Partida Rol por web

- Llévame ante El Amo - le susurro al roedor que parece continuar atónito ante mi presencia... "Diablos! No comprende!!!"

En la eterna oscuridad de las alcantarillas intento recordar el camino que hice para salir a la superficie: Todos los túneles parecen iguales pero estoy habituado a vagar en ellos y hay algo que me resulta familiar y que quizás pueda guiarme hasta el individuo al que he venido a denominar El Amo: La particular rugosidad de los tochos que forman el túnel, un olor que se eleva ante la reinante putridez, el claro sonido del agua pudiente gotear contra la mierda... quizás haya algo que me conduzca hasta Él. 

Cual perro fiel, el roedor me acompaña en mi deambular subterráneo: "Estúpido animal!"

La rata se gira y comienza a guiarte. No recuerdas ninguno de los recovecos por los que te está guiando, y probablemente no te lleve al mismo lugar en el que estuviste la otra vez.

Empiezas a pensar incluso que has dado con la rata de otro nosferatu. Finalmente, una puerta de madera acaba alzándose ante ti, cerrada.

Vaya! Parece que el animalito sí me entendió y, finalmente, aquí estoy: Nuevamente postrado frente a la puerta del Amo.

Dirijo una gélida mirada de agradecimiento al roedor que, inevitablemente, dibuja una fea mueca en mi rostro demacrado: Doy dos secos golpes al portón esperando respuesta. 

Confío que, esta vez, El Amo será más amable conmigo: Estoy cansado y hambriento, lo que menos necesito es volver a aguantar sus burlas y reproches... Vana esperanza! Suspiro.

- Adelante - dijo la voz en el interior. Estabas completamente seguro de que el sitio no era el mismo, pero de que si era la misma voz. ¿Acaso pasaba cada día en un refugio distinto?

"Varios refugios para un mismo Vástago, El Amo se toma sus precauciones!"

Empujo, pesadamente, la robusta puerta de madera y accedo a la estancia, escudriñando en su interior, en búsqueda de quien la mora y, a la vez, algún lugar en el que sentarme y reposar: "Demasiado tiempo ocultándome, mucho tiempo internado en las filas enemigas, arriesgando mi existencia a cada segundo que pasa... resulta agotador!"

Localizo la silueta de quien sospecho que sea El Amo y, en un rincón de la estancia, un macizo arcón de madera al que me desplazo, dejando caer encima de él mi exhausto cuerpo:

- Southwark es una Fortaleza subterránea preñada de Cazadores ávidos de nuestra sangre! - Sé que eso no va a suponer ninguna novedad para El Amo - He descubierto el único acceso a sus entrañas -. Espero que eso lo satisfaga; sea como sea, y en cualquier caso, echo mi cuerpo y mi cabeza hacia atrás, agotado, incluso agobiado diría yo; esperando, con anhelo, alguna muestra de reconocimiento que, algo me dice, nadie me brindará.

La forma, envuelta en la permanente oscuridad de sus estancias, te resulta desdibujada, aunque como siempre, parece estar manejando extraños artilugios con las manos.

- Lo malo de conocer la puerta al infierno, es que nunca querrás cruzarla, y que al cabo del tiempo preferirás olvidar que en algún momento supiste su ubicación. Ese sitio está tan impregnado de fe que si alguna vez llegaras a las criptas inferiores, te convertirías en cenizas de los pies a la cabeza. Pero desgraciadamente para ti, eso no son nuevas para nadie. Cualquier vástago de bien con más de medio siglo de antigüedad sabe que el baluarte de los cazadores forzó en parte a la firma de la tregua entre humanos y vástagos. ¿No tienes nada más o es que has venido a molestarme por pasar el rato? - preguntó, burlesco. Seguía inmerso toqueteando trastos que tenía sobre una mesa. Te parece ver algún brillo metálico con traza amarillenta en aquello que estaba sobre la mesa, pero no sabrías decirlo con exactitud en mitad de esa oscuridad.

