Partida Rol por web

Jimmy volvia a su lugar junto al fuego, con el porro apagado y la mente difusa. Inmersa en delirios marihuaneros quehacían que el joven se olvidara por momentos de los irreal de la situación. Casi volvía a ser el Jimmy de antes, solo casi.

Pese a la distancia con el fuego, tirita de frío. Las llamas arden pero no siente ningún tipo de calidez, el vello de la nuca se le eriza como presagio de lo que viene a continuación, un llanto de bebe. Es la prueba irrefutable de que algo paranormal está ocurriendo y los mermados límites de la realidad sencillamente desaparecen.

El joven Skilton cae de rodillas, con la mirada empañada en lágrias busca a sus hermanos, tratando de ver si ellos han escuchado lo mismo.

NO....joder, no.

Como el olor de una buena cocina, el llanto de un niño flota por la sala. Llega a los sentidos de todos y finalmente a Marcos. Todos reaccionan de nuevo como locos, uno por uno se van volviendo más y más esquizofrénicos.
A Marcos se le ve algo de miedo en la cara. Se agacha hasta ponerse en posición fetal, aun no había conseguido ponerse de pie, así que no le es muy difícil pasar al siguiente grado de vergüenza personal. Se tapa los oidos.

No, no, ¡no!-Respira agitadamente. Sus labios se mueven para hablar y pronuncian algo, pero no le sale. Traga aire.-El sicópata que hay en esta casa ha raptado a un niño. ¡No!

Marcos se revuelve en el lugar.

¡Maldito cobarde!-Mira a todos los de la sala.-¡Tenemos que rescatar a ese niño!

El pánico atenaza las mentes de una parte de los integrantes del grupo, afectando de manera imprevisible a sus reacciones. El viejo Marcos sigue intentando dar una explicación física a lo que ocurre: "el que ha intentado estrangularme ha raptado un bebé..." Pero, ¿y de dónde ha salido el bebé? Además, el llanto resuena en la habitación pero se puede notar como no está presente en el lugar. El sonido se mete en vuestras cabezas, y aunque algunos se tapan los oídos, la intensidad del llanto no disminuye ni un decibelio. Otros como Mark, Rubí, Greg y Elizabeth mantienen una calma aparente. Esta vez el fenómeno paranormal no ha conseguido sobrepasar la barrera de defensa de sus corduras, aunque permanecen con el pelo erizado y la boca seca, helados de frío y espectantes.

Tal como vino se va. EL llanto desaparece quedando en el ambiente un frío sobrenatural. El fuego se agita inquieto en la chimenea, incapaz aún de contrarrestar el fenómeno vivido.

Marcos tiembla. Está en posición fetal tapándose los oidos y con los ojos cerrados. Poco a poco estira las piernas en el suelo, haciendo que la goma de sus zapatos emita un gemido al rozar contra el suelo. Abre los ojos lentamente y se quita las manos de los oidos. Trata de incorporarse lentamente pero los dolores no le dejan.

Te ... Tenemos que salir de aquí. No podemos quedarnos a dormir. Ésto está empezando a afectar también a mi cordura.

Estaba Gregory quejándose del dolor de su brazo, cuando se escucha el llanto de un bebe. ¿Un bebe? ¿En ese lugar? El ambiente se torna frío de repente. Gregory observa las reacciones de la gente, lo que le hace suponer que no es el único en escucharlo.

Pero el sonido no venía de dentro de la habitación. Eso estaba claro. Con la respiración agitada, Gregory se levanta de su sitio, intentando encontrar la procedencia. Ni se da cuenta de su hermano Jimmy, que de rodillas en el suelo busca su mirada.

Cuando Gregory anda un par de pasos, el llanto cesa, tan de repente como vino. Exhalando aquel vaho, Gregory se acerca hasta la puerta de cristal, intentando ver hacia el exterior.

Gregory se levanta tambaleante por efecto del psicotropo inhalado. Se dispone a otear el exterior.

Los critales parcialmente empañados. Húmedos. Fríos.

Levanta la mano y quita el vaho. Se escucha el típico sonido emitido por el cristal mojado cuando es aclarado por una mano humana... Es casi un chillido, una queja.

Acerca la cara y mira al exterior. La visibilidad limitada.

Nada. Fuera hay una negrura de ataud. Y lluvia.

Eres de los pocos que mantiene la compostura, aunque desde luego es difícil encontrar explicación a algo así.

Tu reloj marca la 1:03 am.

La misma hora que marcaba hace unos minutos...

Mientras estás pegado al cristal notas como el dolor en la axila de la mano en la que te picó la araña hace un par de horas, vuelve a dolerte.

Palpas distraídamente. Dolor. Bulto. Notas una pequeña tumoración en la zona que duele al tacto.

Joder! Que mierda es esta!

La joven rubia sale de su abatimiento con un sobresalto cuando escucha el misterioso y sobrenatural de la criatura. Su cara se encuantra surcada de lágrimas secas, y su pelo cae enmarañado y desordenado delante de sus ojos.

Consigue mantener la compostura y encajar el golpe psicológico propiciado por el fenómeno. Desde el suelo observa como Marcos, a su lado, cae presa del pánico. Como Steve y Jimmy pierden el control...

Pero Rubí solo tiene ojos para Rick. La joven observa a su ... ... novio? ... ... Espectante. Temerosa de él. Conoce bien al jugador de rugby y sabe que está a punto de "romperse".

Se levanta y se dirige hacia él. Rick permanece inmóvil y estático, con el balón a sus pies aún en movimiento. Imprevisible.

Rick?!

Tu nombre resuena en tu cabeza... Alguien te llama.

