Partida Rol por web

La noche transcurria de forma tranquila Hayley hablaba contigo y de vez en cuadno te dejaba con Leo apra hablar con unos compañeros de clase o amigos que iban apareciendo, su don social estaba bastante claro, de echo te presento algunas personas, y la ultima de ellas estaba en la barra.

- Ven tengo que presentarte a alguien, tambien llego ahora mismo a la ciudad y esta en la residencia viviendo - Te explica tirando de ti.

La noche transcurria de forma tranquila Hayley hablaba contigo y de vez en cuadno te dejaba con Leo apra hablar con unos compañeros de clase o amigos que iban apareciendo, su don social estaba bastante claro, de echo te presento algunas personas, y la ultima de ellas estaba en la barra.

- Ven tengo que presentarte a alguien, tambien llego ahora mismo a la ciudad y esta en la residencia viviendo - Te explica tirando de ti.

Os encontrais en la barra con Hayley en medio de los dos con una gran sonrisa - Paula este es Akio, Akio ella es Paula - Comenta presentandoos sin perder la sonrisa - Creo que os voy a ir juntando a todos los nuevos y asi formamos un gran familia - Se echa a reir y mira  aLeo que la mira entre mal y peor.

Su hermano se va a recoger unas mesas dejandoos solos - Ves a Paula la ayudamos a encontrar trabajo seguro que a ti tambien - Su tono no dejaba de ser alegre en ningun momento.

Tal y como iba pasando la noche me iba desenvolviendo mejor, de forma más animada sin duda, a Hayley su empleo le venía como anillo al dedo no paraba de hablar con una y otra persona, además se encargó de que no me sintiera sólo y su hermano era majo también.

- Ah, muy bien – No puse ninguna pega a que me presentara a alguien, me consideraba una persona bastante sociable aunque tímida en ciertos momentos, pero ahora mismo eso quedaba aparcado.

Dejé que tirara de mí para ver a quien me quería presentar.

Aquella chica no paraba ni un momento, mientras que yo me había apalancado en uno de los taburetes que había en la barra para ir charlando a ratos con Leo y a ratos con la pelirroja, cuando no estaba liada hablando con nadie.

- Menos mal que no me ibas a presentar a nadie... - Me reí por el comentario que me había hecho antes, pero lógicamente sólo estaba bromeando.

Me acerqué para terminar delante de un chico oriental y sonreí mientras hablaba.

- Bueno, aún no tengo trabajo pero estoy en ello.

Me acerqué a Akio para darle dos besos, como se acostumbraba a hacer en España que era donde había vivido más tiempo últimamente.

- Es un placer.

Me llevó hasta una chica de cabellos castaños y unas especie de… como se llama… mechas, mechas rojas, si eso.

En mi tierra no había costumbre de darse un par de besos, pero en estados unidos no era tan raro y yo estudié aquí en la universidad – Ho, hola Paula, el placer es mío - luego hice una pequeñísima reverencia, como las que hacía en el tatami pero no tan exageradas.

- Ah, yo estoy en ello también, el lunes hago una entrevista y puede que Leo me mire algo también, - carraspeé - me ha comentado Hayley que estamos en la misma residencia – desde luego la chica tenía una sonrisa muy bonita

- ¿Tú de que “estás en ello”? – me reí por lo gracioso que me quedó el modo en preguntarle de que quería trabajar

- Soy filóloga. - Respondí a la pregunta que a duras penas había entendido, ya que se lo había currado para dejarme unos segundos pensando en a qué se estaba refiriendo. - Por el momento, eché el curriculum para hacer de guía turístico o algo así... es curioso porque llevo aquí dos días, pero espero que lo de saber idiomas me ayude.

No creía que aquel chico tuviera pintas de andar tras el mismo trabajo.

- Japonés aún no sé. - Bromeé. - ¿ Y tú de qué buscas curro? Es por si por un casual me entero de algo.

Sin poder evitarlo levanté la vista para mirar qué era lo que hacía Leo, aunque tan sólo fue un instante porque en seguida volví a la conversación.

