Partida Rol por web

La Mano / Torre Vigía
Horario: Noche

Buho Sabio se sitúa bajo la trampilla. Junto a él, Águila y Zorro se preparan para subir mientras Serpiente desciende unos metros por la escalinata para no resultar afectado por la onda psíquica que va a desatar su compañero.

Os miráis entre si, contando en silencio para actuar coordinados... y en el mismo instante en que Buho desata su poder, Águila y Zorro empujan hacia arriba la trampilla con todas sus fuerzas, que se abre de golpe, y ambos salen al piso superior para descubrir...

La Mano / Torre Vigía
Horario: Noche

... cómo uno de los vigías ha caido al suelo, inconsciente, pero el otro resiste, y se lleva a los labios un cuerno con el que se dispone a dar la alarma...

¡NO!

¿Lo detendréis a tiempo?

La Mano / En la cima de la Torre Vigía
Horario: Noche

Águila Certera se lanza hacia delante como una centella, saliendo de la trampilla con un salto que acaba con su bota incrustada en la boca del estómago del vigía, que de pronto se encuentra sin respiración y se encoge sobre sí mismo para encontrar la rodilla del Señor del Kai golpeándole la cara.

Inconsciente antes de tocar el suelo, el vigía se derrumba sobre el suelo de piedra.

Una vez el peligro ha pasado, los cuatro subieron a lo alto de la torre, a cielo abierto en mitad de la noche. Sobre ellos, un enorme pevetero es la base para una majestuosa llama que cambia de dirección con el viento y puede verse a cientos de kilómetros de Ciudad de Ruanon.

Y abajo, toda La Mano se encuentra a sus pies...

La Mano / En la cima de la Torre Vigía
Horario: Noche

Desde lo más alto de la Torre Vigía, los Señores del Kai contemplaron una vista privilegiada de toda la Fortaleza, y, más allá de sus muros, la Ciudad de Ruanon se veía lejana y minúscula.

Mientras Zorro Plateado se dedicaba a maniatar y amordazar a los insconscientes vigías, el resto fijaron su vista abajo, ayudándose de unos catalejos que hacían que nada pudiese escapar a su visión.

Allá, en la ciudad, cientos de luces tililantes mostraban la multitud que se había congregado en la plaza ante la Catedral de Ishir para rezar por la recien fallecida Suma Sacerdotisa.
Dayia había sido una de las razones por las que los Señores del Kai habían vuelto a Ruanon, ya que en el Bosque de Espinas descubrieron pruebas de que entre la Suma Sacerdotisa y el Maestro Lobo Gris hubo una estrecha relación. Pero ahora todo lo que pudiera haber sabido Dayia se ha perdido con su muerte.

Más allá de la Catedral, pero dentro de la ciudad, podían ver el Acuartelamiento de los Caballeros de Ruanon, dentro de cuyo recinto amurallado se veia gran actividad militar, como si estuviesen preparando algo, pero ¿en mitad de la noche?
Recordaron que el clan de bandidos montañeses que les atacaron en el Bosque de Espinas estaban bajo ordenes de un caballero de Ruanon, por lo que sabían que sería peligroso confiar en ellos.

Así que sus pasos les llevaron de nuevo a la fortaleza de La Mano, donde buscaban pruebas de la siniestra conspiración que se estaba fraguando en la Baronía.
Desde su ventajosa posición, podían ver las rondas de los arcabuceros por las murallas exteriores e interiores. El cuerpo de arcabuceros era un grupo de élite de los Caballeros de Ruanon, y los Señores del Kai sabían que habían recibido ordenes de disparar primero y preguntar después.
Aparte de ellos, la guardia de la fortaleza patrullaba en escuadras el interior y los patios con lámparas de aceite, y todas las zonas exteriores habían sido salpicadas de peveteros ardientes y antorchas para evitar que la oscuridad pudiese servir de ayuda para ocultarse.

La Torre de la Guardia, convertida en el cuartel general de los arcabuceros, se veía iluminada desde su interior y bullendo de actividad, con arcabuceros y guardias entrando y saliendo. Más arriba, en su cima, los Señores del Kai sabían que estaba la prisión mágica donde se retenía a un Helghast, uno de los servidores de los Serñores de la Oscuridad. Un ser que les había proporcionado información reveladora por algún oscuro propósito.

