Partida Rol por web

Bueno Drakjon, 

Aquí haremos el combate de entrenamiento, como obviamente yo conozco tu equipo, aquí te pongo los pokemons con los que combatiré:

Horsea
Minccino
Medittite
Sandile
Blitzle
Treecko

Puedes comenzar posteando tu presentación que yo haré el primer turno sacando pokemon.

Suerte.

Llegué al campo de combate de entrenamiento dispuesto a enfrentarme al rival que me anunciaron que venía dispuesto a vencerme tras haber caído en la primera ronda del torneo. Había visto algo de las tácticas que utilizaba así como los pokemons que tenía aquel chico, y lo cierto era que pensaba que su rival tuvo suerte de poder vencerle. 

Cuando llegué a mi posición, sin pensarlo dos veces cogí una de mis pokeballs y saqué al que sería mi carta de presentación en aquel combate:

-Adelante Minci....-

Un buen combate el que había tenido con Peter. Pero mi estrategia no fue del todo correcta, una lástima. Para resarcirme me pasé por la zona de entrenamiento y encontré la posibilidad de un combate para practicar. Después de unos papeles y trámites, vi en una pantalla el nombre de mi rival, no lo había visto nunca. Faltaban 10 minutos para que la batalla diera comienzo, así que tranquilamente me dirigí a repasar mi estrategia en un rincón. Saqué todas mis pokeballs y las sostuve entre mis manos, miraba a cada una. Intentaba visualizar qué sería lo mejor. Pero era imposible sin saber a qué tipo de pokemon me tendría que enfrentar. Cuando me quise dar cuenta quedaban a penas 2 minutos. Me dirigí con bastante prisa al campo de combate. Allí ya se encontraba mi rival. Le miré, un tanto desafiante. Un gesto educado con la cabeza en señal de saludo, y unas palabras: "Suerte."

Esta vez pensaba divertirme desde el principio con lo que sacaría a un pokemon rápido y potente. Sería un pokemon decidido.

-¡Corre y deslumbra Blitzle!-Lancé la pokeball y, después de que se abriera, salió un esplendido ejemplar de Blitzle, su crin irradiaba electricidad. Sus patas se clavaban en el suelo, preparado para lanzarse. Sus ojos reflejaban su fuerte carácter, imponía su mirada.

Cuando vi aparecer a mi rival, dibujé una sonrisa en mi rostro y asentí ante su saludo:

-Igualmente....mucha suerte.-

Al decir esto vi como mi oponente liberaba un precioso Blitzle, un pokemon que sin duda era versátil y muy duro de vencer. Sin embargo sabía perfectamente como actuar ante semejante rival. Mirando al frente sin quitar mi sonrisa, alcé la mano señalando a Blitzle y exclamé con convicción:

-Adelante Minci....ya sabes que hacer....-

-Min..min.-

Ante mi orden, Minccino corrió hacia Blitzle y, sin venir a cuento, comenzó a llorar desconsolado como si le hubiera ocurrido lo peor del mundo.

Blitzle se encontró un poco confuso por aquella actuación tan teatral que interpretaba, con gran calidad por cierto, Minci. Decidí cortar aquello y comenzar seriamente con el combate. La luz llegaría de la crin de mi pokemon.

-¡Vamos! ¡Demuestra qué es lo que llevas dentro!-le grité a mi pokémon, para luego hacer que ejecutase la orden.- ¡Rayo!

Chispas se concentraron en su cuerpo y la electricidad se hizo visible. Mientras, se iluminaba su crin dando un espectáculo digno de un puro Blitzle.

El ataque de Blitzle fue algo más rápido que el movimiento de mi Minccino y vi como aquel rayo impactó de lleno en mi pequeño pokemon. A pesar de haber entrenado con él para atacar deprisa, el pokemon de Drakjon era aun más rápido y eso me desbarató mi estrategia. 

