Partida Rol por web

SDF-1, 30 de marzo de 2009

Lo increible fue posible durante el mes después del ataque a Macross. Los militares y los civiles trabajaron en conjunto para traer todos y cada uno de los edificios de la ciudad y reconstruirla en el interior de la fortaleza. Ahora Macross vuelve a bullar de actividad y le gente parece esperanzada en lo que les depara el futuro.

Pero lo primero de que se encargaron los militares de tener en la nueva ciudad fue una academia militar. No de esas grandes y con tradición de las que hay en la tierra, sino una práctica, donde preparan a soldados para ir a pelear la guerra que se avecinaba.

Esa mañana tenían una prueba de aptitudes para saber a dónde serían destinados. Obviamente, la mayoría quería ser pilotos de varitech, pero acá no se trataba de lo que querían, sino para lo que servían, así que ninguno tenía seguro su destino.

Aquella mañana se dirigen a la sala de simuladores de la academia, donde todos los aspirantes a pilotos. Como era una de la primera personas a las cuales había conocido al llegar Macross, Karen entabló cierta amistad con Alexander, un compañerismo que nace a partir del hecho de estar enfrentando las mismas pruebas.

Los ustedes dos no son los únicos conocidos que se encuentran en la academia, sino también hay un montón de jóvenes que atendieron al llamado del ejército. Uno de ellos es Camille, la chica de lentes y despistada que se encontraba con ustedes en el búnker. Esa mañana se encontraba afuera de la sala de simuladores con su uniforme de cadete y al verlos lo saluda y les dice:

- Hola, chicos. Supongo que vienen a probar suerte como pilotos. Van a tener una dura competencia, ya que adentro está lleno de aspirantes. Todo el mundo quiere montarse en uno de esos varitech. Supongo que ustedes vienen por lo mismo.

Karen arquea una ceja. Finalmente se decide a responder:
-Si-. viendo que su respuesta es demasiado escueta incluso para ella, añade:
-No se gran cosa sobre esos aparatos, pero supongo que se pilotarán como cualquier otro.-
La joven se apoya contra la pared y se suelta el pañuelo que lleva al cuello.
-Tenemos un año de viaje por delante. Será mas divertido aprender algo que estar lamentándose con toda esa muchedumbre.-

Alexander saluda a las chicas cuando llega a las pruebas de selección. Se alegró de ver caras conocidas. Serían unos meses muy duros, más valía no estar solo.

Hola. ¿Qué tal todo?
La verdad es que en el ataque en la tierra vi uno de esos Varietechs, y me encantaron. De hecho yo ya estaba preparandome para ser piloto, y pensaba entrar en el ejercito, con lo que este era un paso obvio para mi.

Cita:

Karen levanta la cabeza a modo de saludo aunque su expresión no cambia apenas.

-¿Tu estuviste en el ataque?¿Viste aquellas cosas alienígenas?

La disciplina militar no es lo mio, pero si con ellos consigo partiles el espinazo a aquellos bichos, valdrá la pena.-

La mujer sigue observando las instalaciones, después, de pasada, dice en voz baja:
-Gracias por ayudame antes- refiriéndose a cuando casi es succionada en el espacio.

Pues sí, desgraciadamente estaba justo en el meollo. Pude ver a uno de los gigantes alienigenas y los Varietech. Y un miedo increible que pasé la verdad.
Camille también estaba, de hecho estabamos buscando a su perro.

Alex sonrie ante el agradecimiento de Karen.

Tranquila. Tú habrías hecho lo mismo por cualquiera, seguro.

Cita:

La joven se quedó mirando impasible a Alexander.
El chico no supo como interpretar aquel silencio inquietante.

Bah! es rara como todas las mujeres

Unos minutos después Karen dijo sin más:
-No me habría dado la vuelta por un perro.-

Alex no dejó que el silencio o el comentario de Karen la intimidara. Estaban todos en el mismo barco (como suele decirse), y se iban a necesitar durante los siguientes meses mínimo.

Tú eres mucho más guapa que un perro.

Le guiño el ojo y entró dentro. Seguramente ya llegaban tarde.

Karen ignoró el guiño haciendose la dura.

-Eso no es decir demasiado- Dijo cortante.
Pero cuando Alexander vió el reflejo de la joven que entraba tras él en la puerta, esta lanzó una mirada fugaz "evaluando" su trasero.

