Partida Rol por web

En cuanto os evacúan de los túneles y salís a la superfície, el sol del medio día quema tus ojos y te obliga a cerrarlos.

Antes incluso de que puedas volver a abrirlos ya tienes a tu lado a un oficial médico revisando tu estado. Parece muy intrigado con tu brazo, o más bien con lo que le ha podido ocurrir, pero en cuanto se da cuenta de que estás completamente fuera de peligro va corriendo a comprobar el estado de tus compañeros.- De momento es mejor que continúe unos minutos en la camilla.- Te aconseja.

Ociosa, tumbada en la camilla, ves como son atendidos tus compañeros y como rápidamente son subidos a dos camiones de los tres camiones médicos que hay a la vista. En cuanto las camillas son fijadas y los portillos cerrados parten de inmediato.

En ese momento unos pasos resuenan, acercándose a tu camilla, cerca de tu cabeza. Te giras para ver que es el mismo oficial médico que te ha atendido nada más salir de los túneles.

-Ya puede levantarse, srta Kaplan. Tenemos ordenes de llevarles de inmediato a Paris, aunque el Mayor Leighton ha insistido en que pase primero por la embajada.- tiende su mano para ayudarte a levantarte- El viaje en camión es de menos de cuatro horas, pero nosotros lo realizaremos en automóvil. Llegará al hospital militar minutos después de sus compañeros.

Daisy movió la articulación del hombro para tomar la mano...preo claro...no había nada que mover, lo que la hizo tener un acceso de risa histérica de unos segundos interrumpida por una tos. Tras unos segundos incorporada en la camilla trantando de controlar la respiración y aclarar su mente la mujer levantó la cabeza y asintió suavemente con expresión cansada y frustrada. Estaba segura de que había colaborado para mejorar el mundo pero ¿A qué precio? ¿Volvería a ver a los militares realmente? por supuesto, la gente como ella no desaparecía al momento. Dejaban pensar al resto del mundo que todo era normal y días después desaparecían en una bolsa negra o eran encontrados en el vado de algún río. Sin embargo, aquel anillo que notaba clavado en el pecho debido a llevarlo escondido en el sujetador la recordó que pese a todo, su trabajo no había terminado.

Estoy...estoy...lista...

El viaje era largo. Pensaría en que decir, y como comportarse durante el trayecto...y sobre todo, trataría de tranquilizarse. Aunque fuese una nujer, a nadie le gustaban los llorones. Ya lloraría en casa.

Como supusiste, el viaje de regreso a Paris en la parte trasera de un peugeot type 153 se hizo enormemente largo y tedioso. El conductor no hizo en ningún momento del trayecto el menor ademán de tratar de entablar conversación contigo.

Al llegar a la embajada, un par de marines abrieron una verja lateral para dejar entrar el vehículo.- ¿Sería tan amable de acompañarme? - Te pregunta un cabo que se ha acercado al coche mientras te abre la puerta para que bajes.

Una vez bajaste del coche y sin esperar tu respuesta se dio la vuelta y comenzó a caminar rápidamente hacia dentro de la embajada. Te guió a través de pasillos y escaleras hasta un despacho de la tercera planta con vistas a la plaza de la concordia, si tu orientación no te engañaba.

El mayor Leighton le está esperando.

El despacho del mayor era amplio pero sin llegar a ser ostentoso. Cuadros de pintores franceses colgaban de las paredes y una bella alfombra cubría el frío suelo de mármol. La luz del veranos parisino se colaba por una ventana desde la que, como habías intuido, se veía el obelisco y proporcionaba una excelente iluminación natural a la estancia.

El mayor te espera detrás de una mesa de roble bellamente trabajada cubierta casi en su totalidad de carpetas amarillas que tienen estampado un cuño en letras rojas donde puede leerse TOP SECRET.

Lo miras y dirías que ha envejecido. Ojeroso y con el pelo un tanto descuidado parece que estar a punto de ganar una guerra no termina de sentarle bien al responsable del espionaje estadounidense en la zona. En cuanto entras en su despacho se levanta para saludarte y sus ojos se van directamente hacia tu brazo izquierdo intentando confirmar algo. En ese momento, la duda y la preocupación se dibujan unos segundos en su rostro.