En otro extremo de La Mano, otra de las torres se encontraba iluminada: La Torre de la Biblioteca. A través de su techo acristalado, pudieron ver que en su interior las lámparas seguían encendidas, a pesar de que la Gran Biblioteca se suponía que cerraba sus puertas de noche.

Debían tomar una ruta cuanto antes. Los Señores del Kai miraron a los vigías inconscientes, sabiendo que tarde o temprano vendrían a relevarlos y la guardia descubriría que algo había pasado.
El tiempo de que disponían era limitado, así que había que aprovecharlo bien...

Águila mira la torre de la biblioteca con el ceño fruncido.

Parece que es el sitio más apropiado para encontrar una respuesta...

Serpiente Silenciosa asiente, aferrando bajo su capa el libro que encontraron en el refugio de Lobo Gris.

Parece la mejor opción que tenemos.

La Mano / Torre Vigía
Horario: Noche

Los Señores del Kai abandonaron la cima de la Torre y, a través de la trampilla, accedieron al interior de la edificación, descendiendo por la escalinata de piedra hasta la base de la Fortaleza...

La Mano / Interior del Palacio
Horario: Noche

Silenciosos como gatos negros acechando en las sombras, los Señores del Kai se internaron de nuevo por el laberinto de pasillos y salas del interior de La Mano, evitando a varias patrullas de la guardia en su ruta hacia la Torre de la Bliblioteca.

Aunque la complicada estructura del interior del palacio estaba diseñada para confundir a una fuerza enemiga que penetrase en su interior, ese mismo diseño intrincado ofrecía muchos lugares donde esconderse y ocultarse, y precisamente esa debilidad estaban explotando los Señores del Kai para moverse sin ser detectados.

La Mano / Interior del Palacio
Horario: Noche

Ya faltaba menos para llegar a la Torre de la Biblioteca, pero los Señores del Kai sabían que el problema de esta torre era que su único acceso era a través del patio exterior. Por eso el pasillo por el que caminaban conducía a una salida a dicho patio, una puerta doble de madera reforzada con bandas de metal.

Sin embargo, al llegar allí comprobaron que la puerta estaba cerrada con llave, y aunque sin duda podrían forzar la cerradura, eligieron no dejar rastro de su presencia y tomar otra opción. En el pasillo había unos ventanales que daban al patio, de manera que subiéndose unos encima de otros formaron una especie de torre humana que permitió a Águila Certera llegar hasta el ventanal y abrirlo con suavidad.

Asomándose un poco, el Señor del Kai estudió la situación.

El patio estaba desierto, pero habían colocado peveteros encendidos que proporcionaban demasiada iluminación para su gusto. El acceso a la Torre de la Biblioteca, en lo alto de una pequeña escalinata, estaba abierto, pero dos guardias vigilaban la entrada. Además, en lo alto de la muralla pudo ver a un par de arcabuceros haciendo la ronda por esa sección.

De nuevo en el suelo, reflexionaron que si se decidían a entrar en la torre, el aproximarse por el patio era muy peligroso porque con toda seguridad los guardias y los arcabuceros les verían (el patio estaba demasiado desierto y demasiado iluminado).
Sin embargo había otra posibilidad: A través del ventanal al que habían accedido había una estrecha cornisa que discurría en posición horizontal. Avanzando por ella con cuidado, era posible moverse pegado a la base de la torre, justo por encima de los guardias hasta llegar encima de la entrada. Además, la cornisa quedaba en sombras para los arcabuceros de las murallas de arriba.

Pero había un problema: para entrar desde ahí a la Torre deberían deshacerse de los guardias, aunque sabían que si los hicieran desaparecer, los arcabuceros se darían cuenta pronto que la Torre estaba sin vigilancia y darían la alarma.

Si pudiesen distraerlos de su puesto un momento, podrían descolgarse desde la cornisa justo encima de la entrada y acceder a la Torre sin ser vistos... pero ¿cómo hacerlo?