Partida Rol por web

- ¡Maldita sea a donde vas loco sacerdote! - grita el guerrero bastante nervioso y a punto de salirse de sus casillas - No sabemos donde estan esas fuentes envenenadas asi que ya podrias estar meses buscando por las montañas. !Y esta gente necesita de nuestra ayuda para sacarlos de aqui y escapar de esos Trasgos Malnacidos! -

Whilhem escuchando a sus compañeros que quieren investigar y hacer desaparecer el mal que envenena el agua les dice "Compañeros que Bahamut os proteja y cuando lleve a los liberados al monasterio de Rocagris volveré lo antes posible". Whilhem se despide de sus compañeros levantando levemente el brazo y se integra en el tropel de liberados para conducirlos hasta el monasterio de Rocagris.

- Esta bien. Entonces Whilhem y yo intentaremos conducir a los refugiados al monasterio mientras vosotros tu te diriges a las montañas. Una vez hecho esto intentaremos encontrarte en las mismas. ¿Tristan, Ogion? ¿Venis con nosotros o vasi con el clerigo? - y dicho esto se dirige a los refugiados.

- ¡Vamos deprisa! ¡Tenemos que salir de aqui antes de que lleguen esos trasgos y esperemos que nuestro compañero sea capaz de engañarlos! ¡Segudme! -  y empieza a caminar en dirección sur por donde habeis venido.
 

- No he venido a salvar a unas pocas personas que pueden llegar solos a su hogar, pues conocen los caminos. Iré con Baelrick a ver si podemos salvarlos a todos. Tranquilos no haremos locuras si nos supera la situación os esperaremos intentando conseguir el máximo de información posible. ¡Daos prisa!

Corres en circulos alrededor del campamento intentando dejar un rastro extraño que pueda desconcertar a los trasgos de tal manera que no puedan saber ni cuantos sois ni a donde os dirigis. En una de estas vueltas ves como tus compañeros parten junto los refugiados en direccion sur pero parece que alguno de ellos se queda con otras intenciones.

Knavar se afanaba en intentar despistar a los trasgos cuando observa que algunos de sus compañeros no avanzan hacia junto a los refugiados. Extrañado les grita para que se alejen de allí, sea dónde sea que vayan:

-¡Iros, joder! ¡ya están aquí!

Sin embargo seguía afanándose en cubrir los rastros y generar otros. No sabía que intenciones tendrían, pero lo que hacían no le permitiría hacer su trabajo bien. Intentó también cubrir su olor con tierra y barro. Si él iba a ser el más cercano, los huargos podrían olerle incluso a distancia.

El clérigo se sorprendió de que Tristan le acompañase. No había esperado una actitud tan altruista. Por lo visto tenía las ideas claras.

Asintió a las palabras.

Iremos con cuidado. Muertos no podemos ayudar a nadie.

Espero a Tristan y a quien quisiese unírseles y se dirigió hacia las montañas.

Los aullidos se aproximan asi que sin mas demora los refugiados acompañdos por parte de vuestro grupo se alejan en dirección sur. Desde el bosque se escucha el grito de Knavar pidiendoos que os apresureis asi que tanto Tristan como Baelrick tambien se alejan del campamento trasgo avanzando hacia las montañas en dirección noreste.

Lo mas rapido posible empezais a encaminaros hacia el sur. A pesar de ser bastantes los prisioneros estan en buena forma asi que todos avanzais a buen ritmo y nadie se queda atras, y aun acelerais mas el ritmo cuando pasados unos veinte minutos el viento os trae los gritos de lo que parecen un monton de trasgos enfurecidos al encontrar a sus compañeros muertos.
 

Con rapidez pero intentando no dejar un rastro demasiado claro os alejais del campamento. En un principio no sabeis a que distancia estaban los trasgos y los lobos que aullaban a lo lejos pero cuando llevais unos veinte o treinta minutos de marcha se escuchan gritos de furia a lo lejos, en la direccion de la que venis asi que suponeis que finalmente han llegado hasta alli y descubierto que los prisioneros han escapadado.

