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Londres Nocturno: El precio del poder

Capítulo 2: Eliseo

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09/04/2015, 17:48
William Shakespeare

La noche estaba bien avanzada cuando llegasteis al Eliseo, que parecía cerrado, aunque solo en apariencia. Un poco de nieve se arrinconaba aquí y allá, negra por la polución, aunque el cielo encapotado amenazaba con descargar una nueva capa que renovara el blanco de la escena.

Un toque en la puerta adecuada, y el Guardián del Eliseo apareció al otro lado.

¡Qué agradable sorpresa! Lord Worthington, miss Stuart, pasen por favor, pasen.

En ese momento caisteis en la identidad del Guardián. El paso del tiempo, y una vestimenta acorde a la actualidad lo habían camuflado muy bien hasta el momento, pero ahí, desde fuera del Eliseo, os pareció cristalino. Se trataba de Sir William Shakespeare.

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15/04/2015, 19:46
Martha Stuart

Fue todo un shock darse cuenta a esas alturas de la identidad del guardián del Elíseo, pero lo achaco a que a diferencia de otros individuos, el hombre había sabido adaptarse a la época.

- Gracias dijo pasando el umbral y buenas noches a usted también. Termino el saludo dedicandole una sonrisa, para luego dirigir una mirada por el lugar, parecía que los demás aun no habían llegado. ¿Sabe si han llegado ya el señor Bainbridge y las personas que le acompañaban?

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16/04/2015, 01:09
William Shakespeare

El dramaturgo os dejó pasar, mientras negaba con la cabeza.

No, me temo que no han pasado por aquí esta noche. ¿Tenían intención de hacerme una visita también? - preguntó, y ese también os sonó un tanto extraño.

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24/04/2015, 21:32
Martha Stuart

Miro al conde de reojo. Aquello había sonado un poco raro, 

- En realidad veníamos a ver a alguien más, que, según el señor Bainbridge, se encuentra aquí. Supongo que no tardaran mucho mas en llegar.

Notas de juego

a ver si ahora consigo coger el ritmo, aunque no espere al conde

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24/04/2015, 22:34
William Shakespeare

El dramaturgo asintió con la cabeza.

Lo cierto es que hoy tenemos muchas visitas ilustres, querida. ¿A cuál se podría referir? Incluso gozamos de la visita de un notable Nosferatu. - soltó, con un toque de intención.

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25/04/2015, 13:59
Martha Stuart

- Ah... ya... veo dejo escapar un tanto tirante, al oír sobre el nosferatu, mas que nada por lo que había acontecido hacia un par de noches. Veníamos a ver al señor Abraham Mellon. Creemos que puede arrojar luz sobre lo que paso en la coronación.

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27/04/2015, 02:51
William Shakespeare

El Guardián se quedó pensativo un momento.

Mellon... uhmmm. Si, esta alojado en uno de los camerinos, pero no estoy seguro de si... el Dr. Timothy aprobaría visitarlo. Está muy inestable. - afirmó, con preocupación.

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27/04/2015, 21:43
Martha Stuart

Se llevó una mano al mentón, mientras pensaba en esas palabras. Tendrían que convencer al doctor de alguna manera, pues necesitaban interrogar a Mellon

- Eso es un inconveniente, aunque posiblemente con la ayuda del Conde no sea tanto problema para mantenerlo restringido, ¿Verdad señor Conde? pregunto al susodicho que aún no se había pronunciado. Y no sé, si eso no funciona... se dice que la música amansa a las fieras, quizás eso funciones con alguien inestable también.

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27/04/2015, 22:06
William Shakespeare

William negó con la cabeza.

De todas formas me esta prohibido impedir el paso a ninguna estancia que no sea privada de la Reina. Nadie más tiene privilegios aquí, por lo que si desean verlo, pueden hacerlo. Solamente me hago eco de las advertencias del Doctor. Debo prepararles estancias para el día, el alba está cerca, ¿cuántos van a ser en total? - preguntó, sin perder el tino, pero con un deje de prisa.

