Partida Rol por web

Tras dar algunas vueltas y ver una tienda llena de brebajes y pociones, y negarme a venderle el Sello, que la tendera quería comprar a cualquier precio, sigo mi camino.

Decido esconder el Anillo -Sello, ya que es demasiado llamativo a los ojos de esta gente... Mejor que no sepan que lo llevo y ya lo mostraré cuando sea necesario. Al final doy con la cuadra y me informan del precio del billete y la duración del viaje.

Por todas las estrellas del firmamento, no tengo ese dinero por ahora... Y no puedo trabajar para pagarme el viaje, como protector de la diligencia? Es de vital importancia que llegue cuanto antes al destino... Puedo ir en el pescante a su lado...e incluso manejar la diligencia para que se tome un descanso... Que me dice? 

238

Frente a la estación de diligencias sale una calle estrecha que conduce a una casa de juego con un letrero encima:

NO SE PERMITE ENTRAR CON ARMAS

Te atrae la oportunidad de ganar algún dinero y entras en el edificio. Debes entregar al vigilante de la puerta las armas, que podrás recuperar cuando decidas dejar de jugar. Se te hace entrega de una ficha de plata por valor de 1 Corona de Oro, que sólo puede ser utilizada en esa casa de juego.

El vestíbulo da paso a un inmenso salón donde se desarrollan varias partidas de juegos de azar. Te llama la atención uno de ellos, llamado la «rueda de carro». En el extremo de una larga mesa, una atractiva joven hace girar un disco negro dividido en diez secciones que están marcadas con números del 0 al 9. Al dar vueltas el disco, la joven arroja sobre él una bolita de plata que acaba parándose en una de las secciones numeradas. Varios mercaderes están sentados alrededor de la mesa y hacen fuertes apuestas sobre los distintos números en que puede caer la bolita. En esa mesa de juego hay un límite en el dinero que puedes ganar, a saber 40 Coronas de Oro.

Puedes jugar tantas partidas de «rueda de carro» como desees hasta que hayas perdido todas las Coronas de Oro que tengas o hasta que decidas retirarte con tus ganancias.

Lobo Solitario arruga el morro cuando el cochero no acepta su ayuda como forma de pago... Sale cabizbajo a la calle, sin saber muy bien que hacer... Al fondo de una callejuela que hay frente a la estación se vislumbra un letrero que informa de la existencia de una casa de apuestas...

Lobo Solitario da un suspiro profundo... No le gusta nada jugarse el dinero en este tipo de locales. Además muchos suelen hacer trampas... El juego es una debilidad, decían algunos maestros...

Revisa el contenido de la bolsita y ve que tiene solo 5 coronas... De poco le sirven así que a desgana decide probar suerte con un par de coronas. Si no consigue ganar algo, abandonará el lugar y al menos tendrá para poder pasar otra noche o comer...

Hola, puedo pasar? había pensado en hacer unas pocas apuestas... Necesito dinero rápido para poder sacar un billete en la diligencia... Veo que no se puede entrar con armas, lo entiendo, pero espero me la devuelvan al salir eh? Las calles son un lugar peligroso!!!

El joven Guerrero del Kai, entrega su maza y la daga al guardián de la puerta, lleva además las 2 monedas en la mano, y esconde la bolsita en la parte interior del jubón, atándola por dentro, para evitar que le robe algún "dedos ágiles".

Se acerca a la mesa de la Rueda de Carro y le sonríe a la muchacha que se encarga de la mesa.

Se puede entrar?

Quiero apostar al número 7 una corona.

La chica dejó caer la bola de plata y esta rodó hasta detenerse en el numero 5..6 no no!!! EN EL 7!!!!

Ohh por la Diosa Fortuna!!! que suerte la mía. 

Lobo Solitario consigue un pleno, y sin darse cuenta, le da un beso en la mejilla a la chica, en medio de la excitación de haber conseguido vencer... Luego se va calmando, y respira hondo, para volver a tomar la compostura...

