Partida Rol por web

Los tributos del Distrito 5, Izan y Duna.

Salen en un carro un poco soso ya que apenas tiene decorado: unos caballos marrones oscuros tiran de un carro de tonos amarillentos y verdes, con algunas ramas de trigo secas, algunos fardos de paja y unas pocas verduras verdes de aspecto sabrosísimo.
Su vestuario, como es costumbre para este Distrito, homenajea el color del campo: verde.

Izan lleva una boina verde a juego con su traje así que apenas se le ve algún pelillo rubio escapando por los laterales y la pequeña Duna lleva el pelo recogido en una sencilla cola de caballo .

Los tributos del Distrito 6, Sáuce y Briggitte, salen en un carro con jirones de tela blanca y alguna poca negra colocada por todo alrededor y  tirado por unos caballos negros cuyo pelaje reluce a la luz de las farolas. El carro es bastante sobrio cuando se le ve aparecer pero en cuanto empieza a andar se pueden ver motas negras brillando por todo el carro dándole un inesperado atractivo cuando las cámaras con sus focos lo graban.
Sáuce y Briggitte van vestidos ambos de negro pero con traje y vestido de cuero, lo cual hace que se les vea perfectamente entre el suelo blanco de su carro y el brillo de esa tela ajustada a sus cuerpos:

Sáuce lleva el pelo revuelto tal como siempre, lo cual le confiere ese toque aniñado que gusta en el Capitolio para sus tributos. Briggitte en cambio lleva su larguísima melena rubia suelta y ondulada, parece una sirena. Además, debido a que su carro sabían que saldría de noche, han maquillado a la jóven los ojos de riguroso negro y llama mucho la atención pues el maquillaje resalta sus ojos exageradamente en los primeros planos:

Mi cara frente a las cámaras es de incomprensión, mezclada con ignorancia y una punta de despecho. Añadiéndole alguna lagrimita, mientras sujeto la correa de nº 13, con mucha fuerza, casi como para estrujarla, e incluso en algunos momentos la llevo en la mano con la que saludo, para crear algo de incógnita sobre mi pasado.

Eso es... Sacadme las fotos que debáis, haced preguntas sobre mí, investigad mi historia, dadme protagonismo y os recompensaré con los juegos más sangrientos que hayáis visto jamás...

Tras subir a la llamativo carroza el desfile comienza. No puedo evitar sentirme muy cohibida por la cantidad de gente que nos vitorea y rodea, además a menudo nos muestran en esas enormes pantallas distribuidas por los edificios consiguiendo que enrojezca parcialmente.

Por suerte consigo acostumbrarme al cabo de pocos minutos así que empiezo a esforzarme por dedicar tímidas sonrisas y saludos con la mano a los que más nos aclaman. Me siento como un mono de feria pero si no me muestro un poco receptiva y "simpática" me será más difícil conseguir patrocinadores dadas mis pocas dotes de guerrera.

-Quizá no seamos los mejores... pero tampoco somos los peores- afirmo con seguridad a Michael en un murmullo, aprovechando para tirarle un poco de la manga animándole a que también salude de vez en cuando aunque lo veo difícil. La verdad es que aún queda lo peor: las entrevistas.

Nada más comenzar el desfile, Michael sintió como su boca se resecaba. Era increíble la cantidad de gente que había alli sólo para verlos. Incluso él, alguna vez, había visto el desfile de los juegos. Gustara o no era un acontecimiento importante y hasta el más dejado había visto alguna vez el desfile. Sin embargo Mike pudo constatar que visto desde fuera no era nada. En vivo y en directo era mucho más grande e imponente, y ser parte de él resaltaba más esas características.

Poco se fijó en las otras carrozas, aunque se dedicó unos minutillos a fijarse en los demás participantes. Para su gusto, con toda la cara pintarrajeada, parecía ridículo al lado de los demás, pero era muy posible que los peces gordos del capitolio no lo vieran así.

- Espero que los patrocinadores piensen lo mismo...- responde a su compañera también en un murmullo que no deja claro si está bromeando o realmente le preocupa lo que acaba de decir. Después de eso se animó un poco e incluso llegó a sonreir y a saludar tímidamente al público con apenas una elevación del brazo derecho. hasta ese momento se había mantenido totalmente quieto sorprendido por la magnitud del evento...