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29/04/2015, 17:58
Ernest Worthington III

La tensión en la mandibula del Conde se había ido acrecentando a medida que pasaban los segundos tras la revelación de que, muy probablemente, Leroy estuviera en el Eliseo en ese mismo momento. Un silencio sombrío, amenazador, le envolvía, hasta tal punto que hizo caso omiso de las palabras de Martha. Se podía ver con claridad que en aquel momento, Mellon era lo último que interesaba a Worthington.

Y sin embargo, las leyes eran claras. La violencia estaba terminantemente prohibida en el Eliseo, lo cual no hacía más que acrecentar, si cabía, la ansiedad del vástago. Por supuesto, había algunas excepciones a esta regla, pero esta situación no podía considerarse una de ellas. Si en algún momento se encontraban, habría chispas de incendio en el ambiente.

Gracias, Sir William. Por favor, guíenos hasta los aposentos del señor Mellon. - dijo, consiguiendo romper su silencio. A más pensara en Leroy, peor sería, y la bestia empezaba a revolverse en su interior.

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29/04/2015, 18:03
William Shakespeare

Como quieran. Bajo su propia cuenta y riesgo. - asintió el Guardián, comenzando a guiaros por los pasillos del teatro.

Fuera, un coche aparcaba. Debía ser el Primogénito, con Morgan y Jennet.

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29/04/2015, 18:05
Director

Tras unos minutos, en los que el Guardián os guió por el lugar, y en los que pudisteis escuchar como llamaban nuevamente a la puerta del Eliseo, os plantasteis en la puerta del camerino. Le habían puesto un candado a la puerta, y los goznes mostraban signos de sufrimiento y se encontraban algo vencidos hacia fuera, pero nada que pusiera en peligro la integridad de la puerta. Alguien había tratado de salir golpeándola con fuerza, sin éxito.

Sir William cogió un manojo de llaves que llevaba en el bolsillo, y seleccionó una, para abrir el candado. Tras ello, se colocó tras de vosotros, esperando que alguno de vosotros dos la abriera.

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29/04/2015, 18:08
Ernest Worthington III

Lord Worthington tomó la iniciativa. Por supuesto, no iba a dejar que una dama fuera primera en algo que, sin duda, podía ser peligroso.

Abrió la puerta con precaución. Dentro, todo estaba muy oscuro. La bombilla había sido destrozada, y el mobiliario estaba todo hecho un desastre. Un bulto se acurrucó en un rincón, tratando de abrazarse tanto a si mismo que desapareciera de ese plano de existencia.

¿Señor Mellon? ¿Abraham Mellon? - preguntó, sin obtener respuesta. Ernest se giró hacia Martha con gesto dubitativo. La psicología nunca fue su fuerte.

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29/04/2015, 18:11
Director

Notas de juego

Nota: Este tipo esta realmente MAL. Por cada dos minutos que paséis en la habitación, tendréis que tirar FV, dif. 6. Cada vez que no la paséis, seréis afectados durante el resto de la escena por un poder de dementación aleatorio y apilable. Las tiradas de FV deberan ser ocultas. Los poderes y los efectos que os produzcan estos seran privados, y deberéis rolearlos sin dar a entender a nadie que habeis sido afectados.

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04/05/2015, 19:17
Director

Acercándose por el pasillo pudisteis ver como se acercaban al camerino Jennet y Morgan, que os observaban con interés. Ciertamente, desconocían el estado del interior del camerino.

Notas de juego

Nota: Este tipo esta realmente MAL. Por cada dos minutos que paséis en la habitación, tendréis que tirar FV, dif. 6. Cada vez que no la paséis, seréis afectados durante el resto de la escena por un poder de dementación aleatorio y apilable. Las tiradas de FV deberan ser ocultas. Los poderes y los efectos que os produzcan estos seran privados, y deberéis rolearlos sin dar a entender a nadie que habeis sido afectados.