Lobo, no te dejes llevar por la efervescencia del momento, o perderás de vista el objetivo - Le decía su maestro -

Recontó mentalmente y ahora contaba con 13 coronas, aun era insuficiente, pero ahora podría insistir para intentar conseguir la suma necesaria.

Señorita, necesito otro pleno... mmm intentaré con el número 3, una corona

Vaya, esto era de esperar... he perdido todo lo que gané en mi primera mano... 

Suspiras profundamente y tomas una decisión. Sabes que no puedes permitirte seguir jugando y arriesgar todo el dinero que ganaste. Después de todo, es una casa de juego, no regalan el dinero. Las señoritas no dejaron de sonreirte ni siquiera con tu suerte inicial, pues sabían que tarde o temprano la Casa ganaría.

—Gracias por su visita. Esperamos volver a verle pronto. ¡Que tenga un buen día!

Recuperas tus armas del guardia de la puerta y sales del lugar, sintiéndose aliviado por haber tomado una decisión sabia. Aun debes encontrar una forma de conseguir el dinero que necesita para tu billete en la diligencia, pero sabes que no puede depender del juego para conseguirlo.

Te detiene en la entrada del callejón, pensando en el siguiente paso. Tal vez debas intentar conseguir trabajo o pedir ayuda a algún conocido. Sabes que tiene que encontrar una solución pronto, pero por el momento, decides caminar por las calles de la ciudad, observando a su alrededor y estando alerta ante cualquier peligro que pueda aparecer.

169

Caminas abatido hacia la estación de diligencias. A lo lejos ves la puerta este de la ciudad. Esperando debajo de ella está la diligencia con destino a Durenor. Tus pensamientos te inundan la mente: debes ir a Port Bax, el futuro de Sommerlund depende de ello. Te deslizas junto al vigilante y montas en la diligencia sin que te vea. Cuando se acerca el momento de partir, otros cinco pasajeros suben al carruaje y se sientan a tu alrededor. El vigilante cierra la puerta y la diligencia parte hacia Durenor.

No se ha dado cuenta que viajas sin billete.

En esa tarde de viaje charlas con los otros pasajeros y trabas conocimiento con ellos. No deseas revelar tu verdadera identidad y te haces pasar por un sencillo campesino. Los pasajeros parecen no estar enterados de la guerra que se está desarrollando en Sommerlund.

En el asiento frente al tuyo van dos hermanos que se llaman Ganon y Dorier. Son caballeros de la orden de la Montaña Blanca, nobles guerreros de Durenor que han hecho voto de defender el país de las incursiones de los bandidos del desierto en Tierras Salvajes. Poseen un castillo y tierras cerca de Port Bax.

Junto a ellos se sienta Halvorc, un mercader. Tiene la nariz hinchada y la cara magullada gracias a Lachlan, el señor de Ragadorn. Un pequeño malentendido sobre las tasas que debía pagar le hizo perder su cargamento y casi todo su dinero.

Al lado de la puerta más distante de ti viaja un sacerdote llamado Parsion. Como tú, es de Sommerlund y ha atravesado el desierto en diligencia con destino a Port Bax.

A tu lado se sienta la joven Viveka, una aventurera mercenaria que se gana la vida luchando y prestando sus servicios al mejor postor. Regresa a Port Bax después de haber cobrado por una aventura de la que ha salido triunfante en Ragadorn

Al anochecer, la diligencia hace alto en una posada del camino a Port Bax. El coste de una habitación por noche es de 1 Corona de Oro para los pasajeros de la diligencia y de 3 Coronas de Oro para cualquier otra persona. Cuando te dispones a entrar en la posada, el cochero pide el billete a los pasajeros y es un momento perfecto para hacer uso de tu disciplina de Camuflaje.