- Ah, pues que tengas suerte – dije de forma educada, parecía que no había captado mi broma, al menos no sonrió

- Bueno, pues si en algún momento quieres aprender te puedo echar una mano – le aseguré – Yo busco de artes marciales aunque mi gran objetivo, ese que no se si algún día podré conseguir es especialista en películas, se me da bien el deporte y esas cosas – No se me escapó esa mirada, si le aburría hablar conmigo se podía ir

Lo que menos esperaba era conocer a alguien que quisiera dedicarse a eso del cine, pero claro, en ese momento caí en la cuenta de que debía de ser una de las pocas personas que no había acabado en esa ciudad para querer hacer películas.

- ¿ Artes marciales? - Solté uno de esos sonidillos que haces cuando algo te parece muy difícil. - ¿ Y haces cosas de esas como Bruce Lee? - Me eché a reir esperando que aquello no le molestase. - Sólo bromeaba.

- Si en algún momento me entero de alguna cosa así te la diré, aunque sea para currar en un gimnasio o algo así. Supongo, que en un lugar donde estar " guapo " es el pan de cada día no faltarán gimnasios y cosas de ese etilo.

Claro que era una suposición, porque bastante me costaba aún saber muchas veces por donde caminaba como para haberme fijado en la cantidad de gimnasios que podía haber en toda una ciudad como aquella.

- Si, el gran Bruce Lee – me reí, para nada me molestó eso – Mira si te interesa enseñarte defensa personal… las primeras clases son gratis – yo también bromeaba pero eso hizo que quizás una alternativa de futuro podía ser montar mi propio gimnasio, pero para eso primero tendría que ahorrar mucho dinero.

- Te lo agradezco mucho y lo mismo digo, si me entero que alguien busca una fili… fililo... filologa te aviso yo también – se me trabó la palabra esa – Mira podemos unir fuerzas y montar una academia de idiomas en una planta y gimnasio en otro ¡Aprende a defenderte mientras te enseñas idiomas! – me reí por mis ocurrencias tan absurdas, me imaginé a la gente haciendo "katas" mientras recitaba algo en español

Hayley sin que os dierais cuenta desaparecio como es habitual y la encontrasteis hablando con un par de chicas al otro lado de la barra, por otro lado Leo termino de recoger las cosas y meter todo en el fregadero escuchandoos, cuando termino se incorporo levantando una ceja y mirando Akio.

- ¿Te recojo mañana a las 12 en la residencia y pasamos por mi gimnasio si quieres? - Pregunto mirando despues de reojo a Paula, realmente no sabia muy bienq ue decirle a ella ahora mismo...

Me eché a reir con eso del gimnasio y los idiomas, pues era un poco raro.

- Para montar un negocio me parece que hay que tener algo de pasta y yo... como no venda un riñón en el mercado negro... estoy con la pasta justa para sobrevivir mientras encuentro algo. Venir hasta aquí desde Europa es de todo menos barato.

Miré a Leo cuando habló y le sonreí en cuanto me miró, aunque ni siquiera estaba hablando conmigo. No me sorprendió absolutamente nada que dijera que iba al gimnasio, pero ni lo más mínimo.

- Leo vas a tener que comprarte una agenda para ir apuntando a toda la gente que tienes que ayudar al cabo del día.

Le saqué la lengua divertida y luego me giré hacia Akio.

- Es que a mí fue quien me acompañó a lo de entregar el curriculum ayer.

Me gustó verla reír aunque algún día igual me tiraban un vaso por encima como no dejara de decir chorradas.

- Claro, hace falta mucha pasta y mucha clientela para comenzar con un negocio, pero me gusta tener metas, sueños, creo que es lo que le da aliciente a esta vida – Fui asintiendo.

Leo me comentó lo del gimnasio - ¡Perfecto! no tengo otra cosa que hacer – le dije a este y me reí por el comentario de Paula – Es verdad, estos dos hermanos son la monda, espero poder invitarle a algo algún día con mi primer sueldo

- Si no es indiscreción ¿Y donde lo echaste? – Tenía curiosidad por saber donde trabajaban los filólogos, no lo tenía muy claro, quizás podían haber sitios como escuelas, ¡E incluso como traductora!

