Partida Rol por web

Caleb había llegado en tromba, lo cual había hecho que para su horror y sorpresa, todas las bestias se despertaran y se abalanzaran contra ellos.

Scott había pisado mal pero al final, había logrado recuperarse. Pero el resto de los que estaban allí, y que aún no habían cruzado, debían ahora esquivar a las bestias aladas, además de correr por aquel puente viejo y frágil. Por un momento se pensó si pasar todos unos detrás de otros, pero el peligro de que el puente se rompiese era demasiado grande.

-Vaya. Rápido, chicos. Corred y tened cuidado. ¡Venga, los dos siguientes, deprisa!

-Lo estoy, lo estoy – dijo aun abrazada a Patrick antes que este la separara de su cuerpo y le diera un beso en la mejilla, arrancándole una amplia sonrisa – o lo estaré – añadió llevándose la mano a la cabeza, cerrando los ojos un instante mientras alzaba las cejas y sujetándose con una mano al hombro de él – cuando se me pase esta incesante sensación de vértigo

No pudo escapar a su atención la mirada que dedicó su primo a Emiko, tras dar las gracias a ambas chicas por los ánimos. ¿Que se había perdido mientras estaba tirada en el suelo? Se pregunto extrañada inclinando la cabeza hacía un lado rascándose la nuca algo confusa.

Siguieron a Scott tras su apresurada aparición, llegando al poco ante aquel impresionante puente colgante. A Lex no le hizo falta asomarse al borde para imaginarse la inmensidad de la caída que les esperaba si aquello se rompía al pasar ellos al otro lado.

-Y digo yo ¿Willy nunca visita su tesoro? ¿de verdad pasa por todo esto para llegar y protagoniza su momento tió Gilito para nadar en oro?...debería haber un camino más sencillo – negó algo exasperada, viendo a Patrick y atendiendo a su pregunta – si que lo veo Tricky Trick, si que lo veo – contesto algo más divertida, sin dejar de lado la preocupación de lo que vendría a continuación.

Si ella estuviera escribiendo aquella historia, sin duda Willy tendría una puerta trasera para acceder a su tesoro pero claro aquella historia no la estaba escribiendo, la estaba viviendo y la vida no es tan perfecta como un libro.

Anne fue la siguiente, pero no tardó demasiado en darse cuenta de que no iba a ser tan sencillo como le había parecido. Si bien Scott y Caleb habían terminado llegando al otro lado entre carreras y sudores, ella no tuvo tanta suerte.

El puente se movía demasiado y estuvo a punto de caer al vacío, al perder el equilibrio y deslizarse hacia el vacío por los huecos que quedaban entre las cuerdas.

En medio de los gritos, todos la miraron, temiéndose lo peor.

Pero Anne no cayó. En lugar de eso, una de las bestias aladas se dirigió hacia ella, la agarró entre sus patas y recuperó altura llevándosela por los aires. A pesar de los gritos, la bestia se la llevó sin compasión y sin que ninguno de vosotros pudiera hacer nada para evitarlo.

No hubo tiempo para mucho más que un intercambio de miradas entre primos aceptando el reto tras la primera pareja cuando todo se precipito. Perpleja ante la sucesión de hechos que tuvieron lugar ante sus ojos, estos la dejaron clavada en el sitio, no entendiendo como algo tan sencillo como cruzar un puente podía haber terminado de aquella manera.

Scott había cruzado con algún que otro tropiezo y Caleb, bueno él se había trasformado en una especie de improvisado acróbata que ni los mismísimos Greyson Voladores, esquivando a Anne, a la que Scott había abandonado al mitad del puente, esquivando los bichos que se precipitaban sobre ellos e incluso alguna baldosa de dudosa estabilidad para llegar sano y salvo al otro lado.

-Largemonos de aquí – le dijo a Patrick aferrando su mano con la de ella y tirando hacía delante

En su precipitada carrera fueron objetivo de uno de los bichos que acechaban con sus garras de la que sobrevolaban ferozmente la cueva sobre sus cabezas, con gran agilidad logro esquivarlo dejando que una sonrisa victoriosa se dibujara en su rostro cuando el bicho se estampo contra una estalactita rocosa al tratar de regresar sobre ellos.

Acto seguido se dirigió hacía el puente y aunque nada más poner un pie en el estuvo a punto de perder el equilibrio al ver como una de las bestias aladas hacía presa sobre Anne, el simple hecho de ver como su amiga luchaba por su liberación le dio fuerzas para no detenerse y seguir adelante.

-¡¡¡¡ANNE!!!! ¡¡¡¡¡NOOOOOOOOO!!!!!! - gritó con todo su ser alcanzando el punto en el que había estado su amiga

Rozando casi la salvación al otro lado del puente, dispuesta a emprender el rescate de Anne, el grito de Emiko la hizo volverse horroriza.

