Partida Rol por web

Mirando el camino por el que desapareció el otro individuo, aprovecho para lavar mi alma ante el señor
Oh Señor Todopoderoso, perdona a estos pecadores, pues tal vez pronto cometamos un acto atroz. Quizás sean adoradoradores del indeseable e inombrable, ¡Ojala! pudiera discernirlo para que guiaras mi mano en estos momentos tan delicados. Espero que comprendas nuestros actos, pues los guian actos bondadosos, y no guiados por la venganza. Debemos destruir ese nido del mal, aunque para eso debamos perecer y hacer que otros perezcan. Amén vuelvo a santigüarme

Cada uno se va para un lado, dejando a Julián solo en el escondite donde os parapetabais. William camina entre la maleza hasta una posición más avanzada, mientras que Kassius rodea toda la arboleda con la intención de entrar en el promontorio donde están las ruinas por detrás. El padre Carras se va, en cambio, en dirección opuesta, en busca del hombre que se perdió caminando hacia el río. Julián, tras pensarlo un par de veces, termina caminando tras el padre, quien espera un poco mientras reza.

Camináis ocultandoos del centinela de las ruinas a través de una especie de vaguada, la cual os cubre enteros a su vista. No hay camino, estáis andando campo a través, pisando un fino césped y con los matorrales típicos de la zona, una vegetación bastante espesa, aunque no muy alta.

El tipo al que queréis seguir se ha perdido de vuestra vista, entrando en un grupo de árboles que hay antes de llegar al lago, de hecho la orilla del agua no la veis en esa dirección. La niebla no es muy espesa, pero la arboleda no os permite ver al tipo. Parece ser que no hay camino tampoco por el lugar donde se ha ido, así que suponéis que el hombre sabe donde pisa, y a donde tiene que ir.

¿Qué hacéis?

Te colocas en la nueva posición sin ningún problema. Ves a los curas caminar en dirección al lago, por una vaguada bien ocultos de los ojos del centinela. La niebla es poco espesa y tienes un blanco perfecto del guardia.

Le das la vuelta a la arboleda hasta entrar por la parte de atrás...

Una vez apostado espero pacientemente hasta que Kassius resuelva la situacion y dispuesto a syudar desde aqui si la cosa se complica.

Ssssssssshhhhht

Te acercas con todo el sigilo del mundo, y cuando estás a punto de entrar en la explanada por la espalda del guardia te das casi de bruces con... otro centinela. El tipo está sentado, semioculto, y salvando esta entrada. Tiene un buen puesto de guardia, y buena visibilidad de todo ese lado del lago, y por si se acerca alguien... como tú.

Por suerte no te ha visto, vas demasiado sigiloso para que pueda verte u oirte, pero entrar va a ser más difícil.

Estás a 20 metros de él que está en el borde de la arboleda, justo en la entrada Este al promontorio. Hay un caminito de casi dos metros entre el talud, o sea, el acantilado, y la espesa arboleda, la cual es practicamente impracticable, y sobre todo si quieres hacerlo en silencio, algo del todo imposible por la maleza seca.

En fin, qué haces??

Sigo al padre carras, mis pasos son lentos pero seguros, sin embargo no lo es el hecho de encontrar a aquel hombre. La niebla me preocupa, la sensación de agobio por encontrarnos en aquel lugar de nuevo, y recordar lo anteriormente vivido me recorre y me aterra... No puedo evitar llevar mis manos a mis extremidades, vuelve el dolor de hace unos días, cuando... cuando... prefiero no recordarlo, se me eriza el vello de los brazos y un escalofrío recorre mi cuerpo.

Agito la cabeza para sacar de ella esas ideas, ese dolor, y agarro con fuerza la escopeta, con toda la cautela que puedo la cargo y trato de ver mas allá de la niebla, pero nada... [ITA]No veo nada... a donde ha podido ir?[/ITA] pregunto en perfecto Italiano al padre mientras me aferro al arma... [ITA]No... no puede andar muy lejos, tengamos cuidado padre.[/ITA]

hay posibiliadad de tirar una granada que afecte a ambos guardias????

Si no,tiro una granada al tio semioculto y preparo a Clark para cuando venga el otro.

Coges la granada con la intención de lanzarsela al tipo que está entre la espesura. Eres muy consciente de que jamás podrás abatirlos a los dos, pues el que tienes a tiro está más cerca de ti que de su compañero. Coges la granada y la lanzas.

AAAArgggggg

La granada cae un metro a la derecha del tipo y explota. El ruido de la explosión se te mete en los oídos, es entonces cuando te das cuenta de que se habrá escuchado hasta en el pueblo, y, sobre todo, en toda la extensión del lago. Todo, el lago.

El centinela está aparentemente muerto, aunque no lo ves bien, pero tu experiencia te dice que es difícil que haya sobrevivido a una granada a esa distancia.

De momento esperas apostado por si se acerca el otro.

Estás atento y apuntando al centinela cuando escuchas el ruido inequívoco de una explosión. Dirías que es algo parecido a una granada, quizás una de las que ha traído Kassius. Cielos, el ruido retumba y te rechinan los dientes al pensar que se habrá oído hasta en el pueblo, y, sobre todo, en toda la extensión del lago. TODA.

El centinela sale corriendo hacia el lugar de la explosión, o sea, hacia el Este. Tienes una oportunidad de abatirlo. ¿Disparas?

Ambos escucháis una explosión procedente de las ruinas. Os tiemblan las piernas al pensar que se habrá oído en todo el lago, en TODO el lago.

¿Qué hacéis?

Apenas me despejo del sonido de la explosión apunto lo más certeramente que pueda y disparo sin dudarlo ni por un segundo.

Tirándome al suelo y tapándome la cabeza con las manos, miro con temor hacia todos lados, esperando ver salir a hombres por de detrás de cada árbol.
Con una mirada inquieta miro a Julian y le enseño la escopeta señalando el lugar que estamos vigilando
Prepárate y ponte a mi lado. No confío en mi habilidad para disparar este trasto, pero por el ruido me parece que tendremos compañía en breve
Luego vuelvo la mirada y, cogiendo el crucifijo que cuelga de mi cuello le vuelvo a besar y a guardarlo dentro de mis hábitos.

Escucháis un disparo por allí por las ruinas, el sonido inconfundible de un fusil.