"Oro! Cenizas! El cruel destino me recuerda al extinto chiquillo de Bainbridge que murió hecho cenizas de las que prácticamente solo se conservaron tres áureos dientes..."

Los acertijos del Amo me devanan los sesos! Echo mi cuerpo hacia delante, forzando la vista para intentar apreciar qué es lo que lo mantiene tan ocupado "...Cualquier vástago de bien con más de medio siglo de antigüedad..." dice, me queda mucho para alcanzar esa edad y, al paso que voy, enemistándome con todo Vástago con el que me cruzo, dudo que sobreviva al próximo mes!

- ¿¿¿Quién diablos es Mr Harker??? - dejo la pregunta en el aire, como el que arroja una piedra a un estanque y espera que los halos que dibuja en su superficie le traigan la respuesta de la Piedra Filosofal. Espero alguna respuesta, algo que me ayude a desentrañar los misterios que ocupan la época que me ha tocado vivir: El fin de la tregua entre humanos y Vástagos!

Una risa sardónica, burlona, te contesta.

- ¿En serio? ¿Es que tu Sire no te enseñó nada? ¿Ni siquiera las reglas básicas de la tregua? - un ruido gutural, que podrías interpretar como desaprobación - Está bien, ya que tu Sire tiene las horas contadas, te haré un pequeño regalo en forma de cultura BÁSICA de la ciudad. Peter Harker, miembro fundador del Arcanum, y en las dos últimas décadas, hombre de Fe. Sin duda el humano más poderoso de todo Londres, y con facilidad, de toda Europa. Parte neutral en las negociaciones para la firma de la tregua entre Vampiros y cazadores, hace ya tanto tiempo. Debía haberse convertido en cazador, pero encontró un por qué a todas las ruedas girando sin aparente sentido, y decidió indagar en nuestra naturaleza y la de los hombres, en lugar de participar en su destrucción. A él le debemos en parte que la tregua se mantenga. Nosotros no matamos humanos, y ellos no nos cazan. - hizo un gesto con la mano - Lo que no impide que los cazadores anden rodeándolo en todo momento, y que él mismo haya instruido al que más tarde se convirtiera en el líder de la Inquisición en Londres, el Padre Donald Hoodchild. - soltó un bufido - Y ahora, si no tienes nada más que contarme, espero que te des por satisfecho con tu regalo y te largues de mi refugio. Cada vez que os recibo, pequeños críos, tengo que cambiar de refugio, y resulta realmente inconveniente si no merece realmente la pena.

- Está bien, Amo... - me incorporo del arcón en el que había decidido sentarme - ...no le importunaré con mi redomada ignorancia -. Me dirijo a la puerta y, justo en el umbral, me giro, la mirada baja para una última información:

- Quizás no le sorprenda saber que el buen Peter Harker guarda un terrible secreto en su fortaleza-. Los puños apretados, la mandíbula en tensión - Algo que tiene muy nerviosos a sus Cazadores que dedican su máximo empeño en mantenernos ignorantes al respecto de lo que tanto se esfuerzan en ocultar-. Subo la vista, escudriñando la reacción de lo que vaya a decir - Un Secreto por el que el ejemplar Mr Harker ha decidido que vale la pena romper la Tregua que durante tanto tiempo ha proporcionado la Pax Vampírica con los humanos -. Una última pausa - Un grave peligro se cierne sobre la Mascarada: ¿¿¿Consentirá que se materialice sin más???

Un silbido cruza la sala. Te parece escuchar un rumor de ratas moverse.

