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Lluvia de Lágrimas

El Profeta Veloth y los Velothi

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09/11/2021, 23:01
Director

Los antepasados de los Chimer, los Aldmer, convivían con los demás clanes Aldmer en la Isla Estivalia. Los Aldmer siempre habían venerado a sus antepasados, ya sean padres, abuelos, bisabuelos y hasta generaciones anteriores. Rendían culto a todos sus ancestros y fue así durante muchos siglos. Pero, con el tiempo, las cosas cambiaron.

La sangre nueva empezó a revolucionar esta tradición. Eran muchos los antepasados a los que había que rezar, y no todos eran grandiosos. Por lo que decidieron rendir culto a los antepasados más importantes y antiguos de todos ellos: los Aedra. Aedra en aldmeri significa "nuestros ancestros" y los Aldmer creen fielmente que son descendientes directos de los Aedra. Por supuesto, este cambio de culto no gustó a todos los Aldmer y creó muchos escepticismos y separaciones entre distintos clanes. 

Pero entonces llegó un profeta llamado Veloth, que hablaba de las viejas tradiciones, de lo importante que era venerar a todos nuestros ancestros, ya sean inmediatos o lejanos, de lo valioso que eran las viejas tradiciones. Juntó así un grupo de Aldmer disconformistas con la nueva sociedad, los llamados Velothi. Éstos se vieron obligados a reunirse en secreto para sus prácticas religiosas tradicionales, ya que la mayor parte de los Aldmer habían aceptado adular solamente a los Aedra y todas las demás prácticas religiosas estaban prohibidas.

Los Velothi usaban técnicas y magias prohibidas para reunirse en secreto sin que ningún otro Aldmer sospechara. Estas técnicas fueron enseñadas al Profeta Veloth por el Príncipe Daédrico Boethiah, Príncipe del Engaño, Conspiración, Traición y Sedición. El Profeta Veloth sentía que la nueva sociedad Aldmer se había convertido codiciosa, ambiciosa y lujosa y sólo los Aldmer que querían vivir en una sociedad honesta, tradicional y justa serían los que podrían unirse a los Velothi en su éxodo.

Dos Principesas Daédricas también tomaron parte en las enseñanzas del Profeta Veloth: Azura, Reina del Amancecer y el Atardecer, Madre de la Rosa, y Mephala, La Arácnida, Principesa de Mentiras, Sexo, Asesinato y Secretos. Azura enseñó a los Velothi a cambiar, a romper con las reglas que habían impuesto los Aldmer. Por su parte, Mephala les enseñó a asesinar y manipular para proteger su nuevo estilo de vida.

El éxodo de los Velothi a tierras lejanas estaba a punto de comenzar, pero el Dios Trinimac, campeón del Aedra Auri'el, descubrió el plan del Profeta Veloth. Trinimac consideró que el pueblo Velothi estaba cometiendo un acto herético y quiso devolverles la cordura, pero el Principe Daédrico Boethiah, indignado y enfurecido con el Dios, atacó y devoró a Trinimac. Boethiah escupió los restos del Dios, el cual se convirtió en el Principe Daédrico Malacath. La transformación sufrida por Trinimac cambió a todo su pueblo, que se conocería más tarde como los Orsimer (orcos).

Veloth inscribió sus profecías en unas tabletas y dejó escrito cómo abandonarían el culto a los Aedra para adorar a los "buenos" Daedra: Azura, Boethiah y Mephala. Tambíen inscribió pautas para sobrepasar las pruebas y dificultades de los "malos" Daedra, conocidos como Los Dioses Tentadores: Mehrunes Dagon, Molag Bal, Malacath y Sheogorath.

El viaje de los Velothi por fin comenzó hacia las tierras de Tamriel. Pasaron bosques, desiertos, páramos y montañas. Muchos Velothi murieron en el camino, pero la férrea determinación del profeta ayudó al pueblo a continuar el duro éxodo. Después de incontables días, los Velothi llegaron a la base de una montaña con un enorme muro helado.

- ¿Quién sois? - preguntó la montaña.

- Somos un pueblo sin hogar - contestó el Profeta Veloth. Una mujer jóven salió del muro helado - ¿Y tú quién eres? - preguntó el profeta.

- Soy Chimer, amigo. He venido a guiaros a casa si estáis dispuesto a aceptar mi reto. Demando un sacrificio. Haz un juramento que te haga mejor "mer".

Veloth levantó su poderosa maza y dijo vigorosamente:

- ¡Nunca más alzaré este martillo o ningún otro arma para acabar con un enemigo! He dado mi corazón a mi pueblo, pero ahora debo darles más. Dedicaré mi vida y mi alma a ellos.

La mujer se dió media vuelta y movió su mano de izquierda a derecha, derritiendo en un instante el gran muro de hielo. Cuenta la leyenda que esa mujer era la encaración de Azura poniendo a prueba al pueblo Velothi, pero no hay confirmación de ello.

Al otro lado de la montaña quedaban las cenizas tierras de Morrowind, donde los Velothi, que se darían a conocer como Chimer, construyeron sus ciudades y varios altares dedicados a Azura, Boethiah y Mephala.