Entran en en el salón y ven como todos los cadetes interesados en hacerse pilotos hacen fila para sacar una ficha en la cual llenó a sus datos y poder optar a ser puestos a prueba en los simuladores. Tras de ustedes entra Camille, quien se dirige a un sector en el cual se ha construido una especie de centro de mando para el entrenamiento de los futuros controladores aéreos. Por lo visto, la chica no estaba para la interesada en el pilotaje, sino más bien sus aptitudes la inclinaba a la estrategia.
Así, Karen y Alex reciben sus fichas y esperan su turno para pasar por los simuladores. En eso, un grupo de cadetes ruidoso se paran tras de ellos y comienzan a bromear entre ellos. Esto está bien hasta que uno de esos fanfarrón es les dice fuerte:

- ¡Hey tú! ¡La chica guapa! ¿Vienes a probarte como piloto? Porque si quieres te puede enseñar a mover la palanca. Eso sí que tendras que sentarte en mis faldas.

Alex estaba bastante ansioso por probarse, creia tener alguna ventaja en comparación a la mayoria de personas que estaban aquí, ya que él tenía entrenamiento de piloto. Si todo iba bien no tendría problemas en superar las primeras pruebas.

Vió como Camille se dirigía hacía otra sección y sonrió cuando Karen venía con él en la fila. Por desgracia un capullo vino a fastidiar la mañana.
Alex no se inmutó, simplemente esperó la reacción de Karen dispuesto a apoyarla si hacía falta. La chica parecía ser capaz de cuidarse sola, y también parecía de las que se mosquean si peleas sus peleas.

Cita:

Karen trata de fingir que no los ha oido, pero el grupo insiste y no la dejan en paz.
Alex ve como la jovn observa fugazmente a su alrededor y se queda mirando un segundo el arma que el oficial mas cercano lleva a la cintura, pero en ningún momento le mira a él.

Sin otra salida la chica se vuelve y les planta cara:

-¿Perdona hablas conmigo?...Debes de ser de muy lejos si en tu pueblo lleváis falda. No tienes cara de Escocés así que debes de ser mariquilla.
Estoy seguro que eres un maestro en moverte la palanca tu solito. Como te veo rodeado de niñatos en lugar de mujeres como un tio de verdad, te dejaré que sigas practicando hasta que alcances la pubertad. Cuando no tenga que sentarme en tus faldas de travesti sino cabalgarte como un hombre, tal vez descubras lo que es una mujer fuera de tus revistas.-

Karen les dá la espalda y responde a la mirada de Alex encogiéndose de hombros.

El tipo que fanfarroneó con Karen se adelanta al grupo y se planta frente a ella. Era bastante alto y con la cara llena de holluelos de acné. Tratando de no pasar por el idiota al que hizo callar la chica, le dice amenazante a Karen:

- ¿Y que te crees tú? ¿Acaso eres muy buena como para aceptar una broma? - después se acerca mas a ella y dice - No sé si estás conciente de que eres una idiota.

Karen, que ya le daba la espalda, responde sin darse la vuelta:
-Eres tú el que ha venido a tocarme los huevos. Habertelo pensado antes.-

La joven permanece cruzada de brazos, relajada. Haciendo la cola y esperando su turno, dando por sentado que el incidente ha terminado.

¿Por qué los tios son tan idiotas?

Alex seguia pendiente de la contienda, a pesar de que Karen le había dado la espalda al matón, él no le quitaba los ojos de encima. Dispuesto a intervenir si la cosa se ponía realmente fea. No creía que el tema se fuera de madre, pero si este tipo era la mitad de chulo de lo que aparentaba no le iba a hacer nada de gracia que se rieran en sus narices, y menos una chica.

La actitud mostrada por Karen parece enfurecer aún más al bruto. No obstante, su actitud beligerante se aplaca al acercarse un oficial con bata de médico que parece estar buscando a alguien en especial. El sujeto, muy formal, pide la atención de todos y comienza a leer una lista de nombres sin explicar de qué se trataba. Entre lo mencionados se encuentran Karin y Alexander. Sin más, el sujeto les pide que lo sigan a parte, que necesita darles una información importante.
En un rincón apartado de la sala se reúnen todos llamados con el tipo de la bata y él, con rostro grave, les informa:

- Soy el doctor Cochrane que los he reunido aquí para informarles que no tomarán la prueba de los simuladores. Según sus estudios médicos, todos ustedes tienen algún impedimento físico que les impide pilotear un varitech. Sé que ese es el sueño de todo piloto. Siento mucho darles esta noticia.

En ese momento, les entrega a cada uno un informe que les explica el detalle por el cual no están capacitados para pilotear los varitech. En el caso de Karen y Alexander es el mismo: no cuentan con una visión perfecta 20/20. Un efecto mínimo en los ojos nos ha dejado fuera.