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Londres Nocturno: El precio del poder

Capitulo 1: Coronación

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23/04/2014, 04:13
Director

Londres, 22 de Enero de 1952

La noche era fría, y un fino manto de nieve cubría el suelo bajo los pies de los viandantes. Hace años, antes de la guerra, esa nieve solo sería un manto de suciedad bajo las pisadas de la ajetreada Londres, pero ahora...

Ahora solo quedaban unos pocos que se atrevieran a pisar fuera durante la noche. Preferían la calidez de la vida subterránea, lejos de la posibilidad de quedar congelado en cualquier rincón. Quizás, en unos años, Londres volvería a ser lo que fue, las calles volverían a estar alborotadas de gente a todas horas, con altos edificios por doquier, y quizá una noria gigante. Pero no ahora, en la hora del lobo, solamente unos pocos se atrevían a caminar por la superficie, y ni siquiera todos ellos eran humanos.

A las orillas del Támesis, un evento importante se preparaba. Algo largo tiempo sabido, y que a muchos les parecía innecesario, pero el protocolo, incluso en la postguerra, era algo muy importante para los interesados en este evento. Más que algo necesario, era una demostración de fuerza, una forma de humillar a sus competidores, una manera de dejar claro que, aunque Mithras no estuviera, nada había cambiado, y a la vez, que todo iba a cambiar. Esa noche, en el interior del Globe Theatre, Lady Anne Bowesley estaba a punto de coronarse Reina, ante los ojos de todos los vástagos de la ciudad, independientemente de su clase o condición. Todos debían acudir, y así se había dispuesto.

Un mensajero se presentó en el refugio de cada uno de vosotros, con una misiva. El sobre, lacrado con un sello que debía de tener varios siglos de antigüedad, mostraba delicados motivos dibujados, y la carta en su interior, de un exquisito papel beige, decía, con letra cursiva escrita a mano, lo siguiente:

Por la presente, se le invita a participar con regocijo de la coronación de Lady Anne Bowesley, nueva Reina de Londres, que tendrá lugar la noche del veintidos de Enero del año mil novecientos cincuenta y dos, en el Globe Theatre de Londres, a la orilla de Támesis. Rogamos traigan para el evento sus mejores galas, y que disfruten de ello tanto como nosotros.

Atte. Bryan Horrocks, Vara Negra.

Pd: absténganse de llevar cualquier utensilio que pudiera ser utilizado para dañar a otros. Se trata de un evento bajo el augurio de la Reina, y bajo su mirada toda disputa entre los asistentes deberá esperar otro momento.

Siguiendo el consejo del sentido común, os dirigís al Eliseo de la ciudad a primera hora de la noche. Causar una buena impresión en la nueva Reina sería un paso crucial para muchos, y esa noche había que competir por ser el pavo que más llamara la atención.

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23/04/2014, 05:35
Director

Vuestros pasos os conducen hasta la puerta del teatro, tras una verja enarbolada en puntas muy cuidada. En la puerta, una joven de no más de veinte años guarda el sitio, sentada y con cara de aburrimiento, mientras un hombre que debería aventajarla en más de diez años, la observa de pie con una media sonrisa.

- Ánimo, ya faltan menos por llegar, y podrás volver dentro para seguir aburriéndote en el interior. - le suelta con sorna mientras gesticula con una mano en el aire. Algo de sus facciones, de su forma de moverse y actuar denota una superioridad, podríamos decir moral, sobre su acompañante. Casi como si él estuviera orgulloso de estar donde está, y ella no.

- Cielos, desearía TANTO que no tuviera que tener lugar toda esta parafernalia... la mera idea de lo que va a pasar me revuelve las tripas. - repuso con desgana la muchacha.

- Eso contando con que siguieran moviéndose... - siguió con la sorna el hombre.

- Por favor, ahórrate los comentarios mordaces para los invitados. O mejor, guárdalos en una caja y ábrela cuando todos nos hayamos ido. - dijo la chica, volviéndole la mirada al hombre, que rápidamente compuso una postura casi militar. Nuevos invitados se aproximaban.

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23/04/2014, 10:47
Leroy
Sólo para el director

Me interesa seguir escuchando lo que dicen y hacen estos invitados... parece que quizás sean contrarios a Lady Anne Bowesley.

Con mi ofuscación, me oculto entre las sombras para seguir sabiendo qué es lo que traman!