El posadero entiende que todo el grupo forma parte del viaje a Port Bax y os concede el precio reducido. La posada está caliente, pero pobremente amueblada. Es el lugar perfecto para el descanso, ya que dormir fuera puede ser mortal por las bajas temperaturas del desierto y serías presa fácil para cualquier carroñero. Miras por la ventana y comprendes que no puedes cazar en las Tierras Salvajes, ese territorio yermo sólo habitan los Szalls, las débiles y cobardes progenies de los Giaks.

Queda un rato antes de irse a dormir. Los otros pasajeros parecen ocupados en sus pensamientos y otros ya subieron a sus habitaciones.

Lobo Solitario no se siente orgulloso de sus últimas acciones, pero el futuro de una nación está en juego... Sabe que ha hecho lo que tocaba hacer... Quizás el Destino le permita en un futuro, pagar la deuda que ahora pesa sobre su corazón.

Al final se llega a una posada de camino, Lobo Solitario se escabulle por el lado contrario de donde está el cochero, ya que el no tiene billete. Usa su habilidad de camuflaje para pasar desapercibido.

Consigue meterse en  la posada y el Tabernero le considera un pasajero más, lo que le permite hacerse con un camastro y comer algo... (comer y dormir, 2 coronas).

Para no levantar sospechas,  mira de juntarse con otros pasajeros. Los dos hermanos parecen gente de cierto estatus. Hombres de armas que bien pueden informar al joven Kai de lo que acontece por estas tierras.

Distinguidos señores, tengo entendido que sois dos fornidos guerreros, conocedores de los peligros que acechan en estas tierras. Yo tengo la imperiosa necesidad de llegar a Port Bax, pero desconozco tales contratiempos y que me puedo encontrar en estas Tierras duras... Mi nombre es Logan  Ajostiernos. Bueno es como se me conoce en la aldea. Que se sabe por aquí de los rumores de guerra? hay otros problemas como pillaje? Se puede conseguir empleo como soldado? 

Es que me estoy quedando sin dinero y he de buscar alguna manera de ganar algunas monedas. Que me pueden contar?

Ganon y Dorier se miraron el uno al otro, y luego te miran, evaluando su apariencia y su tono. Después de unos momentos de silencio, Ganon habló:

—Bienvenido a Tierras Salvajes, Logan Ajostiernos. Es cierto, somos guerreros de la Orden de la Montaña Blanca, y hemos dedicado nuestras vidas a defender a nuestro país de los bandidos del desierto. La guerra estalló hace poco y las Tierras Salvajes es una zona delicada. Port Bax es una ciudad importante, ya fue atacada varias veces. Pero nuestra orden ha logrado mantenerla a salvo hasta ahora.

Dorier asintió, agregando:

—Hay otros problemas además del pillaje. Los monstruos salvajes vagan por estas tierras, y hay rumores de que un poderoso hechicero ha despertado en el desierto y está reuniendo un ejército. Los trabajos como soldado están disponibles, pero ten en cuenta que es un trabajo peligroso.

Ganon continuó:

—Si necesitas ganar algo de dinero, podrías unirte a nuestra orden. Necesitamos hombres valientes para ayudarnos en nuestras misiones. Nosotros luchamos por la justicia y la protección de nuestro pueblo. Si estás dispuesto a unirte a nuestra causa, podemos enseñarte cómo luchar y cómo servir a nuestro país.

Dorier asintió de nuevo, añadiendo:

—Pero si lo que buscas es algo más rentable y menos peligroso, hay trabajos disponibles en Port Bax. Como dice mi hermano, la ciudad ha estado bajo nuestro cuidado, y hay muchos empleos para mantenerla funcionando.

Después de un rato más de habladurías, Ganon y Dorier subieron a su dormitorio y tú hiciste lo mismo. Mañana había que despertarse temprano para continuar el viaje lo antes posible. Pasaste unos minutos más pensando sobre la conversación que acababas de tener y los rumores de los guerreros en esa orden, tan armados como educados y con la prohibición de contar mentiras.

