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Los asuntos del Emperador

Parte II: "Gran remedio para un hombre; harto mal a tantos otros"

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23/11/2022, 10:04
Su Majestad Carlos I de España

¡Id a ver! ¡aprisa! -os ordenó el Emperador-

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23/11/2022, 12:02
Cristovão da Cadeira

Cristovao, tan solo guardaría silencio ante la conversación con el emperador con sus compañeros. Repentinamente gritos de ayuda se oirían entrar silenciando la conversación. Cristovao al girar vería a Don Juan valín el ayudante del relojero real y este explicaría el motivo de interrumpir al cesar.

Tras la orden del cesar. Saldrían una palabras de Cristovao –Enseguida mi señor. Y cristovao sin esperar la reacción del grupo se encaminaría junto a Juan valín –Llévanos con él.

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23/11/2022, 12:17
Beltrán Ruís

Descartado el impago y ante la no contestación de quiénes eran, supe que era una organización turbia. ¿Qué tejemanejes se traía el emperador con esa gente? Si no quería contarlo, nada podía hacer yo para sonsacárselo. Lo que tenía claro es que 'algo' tenían en contra de su majestad. Justo en ese momento apareció el ayudante del relojero pidiendo ayuda. Se refirió a algo que había conseguido su mentor y que le había provocado caer inconsciente. ¿Qué sería? Ante la orden del monarca, salí detrás de Cristoväo, que había salido disparado el primero.

-"Vayamos a ver qué ha ocurrido." Dije en alto.

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23/11/2022, 23:30
Manuela Mendoça

Me sobresaltó la interrupción de Don Juan. Aunque en esta última semana todo me sobresaltaba. Acudí presta con el resto a ver qué le había pasado al relojero. Pero sabía qué era. La maldición... es la maldición... Llevaba el corazón en un puño.

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24/11/2022, 19:00
Nicolao de Maella

 Nicolao no era un hombre de palabras y poco podía saber qué ocurrencias podrían pasar al tratar con una sociedad de lo oculto de ese calibre.

 Al llegar el joven Juan Nicolao siguió al grupo en seguida.

Notas de juego

Disculpes la poca actividad, he estado muy atareado estas fechas.

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25/11/2022, 11:41
Director

Seguísteis enseguida a Juan Valín, y no tardásteis más que pocos segundos en llegar hasta el taller que regentaba el ingeniero Turriano, situado cerca del dormitorio del Emperador. Don Juanelo se hallaba postrado en el interior, una pequeña sala de reciente construcción (con motivo de la llegada del César a Yuste).

La sala no era sino un cuarto pequeño y rectangular, compuesto por un baúl lleno de herramientas y cachivaches, tales como objetos de precisión, varios anteojos, pinzas minúsculas de todo tipo y diversas lentes minerales aquí y allá; también había prototipos de juguetes mecánicos, relojes de cuerda sin acabar y cuencos con repuestos diversos. Un par de cuadernos sobre la mesa, con diseños, medidas y bocetos componían la escena. Diversas velas, ahora apagadas, descansaban en distintos rincones, y una única ventana orientada al este permitía la entrada del luz por la mañana. Era la primera vez que entrábais allí, pues el relojero solía trabajar en absoluta concentración, sin apenas presencia más que la de su pupilo.

Vísteis pues a Juanelo tumbado bocabajo en el suelo, con un fuerte golpe en la frente fruto del desplome. A su lado, en el suelo y delante de una pata de la mesa, descansaba un cubo metálico, arrojado en la caída. Éste contaba con infinidad de resortes que lo componían* y que, al parecer, habían sucumbido a la inteligencia del ingeniero. Fue entonces cuando, a duras penas, llegó Su Majestad don Carlos al taller y quedó tras vosotros, apoyado en su bastón.

Notas de juego

La estancia podría ser más o menos así (sin el Palantir, claro xD)

*Lo que hoy en día podría ser resortes, engrajanes, piezas pequeñas de metal, recambios, etc. (no sé cómo llamarlo)

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25/11/2022, 11:43
Juan Valín

Majestad... tras abrirlo el cubo expulsó una emulsión... líquida -añadió Juan-; un pequeño chorro que empapó al Turriano, y acto seguido se desplomó.

Notas de juego

Estáis todos rodeando al ingeniero, que está inconsciente bocabajo, junto al cubo metálico. Os toca.

