

En cuestión de segundos algo que ya conocíais os indicó que lo peor había pasado ¿o no?

Una nueva luz surgió y recorrió la sala de los tanques de agua, de manera automática, hasta atravesarla y llegar a la sala central. Era la 2ª vez que sucedía algo así, y aquello significaba que de una manera u otra habíais logrado superar el desafío de aquella sala pero... ¿dónde estaba Niella? Ratko pudo comprobar que no estaba en su tanque, el cual permanecía intacto, repleto de agua pero vacío en su interior.

Una voz provino de la sala central.

—¡RATKO! ¡POLI ¿Estáis bien?—

— ¿PODÉIS OÍRME?

—DECIDME QUE ESTÁIS BIEN O VUELVO A ENTRAR ¡Y NO QUIERO MOJARME MÁS!

Agobiada por la ausencia de respuesta, Niella se apoyó contra la pared unos segundos, con el corazón en la garganta. La dibumae se temía lo peor y aquella angustia fue suficiente como para decidirse a avanzar. Tenía miedo a volver a quedar atrapada en aquella jaula, pero el miedo a perder a sus amigos era aún mayor. No había avanzado ni un par de metros cuando aquella bola de luz atravesó el pasillo, haciéndola saltar a un lado. La muchacha lo siguió con la mirada hasta ver como se situaba en el tanque central. Aquello significaba que habían superado la prueba, pero ¿volvería a activarse si continuaba el camino?

Ratko y Poli seguían sin responder.

No le dio más vueltas: sin importarle el riesgo de volver a quedar encerrada, la muchacha corrió hacia la habitación donde se había quedado encerrada: Poli y Ratko estaban allí, tan empapados como ella. Al verlo no pudo evitarlo y saltó a abrazar al diabal con fuerza. Minutos antes, Ratko había estado enfadado con ella, más enfadado de lo que le había visto nunca hasta el punto de negarle la palabra, pero en aquel momento, le importaba un comino. Estaban los tres a salvo.  

—Puaj, hueles a perro mojado.— soltó a bocajarro al diabal. Cuando por fin se soltó se giró a Poli con los ojos enramados y muy rojos, dispuesta a soltarla otra pulla.— Y tu pareces un gato empapado

La muchacha se frotó los ojos con la manga y sonrió. Ella tampoco tenía muy buen aspecto en ese momento. Calada hasta los huesos con el pelo pegado a las mejillas empezando a hincharse. Pronto parecería una bola de pelo.

Casi logro no mearme encima.- Cogió un montón de cabello mojado y apretó con sus manos, quitando gran parte del excedente de agua, dejando un prominente charco en el suelo que ya se había empezado a formar al estar quieta en un mismo sitio.- No me tocaba baño hasta dentro de un par de meses… ¿ha sido cosa vuestra? – Aunque era una pregunta para ambos miró en especial a Ratko, el líder que se encargaba de ellas. A pesar de que había sufrido por la supervivencia de ambas chicas, era el único que no apareció en una urna y, por lo tanto, estaba seco.- ¿Qué toca ahora?

Antes de que Ratko hilvanase debidamente los hilos de lo que acababa de pasar se vio abrazado por una maraña de pelos mojados, Niella. Al diabal se le había pasado por completo el enfado lo único que sentía era un inmenso alivio por comprobar que la chica estaba bien, lo que hizo que correspondiera al abrazo con fuerza.

- Y tu una madeja de lana... ¿Cómo has conseguido salir?- respondió de buen humor a Niella- Sí, ha sido cosa nuestra Poli, si no quieres pasar por lo mismo bañate más a menudo... Lo siguiente... Pues no sé 

—No existe jaula que no pueda burlar ni lugar del que no pueda escapar— la dibumae dedicó una sonrisa cansada a Ratko.— Como no podía resolverlo, dejé a mi doble intentándolo. El agua, aunque fuese mágica tenía que salir de algún sitio. Solo había que ir contra corriente... y eso se me da muy bien.

La muchacha suspiró, agotada y algo decaída por no haber sido tan inteligente como para resolver el puzzle y ahorrarse el mal trago. Pero había salido, que era lo importante. De modo que volvió a mirar al diabal y luego a Poli.

—Aun así, creo que deberías aprender a invocar gente o algo así. Sé que es agotador y peligroso para ambas partes y que no se puede jugar con atravesar planos, pero no se puede negar que sería muy útil. —La muchacha iba a añadir algo más cuando Ratko contestó a aquella pregunta de Poli— Bueno, pues nos quedan dos puertas. Y las pruebas que superamos en la torre fueron el puzzle y la habitación sin oxigeno, que me imagino sea esta. Los muertos y los dobles, la anterior. Quedan los relámpagos, el venenos, el foso, el golem y el suelo con cuerpo de serpiente, que visto lo visto, seguro que es un dragón. Pero creo que antes deberíamos tomarnos un descanso, mejor en la sala central. La herida que me hizo mi doble se abrió mientras salía y quiero revisarla.

Dicho y hecho, la muchacha se pasó la mano por la herida y se concentró en sus manos. No le gustaba usar la magia para curarse, pero empapada como estaba no era hora de andarse con vendas. Aunque la magia fue débil, no tardó en cerrarse, dejando tan solo una fina cicatriz.

—¿Vosotros estáis bien? ¿Cómo salistéis?— se imaginaba que Ratko no había tenido demasiados problemas a la hora de escapar, pero Poli lo mismo había roto el cristal mágico a arañazos— Poli, ¿usaste la cabeza o las garras?

Ratko escuchó las explicaciones de Niella con interés a él no se le había ocurrido nada de eso, se había centrado en resolver el puzzle, quizás por eso había tardado tanto... Hizo nota mental sobre aquello, tenía que ser más sosegado y recuperar su sangre fría para pensar con claridad pues su humanidad parecía jugarle malas pasadas a la hora de la verdad... Pero... ¿Sería capaz de volver atrás después de todo lo vivido? ¿Había ganado definitivamente su lado humano a su lado demoníaco?

- Niella... Eres una muchacha muy capaz de hacer todo lo que se te pase por tu cabeza, pero los amigos existimos... Déjame ayudarte y démonos prisa con las puertas, cuanto más tiempo perdemos más ciudades son destruidas y más probabilidades tenemos de que los dragones regresen.

Dijo el díabal revisando las heridas de Niella para ayudarla. Para después mirar hacia las puertas, le quedaban la azul y la roja.

- ¿Probamos suerte con la roja? 

¡Cabeza! – Se señaló la cabeza y el chichón que asomaba en su frente, el cual le dolía un poco si se acariciaba la zona.- Pero Ratko es listo, supongo que logró averiguar la combinación del puzle.- Se encogió de hombros, todavía no sabiendo cual era la respuesta de la urna y no importándole demasiado.- ¿La roja entonces? Venga, espero algo de fuego para secarnos.