Partida Rol por web

Un poco frustrado por la falta de respuestas a mis consultas, levanto la vista al techo, como si la vieja estructura pudiera verter un poco de luz en mi cansado cerebro. Miro el reloj, como un elemento que sigue uniéndonos a la realidad más real. El tiempo, da igual lo que hagas, pero él siempre prosigue su incansable camino.

Me vuelvo a incorporar sobre la mesa. Dejando el libro sobre la mesa, cojo otro volumen, sin llegar a cerrar el que estaba consultando y paso las páginas llegando al índice..

Coff coff

Marcos mira a la juventud que lo rodea.

Vaya.

Dice esto claramente para que lo miren por un momento.

Pues aquí estamos.-Da una palmada y sonríe. Acto seguido pone una mueca de dolor y se lleva ambas manos a la espalda. Sonríe de nuevo mostrando unos dientes desgastados.-Si os digo la verdad. A mi edad nunca pensé que fuera a estar en esta situación. Rodeado de un montón de jovencitos que ven fantasmas por todas partes y encerrado en una casa abandonada en la que probablemente haya un hombre debilitado mentalmente y que pretenda hacernos daño.
Ufff. Hace años me llegan a decir que iba a pasar por esto y no me lo creería.-Marcos mira por la ventana.-No falta mucho para que amanezca. Después podremos salir y buscar un alojamiento de verdad, avisar a la policía de lo que sucede en esta casa y los azules se encargarán de atrapar al loco que ronda por esta casa. Mientras tanto quiero contaros una pequeña historia de lo que pasó hace unos veinte años.

Marcos se quita las gafas y las limpia mientras habla. Está sentado en el suelo, apoyado contra la pared y su imagen física es patética. Sin embargo habla con seguridad.

Hubo un grupo de pop que rompió moldes. Vendieron millones de discos e incluso hoy en día siguen vendiendo casi tanto como los grupos de más éxito de la actualidad. Se generaron rumores y leyendas. Que si habían vendido su alma al diablo, que si pactos con oscuros, que si eran hippies, que si eran revolucionarios. Cuando tan sólo eran músicos.
Era tan fuerte el poder hipnótico de los rumores que un chico que escuchaba sus discos creyó que le hablaban a través de sus canciones. Según ese chico, el grupo le decía que debía de matar a una serie de personas y que él era el nuevo mesías. Llevó a cabo la realización de asesinatos y ni siquiera necesitó mancharse las manos de sangre, puesto que el poder de los rumores que había generado a partir de otros rumores era tan fuerte que había personas dispuestas a matar por ello.
El grupo de música eran los beatles y el asesino era Charles Manson.

Marcos hace una pausa.

Con esto os quiero decir queridos compañeros, que debéis dejar de darle vueltas a lo que nos está pasando y centraros en la realidad. Estamos en una casa abandonada en la que tal vez haya alguien que no esté completamente cuerdo. Podemos descansar y vigilar por turnos, sin necesidad de miradas suspicaces, ni dedos acusadores. Daos cuenta del daño que hacen los rumores y pensad si queréis acabar mal por culpa de una historia ficticia.

El viejo bibliotecario despierta de su inconsciencia de manera sorprendente... Se incorpora sin que prácticamente nadie lo note y habla tras toser malamente. La voz del viejo sobresalta a más de uno.

Saenz intenta poner algo de cordura a la situación. Desde luego es el menos afectado mentalmente por la situación, probablemente debido a una mezcla de caracter y experiencia.

Su "vuelta a la vida" sorprende a todos.

Continúa leyendo con atención y anotando mentalmente los pasajes que alguien había marcado previamente. Por qué habían señalado precisamente aquellos textos? Todos ellos hablaban de lo mismo, de fenómenos extraños e incluso paranormales. Y aquella extraña enfermedad...

