Partida Rol por web

Han pasado varios meses desde la irrupción del Rey Duende. Después de tu incorporación y la de Aikara en los Caballeros del Ocaso regresasteis a Akihabara. Varias cosas han pasado, y muchas aventuras y viajes habéis hecho juntos.

Aunque te resulte increíble de ver, la relación entre Kenshin y Haru se ha afianzado. ¡Y sorpresa, la foxtail ha dejado de llamar Faely a Faelan!

También Almira está pasando más tiempo con Moziel. A pesar de que aún no se le ha declarado parece que ambos se divierten juntos.

Se han producido todo tipo de eventos. La princesa Rayneshia El-Arte Crowen se ha instalado en Akihabara como embajadora y representante de la Liga de Eastal de Ciudades Libres en Akihabara. Aún no has tenido ocasión de conocerla, pero parece que se ha hecho muy amiga de algunas conocidas como Akatsuki o Marielle.

También estuvo el desagradable incidente del asesino en serio que cometía PKs en plena ciudad, aunque eso os pilló a todo el gremio fuera en una raid con el Concilio de Dragones, donde conseguiste un objeto legendario.

Y tiempo más tarde el incidente de la lluvia de escamas que ponía a dormir a la gente, en el que algunos compañeros fueron los primeros en caer. Os quedasteis para proteger a los afectados, ya que la ciudad ya no tiene protección debido al incidente del asesino en serie.

Hoy es un día apacible, tranquilo. Acabas de despertarte y tras arreglarte un poco decidiste dejarte llevar por el buen olor del desayuno que ha preparado Almira. En serio piensas que esta chica podría conquistar a cualquiera con su cocina.

Imaginas que Faelan estará en su despacho haciendo algo de papeleo del gremio. Y tampoco ves a Hattori ni a Kenshin en el comedor. Las demás chicas te saludan, mientras Moziel dedica una agradable sonata con un laúd.

El tiempo había pasado y varios acontecimientos importantes había ocurrido, Faelan formaba parte de los aliados de confianza de Shiroe y ayudaba a fomentar la buena vida en Akihabara y en lo posible en todo el servidor.

El gremio había adquirido una casa grande donde todos podian vivir juntos, de esa forma se unificaban mas los lazos, aunque yo extrañaba esa pequeña casita en el árbol, había quedado a medio restaurar y quedaba cerca de la actual sede del gremio, aunque también contábamos con una sala en el edificio del gremio, donde Faelan se dedicaba a sus asuntos.

Entre nosotros las cosas iban muy bien, aparte de ayudar a los chicos de niveles inferiores, también compartíamos tiempo juntos, saliendo de paseo o de caza los dos solos, Faelan era maravilloso y apreciaba mucho el apoyo que me brindaba, sobre todo en dias en que mi animo no andaba bien por todo esto de no saber que pasara con el juego.

Con Draken hablaba cada semana, para saber como estaba y como iba su gremio, era un agrado charlar con un buen amigo.

En las ultimas semanas anduve muy distante, algo que quizás a algunos le llamaría la atención, pero salia salir muy temprano y llegar muy tarde a la casa, a Faelan le dije que estaría ocupada con una especialización de Chef, pero aquello no duraría mucho, así que inventaba alguna excusa que me permitiera hacer mis cosas sin problemas.

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Ira había solicitado a los artesanos del pueblo a que la ayudaran a restaurar y arreglar la casa del árbol, usando todos sus ahorros para eso, también salia a farmear algunos componentes que le iban solicitando, en mas de alguna ocasión Draken le ayudo a conseguir alguno, el único que podría guardarle el secreto. La casa ya estaba prácticamente lista y solo faltaban algunos detalles y cuando por fin los artesanos terminaran, le contaría a Faelan de sus planes, solo esperaba que a él le pareciera una buena idea.

Esta mañana salí apresurada, al pasar por el comedor para ir a buscar un bocado para comer en el camino, salude a los chicos.

-Almira me llevo un bollo, que voy apurada, no me espereces a cenar, llegare tarde- le dije a la kannagi mientras salia por la puerta.

Debía conseguir unas piezas de tela para que un sastre hiciera las cortinas de la casa y algunos tintes para hacer la pintura del interior, era otro día donde nadie le veía ni el rastro a la hechicera.

Apresurada y tras excusarte vas al mercado a por telas para las cortinas.

Como es habitual la calle comercial está repleta de gente y puestos, y te has cruzado con muchas jugadoras de West Wind Brigade, el gremio del popular Soujiro Seta.

Empiezas a buscar un puesto de venta de telas pasando a través de la gente, y por fin encuentras uno. Pero justo allí ves a dos caras conocidas: Kenshin y Hattori. ¿Qué diablos hacen allí ellos dos?

Apenas logro divisar a los chicos me detengo dudando un poco en si seguir o no, pero vamos, no me van a intimidar esos dos, así que como si los ignorara me acerco al puesto a mirar también.

-Vaya, vaya, veo que temprano han salido de compras, ¿en que andan chicos?- pregunte con un tono normal, mientras observaba algunas telas que pudieran servirme, simplemente era otra clienta mas, que necesitaba telas para ropa nueva.