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23/04/2014, 13:34
Priscilla Evans

 

Priscilla miraba de forma inexpresiva y distante por la luna del asiento trasero de aquel pequeño taxi de color negro, desde la parte derecha del vehículo, justo detrás del asiento del conductor,  admiraba aquella fría noche planteándose las probabilidades de que lloviese o nevase.

-"El Globo", "solo espero que no lo eligiesen por su capacidad de aforo"- pensó intentando calcular el número de invitados que encontraría en aquel “teatro”.

-“¿Cuantos vástagos habrá en la ciudad de Londres?”. Esta noche es la ideal para comprobarlo.- seguía pensando la vampiresa mientras divisaba los edificios y calles londinenses.

Priscilla era consciente de que le faltarían dedos de las manos para contar a todos los asistentes, pero le preocupaba sobre manera que el número de invitados fuera desorbitado, de alguna forma  haciendo cálculos o más bien uso de su intuición estableció un número aproximado, entre los cien y ciento cincuenta asistentes al “teatro” redondeando al alza.

 El taxista, un hombre relativamente maduro, con un bigote arreglado que ya contaba con algunas canas, no le había quitado ojo a Priscilla desde el momento que montó en su taxi, las miradas furtivas que aquel hombre le procesaba a través del retrovisor se volvían más evidentes para la vampiresa conforme avanzaban en el trayecto hacia “El Globo”.

Priscilla no apartó la vista de la ventanilla pero notaba perfectamente a través de su vista periférica cuando aquel hombre se quedaba mirándola por el retrovisor. Lejos de preocuparle, siguió inmersa en sus pensamientos, solo se molestó en parpadear de vez en cuando para seguir la mascarada. Estaba segura de que el interés que despertaba en aquel taxista se debía simplemente a su belleza, al fin y al cabo, no dejaba de ser una preciosa y atractiva joven con un bonito vestido viajando sola y de noche en un taxi en una oscura y fría noche de Londres a ojos de aquel descarado señor.

Al percibir el olor del Támesis, la vampiresa sacó y abrió un pequeño espejito con cierre en forma de concha de su bolso de mano rígido de raso de color rojo satinado con cadena de color negro metalizado.

-“No parece que hubiese pasado una guerra por mis retinas y mucho menos que esté muerta, estoy estupenda”- pensó la vampiresa mientras observaba el reflejo de su rostro en aquel pequeño espejo, y de alguna forma encontrando las palabras para hacerse sentirse más relajada y tranquila, sacándose de un plumazo los nervios.

El taxi se detuvo en la acera, a unos metros del Eliseo (Globe Theatre).Mientras que Priscilla guardaba sus cosas en el bolso, el taxista bajó del pequeño vehículo para abrir la puerta del pasajero ofreciéndole de forma educada la mano para ayudarla a bajar. Priscilla cogió la mano que le tendía el hombre de buena gana y con una escueta sonrisa para bajar del taxi, acto seguido busco en su bolso algo de dinero de su monedero para pagar la carrera al taxista.

-Gracias, muy amable señorita, buenas noches- dijo en un tono simpático el taxista para despedirse al comprobar que además de pagar la carrera, Priscilla le había dejado una jugosa propina.

Priscilla respondió con una sonrisa amable.-Gracias a usted por su servicio, buenas noches.- dijo sin apenas mirarle ya que estaba más pendiente del edificio del Eliseo.

Priscilla vio como el taxi se alejaba calle abajo mientras que ella caminaba hacia el teatro con deliciosos andares propios de una majestuosa pantera, con un femenino y a la vez sutil movimiento de caderas en sus pasos, la calle era poco mar para aquella perla, en aquella calle solo brillaban las estrellas y aquellos ojos claros.

La vampiresa era consciente del poder que ejerce la primera impresión en las mentes, encasillar a las personas al primer golpe de vista era algo muy típico en los humanos y mucho se temía que ocurriese lo mismo con los vástagos. Lo peligroso del tema no es solo que la primera impresión puede estar totalmente equivocada, sino que es bastante determinante. Priscilla más bien por conocimiento que por vanidad se había preparado a conciencia para causar una buena impresión entre sus congéneres aunque sin esforzarse demasiado ya que sabía paradójicamente, que ese deseo por agradar puede ser culpable a veces de que no caigamos bien y tampoco pretendía dar esa impresión.

