Partida Rol por web

Lynn Marie estaba acostumbrada a la clausura, así que quizá por ello no se percibió el mismo entusiasmo en ella por la sensación de libertad que el resto. Se subió en la parte de atrás del coche, en silencio.

Al llegar a la biblioteca, escuchó las sugerencias del resto —Si tenéis problemas con el latín, podéis acudir a mí— comentó, pues muchos libros antiguos podrían ser hallados en la lengua mater —. Yo buscaré materia de ocultismo. Si me disculpan... — se excusó, para empezar la búsqueda cuánto antes. El tiempo apremiaba.

Buscas entre los libros de ocultismo, pero en ninguno de ellos encuentras nada relacionado con aquel misterioso tatuaje

Samantha asentiría ante las palabras de los demás y se uniría a sus intentos, tras alzar la mano y decir. 
- Yo ayudaré en lo que pueda con la busqueda del origen de los tatuajes...como dijeron, tal vez saber que significa o de que tipo de culturas proviene nos ayude a tener mas claro las motivaciones de quien nos hizo esto...buscaré en la seccion de mapas geográficos del mundo y les traere las posibles culturas que puedan estar relacionadas..-

El teniente, sumamente acostumbrado a los métodos de documentación y clasificación por su antiguo trabajo como anticuario, no tardó demasiado en hacerse más o menos una idea de como estaba distribuida la biblioteca, además de que ésta estaba bien señalizada. El hombre se movía de un lado para otro, tomando unos cuantos libros, ojeándolos por encima antes de volverlos a colocar en su lugar o dejarlos sobre una de las mesas, donde el grupo había acordado reunirse. Una vez pasado un buen rato, Xenon señaló unas cuantas líneas en un libro de geografía e historia.

— El único castillo cerca del tal Seizassons es uno llamado Tournoir. Según lo que dice el libro, fue erigido sobre un antiguo emplazamiento celta, y probablemente uno bastante importante para la religión druídica, pues se dice que hay manuscritos que datan del siglo VIII en los que se hace referencia a un templo —se humedeció los labios antes de seguir hablando—. Los más viejos documentos se refieren a la zona como Trounoir, que significa hoyo negro —explicó, para los menos versados en el francés—. Existen —prosiguió, inseguro, dedicándole una mirada a cada uno de los presentes—... varias leyendas del lugar, y no demasiado buenas. Según la tradición popular, el lugar está maldito —tragó en seco. No era un hombre de supersticiones, pero en ocasiones era imposible ignorar ciertas cosas, más si se tenía en cuenta la experiencia que ellos mismos habían tenido—. El castillo pertenecía a los condes de Tournoir, hasta que en el 1592, un tal Pierre Streé Tournoir, el último miembro con vida de la familia, fue acusado de brujería y quemado a la entrada del mismo castillo. Según se lee, toda una compañía de soldados del rey habrían sido torturados y asesinados a sus órdenes, luego de atraerlos al castillo —Xenon se quedó en silencio brevemente, esperando que la información calara en la mente de sus compañeros—. El castillo está en Reims, como ya sabíamos, a unas... 10 horas en coche, más o menos. Es un trayecto demasiado largo como para arriesgarnos a darnos una pasada —acotó, aunque se le notaba indeciso.

Xenon miró a los demás, a ver si alguno había encontrado otra cosa al respecto.

— Me pone los pelos de punta esa historia. Quizá algún fanático de esta leyenda ha querido emular esta historia local, pero aún así seguimos sin dar respuesta a casi ninguna pregunta, y en mi cabeza aparecen mas. Aunque es un buen comienzo.

Acostumbrado a ello, Kurt sacó papel y lapiz y empezó a tomar apuntes de toda aquella información, nunca sabía cuando podía serles útil. Sin duda sería interesante visitar aquel castillo, pero hasta que no se resolviera todo el asunto estaban maniatados.. aparte de ser soldados en medio de una guerra.

— ¿Alguien mas ha encontrado algo? Quizá sobre los tatuajes.. he pensado que podríamos acércanos a algún sitio que los hagan y preguntar si saben algo.

—Me temo que una servidora no ha hallado nada— se disculpó la monja en voz baja, ya que estaban en una biblioteca, acercándose a la mesa para escuchar al Teniente en primera instancia, y luego al resto de compañeros, esperando que hubieran tenido más suerte que ella.

