Partida Rol por web

Normalmente había muchísimas cosas que me molestaban, pero no enterarme de las cosas cuando parecían ser como para que los conociéramos todos hacían que me pusiera de mal humor. Aún estaba sin desayunar y eso, hacía que mi ya explosivo humor estuviera un poco más susceptible, por lo que en cuanto vi aquello y como la nueva se largaba sin dar ninguna explicación me levanté del sofá.

- Cuánto me toca los ovarios que la gente haga eso...

Al final iba a resultar que yo era la rara porque me gustaban las cosas claras y por no dejar a nadie en la estacada si podía evitarlo, pero aquella muchacha acababa de perder los pocos puntos que había ganado como compañera de equipo, pues con que hubiera dicho algo así como que eran asuntos personales, hubiera bastado y a ninguno nos hubiera sentado mal el resto.

Sin decir nada más me fui a mi habitación a vestirme y luego me largué a desayunar sin esperar por nadie, pues hasta que no llenara mi estómago seguiría subiéndome por todas las paredes y sería muy mala compañía. Eso sí, yo al menos antes de salir, tuve la " cortesía " de decir algo.

- Me largo a desayunar.

Al menos, así sabrían dónde estaba.

- ¿A vosotras también os parece extraño y secretista? - Dijo Ryan mientras miraba de reojo a la oriental mientras salía. - Nos avisan que luchamos contra los mejores y se pira, así por que si. Supongo, y espero, que tenga una razón lo suficientemente válida para irse a pocas horas de un combate. -

Aún así, Ryan intentó calmarse y relajarse.

No podía luchar si tenía los músculos agarrotados.

Miro a su compañera morena, que bajaba a desayunar y después, le guiñó un ojo a Ava.

- Vamos nosotros también a juntar calorias. Las perderemos todas en el ring este día. -

Los chicos cogen sus mochilas deportivas y bajan al comedor del hotel. Les cuesta bastante entender lo que dicen los camareros, y más de una vez, les hacen esperar para que venga otro que hable inglés mejor que el anterior. Tras una épica batalla dialéctica entre dos idiomas, lográis pedir el desayuno. Fue, de todos modos, un poco extraño, porque hasta para huntar la mantequilla los chinos usaban palillos.

Durante el desayuno, el grupo puede ver a Miller, que dialoga con un tipo trajeado, acompañado por varios gorilas con chandals azules, con la insignia de "Legend" en el pecho.

Cuando acaba, Miller iba a seguir de largo, cuando ve a los chicos allí, recula sobre sus pasos y se acerca a ellos.

-Precisamente iba a ir a veros. Me acaban de confirmar que podeis utilizar las instalaciones del estadio para entrenaros, ya hay varios luchadores allí entrenando, así que será interesante que aprendáis viéndoles y tal.

Comentó, con algo de desdén sobre eso último, como si os diera a elegir si hacerlo o no.

-¿Y Haru?

Las cosas cambiaron cuando llenó la tripa, todo se veía de otro color, aunque al pensar en la pelea se le hacía un nudo en el estómago. Terminó apartando el plato de delante de ella, indicando que no puede comer más.

- Ufff.. estoy llena.. no puedo más...

No se lo había acabado del todo. En esas, se acercó Miller al verlos. Le sonríe y escucha emocionada que pueden entrenar alli, mira a sus compañeros muy ilusionada.

- Cuando te fuistes, nos entregaron una carta en chino, se la dí a ella porque es la única que entiende.. para que la tradujera, pero la leyó y se fue sola, no nos dijo nada! Sólo que nos vería en el entrenamiento. Fue muy maleducada al no contarnos que ponía la carta.. si era sólo para ella que lo hubiera hecho.. pero nada, se fue y ya está.

Bebió otro sorbo de su cacao.

Haru entra en el estadio, tiene que enseñar antes su tarjeta de luchadora antes de pasar, pero lo consigue. Busca en el mapa de la entrada la sala 3 y se encamina a ella.

De forma incomoda, se adentra en el pasillo que lleva a la sala, allí todos son del equipo rival, y la miran mal, como diciendo que "¿que hace esa aqui?"

Logra llegar a la sala de entrenamiento 3 y allí le encuentra.

Hay un sparring sujetado un saco, dos hombrecillos de madera a los lados y en el centro a Kawada.

Verle pelear es un lujazo. Primero golpea con el codo al sparring, que cae al suelo por el golpe, luego se gira, alza la pierna para golpear el muñeco de madera, la pierna del muñeco se astilla y este cae, Kawada lo remata con un golpe de reverso, con la palma, al cuello, y la cabeza se termina de fracturar antes siquiera de que toque el suelo, luego, con una kata magnifica, destruye a la otra figura. Kawada se seca el sudor de la frente con una toalla y al girarse, la encuentra allí. Parece como si la reconociera, le pide pasar con la mano y echa al sparring de allí con otro gesto con la mano.

