Partida Rol por web

Kelia, desde su posición algo alejada, ve con horror cómo Michael se lleva un buen mordisco por parte de uno de esos malditos monos que ha conseguido subírsele encima. Sin pensárselo dos veces lanza una piedra con su honda... que si bien no acierta al mono que está sobre su compañero, consigue que los que iban más atrás se retiren algo asustados sabiendo que pueden ser los próximos en recibir una pedrada de la chica.

No se alejan demasiado pero por el momento parece que se lo pensarán dos veces antes de seguir al chico mientras Kelia siga teniendo piedras que lanzarles.

Mike siente los fríos colmillos de mono desgarrando su carne. Alguno de aquellos malditos animales había conseguido alcanzarlo y morderlo. Como si no estuviera ya suficientemente jodido...Y con suerte el maldito simio no tendría la rabia. Aunque eso sólo importaba si podía escapar de la bandada, cosa que cada vez se pintaba más difícil.

Por suerte entre sus armas se ecnontraba algo mucho más manejable que un hacha y una honda: el cuchillo. Mike lo desenfiundó con rapidez y mientras intentaba seguir corriendo e ignorar el dolor lanzó una cuchillada sobre su hombro izquierdo esperando alcanzar al mono y matarlo con suerte, o al menos obligarlo a soltarle.

Michael con toda la fuerza que consigue reunir a pesar del sorprendente y doloroso mordisco que acaba de recibir agarra al mono que le ha clavado los colmillos con solo una mano impidiendo al animal casi moverse, aunque es muy ágil y en cualquier momento sabría cómo escapar de la mano del tributo.

Por otro lado Kelia observa, desde su aún privilegiada posición, el espectáculo y puede ver como uno de los monos que antes habían quedado atrás ahora parece querer volver a la carga tras ver cómo uno de sus compañeros corre peligro.

-Corre Mike, ¡ya no quedan muchos....!- es cierto, los monos empiezan a cansarse... pero nosotros también.

Se me encoge el estómago cuando veo como muerden a mi compañero a sabiendas de que ya empieza a acumular demasiadas heridas y aunque intento disparar al siguiente animalejo que se acerca para que no le moleste no tengo demasiado éxito. Creo que debería haber entrenado mucho más cuando pude, ahora me siento impotente...

Mike consigue agarrar al maldito simio que le ha pegado el mordisco y con un fuerte movimiento de muñeca  consigue hacer que se suelte, quedándose en una posición totalmente vulnerable. El chico no se lo piensa, con fuerza lanza una cuchillada hacia el estómago del mono esperando que sea suficiente para que lo deje en paz. E incluso con suerte sus compañeros se pararán para comérselo...si es que lo que los mueve es el hambre.

- Ya voy...- dice inmediatamente cuando escucha a Kelia apremiándole para que se de prisa. La carrera empieza a ser bastante dura y larga. Mike comienza a sentir los efectos de la fatiga y la herida comienza a dolerle. Incluso es posible que se vuelva a abrir lo cual sería un verdadero problema...

Con un fuerte tajo Michael hunde la hoja de su cuchillo de combate en la blanda tripa del mono que acaba de morderle y que no parece querer bajarse de su hombro. La herida que le provoca al simio es profunda y consigue que este caiga al suelo dándose por vencido.

No es así con el otro animalillo que estaba cerca de Mike al ver a su compañero correr peligro. Parece que además de haberlos modificado genéticamente para ser unos asesinos con los humanos les hubieran inculcado el deseo de venganza. Es increíble.
A pesar de que ese mono continúa persiguiendo a un cansado Mike, el resto se han quedado atrás, uno muy malherido y los otros asustados al ver que les superan en fuerza...

Resoplo de frustración tras fallar el tiro pero como veo que Mike consigue deshacerse del mono que tiene encima aprovecho para apuntar algo mejor de lo habitual al que ya está a punto de lanzársele encima, espero darle en todo el ojo y que nos dejen tranquilos de una vez... Y esto no ha hecho más que empezar.

Kelia se detiene en la carrera para ver cómo el mono que había mordido a su compañero cae herido por este al suelo, sin embargo otro animal cargado de ira y venganza se intenta abalanzar ahora sobre Michael.
Sin pensarlo un momento la muchacha vuelve a apuntar con su honda y lanza una piedra que va a dar justo en uno de los pequeños brazos del mono, que queda totalmente inutilizado, pero apenas lo frena unos metros antes de tratar de seguir a la carrera con más lentitud y con el brazo herido colgando del hombro como si fuera un trozo de tela mal cosido.