280

Duermes profundamente sin ser molestado hasta que al amanecer te levantas, recoges tu equipo y te reúnes con los otros pasajeros, que ya están subiendo a la diligencia.

Durante dos días y dos noches, la diligencia sigue la ruta comercial a través del desierto, llano y sin árboles. Sólo se detiene para que el conductor duerma. Ganon y Dorier se prestan a más conversación para matar el rato.

En la mañana del quinto día de tu expedición sucede un desafortunado accidente.

La diligencia avanza por un tramo muy estrecho y sinuoso del camino de la costa bajo altos y sobresalientes acantilados. Un desprendimiento de rocas ha bloqueado el camino y es menester despejarlo. Estás ayudando al cochero a retirar del camino un gran peñasco cuando oyes el ruido de un nuevo desprendimiento. Una enorme piedra se desprende del prominente acantilado y mata al cochero sin que puedas hacer nada para salvarle. Estaba a escasa distancia de ti cuando ha encontrado la muerte.

Despacio, uno a uno, van apareciendo los demás pasajeros y miran espantados al cochero muerto.

—Tenemos que enterrarle -dice el sacerdote.

Asientes en silencio y preparáis una fosa donde inhumáis el cadáver. Cuando todos volvéis a la diligencia, discutís lo que debería hacerse.

—Conozco el camino a Port Bax. Será mejor que yo conduzca la diligencia —se ofrece Halvorc.

—Espero que no nos acusen de la muerte del cochero —dice el sacerdote nerviosamente.

—Ha sido un accidente —replica Dorier.

—Y yo lo testificaré —añade Ganon—. Los caballeros de la Montaña Blanca nunca mienten.

Es cierto que en Durenor un auténtico caballero sólo dice la verdad, sea en su propio provecho o perjuicio. Las palabras de Ganon parecen tranquilizar al sacerdote y pronto la diligencia se pone de nuevo en marcha camino del este. Al anochecer llegáis a una estación de diligencias en un pequeño pueblo costero llamado Cala Gorn, habitado principalmente por proscritos, ladrones y Szalls.

Los habitantes del pueblo reciben con grandes sospechas la noticia de la muerte del cochero, pero las palabras de Dorier les convencen de que fue accidental.

En el pueblo sólo hay una posada, una fonducha conocida con el nombre de «La Esperanza Perdida». Su estado de abandono es típico de todos los tugurios de ese mísero poblado de la costa. Una habitación por una noche cuesta 1 Corona de Oro.

Tras dormir a pierna suelta, tocó madrugar y proseguir el camino... Todo fue normal durante uno o dos días más. La relación con los 2 hermanos era fluida, y el cochero ya no parecía sospechar nada.

Al quinto día el infortunio se cruzó en el camino de la diligencia. Un fuerte desprendimiento cortaba el paso en un lugar verdaderamente estrecho.

Lobo Solitario se prestó a ayudar para liberar de rocas el camino, y junto al cochero fueron aclarando el camino. De pronto un ruido...

Cuidado, salte!!! otra avalancha de ro... 

El joven Kai se apartó con agilidad, pero le fue de un pelo. Al cochero no le fue tan bien y el guerrero de la capa verde nada pudo hacer por él. Una enorme piedra le había alcanzado y restaba debajo de ella con el pecho aplastado.

Fueron llegando el resto de pasajeros a la zona y contemplaron la desgracia... El sacerdote que nos acompañaba declaró que debíamos enterrarle. Asentí.

Preparamos una tumba y le dimos el reposo que todo hombre de bien merece. 

Déjenme poner unas cuantas piedras sobre la tierra removida. Eso evitará que las alimañas y carroñeros lleguen al cuerpo desenterrándolo. 

El sacerdote dijo unas palabras. Luego dilucidamos quien iba a ir manejando el carruaje. 

Si les parece bien yo iré en el pescante junto a Halvorc, vigilando.

