Partida Rol por web

El guerrero cierra la puerta tras su compañero y acercándose al herrero para que no tenga que alzar la voz pregunta..

Ahora si, dime...

Drizzt abandona el hogar de Skrai, el cual lo despide con un gesto de la mano y....

Un placer, Drizzt. Espero que nos veamos en otra ocasión. Que Aelyn guie tus pasos. - se despide el herrero, antes de que el humano salga de su casa.

Ah, Zenram, en tus ojos veo la deseo de conocimiento, aunque no es mucho lo que puedo decirte. - te comenta Skrai, tomando asiento de nuevo, mientras te hace señas para que tu también lo hagas. - El material con el que está fabricada esa espada aún no posee un nombre y pocos somos los que lo conocemos, pero es escaso y difícil de trabajar, y por supuesto valioso, muy valioso. - te explica el herrero, serenando su sonrisa. - En cuanto a sus propiedades, ya habrás deducido varias de ellas, como son su ligereza, su fuerza o como el material se moldea para tomar la forma de tu mano, y a ellas puedo añadir su gran afinidad con la magia y poco más, pues aun no se cuales son todas sus propiedades, eso es algo deberás aprender tú mismo. Pero referente a su afinidad mágica, puedes estar tranquilo con ella, pues al parecer dicho material es capaz de contenerla en su interior sin permitir que esta sea revelada, nadie sabrá que mi magia fluye por su filo, ni siquiera las sacerdotisas o el propio Solkan! - agrega, realmente emocionado al pronunciar su ultima frase. - Jeje, ese su mejor y más valioso poder, y no podrás negarme que es de una gran utilidad en los tiempos que corren.... Pero hay más, mucho más. Yo mismo he dotado al arma de una fuerte magia, y a ojos del resto, ahora mismo llevas una daga, de gran belleza, si, pero una simple daga. - continua, y sin poder evitar la emoción que le supone contarte su obra de arte se pone en pie para empezar a pasear de un lado a otro. - Y por ultimo, el hueco de la empuñadura. Ese es el más alto secreto de dicha arma, y si, le falta algo, pero ese algo no lo tengo yo, ese algo deberás buscarlo y traérmelo para que finalice mi obra. En el pergamino está dibujado dicho objeto, el cual esta a buen recaudo aquí, en Astraf y más específicamente en el templo de Aelyn. - finaliza, volviendo a tomar asiento, realmente nervioso y excitado tras su discurso y explicación sobre el arma.

Yo la llamo la Hija de Skrai, pero si quieres cambiarlo eres libre de hacerlo, al fin y al cabo, ahora es tuya...

El guerrero cuelga el espadón de un costado ya que la vaina de su espalda queda grande para la nueva arma, con este espadón supliendo a su espada larga como arma de reserva, el guerrero la coloca en lugar de su espada larga la cual coloca sobre la mesa, un segundo después observa al herrero y pregunta..

Todo esto que me cuentas es muy interesante y como supongo no habrás de contarme no preguntare de donde obtuviste este material, en cuanto al objeto que le falta... No te preocupes, me encargare de obtenerlo y creo que ya incluso sé que tengo que hacer. Con respecto al anillo... Si puedes decirme donde puedo venderlo iré ahora mismo, de lo contrario prefiero dejarlo a tu cuidado, si lo consideras prudente, en cuanto a lo de la armadura... Espero puedas indicarme donde comprar algo decente, estoy harto de portar esta basura... Por cierto, Puedo conservar el espadón enorme?, te dejo esta espada larga que ya no ha de servirme.

Skrai asiente ante tus inteligentes palabras, pasada ya la excitación del momento, y acto seguido medita sobre tus nuevas preguntas, en especial sobre el ofrecimiento acerca del anillo.

Yo no lo quiero Zenram, y tampoco creo que encuentres a nadie que desee comprarlo, ya que tener un objeto mágico, y más de ese calibre, y sin permiso de Solkan podría acarrear incluso la muerte, así que mi respuesta ante dicha propuesta es que no. - afirma, tras meditarlo durante unos segundos. - En cuanto al espadón llévatelo si es tu deseo, y la armadura, creo que la que llevas no está mal, incluso diría que es de lo mejor que puedes encontrar por aquí, así que deberás conformarte con ello o viajar a la ciudad de Asfeg, allí a lo mejor puedes encontrar algo de mejor calidad.

