Partida Rol por web

La primera ronda daba comienzo. El primer torneo pokemon no hacía más que empezar y la gente no quería perderse tal evento por lo que el estadio pokemon estaba a reventar. Los primeros combates ya daban comienzo cuando en el campo de batalla aparecieron los dos contendientes llegados desde rincones dispares del planeta.

El público vitoreo y aplaudio a los dos jóvenes entrenadores mientras que ambos parecían estar concentrados en el combate más que en el clamor de los aficionados congregados en las gradas.

El árbitro los presentó y dio la señal para que ambos entrenadores comenzaran a sacar su primer pokemon. Todo estaba listo para comenzar el combate, tan solo la voluntad y valor de los entrenadores y sus pequeños amigos determinarían el destino del combate.

Por mucho que el griterío del publico y su emoción me llenan de energía, tengo que concentrarme en la batalla. En cuanto llegué a la arena de combate, divisé a mi contrincante: un muchacho de cabello blanco. Así que éste es  Radiel Harú. Según me había informado mis fuentes, él se dedica a entrenar pokémons tipo lucha. Ahora veremos que tan bueno es.

- ¡Espero que estés preparado para el combate de tu vida, niño, porque yo no juego para perder! - Mientras decía esto, busqué en mi cinturón una de mis pokéballs. Combatamos fuego con fuego. - ¡Vamos, Kite! - Grité al momento de lanzar la capsula donde se hallaba mi Croagunk.

Al llegar y ver el campo de batalla era asombroso, después de todo el tiempo que pase viajando y entrenando por fin estoy cerca de cumplir mi meta. "Bien es hora de prepararme, ¡yo te elijo Num !. Arrojé mi poke ball hacía adelante con fuerza y se abrío saliendo Numel.

Ambos entrenadores pasaron a la acción nada más entrar en el estadio. La bella entrenadora Kat lanzó su pokeball dejando salir a Kite, su fiel Croagunk el cual se preparó para el combate nada más tocar el suelo. Mientras tanto, al otro lado del terreno de batalla, el joven entrenador Harú escogió su primer compañero lanzando su pokeball y dejando salir a su pequeño Numel.

El combate no hacía más que comenzar y el público aplaudía dando ánimos a los dos entrenadores y ávidos por ver un gran combate pokemon.

- Un Numel ¿eh? Pues veamos que tan bueno eres tu y tu pokémon. - Dijé antes de agregar. - ¡Kite, Puya Nociva, ahora!

Te mostrare las habilidades que me trajeron hasta acá con mucho gusto Le respondí luego le ordené a Numel ¡Vamos Num terremoto ahora!

La entrenadora Tabbatha lanzó al ataque a su pokemon venenoso el cual arrojó una masa venenosa al pequeño Numel de Radiel. El pokemon de tierra y fuego, vio como la viscosa masa morada le impactaba con fuerza, mas aquello no era un ataque lo suficientemente efectivo como para que el Numel siquiera se lamentara por el impacto.

Tras recibir el ataque del Croagunk, Num dio un fuerte golpe en el suelo haciendo que un gran temblor de tierra se originara haciendo saltar esquirlas de piedra del terreno de batalla. Kite se vio totalmente indefenso contra un ataque que, además, era sensiblemente efectivo contra él. Al impactar contra su cuerpo varios trozos del terreno, el Croagunk se vio desbordado cayendo al suelo totalmente fuera de combate.

El público aplaudió enardecido el primer lance del combate y esperó espectante el segundo movimiento de la joven entrenadora.

- ¡Regresa, Kite! - Una pequeña luz de laser salio disparada desde mi pokéball hasta mi Croagunk. En cuanto la luz alcanzo a mi cansado pokémon, éste regreso al interior de su capsula. Busque entre mis restantes cinco pokéballs para dar con lo que encontraba. - ¡Ve, Alberio! - Grité al momento de traer a mi Zubat al combate.

- ¡Alberio, ataca al Numel con Rayo Confuso, ahora! - Le dijé a mi Zubat mientras apuntaba con mi dedo incide de la mano izquierda al pokémon de mi contrincante.

Al ver que su primer pokemon habia sido derrotado tan facíl saque una sonrisa, cuando vi que eligío como su segundo pokemon al zubat y lanzar su ataque para confundir a mi numel rapidamente le ordené ¡Num Doble Filo ahora!

El Zubat de Tabbatha salió disparado de la pokeball. El pokemon murciélago se movía rápidamente de un lado a otro cuando su entrenadora le ordenó su primer ataque. El pequeño pokemon lanzó un rayo magnético que hizo que Numel quedara mareado y confuso. 

Sin embargo, el grito del joven Radiel indicando a su pokemon que atacara con un doble filo, pareció devolver al Numel la cordura y se lanzó con una velocidad inusitada hacia el Zubat de Tabbatha. El golpe fue brutal y Zubat cayo totalmente insconciente a los pies de la hermosa entrenadora que veía como su segundo pokemon caía vencido. El Numel de Radiel mientras tanto, se resentía por el ataque y parecía tambalearse un poco al tiempo que la confusión seguía estando presente en el pokemon ígneo.

El público animaba sonoramente a Tabbatha para que continuase combatiendo y no se diera por vencida. Sin embargo Radiel no se lo pondría nada fácil.

Dos pokémons menos. Ya solo me queda 1. Qué suerte tiene ese chico. - Busqué otra de mis pokéballs en mi cinturón. Espero que esto funcione.

- ¡Ve, Sean! ¡Elimina a ese Numel! - Dijé mientras mi Surskit salía de su capsula y entraba al campo de batalla.

- ¡Vamos, Sean! ¡Rayo Burbuja, ahora! - Le dije a mi pokémon. Éste mi ultimo intento. Espero hacerlo bien.

Rayo burbuja...Creo que mi Numel está perdido, pero vamos a intentarlo.

Me dirigí a mi pokemon y le grité con fuerza.

Es hora de utilizar lanzallamas Numel. ¡Adelante!

El Surskit de Tabbatha acabó definitivamente con el poderoso Numel de Radiel. El combate estaba decantado aun así para el joven entrenador que aun tenía dos pokemons más en ristre para seguir combatiendo mientras que le hermosa Tabbatha debía encomendarse a su pequeño Sean.

El público aplaudió el movimiento de Surskit y ahora aguardaban con interés el siguiente pokemon de Radiel el cual parecía ahora más determinado a ganar que al principio.

El combate no hacía más que continuar.

Jumm...me lo esperaba...no podía hacer nada contra un ataque de agua.

Magnifico Numel, vuelve a la poke-ball.

Recogió a su Numel que había hecho un gran trabajo. Se paró un momento a reflexionar, pensando cuál sería su próximo movimiento.

Ya lo sé, le toca a él, creo que lo puede hacer francamente bien.

¡Adelante Electrike, es tu turno!

El veloz pokemon apareció en el estadio, ansioso por batallar.

¡Golpéalo con rayo, tú puedes!