Contar como fuiste a parar en esta ciudad de Galicia es una historia que no viene al caso, y que quizá contemos en otra ocasión. Tus planes eran pasar el invierno tranquilamente en esta ciudad, pero motivos imprevistos te obligan a desplazarte a la aldea de Bueu, en la pequeña península de Morrazo. El viaje no encierra excesivos peligros: El camino real va siguiendo la costa, y está en buenas condiciones, ya que es ruta obligada de carreteros y comerciantes, pues es la única vía de enlace entre las poblaciones costeras de la península...
Haz una tirada de Psicología 1d100
55 o menos para acertar.
Y ahí estaba yendo dirección a Bueu, con el olor a invierno flotando en el aire en un camino que, gracias al cielo, se podía transitar sin demasiadas complicaciones.
Motivo: Psicología
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 76 (Fracaso)
Aunque aparentemente el viaje no encierra peligros, quizá sería interesante preguntar a los aldeanos del lugar sobre la península en cuestión. La gente es poco dada a hablar con forasteros, así que vas a tener que usar tu simpatía natural.
¿quieres interrogar a las gentes de Pontevedra?
Acostumbrado estaba a recorrer los caminos y eran muchas las aldeas y pueblos que conocía, pero esa zona por la que estaba pasando le resultaba extraña, ya que apenas la había frecuentado. Y no había nada mejor que tratar con los lugareños para conocer mejor el terreno por donde pisaba.
Pues va a ser que sí :)
Andando en un camino embarrado, pues llovió recientemente, encuentras un hombre con un haz de troncos a la espalda que camina en dirección contraria, le paras amablemente y decides preguntar sobre estos lares.
Hazme una tirada de Elocuencia
Motivo: Elocuencia
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 38 (Exito)
El hombre te indica que el mejor lugar para conocerlo todo sobre la región es una taberna cercana a sólo unas varas más adelante en el camino serpenteante.
Así que allí te diriges, Después de hahlar con los parroquianos un buen rato (y de invitar a algunos a varias rondas de vino) consigues enterarte que la gente llama a esa región "la península de las Brujas".
En especial rehúyen el pueblo de Cangas del Morrazo, ya que está dominado por ellas ... Por suerte, Cangas está bastante alejado de tu ruta. Te avisan, sobre todo, de que bajo ningún concepto del Camino Real (se ve que el camino embarrado, serpenteante casi intransitable es... Real).
Tras el vinito decides pernoctar allí mismo. Sales de Pontevedra bien temprano por la mañana. El cielo está un poco encapotado, y hace bastante frío. Sin embargo, no parece que vaya a nevar. Vas a buen paso. A media jornada de marcha, y tras haber dejado atrás los pueblos de Marín y Mogor, te encuentras con un mendigo, sentado en una roca al lado del camino. Parece alto y fuerte, y tiene el rostro cubierto con una capucha. Empuña un grueso palo, y parece dormitar.
Haz una tirada de Otear
No entiendo, tenía una parrafada escrita, no era sólo la tirada :S
de hecho era esta parrafada
La humedad se metía en los huesos y el barro del camino hacía más lento el paso. Pensando que, después de un día tan lluvioso como había resultado ese, no encontraría a nadie, divisó a un hombre que se acercaba en su dirección doblado por el peso de los hombros que llevaba a cuestas. Esperó hasta que llegó a su altura.
- Buen día tenga... ¡qué! preparándose para el invierno ¿verdad? -intentó que sus palabras sonaran lo más amables posibles pues le era bien conocido el carácter hosco de esa gente.- Mi nombre es Fruela y soy un comerciante del otro lado del Eo que ha llegado a estas tierras para resolver unos asuntos, pero me siento desorientado ya que la zona no es por mí conocida. Sería tan amable buen hombre de contarme algo del lugar, las aldeas más cercanas, si son seguros los caminos, dónde me podría hospedar, cualquier cosa que fuera de mi interés.
Tu roléalo como quieras, mucho poco o haciendo sólo las tiradas, date cuenta de que esto es un libro-juego, vamos pasando de un punto a otro sin interacción con los PNJS
La visita a la taberna había dado sus frutos, aunque no fueran todo lo agradables que él quisiera. Saber que aquella era zona de brujas no le dejaba el ánimo tranquilo, pero Cangas estaba lejos y, mientras no abandonara el camino, estaría seguro.