Desde el carro, veo a la enorme masa de gente. Nunca había estado tan nerviosa como entonces, ya que llamar la atención no me gustaba, pero por lo general era bastante tranquila. Pero ver a tanta gente, aplaudiendo y gritando...  Y encima yo con estas pintas... Me parece que llevo demasiado color.

Para intentar pasar antes este mal trago y que no se me note tanto lo sonrojada que estoy, me giro hacia Walter y entablo conversación con él.

Montado en la carroza junto a mi compañera, siento como somos el centro de atención. Miro a todos lados, a todas las camaras a la gente, incluso saludo a alguna cámara de las que me están apuntando directamente. Siempre con un gesto un tanto serio, puesto que pese a que es una "fiesta" no deja de ser algo molesto para los que estamos en las carrozas.

Busco con la mirada quienes pueden ser los patrocinadores, pero entre los flashes no consigo ver nada, salvo las pantallas gigantes en las que se puede ver las demás carrozas.

Miro a los zorritos, asustados en las jaulas ante el ruido y la multitud, fuera de su habitat, miralos están tan asustados como nosotros, tan fuera de lugar, tan indefensos... no hay mucha diferencia entre ellos y nosotros en estos momentos.

Miro a mi compañera que está sentada junto a mi en la carroza. ¿Qué tal? ¿Asustada? ¿Nerviosa? Que forma de intentar entablar conversación, y que mal momento para hacerlo...

No espero respuesta, y continuo mirando a los lados y observando a la gente que nos mira.

asustada nerviosa....y con una extraña sensacion,me hormiguea el cuerpo, estoy estupefacta ante la multitud que nos aclama,por el hecho de que vamos a morir por ellos...para que ellos se diviertan,pero por unos días seremos el centro de atención y esta multitud  se preocupara en cierto modo por nosotros... tu que opinas?

le digo mientras le observo intentando sacar algún sentimiento de sus ojos serios mientras mira  un poco a todas partes

tienes miedo?

Los doce carros llenan el circuito del Círculo de la Ciudad.

Todas las ventanas de los edificios que rodean el Círculo o Plaza están abarrotadas de los ciudadanos más prestigiosos del Capitolio, dado el exagerado precio que supone poder ver el Desfile desde allí.
Vuestros caballos os llevan justo hasta la mansión del Presidente Snow, y allí os paráis.

En el balcón de su mansión está el presidente, protegido por varios hombres fornidos y que llevan gafas de sol a pesar de ser de noche ya.

Unas cuantas luces que no se sabe muy bien desde dónde alumbran enfocan al Presidente. El hombre no es muy mayor pero impone por su semblante serio. Es un hombre alto, delgado y de pelo canoso.

Tiene un micrófono o algo que se le parece delante de la boca y comienza a hablar mirándoos:

- Mis queridos chicos y chicas, a vosotros que sois hoy los Tributos de cada Distrito de nuestro amado país, Panem; os doy la Bienvenida a este, el centro del gobierno que nos rige a todos. Bienvenidos al Capitolio y deseo que vuestra estancia aquí sea tan agradable como lo es para nosotros el teneros aquí hoy y ahora.
Para que nunca se olviden los disturbios y las guerras del pasado, para que no se vuelva a recurrir a eliminar un Distrito, para que nadie olvide lo que supuso aquello en el corazón de todos en este país, estais aquí. Para recordarnos que aquello no fue un juego y para concienciar a las futuras generaciones, vosotros, Tributos, luchareis con honor y al vencedor le esperará fortuna y gloria.

¡Por un Panem justo!

Todo el mundo repite las palabras del último grito del Presidente y este sonríe complacido.

Vuestros carros recorren el Círculo por última vez mientras suena el Himno del Capitolio.

Las cámaras enfocan a cada pareja de Tributos nuevamente y en orden de Distrito.
Según va terminando el Himno y la última vuelta al Círculo vuestros carros van desapareciendo dentro de un edificio imponente con abrumadoras cristaleras que reflejan el esplendor de los focos de televisión.Es el famoso Centro de Entrenamiento y el que será vuestro hogar durante los próximos días.

En cuanto se cierran las puertas tras el carro del Distrito 6, vuestros estilistas, mentores/as y presentadores/as os rodean y parlotean piropeándoos.

Intento disimular como si no hubiera escuchado la pregunta, pero alex me mira fijamente... ¿Miedo? No tengo nada que perder, ¿por qué iba a tener miedo? Pregunto de forma retórica, no tiene que ser más peligroso que ir a cazar un dia normal...