Llevamos tres horas recibiendo extrañas comunicaciones sobre hombres lagarto, fosas comunes con restos de compañías enteras y soldados a los que les han desaparecido miembros como por arte de magia.- dice- Necesitamos saber lo ocurrido bajo el castillo de los condes de Trounoir señorita Ryan.

Los rosados labios de la espía parecían rojos como el fuego en contraste con la palidez de su rostro. El cansancio de las dos misiones encadenadas estaba comenzando a hacer mella en la joven, por no hablar del hecho de tener restos de muerto en la ropa y el cabello y un brazo desaparecido, más que amputado. Durante el viaje la joven había decidido hacer acopio de todas sus fuerzas y no caer presa del pánico. AHora los ojos de la joven buscaban microfonos con la mirada pero finalmente decidió que no la importaba que los hubiese.

—Lo ha resumido muy bien señor.

La cansada voz de Daphne era una mezcla entre ironía y firmeza pero en seguida volvió a su tono formal, como si se diese cuenta del error del tono utilizado.

—Todo lo que ha dicho es cierto. Investigamos y vimos que Reims era el lugar clave de la historia. No sabemos aún como algo hizo desaparecer a la compañia y aparecieron en los subterraneos de un castillo de Reims. Allí un monje les torturó. Ese monje era descendiente de los Tronoir—dijo depositando el anillo como prueba. —Tenga. Lo cogi yo misma despues de que lo matasen....y se convirtiese en polvo. Y lo que ha dicho de "arte de magia"...bueno...como podra comprobar no hay laceraciones en donde antes estaba mi brazo.

Daphne calló unos segundos. Necesitaba respirar. Necesitaba contar el resto...pero el aire la faltaba en los pulmones.

O sea, que las informaciones son ciertas.- Contestó en un tono neutro mientras se pasaba lentamente la mano por la barbilla Aunque sabía que lo eran mucho antes de preguntarte, en su fuero interno deseaba que no fuese más que un error cometido por un telegrafista borracho.

El mayor cogió el anillo de la mesa y observó su relieve. Después abrió una de las carpetas.- Cierto, es el sello de los Trounoir.- Hablaba despacio, pensando cuál debía ser el siguiente movimiento - Pero según nuestros datos el último descendiente de los trounoir murió en la hoguera hace más de cuatro cientos años.

Un silencio incómodo se produce en ese momento. Se levanta y camina hasta su ventana para mirar hacia la plaza.

Sinceramente Dhapne, hubiese preferido que se tratara de un complot del eje. Todo esto de desapariciones, asesinatos rituales y hombres lagarto me suena a cuentos de viejas para asustar a los niños antes de irse a dormir - Te dice de espaldas, pensativo. - Y no me gustan.

Passados unos segundos vuelve a a la mesa. - Volvamos a centrarnos en su misión, ya nos ocuparemos de los cuentos de brujas más tarde. ¿Que opina de los supervivientes? Usted ha convivido con ellos, necesito saber si son o no un peligro para nuestro país.

La mujer sudaba. El esfuerzo era demasiado para ella pero lo aguantaba como buenamente podía. Cuando el mayor le dio aquel detalle sobre el descendiente de los Trounoir no pudo evitar sentir un escalofrío. Quizas había encontrado algún modo de permanecer vivo todo ese tiempo, o de volver a la vida...—la duda se hacía notar en el tono de voz pero luego fue ligeramente mas firme—. Bueno...no tenía aspecto de ser un hombre muy...moderno...y señor...conocia mi nombre. En realidad es por ello por lo que me hizo esto...Fue por mantener la coartada.

La cabeza de Daphne comenzó a divagar y a alejarse mientras el mayor hablaba pero volvió a tiempo de escuchar la pregunta sobre los soldados. Aquello la ponía en una encrucijada. No sabía muy bien que responder. Cada uno de aquellos personajes era un mundo.

Bueno...—respondió— salvo Altimore que volvió a caer inconsciente todos parecieron recuperarse muy bien sdel trauma salvo...bueno. Samid fue hipnotizado aunque logró recuperarse y el teniente despertó con un caracter un poco "especial." Creo que no ha superado ni superará lo que ocurrió. A ratos parecía perder la razón y llamaba a Altimore, quien estaba inconsciente en la camioneta también peca de insubordinación. Entiendo que aunque me diesen autoridad -menuda idea por cierto, podía haber levantado sospechas si fuesen más inteligentes- le costase respetarla por ser yo una mujer. Pero aún a pesar de eso y del estres no es normal golpear a una monja. Ni es normal negarse a recibir ayuda médica. Creo firmemente que el Teniente Speirs desea morir señor. Está muy afectado y necesita ayuda médica para poder recuperar la razón. Sin embargo no creo que eso sea un peligro para el país, mientras se mantenga fuera de servicio hasta que se recupere.