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25/11/2022, 20:25
Manuela Mendoça

¿El cubo escupió? Pregunté visiblemente sorprendida. Para nada era lo que esperaba escuchar. ¿Cómo va a escupir un cubo? ¡Habrá algo dentro! Rematé, mientras hice amago de auxiliar al pobre relojero. No sabía si estaba consciente o no. Ojalá que no estuviese muerto. Ay Señor, otro cadáver más no, por favor. Ese pensamiento me hizo cambiar de idea y detenerme.

Señores, si les parece adecuado, iré a buscar ayuda para el Turriano... menudo golpe en la sien.

Esperé a que me autorizaran.

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26/11/2022, 12:17
Beltrán Ruís

Miré toda la escena con cautela, escuchando las nuevas que contaba Juan Valín.

-"Sí, hazlo, Manuela, este hombre necesita asistencia médica de inmediato. Y más por el veneno que seguramente era ese líquido que por el golpe en sí. Rápido, ve y trae al médico de su majestad." Le dije a la mujer, mirando de soslayo al monarca para que diera su aprobación.

Me acerqué al cuerpo del relojero con cuidado y me agaché para darle la vuelta. Una vez lo hice, miré dónde había caído ese líquido, para no tocarlo. Seguidamente le puse los dedos en la yugular para ver si aún respiraba.

-"Que alguno me alcance un espejo. Hay que asegurarse que aún respire, y el vaho en el cristal nos lo dirá." Dije en alto.

Me giré y me saqué un pañuelo del bolsillo. Con él en la mano, recogí el misterioso objeto del suelo y levantándome, lo acerqué a la mesa que había al lado de la ventana para observarlo mejor. Estaba claro que algo en su interior era muy valioso para protegerlo de esta manera. Y la gente que había diseñado el cubo, muy diestra en ese arte.

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28/11/2022, 02:53
Cristovão da Cadeira

Los ojos abiertos casi a punto de salir de sus cuencas y la boca abierta de cristovao no eran más que el fruto de su asombro al ver como tal cubo metálico regurgitaba un líquido de dudosa procedencia, Puesto que esos artilugios excéntricos tanto grandes como pequeños hacían dudar a cristovao que los relojeros usen una especie de magia para convertir el fiero metal en un mineral domado por las sagaces manos de estas personas brindándole la capacidad de mostrar la hora del día.

Al ver al hombre tumbado y a Don Beltrán revisando sus signos de vida sonaría un kaap..! Procedente de los dientes del cazador al cerrar su boca de manera abrupta. Este rebuscaría entre sus bolsillos y sacaría un trozo de espejo, con los bordes ya sin filo y semi-redondeado, el cristal estaría empañado también con muchas manchas oscuras producto de la erupción al estar un largo periodo en un ambiente húmedo. Le pasaría la mano en 2 ocasiones para tratar de limpiar el pequeño espejo sin tener resultado y lo extendería a don Beltrán

- Aquí tiene Don Beltran. ¿Ahí algo que pueda hacer para ayudar?

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28/11/2022, 14:33
Nicolao de Maella

Nicolao mira extrañado al hombre en el suelo, por lo que se acerca al cuerpo para examinar el cuerpo intentando atenderlo de alguna forma, una lástima que Nicolao no es versado en las artes médicas como en las alquímicas.

—No sabría decir que le pudo pasar, es mejor que vaya a por alguien versado en las artes médicas. 

- Tiradas (1)
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28/11/2022, 23:14
Juan Valín

Juan Valín asentía a Manuela mientras preguntaba eso de que el cubo había escupido. Si y no.

Del cubo emanó algo, les digo -explicó Juan Valín-; bajo sus resortes, un líquido bien guarecido en él. Cuando abrió la caja don Juanelo... salió expulsado hacia el suyo rostro.

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28/11/2022, 23:14
Director

Beltrán autorizó a Manuela, y ésta no tardó en traer a Enrique Mathesio, el doctor del César en el monasterio. Al llegar, hizo una reverencia a Su Majestad y luego accedió al interior del laboratorio. Vio a Beltrán colocándole un espejo en su boca (el cual se lo había entregado Cristovao tras encontrarlo por allí, entre las pinzas y sierras de Juanelo*. Acto seguido podía verse hálito.

Nicolao, por su parte, trató de practicarle unos masajes para tratar de volverle a la consciencia, pero no hubo forma. No era su especialidad, pero así la situación lo requería. Su Majestad miraba en segundo plano, junto a la puerta del taller, toda la escena, apoyado en su bastón.

Notas de juego

*Pero no en tus bolsillos, jeje.

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28/11/2022, 23:15
Enrique Mathesio

Apartad... -os dijo entonces el médico, agachándose al lado de Nicolao, junto a Turriano-. Ayudadme a darle la vuelta, ¡aprisa!