-¡oh no! ¡no! ¡no! ¡NO! - enlazo una serie de maldiciones al ver lo que sucedía a sus espaldas y salió disparada a por Emiko llegando justo a su lado para ayudarla – Venga vamos yo te saco que aquí, dame la mano

Emiko se apretó contra el profesor cuando vio lo que le sucedía a Anne. Todo el optimismo que había generado ver a Scott y a Caleb pasar el puente, se esfumó en cuanto Anne trastabilló y cayó por el lateral.

¡ANNE! -gritó Emiko, adelantando un paso. Las manos del profesor la retuvieron, antes de que cometiera una locura.

Después, todos vieron como una bestia alada se abalanzaba sobre ella, la agarraba y se la llevaba por los aires, como si fuese una presa.

Lex fue la siguiente en pasar, y Emiko no esperó más. Se deshizo de las manos del profesor y se lanzó hacia el puente a toda velocidad.

Por desgracia para ella, al igual que le había pasado a Anne, perdió el equilibrio debido al movimiento de las tablas y cayó al suelo.

¡Ahhhh! -gritó desesperada y asustada. Emiko volvió a intentar ponerse en pie, pero la madera sobre la que estaba se partió y su pierna quedó atrapada.

-¡AYUDADME! ¡AYUDADME!

Los gritos alertaron a otra de las bestias que se fue hacia ella en picado. Emiko se agachó justo a tiempo para evitar que la cogiese al igual que había hecho con Anne, pero no podía salir. Tenía la pierna atorada.

-¡Por favor, que alguien me ayude! -exclamó llorando.

Lex escuchó como detrás de ella Emiko caía y se quedaba atrapada, y regresó a por ella. Con su ayuda, pudo por fin sacar la pierna de aquella maldita tabla.

-Gracias, Lex. ¡Corre, corre!

Ambas echaron a correr por el puente para intentar quitarse de la visión de las bestias, animadas por Scott y Caleb desde el otro lado.

Afortunadamente, esta vez pudieron cruzar el puente al completo sin problemas. Cuando llegaron al lado de sus compañeros, ambas resoplaron, aliviadas.

-Gracias, Lex. Muchas gracias -le dijo, abrazándola con fuerza.

Lex respondió al abrazo de Emiko con la misma fuerza que ella.

-No vuelvas a darme un susto así, por favor – le susurró al oído con la voz teñida por la angustia

Cuando se separó de ella sosteniéndola por los hombros y aunque sus rostro mostraba severa preocupación, Emiko pudo ver que sus ojos estaban anegados en lagrimas no solo por haber estado a punto de perderla a ella si no también por la perdida de Anne. En un acto reflejo se limpio las lagrimas y busco primero a Patrick, quien al final se había soltado de su mano, quizá por la impresión de ver como se llevaban a Anne o porque había esquivado a una de las bestias impidiendo su camino, fuera cuál fuese el motivo él seguía del otro lado. Una vez que se aseguro que estaba de una pieza, se puso a buscar el lugar por el que la bestia se llevaba a Anne siguiendo los gritos desesperados de esta. Deseando con todas sus fuerzas que Patrick cruzara de una pieza y poder recuperar del mismo modo a su amiga.

Me gustó el abrazo que me dio Emiko, en cierta forma me hacía sentir una del grupo aunque sólo fuera por unos instantes, sensación que se acrecentó cuando Patrick, que por fin había conseguido cruzar las baldosas sano y salvo, nos agradeció los ánimos y nos dedicó una sonrisa, en especial a Emiko... yo podía ser muy torpe para algunas cosas pero lo del joven Walsh había sido bastante evidente incluso para mí.

Pero había cosas más importantes que pensar en la atracción de esos dos ya que aún no estábamos ni por asomo a salvo. Seguí aanzando hasta que vi lo siguiente que Willy nos tenía preparado, un puente colgante sobre un abismo que preferí no mirar y, para rematar la faena, multitud de bichos alados esperando a que cometiéramos cualquier estupidez para caer sobre nosotros.

Tragué saliva, notando cómo los nervios y la ansiedad me iban dominando, lo que hizo que viera sin moverme del sitio, cómo iban cruzando uno tras otro. Pero estaba claro que no lo iban a tener fácil pues una voz más alta de la debida, esta vez por parte de Caleb, hizo que todos los bichos salieran espantados directos hacia nosotros. Sin embargo, no fueron precisamente los bichos lo que hicieron que pegara un estridente grito.

—¡¡¡CUIDADO!!! —El miedo venía al ver cómo Anne, que ya me había salvado precisamente del primer bicho que habíamos visto, tropezaba y caía puente abajo siendo recogida por uno de aquellos monstruos alados.