- Ahora eso es interesante. Sin embargo, carece de sentido, aunque en estos días, ¿quién sabe? - la forma se gira hacia ti con interés - No te equivoques, los cazadores no son de Harker, sino del bastardo de Hoodchild. Y es el mismo Harker el que ha conseguido que su pupilo no mueva ficha antes. La pregunta es, ¿por qué querría ahora Harker romper la tregua, o siquiera dejar que se rompa? Se que los cazadores han empezado a moverse, y que fueron ellos los que atacaron al chiquillo de Bainbridge, y también se, y más te vale recompensarme bien por esta información, que no atacaron a ese estúpido por casualidad: era algo de lo que estaban haciendo allí, en nuestros dominios, en sus laboratorios subterráneos, lo que atrajo la ira de los cazadores. Por desgracia los animales no son buenos memorizando textos, y para cuando llegamos nosotros, los Tremere ya se habían ocupado de ocultar o quemar todo, y tampoco me interesa indagar demasiado teniendo en cuenta lo bien que nos recompensa por cederle nuestros Dominios. Probablemente tiene algo entre manos que no quería que la Reina supiera, así que... ¿que mejor lugar para ocultarlo que a varios metros bajo tierra, en mitad del mayor laberinto del mundo? Bien, tu turno, Leroy, cuéntame exactamente que pasó en Southwark, y qué te ha llevado a pensar que Harker esta tramando algo contra la Estirpe. Si me gusta tu información, tendrás algo de sangre para calmar tu apetito. Si no, bueno... nuestro contrato transaccional quedará rescindido... ad eternium.

El rumor de ratas creció al otro lado de la puerta. Debía haber como una docena o más.

Su reacción, el silbido con el que parece haber atraído a su corte de ratas me estremece, me aterroriza.

- Voy a explicarle, en tal caso, lo que acaeció en la siniestra Southwark... - temblorosamente, inicio mi relato - ...como usted me indicó, acudí a la catedral; su simple proximidad me apercibió del inmenso poder que atesoran sus entrañas -. Bajo la mirada, evitando la de mi Inquisidor, afilada - Recorrí las grutas subterráneas que la circundan, buscando algún acceso alternativo que resultó imposible: Southwark es una fortaleza robusta y mágicamente protegida, pero eso ya lo sabe... - Nueva pausa, la impaciencia en el demacrado rostro del Amo - Finalmente, y a pesar de sus mágicas protecciones, accedí a la catedral y encontré el acceso a la fortaleza subterránea; quise bajar pero algo me decía que si lo hacía acabaría reducido a cenizas... igual que el chiquillo de Bainbridge! - Lo miro, haciéndole notar que fue precisamente así como se hallo el cadáver que ha revelado la crisis - Luego me crucé con un grupo de Cazadores, discípulos de Hoodchild; iban equipados para el combate, con armaduras de cuero y ballestas aptas para estacarnos a cualquiera de nosotros, estaban evidentmente agobiados y se metieron en la sacristía de la catedral para mantener singular reunión que tuve a bien presenciar... - El desasosiego en sus facciones mutado a franco interés - ...en el transcurso de dicha reunión aludieron diversas circunstancias que han de resultarnos de gran utilidad -. Dejo transcurrir el eterno instante de una respiración, haciendo que en mi interlocutor crezca el interés en mi relato - Acontecimientos que sin duda iban a disgustar profundamente tanto a Hoodchild como a alguien a quien vinieron a referirse como "su huésped" -. Nueva respiración, ahora si, me enfrento a su escrutadora mirada - Según contaron, un tal Darrell había dejado escapar a quien denominaron "el esclavo" y, posteriormente, aseguraron que se había producido un suicidio entre los suyos -. Mis ojos brillan con intensidad, dejados los temores atrás, ignorando la manada de ratas que, cada vez en mayor número, se apiñan contra la puerta del refugio del Amo.