El chico recoge todo y se va, dejándolos a solas.

Kawada se coloca la parte superior de su traje de kárate y se lo ata con el cinto.

-Haru Tsukishima ¿verdad? Te pareces a tu madre.

Esa zona parece algo prohibida para gente de otro equipo, pero no se amilana por las miradas que le echan los enemigos. Al fin encuentra el sitio de la "cita" y se niega a dejarse engatusar por los movimientos de ese hombre... sí, es bueno, pero carece del valor humano que todas las personas deberían tener.

Cuando se larga el sparring, tira su bolsa al lado de la puerta y la cierra... la conversación que tenga lugar allí es privada y no quiere que se sepa nada de lo que se hable.

-Me alegro de parecerme a ella y no a tí.

Se guarda lo que continua... no cree que sea muy oportuno llamarle cerdo prepotente y desgraciado en esos momentos.

-Para que me has citado aquí?

Kawada se apoyó en las cuerdas del ring y la miró.

-Ya, y yo.

Hizo un gesto como si pretendiera explicar algo.

-Fue algo complicado.

Le salió de la garganta, pero luego se volvió firme.

-Tengo un cheque de medio millón de dólares americanos. Si dejas LF te lo doy y podrás darle una vida arreglada a tu madre. Esta vida no se la deseo a nadie, Haru.

Le dijo desde las cuerdas.

-Si lo rechazas, ¡Serás tratada como una igual en el ring!

Dijo, con un vozarrón de autoridad.

Lo mira con furia... que le venga con algo así, él... que abandonó a su padre y después la trató como si no fuera nadie.

-Teniendo tu sangre en mis venas, crees que me retiraré con un soborno? 

Se acerca a él y lo mira desde fuera del ring.

-No aceptaré tu sucio dinero. He entrenado, todos estos años... primero para parecerme a ti por que me sentía orgullosa de que fueras mi padre, pero luego continué entrenando para hacerte pagar por haber hecho llorar a mi madre.

Le señala con el dedo.

-No me retiraré, nunca! Te daré la paliza de tu vida, si no es hoy, será otro día, pero no me rendiré! Nunca, me oyes!? Nunca!

Kawada escuchó a Haru y luego le dio la espalda.

-Bien. Sigue odiándome si quieres. ¡Pero estás comentiendo un error! ¡No abandoné a tu madre porque no la quisiera, ni tampoco te abandoné a ti!

Le dijo sin mirarla.

-Le mandaba cheques todos los meses. Quería evitaros esta vida. Yo me podía morir mañana y luego os haría más daño. LF no es tan sencillo como crees, puedes morir en cualquier momento o algo peor. ¡Me ofrecí a pagar el tratamiento para tu madre pero ella me lo negó, si es por eso por lo que me echas la culpa!

Dejó de explicarse y luego le hizo un gesto con la mano.

-¡Pero si es lo que quieres, hoy no tendré piedad contigo si me toca luchar contra ti o contra los de tu equipo! ¡Vamos a luchar con todas nuestras fuerzas! Si cambias de opinión, estaré aqui.

-El desprecio que le mostraste, no se puede arreglar con dinero.

Le da la espalda también y coge su bolsa con el equipo.

-Crees que yo mostraré compasión? Nos veremos en el ring, esta noche... y desea que no te toque contra mí.

Le mira por encima del hombro.

-Y que sepas que ha sido mamá la que me ha enviado aquí, ella ha firmado el permiso para que pueda participar.

Abre la puerta y sale de allí... les echa una mirada furibunda a los que allí se encuentran, a los enemigos, y sale de esa zona prohibida... necesita entrenar, darse de golpes con algo... dejar ir su furia y poder estar concentrada y relajada esta noche para la pelea.

Mi desayuno no fue tan bien como esperaba, pues si ya bajaba " caliente " por el mosqueo, el tener que untar así la mantequilla no es que mejorara mi talante y no paré casi de gruñir.

- Mierda de palos y mierda de chinos.. así no se puede ni desayunar! ¿ Es que en este puto país están sin civilizar?

No, no es que fuera la " alegría de la huerta " en aquel momento, pero se me pasaría, como lo hacía siempre, aunque para ello había que dejarme mi espacio, porque sino seguiría cabreada todo el día o en su defecto, hasta que pudiera descargar la suficiente adrenalina.

- Tú la has traído, yo no soy su madre.. - Respondí a Miller quien no tendría ninguna culpa pero acababa de comprobar que mi terquedad y mi obstinación solían ir acompañadas de un carácter demasiado fuerte.

Miller escuchó a las chicas, no se tomó en cuenta sus enfados, las conocía bien, a los tres, más bien por informes que en algo personal, y por eso intentó no darle mucha importancia a sus palabras "estan nerviosos antes de su gran combate" se dijo.

