Partida Rol por web

Live Without Limits

Día 1 - Bienvenidos a Westworld - Sweetwater

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01/05/2017, 02:09
Ethan Bullock

Joder, sí. Mi sonrisa se fue ampliando milímetro a milímetro a medida que cada una de las tres señoritas hablaba ofreciéndome un tres por uno. Y sólo de imaginarlo la tela de mi pantalón se tensaba y mis dedos acariciaban el metal de la pistola en mi cadera. 

De fondo escuchaba al tipo raro gritar en algo que podía ser francés o cualquier otra lengua minoritaria como esa. No le presté más atención que un rápido vistazo. Se había hecho daño, pero no estaba herido, así que enseguida mis ojos volvieron a las mujeres. 

Hayley, Hattie y Holly —repetí sus nombres con media sonrisa pícara en los labios—. El cuatro es mi número de la suerte, chicas —dije con seguridad, guiñándole el ojo a la morena—. Estoy seguro de que vais a hacer que recuerde vuestros nombres para siempre, ¿verdad? 

Di un pequeño paso hacia atrás y con un gesto de mi mano las invité a acompañarme hacia las escaleras, rumbo hacia el piso superior. Acabábamos de llegar al parque, estaba todo nuevo. Joder, seguro que hasta el polvo que cubría el suelo era nuevo. Y yo iba a ser el primero en estrenar a las bellezas del Saloon. A cada minuto que pasaba me gustaba más ese sitio. 

Por el rabillo del ojo vi a otro de los visitantes del parque entrar por las puertas abatibles, pero en aquel momento tenía entre manos un asunto mucho más jugoso. Si seguía allí para cuando terminase con las chicas, me tomaría algo con él. Y si no... Bueno, ya habría otras oportunidades. 

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02/05/2017, 15:13
Rick Hyung Adams

Rick escuchó que Douglas le ofrecía un puesto de ayudante. No, no tenía interés, gracias, dijo sin hablar con un gesto de la mano, un movimiento de cabeza y una sonrisa de labios apretados, mientras esperaba respuesta en el teléfono.

De hecho, le parecía que Douglas debía ser un adicto al trabajo, porque de otro modo no entendía que aceptara, sin más, cargarse de responsabilidades sin venir a cuento. Ese hombre se había introducido directamente, sin filtro y sin transición, en el escenario del teatro. Ahora hacía suyas obligaciones que no le correspondían y necesitaba ayudantes, cuando nada le impedía tirar la estrella de sheriff a la calle. No tenía por qué hacer absolutamente nada que no fuera lo que le diera la gana. Allí, se suponía, podían hacer lo que les saliera de las narices, ni más ni menos. Menos irse fácil y rápidamente, al parecer.

Estaba en su derecho de dejar de ser Douglas Merry y convertirse en el sheriff Merry, por supuesto, y hacer cosas apasionantes que solo tenían que hacer los sheriffs auténticos y no los de las películas, como firmar pagarés a cazarrecompensas. Pero Rick seguiría siendo Rick.

No estaba actuando.

No estaba haciendo de vaquero.

No iba a jugar a rol.

No iba a hacer de ayudante de sheriff.

Y en el caso de que hubiera problemas en ese parque, problemas que no fueran parte de una actuación, él no iba a meterse. Para eso estaban los puñeteros guardias de seguridad.

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02/05/2017, 18:38
Samuel Millay

El borracho fue ignorado dentro de la celda, lo cual no parecía tomar a bien pues se puso más pesado. Gritó y gritó pidiendo atención.

-¡¡Ricos!! ¡¡Os haré ricos!! ¡Soltadme y os llevaré a la mayor cantidad de oro que ha visto jamás el hombre!- protestó a grito pelado, mientras lo dejaban atrás en la celda. Aporreó los barrotes y trató de llamar su atención, pero fue en vano. Cuanta más distancia pusieran entre ellos y el borracho mejor, pues cada vez que abría la boca su aliento daba una bocanada de putrefacción por lo menos.

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02/05/2017, 18:38
Declan Harp

Declan asintió a las palabras de su ahora compañera y saco algo de tabaco. La cosa es que el tabaco que saco el cazarrecompensas poco tenía que ver con el tabaco actual. Saco una latita con tabaco de mascar que le ofreció a Ruby.