- Era la sensación de los Cazadores... - prosigo - ...que lo que planean se les estaba escapando de las manos y que, si no se daban prisa en obtener resultados, alguien a quien llamaron "El Maestro" iba a llevarles a unos "Merodeadores" y que, entonces, se iba a ir todo a la mierda! - Trago saliva, la boca seca, antes de alcanzar mis últimos logros:

- El que parecía ser el jefe de los reunidos los calmó, asegurando que, gracias a ser discípulo de Harker, Hoodchild lo mantendría todo bajo control, impidiendo que los "Merodeadores" se inmiscuyeran en los asuntos que les ocupaban. Sea como sea, refirieron un encontronazo con "Chupones" en el que éstos parecían saber algo acerca del peligro que se cierne sobre Londres...

- Si de todo ello uno no concluye, inequívocamente, que Hoodchild y los suyos traman algo que Dios nos asista! Lo que ocultan en Southwark tiene que ver con la muerte del Chiquillo Tremere, la ausencia de Haversham en el ascenso de Lady Bowesley y, si me lo permite, incluso con la misteriosa desaparición del antiguo Príncipe! - Concluyo mi relato, los brazos en Cruz, dispuesto para acoger entre ellos el cruel castigo que mis conclusiones merezcan! 

El nosferatu fue murmurando para sí mismo mientras le hablabas, recapitulando.

- Huésped es aquel que, ajeno a la orden inquisidora, se hospeda en sus refugios y participa de sus tradiciones. - musitó - Un esclavo podría ser un humano sojuzgado, el ghoul del chiquillo de Bainbridge. Lo del suicidio no me cuadra, pero continúa. - se quedó callado un momento, antes de seguir, pero con un tono de voz totalmente cambiado. Había miedo, genuino, en su voz - Mero... ¿merodeadores? ¿Lo oíste bien? ¿Estás seguro que fue eso lo que dijeron? - te inquirió, con el tono fuera de si.

Sus temores me aterrorizan, provocando pánico en mi... por un instante estoy tentado a huir despavorido del refugio:

- Merodeadores: Justamente eso fue lo que dijeron. Que si ellos, los Cazadores, no se apresuraban a obtener resultados, El Maestro les traería a los Merodeadores y entonces se iría todo a la mierda... ellos confiaban que Hoodchild, al ser discípulo de Harker, evitara la intromisión de esos Merodeadores...

Me asaltan las dudas, el miedo... sin duda en lo que ando metido es mucho más grave de lo que ni siquiera pudiera haber imaginado! Porqué, sino, mi relato provocaría el pavor del Amo???

Por otro lado rumio sus murmullos: Lo que comenta acerca del esclavo, que bien pudiera ser el Ghoul del Chiquillo de Bainbridge, me cuadra... lo del huésped sigue resultando un misterio para mi... uno más entre los secretos que me circundan!

Varios movimientos nerviosos, espasmódicos, hasta que aquella forma se calmó de nuevo. Ruido de metal entrechocando, tintineando.

- Escúchame, chiquillo, y escúchame con atención. Tu deuda de información queda saldada, y podrás venir a intercambiar otras informaciones conmigo si lo deseas, las ratas te guiarán. Pero ahora bien, debes ir a ver a Bowesley, avisarla de que lo que se cierne sobre ellos no es una simple caza de vampiros. Se aproxima una aniquilación total, si los cazadores no consiguen lo que quieren antes de que se le acabe la paciencia a su Huésped. Dile que interrogue a ese bastardo de Bainbridge, hasta sacarle lo que hizo, y lo que buscan los cazadores. Y que Dios nos acoja en su gracia si no lo consigue a tiempo, porque los merodeadores no dejarán piedra sobre piedra si llegan a ser convocados... - su voz contenía miedo en cada palabra, apremio - Puedes beber de las ratas del exterior, y no le menciones a nadie que hablaste conmigo, solo cuenta lo que oíste en la catedral, y sobre el laboratorio Tremere en los subterráneos. Si revelas mi existencia, lo sabré, y nuestros acuerdos habrán terminado, amén de que ya no estarás seguro en este nivel de la ciudad. ¿Comprendido?