Se persignó al escuchar el relato del anticuario. Pero algo la hizo fruncir el ceño —Pierre Streé...— musitó —. Se parece mucho al nombre que mencionó nuestro compañero Korzeniowsky— se tocó el labio con el dedo índice, pensativa —... Peter Stres. El que se hiciera pasar por sustituto del capitán Lombard, ¿no?

Me encuentro con cara desanimada luego de no lograr ningún progreso en la investigación -Lamentablemente no ha encontrado nada acerca del tatuaje- al menos el teniente había hallado algo, pero era imposible ir ha investigar a ese lugar con lo lejos que se encuentra y el poco tiempo con el que contamos.

-Talvez buscando en libros especializados en la cultura celta podamos dar con algo de información del tatuaje- doy la primera idea que se me ocurre.

-He sido uno de los primeros en ser llamado por ese tal Xavier -dijo uno de los hombres del batallón-. Cuando he salido he llamado a un amigo mío que trabaja de oficinista en el Estado Mayor. Le he pedido que me contase que se sabía de nuestro batallón, me ha contado que el día 13, el Cuartel General recibió un mensaje de la 2ª Compañía, informando de un «extraño accidente» en el que había muerto el capitán George Lombard. Se enviaron varios mensajes que, al parecer, nunca llegaron, ya que pocas horas después se recibió un nuevo mensaje, según el cual ya había llegado el capitán sustituto, un tal Peter Stres. No existe ningún oficial en el ejército americano con ese nombre, ni se envió a ningún capitán como sustituto. Las comunicaciones se cortaron a continuación. Cuando un pelotón logró llegar a la posición de la 2ª Compañía, la encontró totalmente abandonada, como si hubiera habido una deserción en masa...

A raíz de una ofensiva alemana sobre Reims el 15 de julio, y de la contraofensiva aliada del día 16, parte de los efectivos de la División Rainbow se trasladaron a dicha zona, descubriendo los cuerpos de los veintiun soldados entre las ruinas de un viejo castillo. Estaban casi completamente desnudos. Se desconoce el paradero del resto de la compañía.

Del castillo en cuestión se desconoce el nombre, pero al parecer se encontraba en las cercanías de un villorrio llamado Seizassons.

30 de julio

Han pasado cinco días desde que has despertado, los interrogatorios han durado hasta la tarde anterior, siendo tú el último al que han interrogado. Por la mañana, os dan por fin el alta en el hospital, aunque algunos de vuestros compañeros deben seguir allí, pues sus heridas son peores. Tenéis dos semanas de permiso en la capital francesa, dejándoos dicho que no se os permite salir de allí. Cada mañana a las 9h. debéis reportaros con comandante médico Joseph Beltrie, en caso de que alguno no haga su reporte a esa hora, se le acusará de ser desertores.

Te enteras de que varios del batallón ya se han ido, son los únicos que faltan, son: James Jurgens, Kurt Reed, Samantha Kenedy, la hermana Lynn Marie y el teniente Xenan Richardson

La única pista que teníais era el castillo Tournoir, pero estaba a diez horas en coche, acabáis de reportaros con el doctor, lo que os deja solo 23h para intentar ir y volver, un movimiento muy arriesgado porque os deja con un margen de 3h para ver el castillo. Por lo que preferís seguir buscando, buscáis el tatuaje, algo de ocultismo, simbología, cualquier cosa que os pueda ser de utilidad, pero no encontráis ninguna referencia del tatuaje, por lo que no tenéis nada. Parece como si ese tatuaje fuera único, no hay nada que se le asemeje

El Teniente no supo muy bien qué hacer a continuación sabía que quedaban algunos vivos como él. Se miró los bolsillos por si llevaba dinero, también indagó por si todos se habían marchado o quedaba todavía alguno en las dependencias para hablar con él. Si se habían marchado... investigó para saber si sabían dónde habían ido, no creía que fueran muy lejos ya que tenían limitado los viajes y además todas las mañanas tenían que estar en las dependencias militares para examen médico.

Una sombra de entendimiento recorrió el rostro de Xenon, mientras escuchaba las palabras de la hermana Lynn. Claro, aquello le resultaba imposible, pero... no podían descartarlo. ¿Quizás, como decía el buen Kurt, un imitador estaba intentando emular algo similar? Ciertamente la mente del hombre podía llegar a ser algo retorcido.