En cualquier caso, lucía una vestimenta a su parecer muy apropiada para aquella ocasión, por lo menos a ella le hacía sentirse despampanante a la par que elegante. Un vestido de corte sirena con el escote en forma de corazón de color rojo satinado,  una boa de piel y pelo de conejo sobre los hombros de color marrón oscuro, tacones altos de charol con hebilla de color rojo. Como complementos, pendientes de cuentas de pedrería en forma de cascada de color negro, pulsera ancha con cuentas de pedrería de color negro, bolso de mano rígido de raso color rojo satinado con cierre y cadena de color negro metalizado.

Mientras caminaba por la entrada dirigiéndose hacia la puerta del Eliseo, escuchó la conversación de una joven que parecía estar aburrida con un hombre.

“La mera idea de lo que va a pasar me revuelve las tripas”.-escuchó Priscilla decir a aquella joven que parecía aburrida en un momento dado durante la conversación entre ella y aquel caballero. Algo que le llamó la atención.

Priscilla pasó por la vera de aquel hombre que hablaba con aquella joven, aminorando el paso para curiosear la conversación, aunque no quería parecer indiscreta ni cotilla permaneciendo al lado de ellos mientras conversaban, así que tras un escueto y educado saludo (–Buenas noches- dijo Priscilla de pasada) acompañado de una ligera sonrisa amistosa, Priscilla continuó con el ritmo de sus pasos con intención de entrar al edificio.

-"¿La mera idea de lo que va a pasar le revuelve las tripas?, ¿Qué le preocupará tanto a esa chica?, ¿tendrá algo en contra de la coronación de Lady Anne Bowesley?" – pensó mientras se disponía a entrar al teatro.

Notas de juego

Con tu permiso me he tomado la libertad de controlar a el taxista de la intro, pero no controlaré a ningún pnj más, es solo para darle vidilla a la intro ^^

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23/04/2014, 15:31
Leroy
Sólo para el director

Veo a la despampanante Priscilla pasar justo al lado de la escena que es de mi interés... sigo cobijado entre las sombras!

Menudo bombón... - pienso para mis adentros - ...lástima que dedique todo su esfuerzo en resultar deseable: Se pierde en sus propios detalles y no tiene en cuenta lo importante que ocurra a su alrededor!

Deseo seguir pendiente de los movimientos de la pareja de alternativos!

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23/04/2014, 15:52
Leroy
Sólo para el director

Por cierto! A pesar que bajo los auspicios de Lady Anne Bowesley he intentado vestirme adecuadamente a la ocasión, no puedo evitar ser lo que soy (un ser de las alcantarillas) y visto un sobrio y largo chaquetón negro que cubre un conjunto de pantalón y jersey de lana también oscuros... voy a intentar estar a la altura de tan elegante recepción! 

Notas de juego

La etiqueta no es una de mis habilidades destacadas y, obviamente, la apariencia tampoco lo va a ser nunca!

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23/04/2014, 15:59
James Russell

Esta era la noche la coronación, un evento algo tedioso pero al que asistir era obligatorio tanto por la invitación por lo que suponía estar en él. Me levante notaba la molestia en mi pierna, pese a ser ya un vástago aquella molesta cojera seguía ahí, por suerte el dolor había remitido, pero la limitación de mover mi pierna no. Me puse el batín de satén negro y tome mi bastón, a unos metros en una silla estaba mi traje perfectamente colocado.

Me lo puse era de color negro, la corbata color burdeos conjuntaba perfectamente. Después de mirar en el espejo que todo estaba perfecto, apoyándome en el bastón me dirigí a la planta de abajo, ahí estaban Buba y Lee. Ellos se encargaban de mi seguridad aparte de hacer que el servicio hiciera su trabajo sin interrumpir mi descanso.

Señor el coche está listo. Me dijo el grandullón, embutido en un traje que marcaba todos sus músculos y dejaba ver esa espalda que parecía un ropero. Eso contrastaba con Lee un oriental no muy alto ni musculado, pero que tenía sus habilidades ocultas a simple vista.