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04/05/2015, 19:52
Martha Stuart

El Guardián no exageraba cuando había dicho que el tipo estaba muy inestable, cuando vio el estado de la puerta y mas sobre todo cuando vio el estado del interior, gracias a la poca luz que entraba desde el pasillo. La verdad es que no sabía cómo afrontar aquello. Miro al conde cuando este dirigió su vista hacia ella y solo pudo encogerse de hombros.

Iba a dar un paso hacia el interior de la habitación (alguien tenía que hacerlo) cuando vio por el rabillo del ojo a los dos vástagos llegar. Se había preocupado demasiado.

- ¿No les acompaña el Primogénito? Creí que había dicho que quería interrogarle el también. Les pregunto cuando estuvieron lo suficientemente cerca para escucharla.

Notas de juego

Tiro ya o solo cuando este dentro?

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04/05/2015, 20:41
Director

Notas de juego

Cuando estéis dentro. Os ire diciendo los momentos en los que debéis tirar.

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04/05/2015, 21:15
Abraham Mellon

Uuuuhhh... Ah.. ¡AH! ¡¡AAAHHHHGGGHHHHHHH!! - el grito provenia de la figura en el interior de la habitación, que ahora se retorcía convulsionando violentamente. Para las mentes agudas, el violento espasmo se produjo en cuanto Jennet se acercó a vosotros.

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10/05/2015, 21:57
Morgan

- ¿No les acompaña el Primogénito? Creí que había dicho que quería interrogarle el también.

¿Quién, el primogénito Tremere? ¿Molestarse por un enajenado?

-Oh, no. El Primogénito tenía... asuntos urgentes de los que ocuparse.

Como asociarles con un contagioso demente para que cualquier cosa que pudieran decir más tarde pudiera achacarse a eso. Si tuviera alguna forma de negarse lo hubiera hecho, pero un Primogénito es un Primogénito y un neonato es un neonato, y aquella era... la mejor de las soluciones. ¡Así que a emprenderla con alegría y dedicación! Hgrmh.

-Permítanme, srtas... -dijo, entrando él primero- Podría ser peligroso.

Y peligroso parecía.

-¿Señor Mellon? ¿Me entiende?
 

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11/05/2015, 17:33
Abraham Mellon

Entrásteis en la habitación, invadida por la penumbra. El interior de la puerta había sido arañado, y el pomo estaba medio sacado. Sin duda, Abraham habría tratado de escapar en algún momento, con un estrépito que destrozó la habitación. El Guardián miró disgustado la plana, pero no dijo nada. Ya hablaría más tarde con el Dr. Timothy acerca de las connotaciones entre alojar y encarcelar dentro de un Eliseo.

La forma se contrajo un momento, y luego se relajó. Se trataba sin duda del señor Mellon. Morgan lo recordaba de alguna de sus visitas, hacía ya años, al Eliseo, con un porte digno de un caballero, hablando sobre temas trascendentes de la existencia, y riéndose del esoterismo como una patraña ideada por tahúres. Por supuesto, reconocía el uso de la vitae junto con órganos transformados durante el abrazo para realizar lo que el consideraba mecánicas, pero que se apresuraba a separar plenamente del concepto de magia. Ni que decir tiene, que se burlaba de la manera más educada posible del misticismo y secretismo de los Tremere. Y siempre dentro del Eliseo, por si acaso.

Pero ahí, en ese momento, no quedaba más que una sombra de lo que ese vástago había sido. Una sombra retorcida y demacrada, visiblemente malnutrida y con restos de violencia, que no alcanzáis a adivinar si fue autoinfligida o provocada por otros. La barba y el pelo llevaban ya tiempo sin recibir cuidado alguno, y si bien no tenían los problemas asociados de ser mortal relacionados con la grasa excretada por la piel, si que mostraba todos los demás.

Mellon levantó la cabeza, y miró con ojos vacíos.

¿Aleister? ¿Eres... tú? Ya vienen... Aleister, ya vienen... - murmuró con voz casi inaudible.