  

Mascar tabaco era un hábito extendido entre la cultura popular de toda América. Tanto que la mejor manera que habían encontrado para que los hombres no ofendieran a la gente fuera de su casa, escupiendo por todos lados, mientras mascaban tabaco era poner escupideras. Pero la no puntería de muchos mascadores hacía que este hábito no fuera muy limpio. Hasta los bancos de la iglesia fueron susceptibles a tener este tipo de comodidad en ciertas regiones. Se creía que siete personas de cada diez tenían este hábito en el sur del país, contando entre esas personas a todo mayor de doce años fueran hombres o mujeres.

-Sírvete, dulzura- ofreció a la mujer y luego volvió a asentir ante lo de la paga, mostrándole el pagaré que había recibido y que más tarde cambiaría en el banco. –No me va eso de ayudante… Pero ella decide si quiere que te echemos una mano con esto.

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02/05/2017, 18:39
Narradora

La dirección de los disparos era del saloon, que habían abandonado apenas unos minutos antes. De aquella dirección venía corriendo también un hombre. Enseguida le reconocieron como uno de los jugadores de cartas que había a la mesa con el tal Hector. El hombre venía con la ropa manchada de sangre y un revólver en la mano.

-¡Sheriff! ¡Hector Escaton!- gritó, señalando para el saloon, como si aquello lo explicara todo. Seguramente lo que había visto y la falta de aliento le jugaban una mala pasada a la hora de explicarse. -¡Hizo trampas en la mesa! ¡Se fue disparando a todos y se escapó! El resto están muertos…- sobre quién era el resto no dio más detalles, pero por la expresión de tristeza uno de los fallecidos debía ser algo cercano para él.

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02/05/2017, 18:40
Declan Harp

-Ah, le dije que Hector le traería problemas, jefe- remarcó Declan.

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02/05/2017, 18:40
Narradora

La voz al otro lado estuvo unos segundos callada, como pensando cómo proceder con un cliente insatisfecho.

-Escuche, señor Adams, vamos a hacer lo siguiente- teclas sonando durante un segundo y la voz que continuó. –Consiga como pueda un caballo y diríjase hacia el norte, ¿sí? Mandaremos a uno de nuestros chicos a recogerle. El punto de encuentro me temo que está un poco lejos, es por eso que necesitará un caballo para encontrarse con nuestro personal. A caballo no debería de tomarle más de media hora a trote ligero. 

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02/05/2017, 18:41
Narradora

Parecía que aquella locomotora no funcionaba, es más, ni parecía ser real. Tras ver que no salía ni una pizca de gas y que el pequeño fuego que había provocado comenzaba a causar una humareda preocupante, decidió salir de ahí. A Archer le picaban levemente los ojos por el humo.

El humo también era un indicativo de alarma, porque hay un antiguo dicho que dice sigue el humo para buscar el fuego. Eso es lo que hizo Thomas. Había olvidado un regalo para su pequeña hija, Charline. Era una tontería que había guardado en la locomotora, una piedra aguamarina atada para formar parte de un colgante. Algo hosco pero bonito, eso pensó imaginando la sonrisa que pondría su hija al verlo. Pero el humo lo alertó y se acercó corriendo a su máquina.

-¡Eh, señor! ¿Qué se cree que está haciendo?- dijo serio y se acercó a Archer tan a prisa como le permitía su forma horonda. -¡Márchese de aquí ahora mismo si no quiere que el sheriff se ocupe de esto!- amenazó con un puño cerrado.

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02/05/2017, 18:41
Alma Garret

La mujer devolvió la sonrisa a la clienta pelirroja y tomó el dinero para añadirlo en cuanto pudiera a su caja fuerte. No se fiaba demasiado de los bancos, menos de los bandidos que tenían la manía de arramblar con sus arcas. Así que ese dinero lo protegería ella misma.

Cogió una llave para una de las habitaciones del primer piso, que tendió a Sophie. Cuando vio a la segunda mujer entrar por la puerta, sonrió para sí misma, pensando que era su día de suerte. Otra huésped y también con clase. Si conseguía quedarse otro par de noches tendría para pasar el mes con lo que ganara.