Con una ligera inclinación de cabeza el guerrero asiente ante el comentario del herrero y se prepara para partir, acomoda sus armas y objetos y se acerca a la puerta, la cual abre el mismo cruzando inmediatamente por el dintel de la misma...

Nos veremos pronto amigo mio...

Eso espero Zenram. Cuidate y hasta pronto. - se despide Skrai, acompañándote hasta la puerta y golpeando tu hombro como despedida.

Tras unos largos minutos, Zenram sale de la casa de Skrai, sonriente, uniéndose a Drizzt, el cual a esperado pacientemente....

Muy bien amigo, es hora de regresar a la posada, los planes cambian un poco, pero para mejorar...

Con apenas esta enigmática frase como explicación el guerrero comienza a andar, al parecer con mil y una cosas en su cabeza...

Bueno, al menos creo que veras a tu amigo Asterot y siempre no habrá necesidad de matarlo ni al resto ...

Creo que el amor de la cleriga me viene perfecto esta vez, espera mi buen espadón, muy pronto estarás completo, muy pronto seras todo lo que estas destinado a ser...

Tendre que perdonar la vida momentáneamente a Lucius, pero no importa, la cleriga tendré que prescindir de él si realmente me ama a mi, no estoy dispuesto a compartirla con nadie, me pertenece, ... me pertenece...

Bien, soy toda oidos, le muestro una encantadora sonrisa en espera de que continue su interlocución.

Tu dirás

Bajando las escaleras - pues ya que te interesa tanto la suerte de Zenram deberías ir a ver a la plaza, aunque dudo que lo encuentres - y me dirijo a la taberna.

Bien, pareces una chica lista. - murmura, asintiendo levemente con la cabeza al ver que te mantienes en la mesa, dispuesta a escuchar. - Ante todo, debo felicitaros por vuestro trabajo de anoche, todo una muestra de eficacia, aunque e de añadir que habéis cometido, nuevamente, algún que otro error. - empieza decir, mostrándote sus amarillentos dientes mientras te sonríe. - Dejar el cuerpo de una de vuestros compañeros allí fue algo... insensato, diría yo. Sea como sea, está hecho y de momento nadie os ha vinculado con el bueno de Rasguz, aunque existe un alto riesgo, ya que si alguien os relacionase con él... ¿entiendes lo que quiero decir? - continua, mirándote fijamente mientras su velada amenaza se cierne sobre ti.

Estoy seguro de que comprendes lo que te estoy diciendo, así que no me andaré por las ramas al respecto. Creo que como buenos aliados que hemos sido y que volvemos a ser, podríamos intercambiar algunos favores, ya sabes, hoy por ti y mañana por mi, igual que en nuestro ultimo encuentro, ¿recuerdas?. - agrega, guardando silencio y a la espera de algún comentario por tu parte....

Lucius, tras sus breves palabras, se encamina hacia las escaleras, descendiendo al piso inferior, el comedor de la posada.

Tras dirigir unas escuetas palabras a Avam, desciendes las escaleras y atraviesas las puertas que dan al gran comedor de la posada.

Sonriente, detectas el agradable y sabroso olor de comida recien hecha, así como el sonido de un buen numero de voces, y algo sorprendido te das cuenta de que el comedor esta imbuido por un ambiente extraño y tenso... como si hubiese ocurrido algo importante...

Alerta, observas a la gente que almuerza a tu alrededor, todos ellos enfrascados en conversaciones que por el tono de voz y el rostro que muestra parecen... ¿preocupantes?. Sin saberlo muy bien, y mientras piensas en ello, divisas a Daenerys, sentada en una mesa en compañía del orco que el día anterior habló con Rasguz, el cual os encargó el trabajo de asesinar a Hodrum...

Mientras meditas las palabras de Greik, tu mirada detecta, de reojo, la presencia de Lucius, el cual acaba de aparecer en el comedor, y parece que este te ha visto, pues su mirada se cierne sobre ti y tu acompañante durante unos instantes...