Partida Rol por web

Absorto en la araña grabada en la negra puerta, tus músculos empiezan a relajarse a la vez que tu mente, angustiada, eleva una plegaria hacia tu diosa. Esta parece no ser escuchada, y tras su finalización, empiezas a sentir un enorme deseo de avanzar hacia el lugar donde tus ojos están fijos. La araña, con sus continuos destellos, se ha vuelto a mover, o eso crees, pero quizás de más cerca puedas comprobarlo mejor. A regañadientes, pues tu mente no las tiene todas consigo, das un paso al frente....

La curiosidad empieza a ser más grande que la razón, y sin siquiera darme cuenta, mis piernas empiezan a dar pasos hacia la figura de la Araña, y aunque se que no debo de hacerlo parezco como hechizado y decidido a avanzar. Mi mente trata de seguir resistiendo el influjo del animal que maneja mis movimientos a voluntad, pero por el momento es más débil. Mis ruegos, empiezan a ser escuchados como un ligero susurro que sale de mi boca, mientras sigo rezando a la diosa para que me ayude a librarme del mal que me atenaza.

Oh tu Madre Drow, que nos diste la vida con tu sabiduría
Este siervo tuyo se haya ante un grave peligro
Permitele vencerlo, dandole el valor que necesita
Y así pueda servirte otro día.

Madre Aelyn, Señora de los Drows
Soy Avam Krolim, un humilde servidor tuyo
que se ve atenazado por el influjo de una poderosa magia
Te pido ayuda mi señora. Dame el coraje para vencer esta situación....

Pero mis plegarias parecen no ser escuchadas, ya que inconscientemente, vuelvo a dar otro paso hacia el simbolo, o araña o lo que en realidad fuera eso.

Con la ayuda de Daenerys, y sin poder evitar llevarme una mano a la herida del cuello, me incorporo lentamente, debilitado pero sumamente cabreado por lo que me ha hecho Avam.

Donde está ese maldito mago, cuando lo coja pienso acabar con su miserable vida. - exclamo, ya de pie, mientras miro a mi alrededor, detectando, por primera vez a Asterot, al cual saludo con la cabeza tras escuchar sus palabras.

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Estupendo, ya estamos todos y ahora tenemos un montón de orcos tras nosotros, ese desgraciado solo nos ha dado problemas, deberíamos haberlo dejado donde lo encontramos!

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Si claro Zenram, vosotros abristeis esa puerta. - afirmo, señalando al guerrero y a Lucius. - cerradla entonces, yo no tengo ni idea de como hacerlo.

Haced lo que queráis, pero rápido, en cuestión de minutos el templo estará repleto de guardias. - comento, y al ver que nadie hace por coger unas de las velas, deja la de mi derecha sobre la mesa antes de acercarme al pasillo, escrutándolo en silencio. - ¿Avam se ha ido por ahí? - inquiero, devolviéndole la mirada la sacerdotisa, acompañada de una picara sonrisa. - Pues vayamos tras él, mejor eso que quedarnos a recibir a los orcos, ¿no?. Al fin y al cabo quieren nuestras cabezas, y yo no estoy dispuesto a cedérsela. - agrego, adentrándome en el pasillo unos pocos metros para iluminarlo con la vela.

Cuando Asterot se adelanta unos metros por el pasillo, con la vela en una de sus manos, este se ilumina lentamente, mostrando sus lisas y sucias paredes repletas de polvo, que avanzan unos 10 metros antes de torcer a la derecha... Su anchura es poco más que un metro, mientras que su altura es mucho mayor, alcanzado casi los tres metros...

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Ante el comentario del débil Drizzt, y tras ver como Asterot se adentra en el pasillo, salgo por la puerta, dispuesto a cerrar la biblioteca que minutos antes abrimos Zenram y yo. Decidido, agarro el viejo y gordo tomo y vuelvo a colocarlo en su posición inicial, esperando que con ello la biblioteca vuelva a moverse.

Tras hacerlo, y antes de esperar el resultado, vuelvo a atravesar la puerta, cerrándola tras de mi.

La acción de Lucius parece ser efectiva, y cuando este vuelve a entrar en la sala, cerrando la puerta, escucháis nuevamente el peculiar ruido de la estantería al ser arrastrada. Sin duda esta a vuelto a su posición inicial, por lo que ahora mismo tan solo tenéis una salida....

Viendo que la puerta secreta se encaja en su posición inicial, salgo tras Asterot por el pasillo que huyó Avam instantes antes.

Vamos, no perdamos mas el tiempo, y, demos su merecido a ese estúpido mago..., tiene mucho ante lo que responder, aunque Zenram tiene razón, mejor no llevar la contra a los designios de nuestra Diosa.