Está bien, es hora de partir. Dije mientras salía por la puerta abierta por Lee, baje las escaleras con cuidado, por mi cojera no podía arriesgarme con movimientos bruscos, delante estaba el auto, Buba se montó en el lugar del piloto, mientras Lee abría mi puerta para poder subir, me senté y tras acomodarme, el oriental cerró la puerta para sentarse en el lugar del copiloto. La noche pese a ser fría, tenía algo especial igual era poder ver las estrellas, aunque moviéndonos en el auto, se podía ver le esqueleto de las casas derruidas, algunos fuegos en estos edificios a medio derruir marcaban lugares donde gente sin recursos trataban de calentarse. A veces esas imágenes me hacían pensar que esta ciudad no volviera a ser la que fue y recordaba las maravillosas calles de Boston, que eran todo lo contrario.

Cuidado estúpido. Dije a Buba cuando un pequeño frenazo me sobresalto, a veces al grandullón había que recordarle que no manejaba ganado mientras conducía. Después de unos veinte minutos ya se apreciaba la humedad y el olor del Támesis, estábamos cerca ya del lugar de la reunión, nos cruzamos con un taxi viniendo del lugar "Supongo que alguien habrá venido en él". A los pocos minutos el coche se detuvo y Lee volvió abrirme la puerta. Bien esperarme a que salga aparcar no muy lejos y no hagáis ninguna tontería, Lee quedas al mando. Comente a los dos Ghouls.

Luego me encamine hacia la entrada cojeando, en ella una joven y un hombre parecían custodiarla, anduve hasta aquella extraña pareja. Buenas noches dama y caballero. Salude con un gesto educado para luego seguir e introducirme en el edificio, esperaba que el evento no se alargara, pero conociendo el protocolo sabía que sería difícil. Me movía con cuidado no conocía el lugar y mi cojera era una molestia en esas situaciones.

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23/04/2014, 16:54
Leroy
Sólo para el director

Vaya! Siguen llegando invitados y parece que, a pesar de todas las diferencias de clase, porte y aspecto que nos separan, con el tal James comparto cierto grado de minusvalía... me pregunto cómo se produciría esa lesión!!!

Sigo al tanto de la pareja... no solo de ellos, también de las sombras que los rodean: Quizás no sea el único al que haya llamado la atención su afilada verborrea!!! 

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23/04/2014, 17:05
Director

La muchacha sonrió dulcemente a la nueva invitada.

- Buenas noches señorita. Esta es una fiesta privada, ¿le importaría enseñarme su invitación? - dijo, sin dejar de sonreír, mientras el hombre permanecía quieto, impertérrito, observando.

A lo lejos, un hombre desmontaba de su coche también, parecía que poco a poco fueran llegando todos.

Una mueca de molestia se dibujó un instante en su rostro mientras desviaba su vista hacia otro lado, aparentemente vacío, tan solo para volver a dibujar la dulce sonrisa después y volver a su interlocutora.

- Buenas noches a usted también, caballero. - dijo, cuando el hombre, que trataba de disimular la cojera, saludó. - Esta es una fiesta privada, ¿le importaría enseñarme su invitación? - inquirió al recién llegado.

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23/04/2014, 17:21
Leroy

Cojeando, y portando ya en mi mano la requerida invitación, salgo de las sombras que me envuelven; enfundado en mi sobria y oscura vestimenta muestro la credencial a la pareja que custodia el acceso al Globe Theatre:

- Una fría noche para trabajar chicos!

Sigo los pasos de la exuberante dama y el distinguido caballero que me han precedido. 

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23/04/2014, 17:27
James Russell

Vaya cuando la chica me pidió la invitación me sonó raro, estaba acostumbrado a moverme por los lugares sin necesidad de presentarme, así que en cierta manera podía molestarme pero me resulto algo gracioso, como cuando haces algo que tiempo atrás no llevas a cabo.

Oh si perdonad mi descuido, aquí tenéis. Mientras le doy la tarjeta que me fue enviada esperando que la extraña pareja diera su visto bueno y poder seguir hacia dentro, estar en el exterior podría deteriorar el traje que llevaba y los zapatos. Espere apoyado mirando a la joven que al parecer llego antes que yo. Buenas noches señorita. Salude a la atractiva joven, junto con un educado movimiento de cabeza, realmente era muy bella, si todas las damas que acudían a este evento eran así, sería una noche más llevadera de lo que pensaba.