Se masajeó el entrecejo con el dedo índice, frunciendo el ceño y miró a Ava.

-Ajá. Vaya, le habrán dado el soplo, quería evitar que se supiera hasta después del combate, pero aqui las paredes oyen. Estará en una reunión familiar, es la hija de Kawada. Bueno..la hija bastarda de Kawada, mejor dicho. Espero que no me la suavice, quería que partiera caras con furia.

Suspiró.

-En fin. Cuando esteis listos, me lo decís, para entrenar y preparar todo.

Iba a irse, pero luego dio marcha atrás.

-Oh si, teneis que buscarle un nombre guapo al equipo. Miller Team quede genial pero como vosotros veáis...

Les dijo, quizá, siendo el único al que le gustaba "Miller Team"

- New Team está muy visto, ¿no? - Preguntó Ryan mientras comía algo de fruta.

La realidad era que, estaba un poco preocupado por su cuarto integrante.

Siendo familia directa de uno de los oponentes... ¿podremos confiar en ella?

Preguntarle a Miller eso sería algo insensato, pero, que demonios...

Ryan miró a Miller con el ceño fruncido, y dándole un mordizco a una manzana, le preguntó con la boca llena.

- Oye... ¿podemos confiar en ella, no? -

Era la nueva y para colmo, la hija de uno de los oponentes.

Llamadme paranóico.

El rostro de Miller dibujó un gesto que parecía estar ofendido, pero con lo seco que era, tal vez no fuera así del todo.

-Desde luego, yo fui a buscarla personalmente. Ya sabéis, muchachos sin atenciones paternales, pelean con más rabia y esta más, que busca venganza...

Le dijo al rubio, como si fuera un plan maestro.

-Además, si se rinde me llevaré a Kong, que no sabe pelear, pero hace unos cocktails de miedo.

Esperó unos segundos, como si esperara unas risas, pero al no oirlas, aclaró todo, serio:

-Era broma.

Miraba a uno y a otro como si se tratara de un partido de tenis, y cuando Miller dijo lo de que era broma, fue cuando se relajó y se echó a reir.

- Bueno.. si Miller dice que lo es, es que lo es, aunque ella vaya haciéndose la interesante.

Se cruzó de brazos apoyando la espalda en el respaldo de la silla, pensativa.. tenía que dar con el nuevo nombre del equipo.

- Veamos.. Class Team??? Jounger Team????

Fue soltando nombres, a veces sin sentido, para ver si escogían uno de que les gustara. La verdad es que no se le daban bien esas cosas.. porque la gran mayoría de nombres que decía eran bastantes ridículos.

Miraba a los que hablaban con el ceño fruncido, pero no quise meterme más en la conversación, pero si esperaba que después de ese comportamiento fuera cordial con ella lo llevaba claro.

- Ni que fuera la única persona del mundo con una infancia difícil.. Seguro que a ella no se le han muerto dos madres..

Taciturna, dejé que las palabras de mis compañeros sobre el nombre que tendría que tener el equipo llenaran aquella conversación. El nombre era lo que menos me preocupaba, sino más bien, el hecho de que aquella noche peleábamos contra gente que podría hacer papilla todos los huesos de nuestro cuerpo.

También era consciente de que mi bajo humor ahora era lo que hacía que pensara más en que las cosas no fueran a salir bien.

- ¿Y si nos ponemos New Dream Team? Total, si logramos ganarles a esos cuatro, nos conocerán con ese nombre. O Leyend´s Killers... como Rando Orton. - Dijo Ryan entre carcajadas.

Pero al final, el nombre de Asesinos de Leyendas no está muy desacertado.

- ¿Qué decís? Tiene fuerza y bueno... deja claro a que venimos a este torneo. -

Si ganamos... si ganamos... dios...

Tranquilo, Ryan, lucha a lucha.

Justo entonces, Haru llegó junto al grupo, tras haberlos buscado durante un buen rato.

Levanté la cabeza al ver como llegaba la chica, pero después de como se había ido por mi parte no se merecía ni que la dijera nada, así que simplemente hice un gesto con la cabeza y con él que se diera por saludada si quería.

Los nombres de los equipos propuestos por Ryan no terminaban de sonarme bien, pero no es que se me ocurriera uno mejor por el momento.

- Black dragons, New Warriors, Mortal Kids..

Cualquiera de ellos serviría aunque yo no le había puesto nombre nunca ni a un perro.

Miller levantó la mano hacia Haru a modo de saludo, pero sin esmerarse mucho, como si estuviera demasiado cansado como para levantar un poco más la mano. Luego señaló con el dedo índice a Brenda, pareció que uno le había gustado.

-Black Dragons, ingenioso y con gancho, válido para siempre. En cambio si os ponéis jounger team o mortal kids, cuando seais luchadores octogenarios va a sonar de risa.