La carrera por salvar la vida comienza a ser interminable, o al menos esa es la impresión que le da a Mike. Probablement eno lleven ni dos minutos corriendo. Sin embargo los malditos monos no parecen querer desisitir en ningún momento. Una de las peores cosas que uno se puede encontrar en los juegos son los animales modificados.

Kelia decide ayudar a su compañero atacando al mono que los persigue. De hecho hace gala de una muy buena puntería y alcanza al maldito simio. Mike no se detiene, pero gira su cabeza rápidamente para ver el resultado. El animal los sigue persiguiendo, pero parece estar bastante jodido. El muchacho también lo está, por eso decide seguir corriendo intentando dejar al mono atrás, en vez de intentar rematarlo.

- ¡Corre Kelia!. Tal vez ahora podamos despistarlo.- grita instando a su amiga a seguir corriendo, aunque sólo el hecho de gritar ya le cuesta un gran esfuerzo.

Esta vez la piedra impacta en el pequeño mono pero está claro que vamos a tener que conseguir armas más letales o contundentes si queremos conseguir tener posibilidades reales de sobrevivir a este infierno. Miro la honda con resignación y cansancio pero no la suelto, no tengo nada más que eso para defenderme.

-Está bien, parece cansado- aunque yo también lo estoy y casi me falta el aliento al decirlo y reemprender otro sprin que consigue que mis piernas tiemblen peligrosamente.

Aunque el cansancio comienza a apoderarse de vosotros, especialmente de Michael, no tardais en dejar bien atrás al único mono que aún os seguía... pero ahora no podéis evitar que la paranoia de que haya más de esos animales subidos a los árboles mirandoos os inquiete.

Al mirar al cielo y a lo alto de los árboles, para quitaros un poco ese miedo o esa sensación de estar siendo observados, os dais cuenta de que pronto anochecerá. La montaña está bastante cerca vuestro por todo lo que habéis estado corriendo en esa dirección pero a menos que no os detuviérais a dormir no llegaríais al menos hasta el medio día de mañana, horas arriba, horas abajo.

-Malditos bichos- espeto con cierto malhumor una vez quedamos libres de la persecución, al fin. Es entonces cuando me permito parar de correr y me limito a caminar sin poder evitar mirar atrás y alrededor muy a menudo. Me pregunto si podré aguantar más de un par de días a este ritmo.

-¿Cómo estás? Yo sólo cansada....- suspiro y me detengo del todo observando a mi compañero con aprensión -Será mejor que paremos, mañana podemos intentar buscar una cueva o un rincón relativamente seguro- al final me dejo caer sobre el propio suelo, no puedo dar ni un paso más.

- Estoy...- respira con cierta dificultad- Estoy.- dice como si fuera suficiente respuesta recuperando el aliento.- La herida cada vez me molesta más y el mordisco del mono tendré que curármelo. Sólo espero que ese maldito bichejo no tuviera ningún tipo de enfermedad como la rabia o algo por el estilo porque entonces si que estaré jodido del todo.- está claro que el cansancio y el dolor han dejado bastante por los suelos los ánimos de Michael y eso se nota en su tono de voz.

- Está claro que tenemos que descansar, pero...- Mike se calla. Parece que está sufriendo algún tipo de lucha interna.- Tenemos que encontrar agua y después...¿Qué haremos después?. Está claro que no podemos quedarnos expectantes esperando que no pase nada. Si no son los monos, será el hambre, o alguna enfermedad o lo que sea. Tarde o temprano algo nos matará.- dice con rabia y frustración. Sus puños están cerrados con fuerza como si estuviera a punto de liarse a puñetazos.- La única manera de salir de aqui es matar a los otros tributos Kelia...- sentencia finalmente abatido.

-Seguro que no, descansa un poco y te vendaremos ese mordisco...- miro el brazo de Mike con preocupación. Por suerte yo estoy bastante bien pero resulta evidente que él ya tiene demasiadas heridas acumuladas. ¿Qué voy a hacer si me quedo sola...? No creo que ni siquiera podría soportar esa posibilidad.

-Estamos en la falda de la montaña, tiene que haber varios manantiales a la fuerza... Tenemos agua para hoy pero mañana dedicaremos unas horas a dar con alguno- me encojo de hombros, casi suena como una apetecible excursión... y será mejor fingir como que así es.