El médico, una vez en posición decúbito supino, húbole de revisar a Turriano la suya su boca. Lo primero que vísteis fue los restos de un jugo amarillento sobre su rostro y boca; también que su lengua era ahora de color morado, y a ésta le acompañaba un extraño hedor muy fuerte; Mathesio le abrió entonces los ojos y vísteis que éstos estaban inyectados en sangre. 

Notas de juego

Son momentos de tensión y confusión. Turriano está inconsciente (no despierto, aunque vivo).

Acompañando a vuestro siguiente post haced 3 tiradas d100.
-Una de Medicina (o CUL).
-Otra de Con. Mágico (o CUL).
-Otra de Con. Vegetal (o CUL).
Si queréis, podéis declarar el uso de Suerte en una, dos o las tres (la Suerte la tenéis restablecida tras el final de la primera parte).

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29/11/2022, 15:32
Manuela Mendoça

¡Gracias a Dios! Exclamé con alivio al escuchar al ilustre médico que el relojero no estaba muerto. Desterrando esos demonios de mí, me acerqué para ayudarle a darle la vuelta.

Así de cerca, pude ver el rostro del Turriano. Pobre hombre... ¿qué artificio será este? Observé de reojo al cubo, no fuese a escupir otra vez.

Su rostro.... creí reconocer ese color y ese semblante. No era magia, no, pero casi. Hierbas venenosas. ¿Pero cuáles? ¿De qué me sonaba? Hice memoria. No le se acerquen al cubo, por favor. No escupa dos veces.

- Tiradas (3)
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30/11/2022, 12:27
Cristovão da Cadeira

Ante tal suceso que concurría frente a cristovao. No podía atribuirlo al algo más que la obra de un demonio queriendo atormentar al Turriano, pero debido a que se encontraba el medico acá presente, solo guardo silencio. De ser que los brebajes y los conocimientos del mismo puedan sanar al relojero. Cristovao quedaría como un loco o hablador al a tribuir abiertamente que sería obra del diablo y su sequito.

Cristovao simplemente asentiría ante lo dicho por manuela.

- Tiradas (3)
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30/11/2022, 22:53
Beltrán Ruís

Estaba claro de que algún tipo de veneno había en aquel líquido que había eyectado el cubo en el rostro del relojero, no había que ser un lumbreras para saberlo. Ahora, vete tú a saber qué tipo de veneno o la forma de curarle, para eso estaba ya el médico del emperador. Me entretuve observando el cubo que tenía en el pañuelo y que había depositado encima de la mesa más cercana. ¿Qué habría dentro? ¿Tendría algún tipo de escritura? Quizás estuvieran grabadas en su superficie las funestas iniciales ya conocidas por nosotros...

- Tiradas (3)
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01/12/2022, 10:15
Director

La explicación más factible que encontraba Cristovao no era sino la de un demonio que tenía obsesión por aquel monasterio. Y bien podría ser, aunque estaba claro que quien hizo conmocionar y quedar inconsciente al relojero fue ese líquido. Manuela observó aquel color en la lengua, y el aspecto del propio líquido. Por aquel pequeño olor que emanaba sospechó que se trataba de algún jugo medicinal muy fuerte, tal vez un veneno. Asemejaba mucho a algo que sabía desde hacía tiempo: el jugo de Celedonia, una flor silvestre amarilla de la familia de las amapolas, cuyo jugo es también amarillento y era venenoso para personas y ganado (y que era muy utilizado para tratar verrugas y arrugas mediante emplastos naturales). Algo así había encontrado en su oficio de sastre sobre las prendas que hubo de coser o arreglar, y era algún que otro manchurrón de tal estilo.

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01/12/2022, 10:17
Enrique Mathesio

¡Despierte! -unas pequeñas cachetadas en el rostro no hicieron reanimarle-. Después el médico miró hacia arriba-. Está inconsciente, pero respira. Parece envenenado, tal vez una fuerte reacción con este líquido. Las muestras y el color de su boca lo indican de tal manera... ¡Majestad! Será mejor que acuda el boticario... ¡Majestad!

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01/12/2022, 10:21
Su Majestad Carlos I de España

El César estaba allí, apoyado de pie, algo abstraído. ¿En qué estaría pensando? Miraba el cubo siendo colocado sobre la mesa por Beltrán.

Llamadle pues -ordenó, cuando volvió en sí-. Pero antes... Llevad a Juanelo a su alcoba. ¡Ayudadle! -os ordenó a todos-.