Ya de nuevo en ruta cuando apenas había amanecido pasó por un par de aldeas sin toparse casi con nadie. El invierno estaba cerca y eso se notaba, pocos viajeros se arriesgaban a emprender camino.
Ya el día iba por su mitad cuando un hombre encapuchado, mendigo tal vez, descansa a un lado del camino.
Motivo: Otear
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 40 (Exito)
Mejor un poquito de rollo ¿no? para hacerlo un poco más ameno. Es que sino las tiradas sólo queda muy soso :)
A medida que te acercas prudentemente al hombre te das cuenta de que sus ropas están desgastadas, al fijarte en las manos que empuñan el bastón con fuerza, descubres que están cubiertas de costras negras, además en lo poca superficie de cara que deja al descubierto la capucha hay otra costra negruzca en el pómulo derecho. ¡ ES UN LEPROSO!
Haz una tirada de Leyendas- Cultura (1d100 y 15 o menos para acertar)
Se disponía a acercarse a aquel pobre hombre dispuesto a darle alguna limosna cuando la visión de sus manos le hizo recular ligeramente. ¡Válgame el cielo, un leproso! se dijo mientras hacía la señal de la cruz para espantar el mal.
Motivo: Leyendas
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 18 (Fracaso)
Por los pelos :S
¿sales del camino Real para no pasar junto al leproso o sigues adelante?
La visión de aquellas costras hicieron que, sin acercarse al hombre que allí reposaba, pasara a su lado a toda prisa siguiendo el camino.
Nada más pasar junto a él el mendigo grita:
-¡ DAME UNA LIMOSNA OH HERMANO! ¡AUNQUE SÓLO FUERE UN TROZO DE PAN O UN SORBO DE AGUA! ¡ POR SAN SIMÓN QUE VENCIÓ AL LOBO!
Das mediavuelta y socorres al mendigo, sigues tu camino o incluso le atacas?
Apenas había dado un par de pasos alejándose del mendigo cuando éste empezó a gritar. Sin saber muy bien qué hacer, detúvose allí en medio y, después de meditarlo un tanto, cogió un trozo de pan y una moneda y acercose a prudente distancia para mas que darle tirarle la limosna en su regazo.
Aunque parezca mentira, el mendigo no parece nada satisfecho con lo que le has dado y te mira con desconfianza, ni corto ni perezoso te suelta
- ¡eres un tacaño y un mal cristiano! ¿pero qué lismosnas son éstas? ¡bah!- parece olvidarse pero súbitamente se vuelve agresivo y comienza a gritar - ¡ PERRO CABRÓN TACAÑO ! ¡ VAS A SABER LO QUE ES BUENO!- grita poniéndose en pie en actitud amenazante, parece que va a atacarte.
¡ sus ojos brillan en el fondo de su capucha cuando grita!
¿atacas o huyes?
La reacción del mendigo le dejó tan asombrado que no tuvo la presteza de sacar a tiempo su espada, aquella agresividad no era normal para un simple pedigüeño que había recibido una limosna.
Algo en la actitud del leproso hizo que Fruela se echara a temblar y aunque le hubiera gustado dar su bien merecido castigo al hombre, su instinto le dijo que saliera presto de allí. Así que agarró con fuerza sus cosas y echó a correr como alma que lleva el diablo.
Mientras corres como alma que lleva el Diablo escuchas como el mendigo grita:
- ¡CORRE CORRE BASTARDO! ¡ YA NO PODRÁS ESCAPAR! ¡ QUE TUS PIES TE LLEVEN ALLÍ DÓNDE NO QUIERAS IR!
Esas palabras carentes de sentido, sin que puedas explicarlo, te llenan de un sobrecogimiento tal, que un escalofrío te recorre la espalda y hace que se te erice el vello.
Haz una tirada de Racionalidad (1d100 sacar tu RR o menos)
Mientras corría despavorido resonaban en sus oídos las palabras gritadas por aquel mendigo. El tono de voz de aquel loco hacía que Fruela se sintiera cada vez más aterrado y con cada zancada intentaba elevar una oración al altísimo para apartarle del diablo que, estaba completamente seguro de ello, le estaba persiguiendo.
Motivo: Racionalidad
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 74 (Fracaso)