Tras unos segundos de silencio, la espía lanzói una pregunta antes de que el mayor respondiese a sus teorías.

Por cierto señor...quisiera hacerle una pregunta ¿Como se llamaba ese tipo? Me gustaría buscar más información de él si e es posible cuando todo esto termine

Levanta la vista del documento donde está anotando prácticamente todo lo que vas diciendo. - ¿Quién? ¿El último Trounoir ? Se llamaba Pierre Streé de Trounoir.

Pulsa un comunicador que tiene sobre su mesa. - Margaret, puedes traernos algo de agua, por favor.

Por lo que veo usted y el teniente Speirs han trabado una bonita amistad.-Sonríe- Recibirá el tratamiento que necesita, no se preocupe. Así que los alemanes no han tenido nada que ver con nada de lo sucedido y todo ha sido uno de esos sucesos paranormales que tanto gustan a...

-Toc, toc -

Adelante.- La puerta se abre y entra una secretaria con una jarra llena de agua y un par de vasos con hielo que deja sobre la mesa para después volver a salir. -¿Quiere? - Te ofrece mientras sirve agua en uno de los vasos.

Decía que todo esto parece más suceso paranormal con desaparecidos que una investigación seria.  Por supuesto nada de esto aparecerá en el informe oficial, pero sí debe aparecer en los extra oficiales. ¿Desea añadir alguna cosa más?

¡PIERE! Esa es la forma francesa de Peter...¡Peter Stress!—Daphne casi saltó de la mesa...casi porque el sargento hizo un comentario que la hizo resoplar pese a todo levantandola el flequillo. Mientras Margaret entraba con la bandeja con los vasos de agua e, instintivamente, había tratado de cubrirse el brazo Daphne recordó algo.

Si... el..."eso"..Piere antes de morir parecía gritar en busca de ayuda...parecía tratar de llamar a alguien, alguien llamado Nyarlatzoalgo si mal no recuerdo...¿Le resulta familiar?

Tranquilícese srta. Ryan.- Toma una nota en el cuaderno – Así que, según usted, el conde Pierre Stress de Trounoir, muerto hace cuatrocientos años es en realidad el escurridizo capitán Peter Stres.- Piensa unos segundos.

Podría ser, la coincidencia de nombres es asombrosa, pero solo un megalómano o alguien muy seguro de si mismo y su plan daría su nombre real a un operador de cable para que nos lo trasmitiera. - bebe un trago de agua del vaso que se acaba de servir.  Pese a que el despacho está bien ventilado, se nota a la perfección que fuera es verano. -Bajo mi punto de vista parece de una torpeza operativa enorme. - una ligera nota de amargura aparece en su voz, posiblemente por que piensa que la torpeza operativa ha sido de sus servicios de inteligencia.

¿Niarlatoalgo, niarlatoalgo?... ¿niarlatoalgo?- piensa mientras dice esas palabras y las apunta.- No, no me suena de absolutamente nada. Tal vez sea el nombre que les daba a las bestias serpentiformes que encontramos en los túneles. Aparte de las dos que mataron en los túneles el equipo de intervención encontró un nido con cuatro más. Igual las tenía amaestradas y podía llamarlas en su ayuda. - razona el mayor.

¿Quiere añadir algo más a su informe antes de continuar?

Daisy negó con la cabeza. Era incapaz de articular una sola palabra.Ahora tan solo quedaba saber que era lo que la iba a pasar, pero eso no hacía falta que lo preguntase. Lo sabría pronto...Sus ojos sin embargo hablaban por sí misma.

Bien.- dijo el mayor cerrando la carpeta.- Si no tiene más que añadir creo que podemos dar casi por terminada la misión.

En cuanto a usted.- Su rostro se ensombrece.- En cuanto a usted. ¿Qué vamos a hacer con usted?- Evidentemente es una pregunta retórica a la que no debes responder.

Tenía puestas muchas esperanzas en usted, srta Ryan. Pero ahora me temo que tendremos que prescindir de sus servicios como agente de campo. - notas como las palabras que dice son bastante sinceras.-Lo siento de veras, pero no tenemos misiones disponibles para un operativo manco.

