Partida Rol por web

-Eso de contrato me ha sonado a jornal que es justo lo que estoy buscando. Si la paga es justa podeis contar conmigo.

No me hace mucha gracia perseguir trasgos pero estoy sin una moneda y es posible que consiga algunas aqui.

-Si puedo ayudar en algo estaré encantado en hacerlo, no puedo permitir ver a la gente sufrir sin hacer nada. -digo, serio, mirando al que parece un explorador.

-Soy Baelrick y podéis contar con mi maza y mi fe. -añado mientras hago una pequeña reverencia.

-Yo estoy dispuesto a seguir cualquier pista que me conduzca al paradero del anciano elfo. Así, que cuenta también conmigo - dijo Ogión, con talante apesadumbrado por la preocupación que le embargaba.

El centurión de levanta y tras escucharos responde a Knavar

- Desde luego que podriamos contratarlos ya sabes que cualquier ayuda es bien recibida y mas contra esos malditos trasgos que nos estan dando el esquinazo constantemente. Alguien o algo mas listo que ellos tiene que ser el lider porque si no ya los habriamos cogido y colgado a todos sin nnguna duda. En cuanto a la pa... -

De repente un relampago ilumina el horizonte y el vigia de la torre sur da un grito

- ¡SEÑOR SE ACERCA UN JINETE AL GALOPE! -

La multitud de la puerta gira sus cabezas para observar el camino por la que habeis llegado la mayoria: una carretera ancha de tierra apisionada que se dirige hacia el este, recorriendo la costa hacia Villorio del Estrecho.

El centurión coge un viejo catalejo de un arcon de madera que se encuentra junto al escritorio, sube unas cuantas escaleras de la muralla hasta la atalaya y observa.

- Maldita sea ¿que se cree que hace? O no sabe montar o... ¡Parece que esta inconsciente! -

Mi tio espera las noticias y esta es una buena forma de buscar al primo, debo ir con esta gente por el bien de la familia. Maeses perdonen, pero me gustaria ir con ustedes en busca de esos trasgos, tengo un asunto pendiente con ellos ese jinete está descontrolado piensa para si mientras oye el atronar de los cascos del caballo, si alguien no le para hará daño a la gente, piensa para si mientras se situa con su cuerpo delante del escribano. Por supuesto firmaré el contrato en el que figure la paga.

-Alguien deberia parar ese caballo antes de que haga daño a alguien. Grito esto mientras busco un escondite donde no ser yo el que resulte herido. Mientras me lamento por mi mala suerte por la interrupcion justo cuando el centurion iba a hablar de la paga.

Expectante ante la posibilidad de formar parte del grupo que vaya tras esos trasgos, Ogión contempla asombrado al caballo desbocado, y espera que los nuevos acontecimientos aporten algo de luz al intrincado misterio de los trasgos disciplinados.

Observo al caballo desbocado corriendo asustado hacia nosotros, debia hacer algo asi que saque mi arco y tome una flecha. Medi la distancia, el viento y cargue el arco para intentar derribar el caballo con un flechazo en la cabeza o en las patas.

-Pero bueno ¿soy el unico que va a hacer algo?-Dije en una pequeña reprimenda.

-Lo siento pero no puedo ni herir ni ver como hieren a alguien. -digo apoyando una mano en el hombro del explorador. -Almenos no sin saber sus intenciones.

Me giro hacia el resto del grupo y digo -¿No hay nadie que pueda hacer nada sin dañarlo?

- Mierda, exclama El joven guerrero mientras sale corriendo hacia el desbocado caballo, como me mate mi tio no me perdonará jamas el haber perdido esta oportunidad de traer de vuelta a mi primo. ¿es que nadie tiene agallas para pararlo? murmura mientras intenta asir las bridas.

Mientras decidis que hacer un murmullo de preocupación surge de la gente reunida ante la puerta. De pronto la gente comienza a gritar y sale corriendo en todas direcciones intentando apartarse del camino ya que el caballo desbocado se aproxima a galope tendido hacia la puerta con su pequeño jinete, que ahora que esta mas cerca parece un niño, inconsciente dando tumbos sobre la silla.

Mientras el comerciante comienza a tirar de su carro para intentar sacarlo del medio del camino pero debido al barro del camino le esta costando bastante conseguir que este se mueva.

- ¡Por todos los dioses que alguien me ayude! -

Guardo la flecha y el arco y salgo al encuentro del caballo desbocado. Parecia realmente nervioso, huyendo de algo asi que trate de calmarlo como buenamente sabia. Entonces el comerciante empieza a pedir ayuda para tratar de mover el carro.

-¡Voy a tratar con el caballo que alguien le eche una mano al comerciante!

Vaya esto esta lleno de heroes.

-Ya va, ya va. Me dirigo al carro para ayudar al comerciante pero sin perder ojo del caballo desbocado, no tengo ganas de que me planche contra el camino.

- ¡Rapido ayudad a esos tenderos o sino quitaros del medio! - os grita el centurion mientras da ordenes a lOS guardias - ¡MOVEOS! -

Wulwaif se pone delante del caballo (que por cierto tiene una flecha clavada en uno de los cuartos traseros) y cuando este pasa intenta agarrar las bridas.

-Quieto, quieto, murmura Wulwaif mientras intenta asir las riendas de la bestia que pasa de largo

Ogión, viendo que no puede hacer nada respecto al caballo desbocado, trata de auxiliar al comerciante y su carro. Pese a que la fuerza no es uno de sus principales atributos.

-Voy en tu ayuda, compañero.

El caballo pasa veloz al lado de Wulwaif que falla en su intento de agarrar las riendas y se dirije hacia Knavar que lo espera con las manos abiertas.