Ya me ocuparé de que llegues a ella, por el sendero mas tortuoso posible, de eso no te quepa la menor duda....

El guerrero toma la delantera, aun que se detiene a los pocos pasos...

Bueno, si el mago esta huyendo por este mismo pasillo el caerá en cualquier trampa que pueda haber antes que yo...

El guerrero se asegura que el de la luz camine cerca de él y comienza a andar por el pasillo.

Que alegría tener que perseguir a Avam cuando si mal no recuerdo lo llegamos a tener bien encadenado durante algún tiempo, digo con un tono irónico mientras sigo el camino que ha tomado el mago, pero ahora no es momento de riñas así que será mejor que alguien se quede en la retaguardia un poco por si nos siguen los guardias hasta aquí, termino diciendo mientras miro a los presentes por si alguno quiere hacer el honor y ganarse la gloria de ser el ultimo y por lo tanto la presa mas fácil para nuestros perseguidores, no sin antes añadir a lo dicho, aún así no haría falta que se hiciera el héroe solo que vigile por si vienen para estar prevenidos.

Que bueno volver a oir tu voz Asterot, pero podrías dejar la charla para otro día, rápido entren y sigan a Zenram, procuren no hacer ruido.

Me paro frente la puerta falsa a esperar que que entren al pasillo para seguirlos, dos de ellos están sin armas, eso se pone feo, pero debo seguir, es de suma importancia hacer lo que he venido ha hacer...

Con la cautela propia de la experiencia, Zenram avanza el primero, seguido muy cerca por Asterot, Daenerys, el débil Drizzt y por ultimo Lucius, el cual cierra la marcha muy atento a lo que pueda aparecer a su espalda.

Todo y la cautela, el guerrero impone una caminar rápido, y tras pocos segundos torcéis hacia la derecha, donde el pasillo continua recto, perdiéndose en la lejanía, puesto que la escasa luz de la vela que lleváis no es capaz de alcanzar su fin, pero mientras seguís avanzando percibís un lejano y suave murmullo que proviene de la oscuridad...

Tu cuerpo vuelve a ceder sus impulsos, y nuevamente alza una pierna para dar un nuevo paso, a la vez que tus plegarias se alzan de tu garganta, sintiendo que lo que te sucede no es nada bueno para tí. La araña, y sus continuos destellos, siguen llenando tu campo visual, evitando que tu mirada se desvíe de ella y sus, ahora si, claros movimientos.

El arácnido, que parecía querer trepar hacia arriba, ha vuelto del todo su cabeza, y sus ocho brillantes ojos te observan con apetito, sin duda esperando que tu cuerpo llegue al alcance de sus poderosas patas. Temeroso, pues el cuerpo de la araña parece ganar volumen poco a poco, das tres nuevos paso al frente, acercándote peligrosamente....

El guerrero se detiene en seco al tiempo que pega su espalda contra la pared izquierda..

Si ese maldito pretende lanzar un conjuro no se la dejare fácil...

Mientras espera con los músculos tensos, el guerrero afina su odio para intentar dilucidar el origen y la causa del murmullo...

El murmullo suena demasiado suave y bastante lejano, con lo que no eres capaz de entender nada....

viendo que Zenram se aparapeta contra la pared al escuchar el murmullo, me aproximo a su lado susurrándole al oido...

tranquilo querido, nuestro mago no puede lanzar hechizos, olvidas que el libro lo tiene Lucius?

Consciente de mi falta de voluntad para realizar cualquier acción física, sigo el inexorable avance hacia lo que ahora parece algo más que un simple grabado encima de una puerta. Trato nuevamente de frenar mi avance, pero mis músculos no responden a mis órdenes.

Con una sensación de impotencia en la mente, recuerdo las palabras de Zenram sobre los deseos de la Diosa Madre. Era mi única esperanza, y debía de tratar de aprovecharme de ello. Así cerrando los ojos, exhalo una última plegaria. Más que una plegaria lo que quería era advertir mi presencia a la diosa para que detubiera aquel encantamiento del que había sido presa.

Así, alzando la voz, empiezo a recitar un mandato:

Diosa Madre Aelyn
He aquí tu siervo Avam Krolim
Según tus deseos, Zenram Devilhand, me ha informado de que necesitas para algo de mi humilde servicio. No dudaré en complacer cualquiera de tus deseos Madre Aelyn.
Así, humildemente presento mis servicios así como mis respetos a la todopoderosa Aelyn.

Tras encadenar esta serie de palabras, noto como de repente, empiezo a tomar otra vez el control de mi mismo. Sería la diosa que en verdad me ha escuchado? Realmente me daba igual. Ahora podía intentar esquivar la amenaza que la araña suponía para mi. Así, me alejo hacia la pared de la izquierda, tratando así de cubrirme por lo que pueda entrar por la puerta.