Lo que nos lleva de nuevo a preguntarnos qué vamos a hacer con usted.- El mayor calla y los segundos trascurren lentamente mientras por tu cabeza pasa absolutamente de todo y agradeces no haber provado el agua que te ha ofrecido segundos antes. Te das cuenta de que esta vez no se trata de una pregunta retorica cuando el mayor vuelve a servirse agua y se queda mirándote nuevamente.

Daphne bajo la cabeza visiblemente humillada mientras el mayor la miraba y hablaba. No le caía mal aquel hombre y precisamente por apreciarlo las palabras la herían más. SUs ojos la ardían y los labios estaban pálidos pero de pronto levanto la cabeza. No había lagrimas, ni indignación, ni duda.

Se equivoca

¿Sí?- Contestó el mayor con un tono de voz que no lograste descifrar.- Ilumíneme.

No es necesario ser hermosa o habil fisicamente. No es necesario que pueda zurcir o manejar un arma señor. No es necesario que escale barrancos o que haga juegos malabares. Basta con que mi cerebro siga sano. Y mis oídos y mis ojos. La guerra ha lisiado a muchos, mujeres y hombres. Las mejillas de Daphne ardían mientras hablaba ¿Me hace falta un brazo para escuchar una conversación en una cafetería? ¿Para ver los movimientos de alguien mientras mendigo bajo un disfraz? ¿Acaso es necesario un brazo para deducir. No digo que esté preparada ahora mismo para volver...francamente no lo sé...Ha...ha habido demasiadas cosas. Lo que tengo claro es que estoy lista para seguir sirviendo a mi país, señor. No podré servir a mi patria como mujer pero si puedo seguir trabajando. Hablo perfectamente aleman, bastante bien frances y soy inteligente. Lo sabe y lo más importante: lo sé.

Lo sé. Sé que todo lo que ha dicho es cierto. Es usted muy inteligente, habla perfectamente alemán y se defiende bastante bien en francés, mucho mejor que la mayoría de miembros de esta embajada.- Hay tristeza en sus palabras.- Sé que con pocos días de práctica volverá a poder disparar igual de bien que lo hacía antes y que perder el brazo no le ha hecho perder su capacidad de deducción. Y ante todo me asombra y agrada a partes iguales que siga dispuesta a seguir jugándose la vida por nuestro país después de lo que le ha ocurrido en lugar de querer volver a casa con el primer barco. Pero no estoy equivocado.

Nuestro trabajo se basa en el anonimato. La gente común no suele fijarse en quienes le rodean, simplemente no dedican su tiempo a preocuparse de la gente que tienen a su lado y suelen centrarse en con quien hablan o en el periódico que están leyendo. Nosotros nos valemos de eso para vigilarlos, para estar encima de quien queremos estar sin que nadie se dé cuenta.

Si hoy entra en una cafetería francesa, la gente intentará no mirarla directamente, pero todo el mundo lo hará, le lanzarán insistentes miradas pensando que no se nota y cuando se vaya todo el mundo se acordará de esa chica manca, alta y de ojos verdes que se sentó sola en aquella mesa. Sabrán en color de su pelo, se acordarán del color del traje que vestías. Ha dejado de ser invisible y eso... eso la incapacita para el trabajo de campo más que la pérdida del brazo izquierdo.

Así que no, no me pida que vuelva a enviarla a una misión ni intente convencerme de que puede, porque sería como si me pidiese que la enviara directamente a colocarse delante de un pelotón de fusilamiento y no pienso hacerlo.

De todas formas....¿Está segura que no quiere marcharse a casa?

Yo....Maldita sea, aquel hombre tenía razón. Ya no era invisible. Yo creo que simplemente ya no podré seguir haciendo el mismo tipo de operaciones pero eso no significa que no...—la joven frenó en seco.Si insistía en lo de vestirse de mendigo la dirian que no podia utilizar siempre el mismo disfraz, si seguia con cualquier cosa a ella se la ocurrían mil "peros. Era un callejón sin salida. Era inutil seguir por aquel camino.—Estoy segura. No puedo ni quiero volver a casa. Yo...simplemente no podría mirar a mi familia, a mis conocidos a la cara de nuevo. Se que esto no importa, pero es demasiado para mi.