Levanta la vista y busca a Mark y Greg con la mirada. También están leyendo, por lo que se acerca hacia ellos con la intención de comentar las últimas líneas que ha memorizado. Tal vez puedan darle su opinión sobre el asunto. Pero justo en el instante que se dispone a abrir la boca para emitir la primera palabra, una tos forzada le interrumpe. Frunce el ceño extrañada y se gira para buscar al causante. Marcos parece haber regresado.

Escucha con atención su historia aunque enseguida comprende cual es su intención. Está acostumbrada a escuchar a la gente intentando racionalizar lo que no puede comprender, y el bibliotecario no parece una excepción. Su aspecto le otorga más credibilidad que a cualquier otro de los presentes, por lo que guarda silencio y espera a que termine. Sin duda, no parece haberle convencido de nada.

- Tú puedes creer lo que quieras, pero yo sólo me fio de lo que he visto y oido esta noche. Aunque os cueste creerlo, hay cosas que no pueden ser explicadas racionalmente, pero para sentirlas hay que estar preparado. Tanto él como yo - Gira el brazo para señalar a Greg - pudimos contactar con algo durante unos instantes. Sólo unos segundos, pero suficientes como para saber que aquí hay algo más. Y eso sin tener en cuenta el incidente de la silla voladora, y la fotografía de la monja. - Regresa a su lugar de lectura y se sienta antes de continuar - Vosotros seguid creyendo que es todo fruto de nuestra imaginación. Estoy segura de que pronto averiguaréis que no es así.

Sus palabras han ido in crescendo para terminar en un estado cercano a la indignación total. Sin duda no ha encajado del todo bien la explicación de Marcos.

Jimmy sentado a horcajadas sobre una silla puesta del revés escucha la milonga del bibliotecario, con gesto desinteresado, después de que Eli hable, el joven da una calada al canuto y exhala el humo hacia arriba, con los dedos extendidos con los que sujeta el porro, señala al bibliotecario.

Hay que joderse que fácil es decir que aquí no ha pasado nada cuando estás la mitad de la noche inconsciente, ¿eh abuelo?. Creo que te has perdido un par de poltergeist de los buenos.

Se lenvanta de la silla esperando a recuperar el equilibrio, tras unos segundos se acerca a su hermano y le pasa el canuto otra vez.

Si me lo "hinco" yo solo, terminaré por dormirme en cualquier rincón

Con la atención puesta en los libros de anatomía, Greg se sobresalta algo al escuchar la voz de Marcos. Escucha la historia de este, pero al finalizar, Greg no está menos convencido de lo que ha visto. Cuando Eli lo señala, Greg asiente con la cabeza, reafirmando las palabras de la joven. Realmente habían contactado con los muertos, los habían sentido.

Greg vuelve a centrar su atención en los tomos, pero empieza a notar un dolor en la axila. Su hermano se acerca para pasarle el canuto, pero Greg niega con la cabeza, con un gesto de dolor.

-No Jimmy, ahora no. Apágalo y luego nos lo terminamos. ¡Maldita sea! Me está doliendo el brazo donde me picó el bicho- Greg mueve el brazo en círculos, y se mira la picadura, viendo si ha cambiado el estado de la zona.

Marcos sonríe y mira a todos con ojos de ternura.

Está bien. Está bien. Adelante.-Mueve las manos adelante y atrás en señal de que le parece bien cualquier cosa que quieran hacer.-De los errores se aprende. Tratad de contactar con los muertos. Os ayudaré en todo lo que queráis hacer.

Marcos trata de incorporarse. Se apoya con cuidado en la pared y se levanta poco a poco. A medio camino emite un gemido de dolor y vuelve a sentarse.

Ouuuffff.

"Tratad de contactar con los muertos..." ha dicho el viejo bibliotecario.

La frase queda suspendida en tu subconsciente y asciende hasta tu nivel de comprensión consciente.

O Dios! sólo pensarlo te da miedo y... ... ... placer.