Cuando Minci cayó al suelo malherido, su movimiento entró en acción haciendo saltar un millar de lágrimas que hicieron que Blitzle lo mirara con compasión y se relajara. Ante esta bajada de guardia del pokemon de mi rival, sonreí y cogí la pokeball de Minci para pasar a la acción con otra estrategia:

-Vuelve Minci...- ,al decir esto el rayo rojizo de la pokeball hizo que regresara a la seguridad del artefacto mi maltrecho poekmon, -Adelante Sandile.....a por él.-

En estas situaciones tan difíciles, lo que más necesitaba era un pokemon con cabeza y en el que pueda confiar plenamente. Blitzle era más músculo y presencia que otra cosa. Sin embargo, Treecko había demostrado su valía contra Peter.

-Blitzle, tendrás tu oportunidad... pronto...-"por ahora..." pensé.-Llévale al más profundo y oscuro bosque ¡Treecko!

Salió de la pokeball con su típica pose, u tanto chulesca, decidido como Blitzle, pero concienzudo y tranquilo como un Duskull. Se puso en posición para recibir un ataque, ya intuía lo que sucedería.

Ambos cambiamos de pokemon puesto que los dos buscábamos una ventaja sobre nuestro rival. Cuando vi que sacaba a Treecko de la pokeball, sonreí y alcé el dedo señalando al rival de mi Sandile:

-Vamos Sand....demúestrale de que estás hecho.....haz que tiemble la tierra bajo sus pies amigo mío.-

-Saaaaaaaaaand....-

Parece que aquel pokemon iba a ser más potente de lo que se esperaría por su tamaño, pero tampoco hay que menospreciar el poder de Treecko.

-¡Adelante, capta energía!-ordené a Treecko. Levantó sus manos dirigiéndose al Sol, pequeñas luminarias aparecieron por todos los sitios con dirección a la bola que, poco a poco, formaba mi pokemon planta. 

Mi Sandile hizo que la tierra bajo los pies de Treecko temblase y zarandease al pokemon planta de Drakjon. Sin emabrgo, Treecko parecía no perder la concentración mientras reunía energía del mismo sol.

Aquel postrer ataque me preocupaba bastante pues había visto en alguna ocasión a pokemons planta utilizar ese poder y sospechaba que Sandile no sería rival. Aun así, me crucé de brazos confiando en mi pokemon y lo lancé de nuevo al ataque:

-Vamos Sandile, ahora que lo tienes a tu merced.....Bomba lodo....-

Después de aquel intento, fallido, de bajar la precisión y concentración de Treecko para su futuro ataque. Mi pokemon planta, impasible ante las adversidades, con una gran endereza continuaba cargando aquel poderoso ataque. Una pequeña esfera de energía había aparecido ya entre sus manos, levantadas. Ésta se hacía cada vez más grande, la velocidad de su crecimiento aumentó en el último periodo del ataque. La luz que emitía la esfera parecía que fuera la del mismo Sol. Incluso Sandile quedó cegado ante aquel ataque cuando el Rayo Solar se dirigió hacia él. Treecko había movido sus dos brazos y, como si tuviera una pesada carga entre ellos, lanzó aquel poderoso y lumínico ataque.

El lanzamiento hizo que Treecko retrocediera un poco, hasta que se aferró duramente al suelo clavando sus patas. Desde el público se pudo escuchar un leve susurro, temían por Sandile. El caluroso ataque, tanto como el Astro Rey, golpeó al rival. Fue golpeado, e incluso empujado deslizándose por el suelo. Sin embargo, no se pudo saber el resultado final hasta que aquella madeja de polvo y luz blanquísima se despejase por completo.

Sandile había hecho lo que había podido por combatir contra Treecko. Su bomba lodo impactó de forma violenta en el pokemon de Drakjon pero eso no sirvió para que Treecko terminara de cargar energía solar y disparara un rayo tan poderoso contra Sandile, que este casi sale fuera del estadio por la violencia del ataque. 

Cuando pude recoger a mi pokemon, vi como Treecko se había transformado, un aura verdosa lo rodeaba y hacía que su imagen fuera aterradora. Sin embargo no podía perder la compostura y debía sacar un nuevo pokemon para continuar combatiendo.