Daphne hablaba con la cabeza agachada, vencida. Por mucho que se esforzase en disimular estaba tan mal psicologicamente como fisicamente.

Agradezco sinceramente su preocupación.—dijo finalmente—Agradezco la oportunidad que me ha dado y acataré las ordenes que me de.

Así me educaron despues de todo...

No hay nada malo en ser herido sirviendo a su país. No debería sentirse humillada por eso, ni dejar que nadie le haga sentirlo jamás.-  intenta consolarte, con esa forma tan especial que tienen de hacerlo los militares de carrera, cuadrando los hombros y manteniendo la espalda recta a la vez que habla .- Su familia y su padre está .... - el tono de la frase parecía indicar que iba a decir estará orgulloso de usted, pero se detiene antes de decirlo recordando algo que le ha rondado por la cabeza desde que se enteró de lo ocurrido.

El general Ryan pedirá a la comisión de defensa del congreso que le entreguen mi cabeza sobre una bandeja de plata cuando se entere de lo que le ha pasado a su hija. Así qué mejor dejaré de hablar de su padre y sus sentimientos.

un silencio incómodo se instala en la sala cuando al mayor se le escapa la mención a tu padre.

Eh....bueno....mi padre realmente piensa que —Daphne tosió y miró a otro lado— piensa que me fui de Estados Unidos a estudiar Aleman en una oficina...no sabe nada de esto. No consideré apropiado que mi familia supiese que "habia ascendido"

Tras unos incómodos segundos de silencio la expresión de la joven y desafortunada espía cambio a un estado de estupor. Pues claro...era sencillo. ¿Cómo no lo había visto antes? Desde luego el brazo no la restaría deducción pero el shock si.

"Oren"...¿Recuerda?...necesitabamos un motivo...Ya lo tenemos..."venganza" Es absurdo ¿no? Si...lo imaginaba...Solo...solo pensaba en voz alta. Da igual

Tras aquellas pocas y confusas palabras los ojos de Daphne volvieron a apagarse y su rostro adquirió de nuevo la expresión de aceptación de lo inevitable

El mayor parpadeó lentamente, mientras respiraba profundamente, como si su cerebro no quisiese aceptar lo que acababa de escuchar. No solo sería su cabeza lo que el general Ryan pediría al congreso que le sirvieran sobre una bandeja de plata cuando se enterara.

Esta misión ha demostrado que existen graves defectos en el funcionamiento de los servicios de inteligencia.- Pudo continuar cuando asimiló las implicaciones de tus últimas palabras.- No es posible que un soldado, por muy profesor de historia que sea, encuentre en un solo día en la biblioteca una referencia que llevábamos una semana buscando o que a nadie se le ocurriese relacionar al capitán Strees con del último propietario del castillo existente a menos de un kilómetro de la localización donde se encontró a los supervivientes.-  mientras dice esto hace pequeños gestos de negación con la cabeza.- esos fallos son del todo imperdonables y no deben volver a repetirse nunca.

Necesitamos buenos analistas, personas que sepan separar el grano de la paja, personas como usted, srta. Ryan.... Pero veo que sigue empeñada en que le maten.

Pasados unos segundos en silencio prosigue.

Está bien, le daré lo que tanto desea. Estas son mis órdenes: Considere que esta misión ha terminado para usted. Una vez exonerados, los soldados carecen de importancia estratégica. Volverá un par de días al hospital como paciente, se mostrará abatida, melancólica e inmensamente triste y apesadumbrada. Después la sacaremos de allí. Y se tomará, obligatoriamente, unos días libres aquí en la embajada. Descanse, salga, pasee, disfrute de París, recupérese, medite sobre lo ocurrido y sobre el rumbo que quiere darle a su vida, mientras muestra al mundo en general y al resto de servicios de inteligencia en particular la misma cara desolada que mostrará a los soldados.

Si ellos tienen intención de captarla lo harán en ese momento, cuando más débil y frágil se encuentre, intentarán hacerle creer que comprenden su dolor y demostrarle que puede confiar en ellos, que mientras su país la rechaza ellos tienen un lugar para usted. Nosotros lo haríamos así.

Si antes de dos meses es contactada, tendrá su operación Oren y, de nuevo, disfrutará de la posibilidad de aparecer muerta en un callejón. Sino podrá elegir entre volverse a caso o pasar a formar parte del nuevo equipo de analistas.

¿Lo ha entendido?