-Le preparo otra habitación, señorita- dijo a la recién llegada, con un tono de voz quedo para no interrumpir la conversación y una amplia sonrisa.

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02/05/2017, 18:42
Lydia Orlova

Estreché la mano de la chica tras reírme por el olor de los hombres allí. Cierto era que ninguno tenía pinta de ser especialmente aseado, aunque ya había echado yo el ojo a un par que me daría igual ensuciarme con él. Como ese tal Hector, casi me había dado un escalofrío al verle disparando como el típico chico malo de película. Tenía ese lado animal que te hacía olvidarte de todo cuando lo veías.

-Lydia, me llamo Lydia- contesté ante la pregunta de mi nombre y asentí a la recepcionista. –Hombres guapos me ha parecido ver a unos cuantos, aunque todos tienen pinta del típico tipo duro de la época- alcé las cejas un par de veces. –La verdad es que todo está montado y ambientado de una forma increíble, es como estar dentro de una pelí, ¿eh? No me importaría dar un pequeño paseo por la zona a ver qué tal, aunque no creo que salga de Sweetwater, eso de “los peligros que acechan si nos alejamos” no es mucho lo mío.

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02/05/2017, 18:43
David Jones

El hombre asintió entusiasmado ante el ofrecimiento de la joven de ir a preguntar.

-Partiríamos tan pronto como fuera posible, señorita. La tienda no es problema, serían apenas unos días, no más de una semana de viaje seguro. No creo que a nadie le urja antes un daguerrotipo- entrecerró los ojos levemente, como si su broma le reportara un júbilo que solo él veía. Y en verdad así era, porque iba a ver cumplido uno de los sueños de su vida y gracias a aquella joven que había entrado esa mañana en su tienda.

Negó al ofrecimiento de acompañarla. –Oh, no, me gustaría comenzar a empaquetar por si acaso encontrara a alguien. Tengo una lista y no me gustaría dejar ningún cabo sin atar.

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02/05/2017, 18:43
Narradora

Antes de salir, Sarah oyó unos disparos fuera pero, cuando llegó a mirar qué había ocurrido, solo vio dos caballos huyendo tan rápido como les daban sus fuerzas y la polvareda levantada a consecuencia. Al parecer el revuelo venía del saloon, donde al acercarse vio tres cadáveres en el suelo: dos hombres y una mujer. La mujer tenía tres flores carmesí en el pecho, indicativo de que se había llevado la peor parte.

Los hombres tenían un par de disparos cada uno y su sangre comenzaba a teñir el tablado del saloon. Esparcida por el suelo que comenzaba a empaparse había una baraja de cartas, seguramente la causante de aquel estropicio.

Ese panorama también se encontró Vicente, cuyos pies habían cruzado el umbral momentos antes. El joven, Ethan, subía justo en ese momento las escaleras con tres mujeres. Tres meretrices, de las cuales cada una tenía el pelo de un color distinto. Mientras el hombre de color, Jacob, se quejaba de su hombro.

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02/05/2017, 18:50
Narradora

El joven Ethan no solo vio a otro visitante entrar, sino que mientras subía las escaleras y a mitad de camino vio la inconfundible mata de pelo claro que pertenecía a Sarah. Parece que ella también había acabado en el saloon por alguna razón.

Pero su atención ahora se repartía en tres mujeres. Tres mujeres ansiosas de consuelo y cuya sonrisa traviesa no se borraba mirando al joven y midiendo sus fuerzas y vigor. –Ten por seguro que te vas a acordar de nosotras- ronroneó una de ellas en su oreja, mientras continuaban hacia una habitación.

La habitación hoy en día no se vería como nada del otro mundo, pero se notaba que para la época debía ser lo mejor de lo mejor. El joven tendría que dejar sus dólares por aquella habitación más tarde, pero ahora el jergón y la cama espaciosa se le antojaban el mejor lugar donde estirarse y gozar de los placeres que se le ofrecían.

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02/05/2017, 18:55
Ray

El barman se había escondido tras la barra, esperando que aquel tiroteo no echara a perder su negocio: ni su priva ni sus chicas. Trató de sacudirse la ropa, puesto que estaba empapado en licores varios y tuvo que chasquear la lengua con disgusto. El consuelo era que solo había perdido una meretriz esta vez y que no habían tocado la caja fuerte.

-No le puedo prometer mucho, caballero- dijo al recién llegado señalando las botellas, pero saco un vaso y sirvió un whisky en la barra. -¿Y tú, señorita? ¿Otro trago para olvidar?- añadió con cierta sorna viendo que la joven parecía perdida y demasiado inocente para lo que ocurría bajo aquel techo.

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02/05/2017, 19:02
Jacobi Freeman

El criajo rubio no le había hecho ni puto caso y ya se iba con las tres zorras a mojar la chaucha.

¡Gamin à la con!, pensó frustrado Jacobi que en realidad sentía menos dolor del que demostraba.

Aquello había sido genial, ¡super une merde!, y luego de la sorpresa inicial de recibir un balazo en todo el puto hombro llegaba ahora la intriga.

Se levanto del suelo y tras correrse las ropas se fijo como pudo en uno de los sucios vidrios del salón que realmente no tenía ni siquiera un cardenal donde el plomo le había impactado.

Ça c'est brilliant!, exclamo muy contento y entonces le llego la idea sin pedirla ni buscarla.

¿Qué pasaría?, pensó, ¿si se disparaba a sí mismo?.

Las balas de su arma, ¿dañaban?, ¿Por qué habían ahora tanto fiambre desparramado por el suelo si las balas no herían, eran solo las suyas?, ¿Cómo demonios funcionaba todo?.

Decidió probarlo, pero por si las moscas se apunto el muslo solo para rozarse no fuera cosa que sus balas si hicieran daño real.

¡Qué idea de mierda se te ha ocurrido joder!, se amonesto mentalmente y tras cerrar los ojos, se disparo a sí mismo en el muslo.

¡BAAAAMMMMM!

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02/05/2017, 19:15
Rick Hyung Adams

Aquello era mejor que nada. En realidad, podía ser un paseo refrescante alejarse del ruido.

– Qué remedio –respondió a la voz–. ¿Dónde puedo conseguir un caballo? Y me da las referencias del punto de encuentro, por favor. ¿O hay alguna señal?

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02/05/2017, 19:33
Narradora

La voz familiar volvió a hablar de nuevo.

-Salga del pueblo por el camino norte, el que se dirige a las montañas. Como le digo es sobre media hora de camino, cuando llegue al lugar sabrá dónde es. No tiene confusión, señor Adams- dijo con una tranquilidad y seguridad que le hizo creer que no se perdería. -Sobre la montura... Debe haber un establo o algún campesino dispuesto a vender su animal, de eso estoy seguro. No debería de tener problema alguno para conseguir un caballo que le lleve al punto de encuentro.

Otro pequeño instante de silencio y de nuevo una pregunta. -¿Alguna duda más, señor Adams?

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02/05/2017, 19:39
Rick Hyung Adams

En ese parque todo funcionaba al revés de lo que suponía que era. Un auténtico fraude.

– Sí. ¿Dónde hay más teléfonos para contactar como este? U otros métodos de contacto o puntos de salida, ya que estamos.

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02/05/2017, 19:48
John Smith (Vicente Navarro)

Sonreí al barman que se había escondido, pero que me atendió lo más rápido que le fue posible – Me alegro de que haya sobrevivido la botella – Comenté quitando hierro al asunto.

El otro tipo subió por las escaleras bien acompañado. Pero aquí quedaba la rubia, me dirigí a ella - ¿Tú eres también las visitantes, verdad? No hablamos mucho en el tren. Me llamo Vicente Navarro – Le tendí la mano.

- ¿Cómo llevas todo este jaleo de tanto tiro? - Ahora a ver que tipo de persona era. Después de lo que me pasó con la forajida esa o lo que fuera ya casi estaba preparado para cualquier cosa, pero por el momento aún no había perdido la esperanza en la humanidad.

Además por allí parecía estar un estrambótico personaje ¿Va a hacer lo que creo que va a hacer? Sería un curioso experimento.

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02/05/2017, 23:49
Douglas Merry

- Y no te faltaba razón.- contestó Douglas mientras entraba en el saloon. 

No sabía que podría esperarse allí por lo que, por si acaso, llevaba preparada su escopeta.