Finalmente tus compañeros abandonan el campamento. Junto a los prisioneros viajan Wulwaif, Ogion y Wilhem y parten en direccion sur hacia el monasterio, al mismo tiempo ves como a toda prisa Trista y Baelrick se dirigen hacia el noeste, en direccion a las montañas asi que tras enredar sus rastros te encuentras con ele siguiente dilema. ¿que dirección vas a tomar? y lo mas importante: te das cuenta que por mucho que hagas no vas a ser capaz de dismular totalmente el rastro de los prisioneros ya que son demasiados y poco cuidadosos por las prisas.

Avanzo con cautela, buscando alguna pista del camino por el que vamos si se dirige a algún lugar algo transitado. Mirando hacia atrás muchas veces, cada 5 o 10 metros par asegurarme que no nos siguen y no estamos en peligro.

Llevo mi arco preparado por lo que pueda ser y no me alejo demasiado de mi compañero a no ser qu escuche algún ruido, cuando le digo que se detenga y avanzo para ver que es y abordar la situación de la mejor manera posible.

Sigo con cuidado imitando los movimientos de Tristan, sabedor de que sabe moverse en silencio mucho mejor que yo.

Miro a todos lados, no hay precaución suficiente para lo que vamos a hacer. Estamos jugando nuestras vidas pero la posible recompensa ... no puedo evitar pensar en todas aquellas personas enfermas. El hecho de que sea el agua la culpable es tan erroneo, tan transgresor ... hay que ponerle fin.

En mi mano la maza y en mi brazo el escudo, en mis ojos ... el movimiento que busca alguien escondido o agazapado.

Tras un buen rato moviendoos en siguilo estais casi seguros de que nadie os persigue o por lo menos no veis ni escuchais a nadie, ni trasgo ni huargo pero tambien habeis oido historias de como se mueven por los bosques como fantasmas asi que no bajais la guardia.

El enemigo llegaba y era momento de partir. El camino estaba decidido. Intentaría ocultar el rastro de los campesinos aunque sería más complicado. Sin embargo debería darles una opotunidad. Ya se podría volver si fuese necesario.

Tomó rumbo sur e intentó amortiguar el rastro, siempre a distancia del grupo hasta asegurarse que no les perseguían. Con el arma siempre preparada por si se acercaban demasiado aquellas bestias salvajes.

El pícaro avanzaba sin perder de vista su retaguardia. Con su arco listo por si algo se acercaba mirando de encontrar alguna señal de tránsito o algún lugar por donde acceder a la mina.

Whilhem llevo al grupo hacia donde tenían los caballos para montar en ellos a los más ancianos y sobre los ancianos a los bebes o niños pequeños. Whilhem tampoco se olvido de los ladrones que no les quitaba un segundo la vista desde que estaban cerca de los refugiados. Para ir con una buena marcha y controlar a todos lo refugiados para que no se dispersaran del grupo envaino su espada pero mantuvo sujeto el escudo con la misma mano con la que agarraba la cuerda de los ladrones.

En el momento que escucharon los aullidos Whilhem hizo una señal a su compañeros expresando que tenían que darse más prisa para llegar al monasterio de Rocagris.

Todo parece en calma pero hay demasiado silencio en el bosque y a tu izquierda te parece escuchar como una ramas rompiendose.

Tras una media hora de buen ritmo los niños comienzan a estar cansados y a entorprecer vuestro avance. Los gritos y aullidos se siguen escuchando a lo lejos Y la gente comienza a aflojar el ritmo para poder descansar, pero sabeis que los trasgos os van perseguir si o si, y no os podeis permitir ningun descanso.

Le hago una señal a mi compañero de que se detenga y mire hacia el lado izquierdo. Luego intento fijarme en si veo algo, busco rápidamente un lugar dond epueda ocultarme o tenga una posición ventajosa por si aparece cualquier peligro.