Partida Rol por web

Las palabras de aquella chica me hicieron encogerme en el asiento y prácticamente hacer que las lágrimas comenzaran a agolparse en mis ojos.

- Yo.. yo lo vi a él. Me dijo que quería que nos reuniéramos todos de nuevo para volver a llenar de sangre del instituto.. él..

Ya no puse seguir hablando ya que me eché a llorar al recordar el ácido, aunque luego hablé entre lloros, eso sí, se me entendía bastante mal al hacerlo.

- En la radio, esta mañana, han dicho que uno de sus clientes mató a Sarah en una bañera llena de.. ácido.. Ella... también había estado en el instituto.

Ahora me puse muchísimo más nerviosa, dándome igual que la chica estuviera allí, prácticamente me puse a suplicar al siquiatra.

- No deje que me haga daño, no quiero volver a sentir aquello, por favor.. no son sólo pesadillas.. por favor..

- Tranquilizaros las dos. Se que los sueños pueden ser muy reales pero todo esta en vuestra mente. Teneis miedo y ese temor se manifiesta con fuerza en vuestro incosciente. La chica que murio ayer tenia una profesion.. complicada. Uno de sus clientes se obsesiono con ella y decidio que solo debia ser de el. Eso no os pasara a vosotras. Me gustaria decir que se os pasara pero la proximidad de el aniversario podria hacer que se pusiera peor... os voy a recetar unos clamantes para que podais dormir y vereis como despues de descansar tranquilas unos dias os encontrais mucho mejor.

La chica se levanta de golpe.-¡Calmantes! Estoy cansada de tomarlos, no sirven de nada, van a venir a matarnos... usted no lo entiende, esos niños eran demonios, la muerte no les a detenido, disfrutan torturandonos...

Yo no quería los calmante y no quería volver a pasar una noche sola en mi cama. Tenía tantísimo miedo que ni tomándome más somníferos podría dormirme.

- Enciérreme. Póngame una camisa de fuerza y enciérreme pero que me recete calmantes sólo va a conseguir que acabe sin poder dormir sin ellos porque me he vuelto adicta o algo así.. Enciérreme. ¿ Tengo que romperle el cuello a alguien para que lo haga? Lo haré si eso me asegura que no podrá tocarme..

Estaba ya a la desesperada, de eso no cabía duda y empezaba a creer que aquel hombre no me ayudaría, que ni todo el dinero del mundo me ayudaría.

- Vamos chicas, tranquilizaros.- os pide el sicologo.- Se me ocurre una cosa. ¿Porque no dormis juntas esta noche? Asi podreis apoyaros mutuamente y vereis que no hay nada que temer.

La chica te mira de reojo, no quiere dormir contigo pero sola la aterra mas.- ¿Tu que opinas?.- pregunta apenas con un hilo de voz.

Negué con la cabeza.

- Eso es lo que quiere ¿ es que no me habéis escuchado? Quería reunirnos a todos los del instituto para " celebrar " su maldito rememoramiento de aquel día.. si duermo con ella aún se lo pondremos más fácil..

O no me habían escuchado o no querían hacerlo, pero desde luego que tampoco debía de ser tan difícil de entender lo que les estaba diciendo.

Miré a la chica. No era que yo quisiera dormir sola, lo que no quería era seguir su maldito juego. Al final mi mirada pasaba del uno al otro, sin dejar de mirarles como si quisiera darles margen para que comprendieran lo que trataba de decir.

- Tienes que entender que Izam solo vive en tu mente, no es real. Tienes que enfrentarte a su recuerdo si quieres seguir adelante.-Argumenta el sicologo.- Si no quieres dormir con Amanda busca amigas, sal un poco.

La chica murmura.- A mi no van a cogerme... no podran....

El sicologo asiente entendiendo el comentario como algo positivo, pero no lo es. Amanda mira la ventana corre acia ella, salta y atraviesa el cristal con el cuerpo callendo al vacio desde una octaba planta.

-¡No, Amanda!.- Grita el medico pero es tarde. Los sesos de Amanda estan pegados al asfalto.