Aunque claramente no compraría la cantidad que necesito mientras ellos estén ahí, quedaría en evidencia de inmediato, unas cortinas necesitan mucho material.

Ambos se giran al escuchar tu voz, y Kenshin parece especialmente sorprendido.

 ¿Ira? Bueno... esto... nosotros solo cotilleábamos... - comenta ruborizado.

Se ríe Hattori.

 Estos jóvenes, bendita juventud - se cambia de lado el palillo que sostiene en la boca - Chico, ella es mujer, podrías pedirle consejo. Yo solo puedo decirte lo que quizás podría gustarle a mi hija, pero más allá de eso no sabría decirte. Soy un vendedor de noodles, no sastre.

Kenshin reflexiona un poco y, decidido, se acerca a ti.

 Quiero regalarle a Haru un vestido para su cumpleaños, y estaba mirando telas pero... ninguno de los dos tenemos mucha idea de qué podría ser ideal para un bonito vestido para salir. ¿Podrías ayudarnos?

Al escuchar la explicación de Hattori, hice una mueca con la boca, estaba algo sorprendida por el gesto de Kenshin y me pareció tierno, me acerque al muchacho y mirando algunas telas le comente.

-Bueno, no es que tenga el mejor gusto, de hecho suelo vestir los ropajes del juego según mi clase y veras que bueno, muy cubridores no son- hice un reclamo a las vestimentas de las hechiceras, que dejaban bastante piel a la vista.

-Este rosa es hermoso y aquel con flores de cerezo también, hay otros estampados muy femeninos...- hizo una pausa y miro unos cuantos puestos mas allá -¿Piensas regalarle la tela para que ella se lo confeccione?, por doblando la esquina haya un puesto de una chica que es costurera y tiene vestido ya hechos, quizás ahí puedas encontrar alguno perfecto para Haru- le comento bastante convencida de que ahí encontrara lo que buscaba, de igual forma necesitaba algo de "espacio" para ver mis telas o llegaría tarde a la casa del sastre.

-Por cierto Hattori, ¿cuando es el cumpleaños de tu hija?- comprarle un obsequio no estaría nada de mal, finalmente eramos familia ahí.

Kenshin presta especial atención a la tela con flores de cerezo.

 No, pensaba ir a un sastre para que lo confeccionara, iba a ir precisamente a la que me comentaste después de mirar las telas.

Preguntas a Hattori por su cumpleaños.

 Es dentro de poco más de una semana, este 23 de abril.

-Me lo apunto- comente respecto al cumpleaños.

-Bueno chicos, me voy por ahí a hacer mis cosas, nos vemos por la noche, adioos- simplemente me marche, si Kenshin se pasaría la vida eligiendo telas, se demoraría un montón, así que fui a ver los tintes, ademas debí ir a buscar unas bayas afuera del la ciudad para que las mezclaran e hicieran ese tono lila que quería -necesitare muchas- comente desanimada, hoy seria un laaaargo día de farmeo.

Por fin había llegado a puesto de las tintas, le pregunte al artesano por mi pedido.

-Buen día Kuga- un joven de no mas de 25 años era el encargado de ayudarme con esa tarea.-¿Que tal hoy?, ¿como vas con mis tintes?, hoy reúno las bayas que nos faltan-

Kuga está concentrado en examinar una mezcla cuando te escucha hablar. Se gira, mostrando su cara manchada de tintes.

Kuga: Oh, hola Ira. Sí, tu pedido va bien, si me entregas las bayas lo tendré todo terminado para dentro de... ¿4? No, 3 días. En 3 días estará todo.

Kuga esboza una amplia sonrisa, enseñando sus grandes incisivos.

Eran excelentes noticias, agradeció a Kuga el esfuerzo y siguió su camino, necesitaba cuanto antes esas bayas.

Todo iba bien, los tiempos estaban contemplados y parecía que dentro de una semana podría estar lista la casa, ya casi pasaba un mes de toda esta reforma y apenas había visto a Faelan, un pequeño vació en el estomago le indicaba que lo extrañaba, se quedo pensativa un momento y mientras caminaba hacia la salida del pueblo, se animo a llamar a Faelan, espero a que contestara, quizás estaría ocupado.

Llamas por el chat privado a Faelan, y éste no tarda en responder.

 "Buenos días, Ira. ¿Qué tal el día?"

-Muy madrugador, la verdad, con todos estos cambios nuevos y las nuevas responsabilidades, los días pasan volando y tu, ¿como vas?.-

-¿Estas muy ocupado?, quisiera que me acompañes a farmear unas bayas, necesito muchas y 2 manos son mejor que una-

 Bien, un poco aburrido. Pensaba salir con Shinji para pasar la mañana pero se fue repentinamente con Hattori. Aikara ha salido con Haru a no sé qué cosas de chicas y Moziel dijo que quería visitar a Almira. Solo está aquí Gael, pero él ya está entretenido leyendo libros - le propones ir a farmear bayas - Por supuesto, te agradezco que me lo ofrezcas, me muero de aburrimiento. Además me apetece pasar el rato contigo.