Las últimas palabras de mi compañero de Distrito son las que consiguen hundirme del todo. Sé que lo que dice es cierto, soy consciente de ello, pero oírlo en voz alta y tener que admitirlo es demasiado.
Supongo que simplemente soy demasiado débil porque no puedo evitar empezar a llorar, esforzándome además por no hacer demasiado ruido.

-Yo no puedo....- acabo admitiendo con una negación de cabeza y la voz quebrada.

Michael se sorprende con la reacción de Kelia y se maldice por ser tan bruto. En seguida se siente profundamente avergonzado por haber hecho llorar a Kelia. Después de todo lo que han pasado lo que consigue hacerla llorar son sus palabras.

- Eh vamos...- comienza a decir  sin saber muy bien que hacer.- Lo siento Kelia, tal vez no debería haber dicho eso. Supongo que sólo lo he hecho porque me siento abatido por la situación, y porque las heridas, que cada vez son más, no paran de dolerme.- se disculpa rápidamente intentando que su amiga olvide lo que acaba de decir...aunque por mucho que quieran los dos no van a poder evadir la realidad.

-Vamos, sécate las lágrimas y olvida lo que he dicho. Aguantaremos todo el tiempo que podamos y ya está. Vamos a por un poco de agua y a descansar y seguro que después nos encontramos mucho mejor ¿Vale?.- añade intentándo animarla. Mike se da cuenta de que lo peor que les puede pasar es rendirse. Que el sentimiento de desesperanza se adueñe de ellos sería la verdadera sentencia de muerte. Lo que hay que hacer es intentar seguir adelante pase lo que pase...

-No te disculpes, si tienes razón...- lo sé, ambos lo sabemos, pero eso no quiere decir que sea algo agradable o que tengamos ganas de hacer. Me seco las lágrimas rápidamente y procuro fingir que nunca han estado ahí, aunque resulta bastante difícil.

-Antes de movernos deja que te vea eso- me obligo a levantarme del suelo con un pequeño resoplido de cansancio y compruebo la herida de Mike procurando hacerle un vendaje lo mejor que puedo. No se puede decir que sea una experta a pesar de que intenté aprender en los entrenamientos pero creo que ésta vez el resultado es satisfactorio.

Después me limito a cogerme de su mano más sana y me dejo llevar sin rechistar. Puede que esto no me guste pero no quiero que repercuta en mi compañero. O quizá debería empezar a decir amigo...

La nueva herida de Michael no tiene buen aspecto pero la herida en el pecho que le causó aquella lanza en la Cornucopia es mucho más preocupante. Aún así Kelia se dedica con cariño y suavidad a desinfectarle ambas heridas con el agua oxigenada. El mordisco del mono ahora parece que quedará en un rasguño más grande y largo de lo normal.

Además, al sacar su bote de agua oxigenada, Kelia recuerda la existencia de la pomada para heridas que Mike no se ha aplicado en todo el día así que, con sumo cuidado llena su herida del pecho con el pegajoso mejunje. Puede que siga andando un trecho más antes de decidir dormir pero durante las horas de descanso le vendrá bien tener ese pegote en la herida que está ahora al descubierto haciendo efecto.

Comienza a caer la noche cuando tras las curas, la conversación y las lágrimas continuáis caminando un poco más. Michael se ha quitado la camiseta y empieza a sentir el frío de esa ficticia naturaleza que, por supuesto, los vigilantes estarán provocando. El muchacho comienza a tiritar y a los pocos minutos podéis ver cómo algo cae del cielo cerca de vosotros y os parece oír alejarse a un deslizador. ¿Acaso tenéis patrocinadores? ¿O se trata de algún tributo cercano haciendo ruido?

Kelia se acerca al paquete en cuestión con cierto miedo pero pronto se da cuenta de que, en efecto, debe ser un regalo de algún patrocinador. Viene en un bonito papel rojo sangre y al abrirlo ambos comprobais que es un botiquín pequeño.

Lo observais contentos y dais gracias hacia el cielo a quien haya tenido a bien gastarse una millonada para poder entregaros eso. Ayudará desde luego a que Mike mejore y quizá se le pueda coser la herida del costado cuando de nuevo haya luz del día.
Tras caminar un rato escucháis el himno del Capitolio así que Kelia se sube sin muco problema a un árbol para poder ver quiénes ya no están entre sus enemigos:

El cielo se ilumina con el Sello del Capitolio tan grande que casi no le alcanza la vista:

Y tras finalizar la música atronadora del himno solamente una imagen adorna el cielo, la única tributo que ha muerto en el segundo día de los Juegos: