Partida Rol por web

     Repitiendo la misma operación cambió al canal del sargento ésta vez. - Especialista a Mando. Elementos en posición. Veo siete hostiles y cinco aliados. No nos han visto. Espero ordenes. No durarán mucho.

- "Capitán, el Soldado Grish detecta siete hostiles y cinco aliados, que no durarán mucho si no les ayudamos. ¿Cuáles son sus órdenes, señor?" -

POR RADIO PARA GRISH:

- "Mantenga la posición y permanezca a la espera." -

Tomó rápido la decisión. Abrió un canal para todos e impartió las órdenes.

Sargento, usted únase a la artillera y el sacerdote en el flanco derecho. Yo lideraré el segundo grupo por el flanco izquierdo. ¡En marcha!

Queriendo dar ejemplo, avanzó el primero.

- "Phi-Rho 87, deme el arma pesada de la artillera, yo se la llevaré. Y recoja la mochila y el rifle de fusión del Soldado Grish para entregárselo cuando le vea." -

Hago el intercambio de armas, saludo al Capitán, y le hago una seña a mi asistente para que se haga cargo del bolter de la Soldado Venia y me siga.

Me dirijo al flanco derecho, pese a que mis fuerzas están muy menguadas por las graves heridas que sufro.

COMUNICACION POR ENLACE VOX:

- "Soldado Grish, el Capitán se dirige a su flanco. Phi Rho 87 lleva su equipo. Buena suerte. Cambio y corto." -

De especialista a mula de carga. Llevaría el equipo, pero no prometía ser nada pero nada sigiloso, pues el portar tal cantidad de equipo retrasaría y lo entorpecería.

Le dí las cosas más pesadas a 943 pero no quería que se entorpeciera él. Y con el paso más firme que me permitían mis heridas de las piernas causadas por el perro mutante, me dispuse a seguir al Capitán.

Si sobrevivía a esto me dispondría a hacer una serie de entrenamientos de enfoque militar mucho más serios que hasta ahora.

TIRADA DE SIGILO: Fallo por 8 puntos, por lo que no sobrepaso un nivel de Fracaso.

El Padre Karras avanzó bajo la cobertura de la noche, con Markus a su lado, y los soldados a su espalda. Tomó la punta para evitar incinerar a sus compañeros de armas. Sus labios se movían sin emitir sonidos, recitando sin voz la Letanía del sigilo.

El 101 avanzó con sigilo hacia el enemigo, situándose en el flanco del enemigo. Desde allí vieron cómo un chimera aliado, imposible determinar su unidad, se veía acosado por tropas enemigas. Pertenecían al mismo regimiento enemigo que les había emboscado en la ciénaga.

El sargento fue el único que cometió un error, herido y arrastrando el peso del pesado bolter golpeó el arma con una roca. Cling, hizo. Sólo una vez, pero fue suficiente para que los dos enemigos de las rocas le sorprendieran. Sin embargo, fueron incapaces de ver a los demás.

Era hora de la venganza.

Maldición, pero qué...

Nos movíamos con más sigilo del que esperaba, y entonces aparecieron esos malditos traidores asediando a unos leales contra un chimera que parecía tener fuego en uno de sus lados. No lo dudé, parecía que estaban distraídos, pero el sargento cometió un ligero error con un golpe de ese bolter contra una roca.

No lo dudé. Dejé caer el arma de Grish, alcé el rifle, apunté un poco y disparé. Cuando impacté al objetivo miré un momento a ambos lados, pues no me creía que fuera yo el que le hubiera dado.

El gesto del rostro de Karras no mostraba lo que se podría llamar una sonrisa, pero había dientes y excitación envueltos. Se movió hasta la cobertura de un árbol cercano, preparado para caer sobre los herejes como un conjunto de bloques rectangulares de construcción. - QUEMA AL HEREJE! - Aulló, mientras proyectaba un chorro de prometio ardiente sobre los dos herejes más cercanos. - Recita conmigo, Markus! - El Sacerdote y su monaguillo ensordecieron al enemigo con una enfervorecida plegaria, que inflamó los corazones de los guardias.

     Desde la posición ventajosa de quién no se sospecha allí, Grish hizo a su compañero Mark las señales oportunas para que sumase el fuego de su rifle al suyo propio. Contaron hasta tres y dispararon al unísono unas ráfagas de láser al rojo. Aunque por desgracia casi todos los disparos fueron a parar a la vegetación, provocando algunos pequeños fuegos, uno de ellos impactó sobre la cabeza del hereje.

Todavía me estoy maldiciendo a mí mismo con mi torpeza cuando veo que los chicos ya están atacando.

Están bien entrenados.

Susurro a la Soldado Venria:

- "Puede que necesite esto, Soldado." - Le tiendo su bolter pesado.

INICIATIVA: 10.

PRIMER ASALTO: DECLARACION DE ACCIONES:

- Le devuelvo su arma a la artillera Venria (media acción).

- Cuerpo a tierra (media acción).

- Ordeno Fuego de Cobertura con Aura de Autoridad.

Le hizo un gesto rápido con la mano a Sanaia para que se acercara a ella corriendo mientras ella apuntaba a uno de los milicianos... puso el set de disparo en "disparo de alta intensidad" y luego lo pasó a "sobrecarga"... entrecerró un ojo y cuando lo tuvo claro apretó el gatillo - friete hijo de puta - susurró para si viendo como impactaba sobre el miliciano

Apunté mi arma contra los enemigos intentando mantener el nivel, pero estaba claro que disparar no era lo mío. Todos lo sabían, no debía justificarlo, pero aprovechando mucho la situación podía llegar a hacer algo contra un enemigo sorprendido, así que abrí fuego y los dos disparos dieron en el blanco sin al parecer hacer mucho daño. Y lo decía un experto en la materia. Del daño físico... claro está. Porque de lo otro... !Fuego Drake maldita sea muchacho! Le espeté como pude haciéndole gestos de que disparara. Mis disparos me pitaron en los oídos con el sonido agudo de los laser.