Poco a poco consigue recuperar la compostura. Ese llanto ha conseguido ponerle los pelos de punta, pero afortunadamente mantiene la calma.

Echa un vistazo hacia sus compañeros y observa sus reacciones. Probablemente tendrá que ayudarles, pero no sabe a quien debe atender primero. Finalmente toma una decisión cuando observa a su amiga acercarse a su novio. A juzgar por su expresión, ha perdido la razón de nuevo, y esta vez no piensa dejarla sola.

- Espera Rubí - Se coloca a su lado y le coge la mano tirando de ella para no se acerque más - Mira su cara, no es normal. No te acerques demasiado.

Gregory observa el exterior a través del cristal, sin llegar a ver nada. Nada que explique aquel llanto. ¿De dónde ha venido? Otro misterio más en aquel extraño sitio.

Gregory se gira, para regresar con el resto, cuando el dolor de la axila vuelve a recordarle la picadura. Se palpa la zona, con cara de preocupación. Nota un bulto. Se acerca al fuego, donde tiene más luz para observar la zona.

-Maldita sea… ¿Alguien sabe algo de picaduras? Esto no tiene muy buena pinta…- Gregory, preocupado por su picadura,  permanece ajeno a la reacción de los demás al llanto del bebe.

El rostro de Rick gira con brusquedad y la mirada perdida enfoca a Rubí. Dificilmente parece estar percibiendo algo de su entorno, sin embargo algo sí le ha hecho reaccionar con seguridad. Su nombre pronunciado por la voz de la chica ha superado las nieblas de su mente.

El enorme atleta sigue absorto y la inevitable reacción ante la llamada se hace esperar demorándose interminables segundos...

Marcos emite un gemido de dolor cuando él solo se apoya en la pared para levantarse lentamente.

Déjame ver ese grano muchacho. No sé mucho sobre estas cosas, pero podré verlo desde un punto de vista más claro que tu.

Y se acerca paso a paso hacia Gregory. Cuando llega hasta él resopla, apoya su mano en el empañado cristal de la ventana y con la otra mano se recoloca las gafas.

- Tienes una inflamación de los ganglios linfáticos axilares. Linfadenitis se llama. En mis largas horas en soledad en diversas bibliotecas he tenido oportunidad de curiosear algunos manuales básicos de medicina... Te picó una araña, dices. Hum... Esta es la primera reacción de defensa de tu organismo.

El viejo palpa la frente del yogui. Tiene unas manos arrugadas y finas. Suaves al tacto.

Tienes fiebre hijo. Si lo que te picó era venenoso, la ponzoña aún está en ti... Hum...

Si ha sido una araña, sabes que algunas arañas pueden ser muy venenosas. Incluso pueden causar la muerta...

Pasaron unos segundos desde aquel estremecedor llanto hasta que Steve logró reunir la suficiente valentia como para atreverse a retirar sus manos de los oídos. Aunque parecía haber acabado, temía que si separaba las manos de sus orejas volviera a escucharlo y ya había hecho suficiente mella en él. No necesitaba que nadie aprobara lo que estaba dispuesto a hacer en ese momento, pero la cara de pánico de su hermano Jimmy cuando lo miró y los gritos del viejo bibliotecaron espolearon al jugador de futbol a actuar.
Se dirigió cuchillo en mano hasta la puerta de entrada y despues de un rudo - Quita!- a su hermano mayor empujó con toda la fuerza que fue capaz la mesa que él mismo había colocado anteriormente, no sólo como barricada sino para evitar que Rick pudiera ver el corazón que había tallado en su trance anterior, con el descuido de que al girarla sobre su propio canto que le servía de apoyo, pues esta era la forma más rápida que Steve encontró, el tablero quedaba ahora mirando hacía el interior de la biblioteca y, por consiguiente, el dibujo de Rick era ahora visible para todos.
Salió apresuradamente de allí, sin mostrar ningún cuidado ante lo que pudiera encontrar en el exterior y se detuvo a sólo unos pasos de la puerta. La lluvía volvía a caer sobre él, si cabe con mas violencia que el momento en el que cruzaron el jardin desde la mansión, pero lejos de echar a correr como había hecho antes, estaba inmovil, con los brazos ligeramente abiertos y las manos vueltas hacia arriba, sintiendo las gotas que caían sobre sus palmas, así como su rostro, que también miraba hacía el oscuro cielo dejando correr la lluvia por su cara y sobre su rubio cabello, que caía hacía atras, mientras sus pies se iban hundiendo milímetro a milímetro en el barro.
Era una lluvia fría, helada, más aún al estar en manga corta, pues su sudadera había quedado cerca de la chimenea para secarla pero en cierto punto era reconfortante, pues esa sensación de frio que bañaba su cuerpo empujaba a la de pánico que atenazaba su mente, como si las gotas que resbalaban por su cara se llevaran parte de ese desconsuelo. Sin embargo, la lluvia no le hacía pensar mejor, no le decía que debía hacer, hacía donde debía ir...sólo le permitió la cordura necesaria para decirle que así no podía ir a ningún sitio, no porque no hubiera contestado a las preguntas anteriores sino porque en esos momentos necesitaba su amuleto, su balón...en ese estado la suerte se antojaba mejor que las buenas ideas por eso volvió a entrar en la biblioteca, se agachó y cogió el balón que esperaba huerfano en el suelo, sin percatarse de que, al levantarse, había quedado justo en medio de las miradas que Rick y Rubí se lanzaban el uno al otro, justo en medio de la distancia que separaba a la pareja, como si fuera una barrera que los separase- Levanta Jimmy y ven conmigo!- pide a su hermano, sin darse cuenta de la posición que ocupaba ni de que Rubí lo miraba ahora a él...y Rick también...