No podía creerme lo que estaba viendo. Aunque hubiera podido moverme hubiera sido incapaz de llegar junto a Anne para ayudarla, no sabía muy bien cómo, quizás tirando de sus pies o algo parecido, pero todo había sucedido tan rápido que había sido imposible reaccionar. De hecho había reculado un par de pasos aterrada por lo que tenía frente a mí y no conseguí salir de mi estupor hasta que no vi a Emiko caer, exponiéndose a que cualquier otro bicho de esos la cogiera a ella también.

No me lo pensé dos veces y eché a correr hacia delante, esquivando las bestias aladas y con una confianza en mí misma que no sabía siquiera que tenía. Pero yo estaba más lejos y fue Lex la que primero llegó hasta Emiko agarrándola y llevándosela con ella. Yo, por mi parte y viendo que ya no era necesaria mi ayuda, seguí corriendo y esquivando, con las manos sobre la cabeza para que no pudieran agarrar mi pelo, hasta que soprendentemente me vi del otro lado.

—¿Estás bien Emiko? —me interesé primero por la joven antes de desviar mi mirada hacia el punto donde había desaparecido Anne—. Tenemos que ir a rescatar a Anne —no quería ni imaginarme lo que pudiera estar pasando en esos momentos nuestra compañera.

- ¡Aaaanee! - Gritó Scott al ver como aquellas bestias aladas se llevaban a la que tenía que haber sido su primera novia.

Rescatarla era ahora su principal prioridad. Debía darse prisa, pues cuanto más tardase más picoteada estaría. No quería que aquellas bestias le desfiguraran aquel rostro angelical. Eso si sería una tragedia. ¿Pero, cómo lo hacía? No era un buen escalador y desde luego menos sin el material adecuado y teniendo que subir por una pared como aquella. Se le ocurrió entonces una idea que descartó de inmediato. Había visto la película avatar y se le ocurrió saltar sobre uno de esos seres y cabalgarlo por las nubes como hacían aquellos gigantones azules. Pero el no era un gigantón azul.

- ¿Cómo se llamaban los de avatar? - Le preguntó entonces a Patrick. - Los azules grandotes. ¿Navi o algo así?

Emiko agració las palabras de Sarah, que también parecía haberlo pasado mal por ella.

-Gra-gracias. Estoy bien -le dijo.

Pero después, los ojos de todos se elevaron para mirar a Anne.

Tenemos que ir a rescatar a Anne 

-Sí, pero a dónde. No sabemos dónde va esa bestia -comentó con desesperación Emiko. 

Scott comentó en ese momento otra cosa diferente, sugiriendo que cabalgaran a uno de esos bichos para perseguirla, o eso creyó entender Emiko.

-N-no estarás sugiriendo coger a uno de ellos y... utilizarlo como un caballo -dijo con miedo.

Las criaturas aladas se habían llevado volando a Anne. Scott parecía estar proponiendo que nos lanzásemos sobre aquellos seres, como si fueran caballos, y tratásemos de cabalgarlos para llegar al que tuviera a Anne.

-Ez demaziado tarde -comenté, con un gesto de negación. "Zeguro que ya ze eztán comiendo a Anne" pensé para mis adentros, horrorizado. "La rubia ziempre ez la primera en morir en laz peliz de terror"-. Lanzarnoz zobre ezoz zerez zolo provocará que todoz noz pongamoz en peligro. Pero cabe la pozibilidad de que loz bichoz aladoz ze hayan llevado a Anne a zu nido. -Me encogí de hombros. No tenía grandes conocimientos sobre zoología de monstruos alados, pero solía ser un comportamiento habitual en las aves-. Zupongo que ezoz bichoz también neceziten alimentarze o alimentar a zuz críaz, zi laz tienen. Puede que loz nidoz eztén un poco máz adelante.

Salir de la zonas de las baldosa había sido todo un alivio.

Estaba aún mareada y pese las barritas chocolateadas de Caleb me sentía algo débil. Algo que no quise mostrar delante de nadie, y menos de Lex. Por eso cuando Scott dijo de ir primeros por el puente, me ofrecí sin pensarlo.

Mal.

Caleb gritó para darnos ánimos y despertó a los bichos alados. Eso no fue lo peor. Aun estaba demasiado drogada para pisar bien, con lo que me resbalé y caí del puente que se movía demasiado.

-Nooooo.- grité esperando mi final, viendo como mis amigos y se alejaban hasta que algo me atrapó en el aire.- Lexxx!!!!

Notaba su garras arañarme los hombros. Una de esas bestias me había agarrado y me zarandeaba en el aire. Si al principio veía en la lejanía a los chicos, desde abajo, ahora los veía desde arriba. hasta que ponto dejé de verlos entre la oscuridad.

Solo oia sus graznidos, y los gritos ahogados de los chicos.

Sabia que ese era mi final. Pronto acabaría en el nido de esos bichos comida por dentro por sus crias. O algo peor.