Medito su oferta, obviamente no tengo opción a negociarla pero si debo intentar procurar por mi No Vida, sacar provecho de lo que me encomienda:

- Lo haré... Sí, Amo, advertiré a Lady Bowesley. Sin duda lo haré sin revelar nuestro pacto! - Reflexiono, un instante de pausa - Sin embargo... - La calavera me escruta - ...estoy condenado y quizás La Reina ni siquiera me dé tiempo a informarla antes de haberme fulminado -. Interrogación apremiante en sus facciones - La Regente me encomendó traer a Haversham ante Ella... - empiezo - ...o por lo menos aclarar su ausencia en su Coronación. Temo que si no le ofrezco las explicaciones que me han sido requeridas el resto no sean siquiera tenidas en cuenta, que sería prudente que satisficiera su inquietud antes de atormentarla con nuevas tragedias... Estimo que es justo que lo pida para evitar morir estacado al Sol sin poder advertir del peligro que se cierne!

- Por otro lado... Corrígeme si me equivoco: Entiendo que El Huésped desea algo y que, si los Cazadores no se lo consiguen, él mismo desatara a Los Merodeadores provocando una aniquilación total; solo Bainbridge puede saber cuales puedan ser las intenciones del Huésped -. esgrimo mi índice como apoyo a mi disertación - Sea como fuere, y también para poder informar debidamente a Su Alteza ¿¿¿Qué son esos temibles Merodeadores???  

Me inclino, presto a que El Amo considere justas mis peticiones.

Un chasquido, que pudo ser una lengua, de desaprobación.

- Bowesley puede ser una puta, pero no es estúpida. Primero te exprimirá, y en función de lo que valgas estando suelto una noche, te matará o te cubrirá de oro. Lo segundo, probablemente, lo haga a escondidas. Con la información que tienes, ahora mismo vales tu peso en vitae, así que no te preocupes, se olvidará convenientemente de nuestra ausencia en su pequeña farsa. - se sacudió un momento - Con respecto a los merodeadores, son magos, pero un tipo especial, y especialmente destructivo. No durarías ni un suspiro contra uno de ellos, y menos si van en grupo. Ahora ve, y si te cruzas con una partida de cazadores, ni se te ocurra plantarles cara. Me has demostrado ser útil entero, y preferiría que siguieras así.

"...nuestra ausencia en su pequeña farsa..." 

Las palabras del Amo resuenan en mi interior: "Altiva la manera de despreciar el Dominio de La Reina! Parece que, efectivamente, pertenezco a un Clan Poderoso! Mucho más de lo que con Mark jamás hubiera intuido!" Relamo mis cuarteados labios, saboreando las mieles de la pujanza! 

"¿¿¿Porqué Cestú, el Sire de Mark, escogería a un Ser tan débil como sucesor??? En fin... Soy su estirpe y estoy Maldito por ello. Sea como fuere debo salir adelante... y debo hacerlo solo, por mis propios medios!"

- De acuerdo... - cedo - ...advertiré a Lady Bowesley del Peligro que se cierne. Seguiré mi camino y, como no podía ser de otra manera, mantendré al Clan informado acerca de los movimientos que vayan acaeciendo!

Me dirijo a la Salida, sin poder evitar pensar que me gustaría saber quien es el Nosferatu con el que he sellado este pacto de lealtad... en cualquier caso, el acuerdo resulta ventajoso para los dos: El Amo obtiene la información que yo le traslado, Él le da la correcta interpretación!

Abandono la estancia, descubriendo un mar de ratas que se ofrecen a mis ansiosos bocados para saciar mi hambre!

El sabor de las ratas es nauseabundo, pero es lo mejor que se te ha ofrecido en varias noches, y lo abrazas sin reservas. Ciertas ratas de mayor tamaño se mantienen alejadas, no permitiéndote que las toques. Estas bastante seguro de que son ratas ghoul. Te miran, pero rehúsan hablar contigo, así que abandonas el lugar, como buenamente puedes, en dirección a la Corte de Justicia.