El teniente se llevó una mano al hombro, donde estaba el tatuaje, y en silencio se levantó de su asiento. Luego, se dirigió a la zona de ocultismo y también de mitología, ojeando los lomos, buscando algo que se relacionara con lo que había encontrado acerca del castillo o similares. Tanto si encontraba algo, como si no, el hombre volvió a sentarse en la mesa.

— ¿Tal vez podríamos convencer a Xavier de que vale la pena visitar el castillo con lo que hemos encontrado? —señaló el libro de geografía e historia donde había leído de Pierre Streé—. Lo que dice la Hermana Marie es cierto, los nombres son sumamente similares, y levantaría más de una sospecha para alguien con la suficiente agudeza.

Lynn Marie seguía dándole vueltas a aquel asunto. Las búsquedas sobre el tatuaje habían sido inútiles, así que optó por reanudar la búsqueda, centrándose en lo que el anticuario había descubierto: Pierre Streé Tournoir y su juicio por brujería. 

A fin de cuentas, nada de lo que les estaba sucediendo era normal, y la monja no era precisamente de Ciencias. En su afán por el ocultismo, la hermana Lynn Marie estaba cada vez más convencida de que el Maligno estaba detrás de ellos, quizá aliado con los propios alemanes.

Escuchó al Teniente Xenon y asintió con la cabeza, muy seria.

—Pierre Streé Tournoir— dijo —. Intentaré buscar algo sobre él y su juicio de brujería. A ver si en las crónicas hay similitudes con lo que nos ha sucedido.

Buscas en otros libros, pero en todos te sale lo mismo, la misma leyenda del castillo, nada relacionado con el tatuaje y ni siquiera, otros sucesos parecidos que hayan simulado lo que las leyendas cuentan sobre el castillo

Buscas en los libros algo relacionado con Pierre Streé Tournoir, pero en ningún lugar viene reflejado el juicio, todo lo que encuentras son leyendas, pero nada que confirme que realmente sucedió. Hay muy pocos documentos que hablen sobre él, pero en todos cuenta lo mismo: El castillo pertenecía a los condes de Tournoir hasta que hacia 1592 el último descendiente de la familia, Pierre Streé Tournoir, fue acusado de brujería y quemado ante las mismas puertas de su castillo

— Podríamos directamente decir la verdad, que tenemos una opción de demostrar nuestra inocencia, pero necesitamos un pase especial que nos permita alargar la vuelta un poco mas. Puede enviar a alguien con nosotros si así se sienten mas seguros que no huiremos

Sugirió Kurt. Ahora mismo es la única idea que tenían y se sentía deseoso de encontrar una explicación a lo que había pasado, ya no para ellos sino para su paz mental.

-El señor Reed tiene un buen punto, talvez logremos si no bien todos, algunos de nosotros podamos ir al castillo y traer algo de claridad al asunto- digo bastante serio, ya que todo el asunto parece cada vez más enrevesado y poco es lo que hemos logrado sacar de esta excursión.

-También pienso que podríamos aventurarnos en colecciones de libros menos ortodoxos, si bien esta es una buena biblioteca hay ejemplares que por sus temas podrían no ser aceptados en ella- digo sugiriendo en cierta forma visitar ya sea tiendas de ocultismo o mercados con mercancía poco legal, en nuestra situación lo mejor es apurar el tiempo, antes de que el investigador decida que ya tiene todo lo necesario para acusarnos.

El Teniente Alan estaba preguntando a los demás soldados que aún no habían sido dados de alta si sabía a donde se habían dirigido aquellos cinco que sí habían sido dado de altas, pero nadie sabía cual era su paradero. Miró entre sus ropas, no tenía dinero, ni equipo nada, al parecer se lo habían confiscado todo.

En ese momento un coche conducido por el teniente Xenon había aparcado delante del hospital médico, aquellos que se habían ido habían vuelto

Se le daba fatal convencer a los demás, Kurt era de los que seguía y no de los que proponía. Cuando llegaron para hablar sobre su permiso extendido, Kurt fue disimulando y se fue quedando atrás como buscando o leyendo cosas imaginarias.