-Bien, estoy en la entrada de la ciudad- le envié invitación a party para que supiera mi ubicación. -Debo conseguir mínimo 1000 morabayas, antes de medio día, así que nos divertiremos, cerca de un lago hay bastantes y llevo algunas raciones por si quieres descansar luego ahí y comer algo, he preparado unas galletas maravillosas- le comente muy animada, por fin lo tendría para mi solo después de días ocupado.

Espere a que llegara, me acerque rodeando mis brazos por su cuello y le bese -Sr. Lider, por fin puedo robármelo un poco, hemos estado muy ocupado estos días y apenas nos vemos, te he extrañad bastante- le dije en un tono mas bien seductor. 

Después de los saludos y demostraciones de afecto, ambos se fueron cerca de aquel lago, tranquilamente recolectaban bayas y mataban alguna que otra criatura, mientras charlaban amenamente.

-¿Que te ha tenido tan ocupado?, noto que has pasado algo de tiempo en tu despacho mirando documentos, ¿Shiroe, te ha encargado algo?- pregunte algo curiosa.

 ¿1000 morabayas? ¿Qué clase de receta mística o legendaria pide eso? Me tendrás que contar cuando eso. Pero vale, parece divertido el plan, te veré allí.

Cuando os reunís Faelan corresponde al beso con ternura.

 ¿Tan ocupado he estado? Lo siento.

Una vez en el lago, mientras farmeáis las bayas le preguntas.

 En parte es por algo que me pidió Shiroe, pero no es nada tan absorbente. Lo que más me preocupa es pagar el préstamo que pedí para pagar la base. El gremio debe 5 millones, y si bien vamos bien de plazos por el momento estoy viendo que podríamos pasar por dificultades - se muestra bastante serio, pero se esfuerza por esbozar una sonrisa - Oh, lo siento. Si no te lo he contado antes era por no preocuparte. Es algo que debo solucionar como maestro del gremio. No te preocupes, lo arreglaré como sea.

Al escuchar lo de la deuda, no pude sentirme peor, yo pensando en mis planes y gastándome mis ahorros, cuando podría habérselo dado a Faelan, quizas no era una suma muy grande pero en algo habria servido.

-Cross...¡¡¡debiste contarme!!!- en parte aquello arruinaba un poco mi sorpresa, que podría pensar el gremio si pasando apuros económicos, su lider se mudara a una casa recién remodelada.

-¡¡¡Demonios Cross!!!- dijo soltando una bayas al suelo, ya no valia la pena recolectarlas.

-Llevo ahorrando desde el inicio del juego, no tengo los 5 millones pero al menos tenia casi un 20% de eso, y me lo he gastado casi todo remodelando la casa del árbol- Ira se sentía fatal, incluso con un sentimiento de culpa. -De haber sabido eso, lo habría donado al clan- por una extraña razón se sentía algo frustrada.

 ... lo siento - dijo tras escucharte. Se siente culpable al saber la sorpresa que estabas preparando - Por favor, no te sientas mal, como ya dije pienso solucionarlo. Estaba preparándome para ir a una raid donde podría obtener una parte del dinero necesario para saldar la deuda. De esto solo sabe algo Shiroe, quien fue el que me propuso hacer una raid y dónde hacerla. Sé que hice mal no diciéndote nada, pero no quería fastidiarte los buenos días que estabas teniendo.

Tras esas palabras avanza hacia ti y te abraza.

 ¿Qué planeabas hacer con la casita del árbol, si puedo saberlo?

Ira se aparta.

-No, Cross- mira de un lado a otro como buscando enlazar sus ideas -Se supone que somos novios y debemos confiarnos todo, de que forma puedo estar ahí para apoyarte si no me dices nada- pero de pronto abrió los ojos enormemente al darse cuenta que ella le había hecho lo mismo prácticamente -aunque yo he estado ocupada con lo de la casa y tampoco te he dedicado mucho tiempo estos días, pero...era para nosotros-

Dio un paso al costado mirando al lago -Estaba reparando la casita del árbol para nosotros, para irnos a vivir ahí, ha pasado mucho tiempo desde que quedamos atrapados y no se si algún saldremos, quería darte un hogar, un lugar nuestro, las morabayas eran para los tienes de la pintura interior, ya esta casi lista, pensaba contártelo al final de la semana- comenta bastante desanimada.

-Pero si te mudas ahí, que dirán los demás, con la deuda que tenemos, y remodelando una casa nueva- aunque nadie supiera lo del préstamo, Ira igual pensaba en que pasaría cuando se enteraran.

Faelan esboza una sonrisa.

 Parece que ambos debemos mejorar en ello, aunque lo hicimos con la mejor de las intenciones. Me agrada tu idea, y no creo que a nadie le moleste, sabiendo o no de la deuda del gremio. No sé si debería comentarles al respecto, pero estoy seguro de que querrán ayudar. No te preocupes, solo me regañarían a mí por callarme algo tan importante y pretender resolverlo solo. ¿Qué opinas?