Al final llegaron a una posada bastante desvencijada, pero era la única... El poblado era poca cosa y a parte de picaros, ladrones y supervivientes poca cosa más... Fueron suspicaces sobre la forma de morir del cochero, aunque la palabra de los 2 caballeros fue suficiente para que aceptaran la explicación...

Lobo Solitario se hizo con una habitación (314)... Sus reservas de coronas estaban bajo mínimos, debía pensar en las oportunidades delas que le hablaron los dos caballeros...

314

El posadero es un viejo delgado con un solo ojo. Te entrega una llave y te señala una galería al fondo:

—Puerta roja con el número 2 —te indica.

Los demás pasajeros pagan cada uno 1 Corona, recogen la llave y cruzan la concurrida taberna hacia las escaleras.

—Tenemos que hacer planes para mañana -dice Dorier. Los otros asienten—. Sugiero que nos reunamos aquí, en el bar, dentro de una hora para decidir lo que hemos de hacer.

Al cerrar por dentro la puerta roja de tu habitación, por alguna razón desconocida te vienen a la memoria las palabras del capitán Kelman cuando salisteis del puerto de Holmgard:

"Alguien nos ha traicionado vilmente y el enemigo ha puesto ya en marcha sus planes para hacer fracasar tu misión".

Ha transcurrido casi una hora cuando tus pensamientos se ven turbados por unos golpes dados en la puerta. Es el posadero que te trae una bandeja con comida caliente.

—Con los saludos de un amigo suyo —dice, y se va antes de que puedas preguntarle de quién se trata.

La comida despide un olor de lo más apetitoso.

Caza

A pesar de que es imposible aprovecharte de tu disciplina Caza en las profundidades de las Tierras Salvajes para tomar alimento, te sirve para no confiarte del plato que te acaban de ofrecer.

La comida despide un olor delicioso, pero descubres dos o tres gotas de un líquido transparente en el borde del plato y otra en la bandeja. Al principio crees que es sólo agua, hasta que tocas las gotas y notas que son viscosas. Reconoces el líquido: es la savia del árbol de gnadurn, un veneno mortífero que usan los asesinos porque no sabe ni huele a nada. La sorpresa de tu descubrimiento pronto se convierte en furor y sales precipitadamente de la habitación decidido a descubrir la identidad de tu enemigo.

Cuando llegas a la taberna, los demás viajeros ya están sentados alrededor de una gran mesa, esperándote.

Al acercarte a ellos piensas que entre ellos debe de encontrarse tu frustrado asesino. Barajas las posibilidades valorando la experiencia que has tenido con ellos y las palabras de Kelman. Uno de ellos es tu enemigo y decides atacarle sin ponerle sobre aviso. Estudias cuidadosamente a tus compañeros de viaje antes de decidirte.

Debes decidir sabiamente y con determinación...

Amanece y me sorprenden con un "servicio de habitaciones" que para nada es habitual en una fonducha de esta calaña.

El plato de comida huele muy bien y el hambre tienta a darle un buen uso, pero mi instinto y conocimientos, me hacen notar que algo no es normal... Hay gato encerrado.

Investigo meticulosamente el plato y me doy cuenta de que han vertido un tipo de veneno muy caro. Mortal, incoloro e inodoro... No se ha podido conseguir en el desierto, si no mas bien en tierras con arboles y verdes.

No existen las casualidades... Un ataque al barco donde iba, un ataque a la diligencia donde voy y ahora un intento de envenenamiento... Alguien se está tomando muchas molestias en lugar de lanzar un ataque abierto contra mi...

Lobo Solitario concluye que el enemigo está en el propio grupo de la diligencia...

Se me ha ocurrido una forma de cazar al asesino... Le diré al cocinero que ponga otro plato idéntico al mío en la mesa donde están todos sentados. Les diré que hoy es mi aniversario y que alguien me ha obsequiado con este magnifico desayuno y lo quiero compartir, pues siempre en mi casa era lo que se hacía en un día señalado como éste.