Sonreí de nuevo, pero esta vez mirando a Leo tras aquellas palabras de Akio y guiñé un ojo al camarero, para luego volver a centrarme en la conversación y en las palabras del muchacho.

- Creo que es para hacer de guía turístico, ya sabes, de esos que te repiten veinte veces las cosas en tres o cuatro idiomas, pero siempre será eso mejor que nada. - Asentí. - Después de todo sería un comienzo.

Ahora ya no me sentía tan sola en aquel lugar, quizás, sabiendo que no era la única en mi misma situación, aunque Hayley y Leo ya se habían encargado de acogerme y sentía que les debía muchísimo a ambos, pues nada más llegué pensé que lo de conocer a alguien agradable y que encima me echara una mano iba a ser una tarea más difícil de lo que había sido.

No podíamos aspirar a mucho nada más llegar, tal vez soñar si, pero había que ser realistas con el trabajo.

- Ya, pues a ver si tienes suerte, la cosa es comenzar con algo y a partir de ahí… ir mejorando

Ya no sabía que más decir y la chica no parecía muy centrada en la conversación, di un trago más a mi cerveza y comencé a mirar alrededor.

Era uno de esos momentos en los que no tenía demasiado claro qué más decir y es que tampoco conocía a ese chico como para preguntarle nada más. Me parecía un poco de mal gusto el empezar a preguntarle cosas como de dónde venía o de si tenía familia por aquí... cosas de esas que se preguntan siempre, pero que a mí me molestaba bastante que lo hicieran así según me veían.

- Bueno... ummm... supongo que ahora es cuando no sé qué más decir y me vuelvo a mi rinconcito de barra. - Puse una de esas sonrisas que venían a pedir disculpas e incluso me sonrojé un poco por haberlo dicho así en alto. - Ha sido un placer Akio y espero que tengas muchísima suerte con lo del gimnasio. Seguro que nos vemos pronto por aquí.

Le guiñé un ojo también a él y luego me volví a la banqueta en la que antes estaba sentada. Eso de que me dejaran sola con gente que no conocía no era molesto tampoco, pero llegado a un punto, era un " no saber ni que decir ni qué hacer ".

Esta vez me reí un poco por lo que dijo, pero por la sencilla razón de que yo estaba en la misma situación, me sentí batante identificado con ello – Si, a mi me pasa un poco lo mismo, claro, ve, no hay problema… el placer ha sido mío Paula – Hice otra pequeña reverencia – Seguro que nos vemos y estando en la misma residencia parece muy fácil.

Suspiré y yo también volví al lugar en el que estaba en la barra, me miré la hora quizás era un buen momento para volver a la residencia.

La noche trancurrio entre charlas entre vosotros, con los hermanos y amigos de estos, hasta que finalmente llego la hora del cierre.

La pelirroja se acerco a Akio colgandose de su brazo - ¿Vamos a la Residencia? - Pregunta mirando a Leo y a Paula de reojo - Bueno pareja nos vemos mañana! - Comienza a tirar del asiatico mientras su hermano se gira y mira al joven dejando las ultimas cosas sobre la barra - Te recojo en recepcion mañana a las doce! - Despues vuelve su mirada hacia Paula - Termino en diez minutos ¿Vale?

Al final supongo que si se acabo notando que estaba en “tierras extrañas” aunque acabé conociendo a gente, tampoco bebí mucho pero quedó bastante bien la noche.

Sonreí a Hayley que con lo dicharachera que era no dudó en colgarse a mi brazo, a mi no me importó, la chica se notaba a varios kilómetros que era muy extrovertida – Si, perfecto – le dije a lo de volver a la residencia y a Leo le confirmé que – De acuerdo, mañana a las doce – levanté la mano a Paula y miré a la pelirroja para cuando quisiera ponernos en marcha