Has practicado la ouija en muchas ocasiones, e incluso has tenido más de una mala experiencia. Pero algo como esto... Invocar a los ausentes en un lugar donde se que habitan... Tal vez sea demasiado. Sabes que no debes. Pero sabes que podrías hacerlo.

De repente y sin previo aviso, el ambiente relajado y de confianza que se había alcanzado queda roto por un extraño y sobrecogedor suceso.

Un frío sobrenatural se apodera de la estancia. Las bocas expelen vaho condensado en el ambiente y el llanto extracorpóreo de un bebé rompe las mentes de los integrantes del grupo.

Las pupilas se dilatan. Las bocas se secan. Los oídos palpitan la sangre de unos corazones desbocados. El grito se ahoga en vuestras gargantas. Los nervios a punto de colapsar.

Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido Mucho trabajo y no jugar hacen de Rick un aburrido

Rick permanece enfrascado en su juego, pasándo mecánicamente el balón a Diamante con un grado de concentración en esta tarea absurdo. El cuero no parece perder un segundo en su mano antes de ser devuelto a su compañero con un rápido y preciso gesto, la cara del capitan mientras espera el siguiente pase es de demente expectación. Como un perro nervioso deseando que le tiren un palo.

El viejo bibliotecario habla, exponiendo con precisión su visión de las cosas. Las palabras se suceden con una claridad que convencería a cualquier sugestionado creyente, sin embargo los presentes han visto demasiado, oido demasiado.

La charla de Marcos y la réplica de Elizabeth no parecen tener efecto en él, sin embargo Steve puede apreciar cómo la respiración del corpulento deportista se agita mientras sigue pasando y recibiendo la pelota. En alguien capaz de hacer noventa minutos del duro entrenamiento del equipo sin apenas sudar no es normal y eso es algo que Diamante sabe bien.

El agudo chillido rompe el silencio con el balón de rugby volando hacia Ricky, pero las manos del jóven no se alzan para recibirlo y el sobrecogedor llanto ahoga el ruido del cuero rebotándo contra el suelo. La expresión de Ricky se ha vaciado, no es terror ni sorpresa. Solo un gesto que anuncia que toda cordura o razón ha salido un instante de ese cerebro, regresando tan bruscamente que el aturdimiento no da paso al miedo. Aún.

Continúa leyendo hasta que las nuevas palabras del viejo bibliotecario le obligan a levantar la cabeza y dejar el libro por un instante. Lo que plantea es aterrador pero interesante a la vez. Por qué no intentar hablar con los muertos? Ya lo ha hecho en otras ocasiones, y en pocas con éxito. Pero en este lugar debería ser muy sencillo.

Cuando todavía sigue perdida en sus pensamientos, algo perturba la aparente paz que habían conseguido crear alrededor del fuego. Por un momento siente como la sangre se le hiela y los ojos se abren de par en par. Pero qué es eso? Se pregunta, aunque ya sabe la respuesta. El llanto de un niño puede escucharse perfectamente ahora. Mira a sus compañeros de uno en uno para averiguar si ellos también pueden oirlo.

Intenta mantener la calma y se incorpora para tratar de localizar de donde proviene. Cómo es posible? Un bebé?

Enfrascado en mi lectura el descenso de la temperatura pasa desapercibido, debido a mi concentración en el libro y, sobre todo, a mi proximidad al fuego.

Con tranquilidad voy pasando las páginas, casi sin prestar atención a lo que mi amigo Marcos dice, aunque su voz de fondo me tranquiliza, dado que me acerca más a la cotidianidad y demuestra que está ya mejor. La gran cantidad de contenidos del libro no me impresionan en absoluto. Para mí parece un libro más de mitos y leyendas.. Nunca les he dado ningún valor real.

Por otra parte, el continuo palmeo de las manos de los jugadores contra el cuero, llena el ambiente de un segundo punto y reclamo de tranquilidad.