Estoy seguro que todos lo agradecerán y lo celebraran conmigo, todos menos uno... que pensará que es el plato que me ha enviado... Ese ha de ser el asesino...

Lobo baja en silencio y entra en la cocina, con su camuflaje evita ser visto por sus compañeros de viaje.

Posadero, callad y escuchad o lo vais a lamentar. Ahora mismo vais a ponerme otro plato como el que me has servido a mi en la habitación. Mantendrás la boca cerrada si no quieres que te rebanen la lengua. 

Lobo Solitario aparece en el comedor con su (nuevo) plato de comida e invita a todos a comer...

Vamos amigos, hoy es un gran día, cumplo un año más de vida. Celebremos aunque modestamente mi suerte, ayer estuve a punto de morir. No pueden negarme esto, por favor... os lo ruego a todos!!!

Salud!!!

Cuando llegaste con los platos de comida, todos te miraban con cara de pocos amigos. Querían largarse de allí lo antes posible y tú eras el último que terminaba por aparecer. Dormir en este lado del mundo era muy inquietante, con bajas temperaturas por la noche y ardientes nada más despertar. Además, no podían quitarse de encima que estaban en un lugar de malhechores que en cualquier momento asaltarían en un descuido. Se les veía alerta a cualquier movimiento.

Aunque serviste la comida encima del tablero, permanecieron en silencio, se les veía incómodos ante tu ofrecimiento.

—Je, je, je... JE, JE, JE —la risa de Halvorc, el mercader, resultó frenética. Todos le miraron, cada vez reía más alto. Parecía como si escondiera algo y hubiese sido descubierto. Entonces lo sacó—. Y yo que pensaba que la vianda sería mi última comida del día... —en su mano tenía un alimento envuelto en un trapo de cocina y firmado por su esposa—. Muchas gracias por la invitación, señor Ajostiernos.

No sabes lo que significaban esas palabras y los demás tampoco le respondieron. Solo miraban su plato, cansados. Parecía que no tenían apetito.

—Yo pensaba —murmuró Viveka, la merceraria—, yo pensaba... —y se volvió hacia ti de un giro inesperado, mirándote duramente los ojos. Te pareció que agarraba su espada y...—. ¡Yo pensaba que en Sommerlund todos invitan al cumpleañero! Toma, no puedo aceptarlo, toma... —te ofreció las monedas que había costado su comida.

Los demás no dijeron nada, pero sí lo agradecieron en silencio. Aun así, la incomodidad perduró un largo rato más. Todos se miraban entre sí y luego a ti. Parecía que ninguno quería dar el primer plato. Entonces, uno de los valientes caballeros de la Orden de la Montaña Blanca se atrevió a hincar el cuchillo y llevarse la comida a la boca.

—¡Hermano, no! —gritó Dorier a su hermano Ganon, que se quedó paralizado con la carne a escasos segundos de sus labios—. ¡No comas! No puedes comer de este plato...

Dorier quedó en el punto de mira, nadie, ni siquiera su hermano Ganon sabían a lo que se refería.

—¿Por qué, hermano? ¿Por qué no debería tomar de este plato? Recuerda la orden, no debes contar mentiras...

—Yo... Yo he recordado algo... Algo importante... —en vez de decirlo, daba rodeos, ¿qué estaba ocultando?—. ¡Hermano, debemos bendecir la mesa! ¡Una invitación no es excusa! ¡Por los dioses, por el Rey, por Sommerlund!

Esta vez todos rieron y antes de que empezaran a comer dejaron que los caballeros bendijeran la mesa. Entonces todos y cada uno de los presentes comieron sin reparo. Todos menos uno. El que aun miraba su plato silenciosamente.

—¿Te vas a comer eso? —pregunta el mercader, sentado justamente al lado del sacerdote.