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23/04/2014, 17:30
Director

El hombre que estaba de pié recogió el sobre con la invitación, observó los motivos dibujados en él, y asintió sin siquiera abrirlo, para devolvérselo a James. La cara de ese hombre te resulta extrañamente familiar.

- Bienvenido, señor Rusell. Espero que disfrute de la velada. - ni siquiera parecía haber notado la presencia del otro que acaba llegar, o quizás no quería notarlo. Si era lo que creía que era, y la muchacha era humana, habría que lavarle el cerebro hasta que solo quedara de ella una bonita sonrisa.

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23/04/2014, 17:49
Leroy

Notando el azoramiento del custodio, disimulo, hasta casi hacerlas desaparecer, mis incómodas facciones entre las solapas del grueso chaquetón.

Incluso en un acto de tales características mi aspecto sigue resultando evidentemente incómodo!

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23/04/2014, 17:56
Director

- Está bien, está bien, déjame ver tu invitación y podrás entrar...- acabó diciendo el hombre en relación al deforme invitado, mientras no dejaba de poner ojo en la muchacha, atento de cualquier reacción de horror sobre la que responder con rapidez.

Aquél hombre era conocido, pero no recordáis por qué. Viste un chaquetón alto de pana negra y unos pantalones negros de algún tejido abrigado, con buen corte, aunque sin demasiado lujo.

La muchacha, sentada aún, ocultaba su vestimenta bajo un gran abrigo pardo de corte exquisito, pero un tanto deslucido por el tiempo.

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23/04/2014, 18:14
Priscilla Evans

Tras unos segundos rebuscando en su bolso, Priscilla encontró su invitación. “aquí la tengo, menos mal que no la he olvidado”-pensó aliviada al encontrar su invitación entre sus cosas del pequeño bolso de mano.

-Tenga, aquí tiene-  dijo mientras observaba al caballero de la corbata color burdeos adelantarse a ella entregando la invitación.

La atmosfera se le volvió desagradable al comprobar la presencia del otro “hombre” pero disimuló evitando mirarle directamente.

Esperó la respuesta y a que le diesen paso los de la puerta.

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23/04/2014, 18:22
Director

El hombre recogió el sobre de la señorita, y lo observó dubitativo, tratando de encontrar algo en los motivos dibujados en él.

- Bienvenida, señorita... - dudó, trataba de encontrar el nombre, pero no le salía.

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23/04/2014, 18:26
Juliet Parr

- Evans, Ray. Esta es la señorita Evans. - completó la muchacha, con la sonrisa perpetua en el rostro - Disfrute de la velada, señorita Evans. - terminó, mientras el hombre le devolvía el sobre avergonzado. - Y usted también puede pasar, señor Leroy. Ray está un poco nervioso, y no recuerda todos los nombres ni caras. Sin embargo yo si les recuerdo a todos ustedes, aunque no hayan tenido el placer de tratar conmigo. Soy Juliet Parr, Sheriff de Londres bajo el cargo del Príncipe Mithras y la Reina Lady Anne. - se levantó, y siguió sonriendo.

Su abrigo se abrió levemente, mostrando un traje que parecía de esmoquin, hecho a medida, con una pajarita en el cuello y una camisa blanca que apenas ondulaba a la altura del pecho de la joven.

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23/04/2014, 18:29
Leroy

Espero, en discreto segundo plano, a que accedan la exuberante y el distinguido...

- Un placer, Lady Parr, soy Leroy - Le entrego la invitación, disimulando entre las solapas del chaleco mis nada agraciadas facciones.

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23/04/2014, 18:33
Director

Ray se apresuró a coger el sobre, y pareció aliviado cuando si encontró familiar el dibujo que se le presentaba. Mientras tanto, Juliet se apartó de la entrada para dejarles pasar, mientras asentía con un gracioso movimiento de cabeza. Lo más llamativo de ella era que una vez levantada, no hacía una gran diferencia con respecto a sentada. Apenas levantaba del suelo un metro y medio.

Ray devolvió la invitación y se hizo a un lado para dejar pasar.

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23/04/2014, 18:41
Juliet Parr

Se quién es usted, señor Leroy. Y haría bien en no espiar a hurtadillas una vez dentro del Teatro, hay algunos vástagos susceptibles que podrían no tomárselo tan bien como nosotros. - dijo, mientras hacía una reverencia con la cabeza, que la hacía parecer aún más baja de lo que es normalmente - Disfrute de la velada.