Partida Rol por web

-¡Por favor, William, no te pongas así! Es un comentario. Y sí, espero que no sea necesario repetirlo.

Me giro hacia Kassius.

-Tu idea me parece realmente buena, podemos ir a la granja que vimos antes de llegar a la de McGuffin. Parecía cerrada, pero en buenas condiciones. De todos modos, por lo que él dijo, debemos estar preparados para encontrarnos con cualquier McAllan en cualquier parte. Quizá incluso en la propia granja del pobre Patton...

Brenda, te remito a tus notas:

Hermanos de Liam: seis.
Granjas: siete, tres en el lado de Patton, cuatro el el otro.

Piensas que el razonamiento de Kassius es erróneo. Nadie ha hablado de granjas vacías. Lo cierto es que el viejo Liam tiene seis hermanos y hay siete granjas, las cuentas cuadran.

-¡Esperad un segundo! Acabo de darme cuenta, pero es tan cierto como que me llamo Brenda!. No podemos seguir ese plan! A ver, Kassius, fíjate bien... dijimos que hay siete granjas más la de Patton. Pero los McAllan son siete! Es decir, una granja por hermano. Liam tiene seis hermanos más, recuerdas??

Afirmo rotundamente con la cabeza, estoy hablando con total seguridad. No me equivoco.

-Eso descarta lo de instalarnos en una granja de las de los Mc Allan. O seguimos aquí... o nos la jugamos y vamos a la de McGuffin, ni que sea para ver qué nos encontramos en ella...

No se, deberíamos aprovechar que es de día, que somos libres y vamos armados dice con una pequeña sonrisa para ir ahora a la granja de Mc Guffin, si hay pasma nos echarán y punto, pero mañana a lo mejor no podemos acercarnos mucho a la policía.

Tienes razón, no debemos entretenernos y perder unos minutos que luego seguro que nos resultarán preciosos - muestro mi aprobación ante la idea de moverse - Además, quisiera poder descubrir lo que le ocurrió a Gibson para poder largarme de este pueblucho.

Acabábamos practicamente de llegar y ya estaba harto del lugar. Quería volver a mi casa, y lo único que me paraba a la hora de darme la vuelta e irme era la curiosidad....un gran defecto y a veces incluso peligroso.

-Vamos- digo mientras me pongo de pie con la misma expresión que tenía cuando el poli nos largaba su perorata.

Sin más preámbulos cogéis vuestras cosas y os subís en el coche para tomar la carretera con dirección a la granja de Patton. El día está un poco tonto, entre nubes y claros, con el suelo húmedo por lloviznas intermitentes, aunque muy escasas.

Brenda conoce el camino, por lo que no tardáis más de lo preciso en llegar a la granja siguiendo el camino paralelo al lago, desde el que veis dos de las granjas que supuestamente pertenecen a los Mc Allan.

Al visionar la granja de Mc Guffin os salís del camino principal para meteros en otro, también terrizo pero todavía más estrecho y con más baches. Tras unos minutos dejando a los lados campos de cultivo de diferentes hortalizas y verduras, llegáis a la entrada de la casa de Patton.

A simple vista parece estar vacía, y no se ve nada que haga pensar que hay nadie por los alrededores. La casa es similar a las granjas de alrededor, pero con un poco más cuidada y con un estilo muy escocés. La casa es de muros de carga, con dos plantas y bastantes ventanas. La puerta es recia, de madera, y está tras un porche pequeño pero muy curioso, donde hay un banco de madera con cojines forrados.

¿hay algun sitio en la granja donde meter el coche sin que se pueda ver desde fuera?

Marlowe se baja del coche dolorido de los baches y las suspensiones de ballesta. Delante de la casa mira al rededor para ver si alguien les sigue o vigila. Luego busca laguna ventana o puerta abierta.

Rodeando la casa encontráis una especie de chambao cubierto, el cual parece ser usado normalmente para aparcar la camioneta de Patton. La cual, por cierto, no está. Situáis el coche allí, ya que es un buen sitio y no se ve desde el camino ni desde prácticamente ningún lado.

Philip otea a ver si encuentra a alguien y ve como desde el porche se ve bastante bien el lago, aunque la niebla sólo deja ver la orilla más cercana a unos setecientos metros de distancia. El camino desde la granja hasta el lago está repleto de huertos y plantaciones, así como una barrera de árboles no muy alta a media distancia. No se ven las granjas de los vecinos, ni se ve a nadie que os esté vigilando desde ningún lado.

La niebla no es muy espesa, es más bien bruma, pero a largas distancias se pierde la visiblidad.

Salgo del coche y echo un vistazo a mi alrededor. Conozco el sitio, así que sólo doy una mirada corta al lago. Habrá tiempo para acercarse.

Me voy hacia la casa. Compruebo si la puerta está cerrada, y, si lo está, busco en los alrededores. Un tiesto, una piedra... cualquier sitio donde pueda dejarse una segunda llave por si acaso.

-Estemos alerta- digo a todos apenas dejamos el coche -Después de lo de anoche no me extrañaría ver por aquí a algun Mac Allan buscando lo que sea que tuviera el viejo.-

Efectivamente la puerta está cerrada. Una búsqueda en los lugares más comunes te hace ver que no hay llave en ningún lado.

Os sentís bastante tranquilos. No se ve a nadie ni se escucha nada en el silencio de los campos de cultivo. El día se vuelve a nublar y hay una brisa muy suave y bastante fresca.

Phillip va al porta maletas del coche y rebusca entre su equipo, para terminar sacando una palanqueta de acero de unos 50 cm. Con ella en la mano sonríe al resto y pregunta:

¿Alguien tiene una idea mejor de como entrar? Si uso esto realmente estaremos infringiendo algunas leyes.

Esperad un momento - les indico mientras introduciendo la mano en el bolsillo me acerco a la puerta de entrada. Cuando esta vuelve a aparecer se puede observar una pequeña navaja entre los dedos, la cual acerco a la cerradura.

Me agacho en la entrada, concentrándome en mis movimientos para intentar hacer saltar el pestillo y asi poder abrir la puerta.

Robert consigue abrir la puerta con una habilidad sorprendente. Además, la puerta no sufre daños importantes, aunque cualquier experto sabría que ha sido forzada.

Entráis en la puerta, Philip todavía con la palanca en la mano. La casa parece totalmente normal, como si el dueño fuera a salir a recibiros de un momento a otro. Es una casa amueblada al estilo tradicional escocés, todo con madera y aspecto de ser mobiliario antiguo. Las paredes están desnudas, y pintadas con cal, dandole un aspecto un tanto tosco y quizás algo frío para vuestro gusto.

La habitación donde entráis es un amplio salón, con una chimenea, donde parece que se hacía la comida. Hay una mesa de recia madera con cuatro sillas, y un sillón de madera también al fondo, al lado de una repisa con algunos libros. Hay una puerta a la derecha, que da a una alacena repleta de abastos, principalmente comida, y algunos calderos. También unas escaleras que suben. Suponéis que todos los utensilios y apeos del campo, así como las herramientas y utensilios de limpieza del hogar, estarán en una leñera que habéis visto fuera, junto al chambao que hace de cochera.

Arriba hay tres habitaciones, cada una de ellas con una cama, aunque hay dos pequeñas y una grande. No parece haber nada que os llame la atención en toda la casa, al menos a simple vista.