Estaba tan nerviosa que tan sólo buscaba en mi cabeza alguna palabra para poder responder al siquiatra, pero al hablar la chica la miré a ella y antes de que quisiera darme ni cuenta acababa de tirarse por una ventana.

Me quedé totalmente clavada en la silla, mirando por aquella ventana fijamente, aunque en realidad no era a la ventana lo que miraba y me quedé ahí, en el más absoluto de los silencios, con el rostro totalmente pálido y sin poder creer que aquella chica de verdad se hubiera tirado por la ventana.

- Es una solucion.. eso sin duda, pero preferiría alguna otra alternativa..

Mi mente volvió a recordar aquel ácido y la idea de la ventana fue cobrando una mayor fuerza.

- Es una muy buena solución.

Seguía pensando sin moverme del sitio.

Quedaste en estado de shock, paralizada. Cuando te diste cuenta la policia estaba sacandote de la habitacion para acordonar la zona e investigar lo sucedido.

El siquiatra estaba respondiendo muchas preguntas de los agentes.

Un policia te indico que subieras a una de las ambulancias pensando que podrias necesitar tratamiento mientras el suelo mostraba una marca de tiza alrededor de lo que era una bolsa de plastico dorada. Preservando a los restos de la chica del las miradas del numeroso publico.

En aquel momento estaba viendo todo como si fuera una persona agena a todo aquello, como si estuviera viendo una película y simplemente yo estuviera ahí, de espectadora. No podía creerme todo aquello, debía de seguir soñando, aunque en el fondo sabía que no era así y que estaba bien despierta.

Hice caso al policía sin decir nada todavía y me senté en la ambulancia, momento en el que empecé a reaccionar aunque tan sólo me puse a llorar, sin poder hacer nada más que esconder mi cara entre las manos.

- No lo ha podido hacer.. pero ... ¿ qué sentido tiene vivir para estar temiendo contínuamente lo mismo?

Te lleban al hospital. Pasas una tranquila noche gracias a los sedantes. En ningun momento te dejan sola y por la mañana, tras una charla con una pareja de policias para determinar que Amanda salto por si misma y que nadie la empujo a hacerlo, te dan el alta.

Nada mas sales tu movil suena con un numero desconocido.

Aquella noche pude descansar bien. No hubo sueños, no hubo pesadillas, ni siquiera fui consciente de cuánto tiempo estuve durmiendo y aunque era plenamente consciente de todo lo que había ocurrido, estaba más tranquila y relajada de lo normal. como si me diera exactamente igual lo que se pasara al resto de la humanidad mientras yo no tuviera que sufrir más dolor podía morirse el resto del planeta.

Salí del hospital y comencé a caminar hacia mi casa. No hacía un mal día y me apetecía un poco notar el aire en mi cara, me hacía sentirme viva, ademñas que necesitaba una ducha, olía a enfermo.

Apenas había andado diez metros, sonó mi teléfono, pero no conocía el número así que directamente cogí.

Tras lo extraño de aquella llamada y creyendo fervientemente que podría haber una posibilidad de poder defendernos, me puso rumbo a mi casa, no iba a ir a casa de alguien sin llevar al menos un pijama o el cepillo de dientes. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi miedo me hacía ser un poco imprudente.

- Ahora te vas a meter en casa de alguien que no conoces y que seguramente aún esté peor de la cabeza que tú...

Negué para mí misma en aquel momento.

- Pero si hay la más mínima posibilidad.. De todas formas si no te mata tu imprudecia lo hará él con ácido así que casi prefiero que sea la imprudencia.

Cogí un par de cosas y bajé a coger el coche para dirigirme a donde vivía aquel chico, aunque mientras bajaba llamé al siquiatra para pedirle que por favor me diera la baja hasta que las pesadillas pasaran y pudiera descansar, que no era plan de que los niños me vieran desquiciada y luego llamé al trabajo para avisar de mi ausencia.

Tu siquiatra te da tu baja sin ningun problema.