—Lo siento, estoy en ayuno de pan y agua por las fiestas de Fehmarh —y le entregó el plato sin tocar con un ojo puesto en ti.

Sr. Dorier y Sr. Ganon, detengan a este asesino en nombre del Rey - Aquí muestro el Anillo -

Ni es Sacerdote ni cumple el ayuno ya que eso es solo el 1 de abril, tal y como hacíamos en el Monasterio de Kai. Una festividad que conozco bien, pues fue en una de ellas que me nombraron a mi mismo. Mi nombre es Lobo Solitario y soy Guerrero del Kai. Esta es mi capa. A caso ninguno le recuerda comiendo hace 2 días en la otra posada?, que ayuno mas raro no? Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo!!!

El nombre de Logan Ajostiernos era una tapadera, sabía que uno era un traidor y debía averiguar quien era. El y posiblemente algún hombre más nos tendieron la emboscada que acabó con la vida del conductor de la diligencia en lugar de la mia, y por eso luego pidió que lo enterráramos. No era por caridad...

Estoy aquí de incognito y este hombre a intentado matarme varias veces desde que salí del Palacio Real. No solo eso, le acuso de quemar un barco, El Cetro Verde y acabar con la vida de todos los integrantes, incluido su capitán, el Sr. Kelman, el cual tenía ordenes precisas de donde debía de llevarme... pero eso ya lo sabias tu, verdad maldito traidor? Pudiste salvarte del mecanismo de esa aguja venenosa? Claro para alguien ducho en el uso de los venenos, como el que has puesto en el plato de comida...

Luego me perdiste la pista y creías que habías cumplido tu plan... Estoy seguro que los Señores de la Oscuridad no estarán satisfechos con tu cadena de errores...

Siii, es por eso que se ha negado a comer!!! Posiblemente aun tenga algun vial entre sus pertenencias con las pruebas pertinentes, y sino, estoy seguro que el posadero de este lugar, estará más que dispuesto a salvar su cuello señalando a quien  puso el veneno en el plato... POSADERO VEN YA!!!

Ni se os ocurra moveros Parsion, o ni un juicio justo vais a tener!!! - Le digo al perro amenazándole con mi arma que ya tengo en la mano -

Antes de que pueda hacer nada ya le ataco con el Ataque Psíquico para dejarlo aturdido hasta que los Caballeros actuen (158).

Tengo muchas ganas de daros de comer del plato que tan gustosamente me preparasteis, Parsion.

Tranquilos amigos, estos que he traído no contienen la sustancia, ya me he encargado de comprobarlo en la cocina... Halvorc podéis consumir el plato de Parsion, es tan inofensivo, como el inepto.

Por cierto un veneno mortal, imposible de conseguir en las Tierras Salvajes. Precisa de un árbol en concreto, extraerle su sabia que es incolora e inodora y solo crece en zonas verdes... Bastante caro...

158

Todos cambian sus rostros cuando comienzas a hablar y todo pareciera que estabas contando una historia de la mejor actuación. Ya no sabían si eras agricultor, soldado o un figurante. En el momento que sacaste el sello del Rey, los caballeros se sorprendieron.

 —Oh... Es un sello real. Sí —dice Dorier sorprendido—. Tenemos ante nosotros otro hombre de palabra.

—Entonces, ¿la roca no fue un accidente? —preguntó Ganon—. ¡Entonces testificaré al culpable!

Mientras Halvorc cogía el plato de comida, Viveka detectó el movimiento del sacerdote, quien no parecía sorprendido que dedujeras todos sus movimientos.

El sacerdote sacó una espada negra de debajo de su vestimenta y saltó hacia ti.

Parsion: DESTREZA EN EL COMBATE 16  RESISTENCIA 23

• Ganon y Dorier aportan 4 DES y RES después del turno 3.
• Viveka aporta 1 DES y RES después del turno 2.
• Halvorc no lucha, pero puede morir si llegas a la mitad de tu RES (11).
• Parsion empieza con -2RES por hacerle daño con tu ataque psíquico. Aplica.
• Después del turno 5, si no ha muerto aun, conseguís inmovilizarlo.

