Partida Rol por web

Intento agarrar al caballo para tratar de calmarlo, doy un salto aprovechando el impuslo del caballo y me subo sobre su lomo. Entonces, le pongo las manos alrededor del cuello y empiezo a tratar de controlarlo.

-¡Sooo!-Dije en voz alta pero suavemente.

Demostrando una gran agilidad Knavar sube al caballo de un salto y se coloca en su grupa, intentando no aplastar al niño tumbado en la silla en el proceso, mientras comienza a acariciar al caballo y a hablarle. Por un momento el animal parece que se asuta pero parece que lso esfuerzos del explorador tienen resultado ya que el caballo enlentece su trote y se detiene unos metros antes de llegar a la multitud y al carro que todavia esta en medio del camino.

La gente asombrada se queda callada hasta que poco a poco empieza a aplaudir y a gritar - ¡Viva! ¡ Valiente! ¡Es un heroe! -

En ese momento el centurion empieza a gritar y a dar ordenes.

- ¡DESPEJEN LA ZONA Y SEPARENSE DEL CABALLO! ¡ Y QUE ALGUIEN VAYA A BUSCAR A UN CLERIGO QUE ESE NIÑO PARECE HERIDO! -

 Baje, de las riendas del caballo  ,con la adrelanina aun recorriendome las venas me temblaban las manos. Me coloque delante del caballo, y lo mire directamente a los ojos tratando de averiguar que era lo que lo habia asustado tanto, como para salir corriendo ¿lleva corriendo kilometros?¿O tal vez le perseguia algo?

Era lo que estaba tratando de averiguar.

Cuando Knavar para el caballo a escasos metros me tranquilizo bastante. Pero otro problema surge de inmediato. El niño parece herido así que sin titubear me acerco con paso rápido y empiezo a examinarlo para saber la gravedad de sus heridas y la mejor manera para sanarlo.

Ahora que las cosas estan mas calmadas podeis ver claramente una flecha de plumas negras clavada en los cuartos traseros del caballo, la cual parece la causa de que este encabritado. En cuanto al jinete es un niño de pelo pajizo de unos doce años que lleva la ropa sucia y ensangrentada. Tiene una flecha rota clavada en un hombro y se ha mantenido en la silla debido a que esta atado al pomo ya que por lo que parece se encuentra seminconsciente y al borde de la muerte.

Tras ordenarte caballero decidiste dirigir tus pasos hacia Marvalar, la capital del Reino del Bosque, para rezar en uno de los templos mas importantes de tu religion y esperar una inspiración de tu dios. Tras pasar un par de dias rezando y meditando esta señal no parece llegar pero al tercer dia, ya casi anocheciendo y cuando te dirigias a pasar la noche escuchas gritos y gran revuelo proveniente del Porton Este de la ciudad.

- ¡DESPEJEN LA ZONA Y SEPARENSE DEL CABALLO! ¡ Y QUE ALGUIEN VAYA A BUSCAR A UN CLERIGO QUE ESE NIÑO PARECE HERIDO! -

Y a continuacion la gente se dirige corriendo en la direccion de la que provienen los gritos.

Desato al muchacho del caballo y con mucho cuidado lo dejo en el suelo. Me arrodillo delante de él y empiezo a examinar la herida y la profundidad y forma de la flecha para saber la mejor manera de extraerla.

Ya que todo el mundo parece prestarle atencion al niño me pongo detras del carro y le doy un vistazo a lo que lleva el comerciante por si hay algo de intereses que le pueda "sobrar"

El carro esta lleno de vasijas y aprovechando que nadie mira abres la tapa de uno de ellos para ver lo que contiene. En cuanto lo haces un fuerte olor asalta tus narices ya que esta llena de aceite de pescado.

Intento examinar al caballo poco a poco, pero no encuentro la razon por la cual haya salido desbocado.

Pones al niño de lado para examinarle la herida y al tocar la piel notas un gran calor provocado por la fiebre, rompes la camisa del niño y comienzas a retirar con mucho cuidado la flecha logrando quitarla entera. En ese momento notas un olor penetrante que reconoces como el de un tipo de veneno hecho con un tipo de setas alucinogenas que crecen en lo profundo del bosque.

En ese momento el niño abre los ojos y mira desconcertado con los ojos desenfocados. Alza su mano hacia ti y susurra debilmente:

- La Caravana de Castamir..Papá..no quiero irme, me quiero quedar contigo -

-Tranquilo chico, estás a salvo. -le digo mientras le aparto el pelo de la frente y le seco el sudor con un trozo de su camisa.

Me giro hacia mis compañeros. -¿Alguno lleva un poco de agua? Este chico ha sido envenenado y tiene bastante fiebre. -digo mientras dejo la flecha extraida en el suelo y empiezo a curar la herida.

¿Y los clérigos donde están? no creo que con un poco de agua baste para sanarlo, además quizá sepan que flecha es esa.

Whilhem escucha la voz de ayuda de una persona entre el bullicio y corre hacia el corro de curiosos exclamando en voz alta "Yo puedo ayudaros soy un paladín y podre curar a este niño". Whilhem se acerca al grupo compuesto de: un clérigo, un explorador y un guerrero. Después Whilhem se agacha, saca el sello de Bahamut mientras dice en voz baja "Por favor Bahamut ayuda me a sanar a este chico" extiende las manos encima de la herida y a unos centímetros de ella concentrándose en las palabras "Bahamut requiero de tu poder".

Asombrado por la reciente y oportuna aparición del Paladín, Ogión esperaba atento a cualquier oportunidad de ayudar en lo que fuere necesario.

Te acercas a examinar las flecha y por lo que ves parecen del tipo que hacen los tragos, de mala calidad, punta de hierro, atadas con tripas en vez de hilo y con el penacho de plumas negras de cuervo y grajo.