Poco a poco mi aliento va cogiendo entidad,, hasta convertirse en una pequeña fuente de vapor claramente visible. En ese momento tomo conciencia de la bajada de la temperatura y miro hacia el fuego levantando la mirada del libro. - ¿Por qué ha aumentado tanto la humedad? pienso conocedor de que el frío junto con un aumento de la humedad son las causas más probables de la aparición de este vaho blanco. El resto de los integrantes de la sala también son involuntarias chimeneas blancas.

- ¿Por qué? es una sensación térmica, pero tiene que tener una explicación física. Mi metódico cerebro busca datos que procesar de forma que se explique todo lógicamente.

De pronto, un sonido resquebraja el ambiente. - ¿Un niño llorando? me giro hacia los demás, comprobando si ellos también lo han oído o una vez más sólo he sido yo. La pelota golpeando el cuerpo del jugador de fútbol ante su pasividad cuando debería haberla cogido, demuestra claramente que lo ha oído también. Todos lo hemos oído.

- ¿El viento? la mente nos puede estar jugando malas pasadas mi maquinaria interna se mantiene firme e intenta hallar soluciones simples y lógicas a todo lo que está pasando. Mientras, mi subconsciente espera que el grandullón no vuelva a montar en cólera como antaño. Él sí que es una amenaza muy real..

¿Los Beatles y Charles Manson?...dudaba la mente de Diamante sin poder establecer una conexión lógica entre ese tipo de música y aquel asesino...El abuelo éste está pillao...si hubiera dicho Cradle Of Filth o alguno de esos bueno va, pero los beatles?...y es que, aunque había escuchado la historia de Marcos de fondo mientras seguía jugando y no tenía ni idea de si era verdad o no, el mero hecho de que la estuviera contando aquella persona mayor era suficiente para él como para perder toda su credibilidad. Sin embargo, las restantes palabras del bibliotecario, las que intentaban explicar la realidad del momento en el que se encontraban, habían pasado de largo, como si su cabeza intentara olvidar los hechos que no había podido explicar negándolos y ocultándolos, como si los hubiera arrojado a un desvan subconsciente y encerrado con llave en él. Lo que no sabía Steve, es que aquella puerta que separaba lo consciente de lo subconsciente era débil, de maderas delgadas, casi tan quebradiza como la puerta de cristal que los protegía allí, en la biblioteca. Una puerta tras la cual comenzó a escucharse aquel sonido...un sonido quedo y lejano que poco a poco fue cogiendo cuerpo, haciendo eco en las paredes de ese desvan de su subconsciente y llegando sin remedio a su cabeza...un sonido que produjo como respuesta refleja echar mano al cuchillo que había cogido antes en la cocina y pasear su mirada por toda la estancia...un sonido que no venía de ninguna zona en concreto, sino que lo envolvía, que rasgaba sus timpanos...no podía dejar de escuchar aquel llanto...sus manos tapaban ahora sus oidos pero eran incapaces de apagarlo, un llanto de un recien nacido que transmitia pánico, miedo, dolor...la presión que él mismo ejercía sobre sus orejas era cada vez mayor, estaba empezando a hacerse daño, pero esto sólo servía para acallar el sonido del crepitar del fuego, el sonido de su respiración y escuchar aún más nitidamente aquel lamento infantil.
¿le estaba pasando a él también?¿y si le estuviera ocurriendo como a ese Manson? ¿y si estuviera empezando a escuchar voces que solo sentía él? No...a juzgar por como habían reaccionado los demás, no era él único que lo oía y no habian tenido que escuchar ninguna canción...-¿Y AHORA QUÉ VIEJO?- le gritó a Marcos descargando su furia sin sentido contra el quiza más debil, levantando tanto la voz que hasta él mismo se escuchaba con potencia a pesar de tener los oídos fuertemente tapados, como si ese pobre hombre tuviera la culpa- ESTO TAMBIÉN SON RUMORES! ESTO TAMBIÉN ES FICTICIO!!!