Tiras D10 y aplicas la columna [-4/-3] hasta que uno de los dos muera. Si no te aclaras, dime por Off y lanzo yo.

Tras la perorata que suelta Lobo Solitario, el falso sacerdote se ve acorralado, pero lejos de sorprenderse, decide intentar acabar con la vida de los presentes, empezando por el Guerrero del Kai.

1º --> 8 = -8 Pv. Parsion (21-8= 13) Vs -1 Pv. Lobo (25-1= 24).

Un rápido movimiento de Lobo Solitario evitó lo peor, eso y el dolor que ya le estaba causando con su Ataque Psíquico. Consiguió esquivar la estocada, recibiendo un simple rasguño, mientras el conseguía asestarle un poderoso golpe en la cabeza.

2º --> 7 = -7 Pv. Parsion (13-7= 6 Vs -2 Pv. Lobo (24-2= 22).

La contienda prosiguió, los compañeros de viaje sin saber como reaccionar ante el intento furibundo del asesino. Éste lanzó un tajo, mientras que Lobo Solitario le distraía vaciándole una jarra de cerveza en la cara y seguidamente le asestaba otro duro golpe en el pecho quitándole la respiración. Por desgracia la espada golpeo la jarra que al romperse le hizo un corte en la mano al joven Lobo.

3º --> 5 = -6 Pv. Parsion (6-6=0) Vs -3 Pv. Lobo (22+1-3= 20).

La ágil mercenaria, fue la primera en reaccionar, y su ayuda acabó por inclinar la balanza. Parsion restaba en el suelo, o muerto o inconsciente (0 Pv), mientras que el joven Kai recibió otra leve herida. ninguna tenía mucha gravedad, pero ese malnacido le había conseguido alcanzar 3 veces...

Bien, creo que lo propio será registrarle, aunque realmente sus actos demuestran su culpabilidad tanto o más que mi alegato.

Os debo pedir disculpas al resto por esconder mi identidad, pero era imperioso que mi viaje fuera en el más estricto anonimato. El destino de Sommerlund depende de ello. Puedo contar con vuestro silencio como ayuda?

He perdido casi todo mi dinero, la armadura y el escudo por el arduo camino, pero sigo con vida y la misión sigue su curso!!!

Viveka, si pudiera te contrataría para que me ayudaras. Los dos hermanos ya tienen bastante trabajo defendiendo estas Tierras. Y tu Halvorc, tendrás conocidos en Port Bax que quizás puedan ayudarme? Ese plato extra de comida, bien lo vale no? jejeje

220

Al registrar el cadáver descubres cuanto necesitas para demostrar que era él quien ha intentado asesinarte. 

- En sus bolsillos encuentras un frasco medio vacío de savia de Gnadurn, el mortal veneno introducido en tu comida.

- Tiene también un pergamino escrito en giak, en que se especifican los detalles de tu esperada llegada a Port Bax. Debe de haberte localizado en Ragadorn y tramado allí su plan asesino. Decides recogerlo y sumarlo al que ya tienes.

- Adviertes que el arma que lleva es una espada de los Señores de la Oscuridad, forjada con acero negro en los hornos de Helgedad, la ciudad infernal de los Señores de la Oscuridad situada al otro lado de la cordillera Durncrag. En todo el vasto Magnamund sólo allí puede fabricarse acero negro. Decides dejarlo, pues serías reconocido como enemigo.

- Pero la prueba definitiva de su verdadera identidad es la serpiente tatuada en su muñeca derecha. Los maleantes del puerto que intentaron matarte antes de tu partida de Holmgard llevaban exactamente la misma señal.

Su bolsa contiene 23 Coronas de Oro.