-Adelante Horsea, tu turno....-

-Hoooooooooors...-

-Vamos amigo mío, acaba con él con un rayo hielo....-

¿Conque un Horsea? Era un pokemon tipo agua y me pasó por la cabeza, como un haz de luz, la imagen de Blitzle. Esperaba su momento dentro de la pokeball. Era su momento. Sabía que el rayo hielo le pillaría de imprevisto, pero confiaba en su endereza para actuar lo suficientemente rápido. Por ello decidií cambiar a Treecko, quien había ejecutado un poderoso, mayor incluso que el del combate contra Peter, Rayo Solar.

-Treecko, descansa, te lo mereces. Pronto necesitaré de tu ayuda.-le dije a mi mejor pokemon, en cada combate lo demostraba siendo decisivo en cada uno de ellos. 

Mi pokemon tipo planta se metió en su pokeball, aún conservaba aquel verdoso fulgor que, incluso, exhalaba la pokeball estando él dentro. Una luz blanca y amarilla salía de la de Blitzle. Él sería quien combatiese contra el Horsea de Frey.

De su "recipiente" salió embravecido. No le gusta se cambiado en un combate cuando éste ya ha empezado, por eso ahora estaba un tanto vibrante. Fue esa emoción la que me embargó, y la que se trasmitió al público ante el inesperado cambio. Incluso en el rostro de mi rival podía verse un pequeño atisbo de sorpresa.

Mi Horsea vio como, en el último momento Drakjon cambio de pokemon para volver a sacar a su Bllitzle, un pokemon que superaba ostensiblemente a Horsea por su naturaleza eléctrica. Sin embargo, mi pokemon de agua soltó un poderoso rayo hielo que hizo que Blitzle se pensara dos veces si realmente podía o no con él.

Sin embargo, a pesar de haber logrado hacer mella en Blitzle, este aguantó casi vencido y ya esperaba la orden de su entrenador para contraatacar. Horsea estaba listo también y, temiéndome lo peor, le grité:

-Adelante Horsea, utiliza de nuevo tu rayo hielo.-

-Hooooooorse....-

"¿Otro rayo hielo...? Y yo que me preocupaba..." pensé cuando escuché aquel ataque, pensaba que podría atacar con Rapidez o algún ataque por el estilo. Pero no fue así. Bliztle, sí estaba dañado pero eran sus patas las más poderosas que verían en aquel combate. Sabía que la velocidad de mi pokemon ganaría a Horsea y que sería su ataque el primero que alcanzaría al rival. 

-Blitzle, aguanta...¡Este es tu momento!-Y cuando estas palabras salieron de mi boca parecía que su cuerpo se recompuso. Resopló y su crin, con un fulgor más potente que de normal, comenzó a cargar electricidad mientras seguía resoplando. Una última y fuerte bocanada de aire exhaló. Después un fortísimo relincho, levantó sus patas y parecía ahora gigante en comparación con aquel Horsea. Algunas personas quedaron expectantes, con su cuerpo echado hacia adelante. Pequeños rayos se escamparon por todo su entorno, casi llegaron a Horsea. Estos pequeños haces de electricidad originaron un gran ataque que se disponía en su rostro. Bliztle se mantenía firme, a dos patas, equilibrándose, y con un poderoso giro de cabeza lanzó aquella energía. Toda la que almacenaba en su cuerpo. ¿Cómo acabaría aquel ataque?

Cuando Blitzle acabó con Horsea miré atónito a su pokemon puesto que tras el ataque de hielo de Horsea estaba casi vencido pero había logrado mantenerse en pie para atacar y terminar con mi pokemon acuático.

Cogiendo mi pokeball hice regresar a Horsea dentro de la misma:

-Has hecho lo que has podido contra ese Blitzle Horsea, buen trabajo.-

Acto seguido, saqué mi último pokemon y lancé la pokeball al tiempo que llamaba de nuevo a Minccino:

-Adelante pequeño, valor...utiliza sustituto.-