Partida Rol por web

Los hijos de Ak

Parte II: pesquisas en Cuiabá

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22/04/2018, 19:50
Connor Mahoney

Atravesaron el hall del hotel observando toda la parafernalia y pomposidad que mostraba la entrada a aquel lugar. Sin duda se trataba de un hotel bastante lujoso, tendría todo el sentido del mundo que un arqueólogo famoso pudiera hospedarse en aquel lugar.

Su compañero tomó en consideración su consejo y se adelantó para charlar con el encargado de la recepción. Sonrió discretamente al comprobar que, tras unos primeros instantes en que el nerviosismo aun le provocó un leve tartamudeo, Edward se repuso tomando confianza. Hasta el punto de atreverse incluso a ofrecerle un soborno con relativa soltura, al menos para un hombre como aquel, al que Mahoney no intuía con demasiada experiencia en aquellos lances. Tras su intervención, se animó a decir unas breves palabras para acompañarle.

-El profesor Evans-Pritchard es un viejo amigo de Claude, seguro que no le supone mayor molestia ayudarnos con este pequeño favor.-Dijo acompañando sus palabras de un guiño cómplice, una vez su compañero le ofreció el soborno.

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24/04/2018, 22:10
Luboslaw Kuczynski

Es usted y sobre todo su señor muy generoso al dejar elegir a este pobre incauto -se refería a el mismo, con una falsa modestia evidente, movida por el fajazo de billetes- elegir sobre el presente de su buen conde... ¿Esa máscara ritual...? No, es falsa -dijo seca y sinceramente-. Mejor vengan y vean el repositorio privado, el que no está a la venta de cualquiera. Entonces os llevó al fondo de la tienda, donde había una especie de sala rectangular de grandes dimensiones (el tamaño del edificio engañaba)y un estrado. Allí supusiste que celebraban sus famosas subastas. Aquel entorno, en uno de los fondos, había infinidad de elementos nativos, desde lanzas hasta ídolos de piedra, totems, ropajes característicos y hasta piezas óseas.

Veamos... -decía buscando y secándose el sudor de la frente-. Aquí está. Entonces sacó de un baulcito una pequeña piedra redonda, esférica más bien, de color negro. Era totalmente maciza y tenía dos anillos grabados en el casi ecuador de dicha esfera. Ésta cabía en la mano y era realmente sencilla y bella al mismo tiempo. Se dice que llegó aquí en el siglo XVIII, traída por un explorador inca que se aventuró más allá de Perú, tal vez de alguna isla remota del pacífico. Pero claro, eso no son más que leyendas. Eso sí: mis estudios confirman que dentro está hecho de un material que actualmente no se encuentra en la superficie terrestre... y he aquí el misterio.

Aquella respuesta te convenció. Tan sólo mirando muy fijamente a la esfera pudiste ver cierto brillo en el interior, y aquello apuntó alto en tus expectativas: parecía realmente un objeto de tremendo valor, por lo que pagaste casi la totalidad de tus ahorros en tal preciado enser.

Mientras os acompañaba a la salida, muy amablemente debido a la gran venta que acababa de hacer, escuchó atentamente tus últimas palabras. Los Otwes sí, ahora recuerdo: quien sabe mucho de eso es el antropólogo Levi-Strauss. Acudió alguna vez a esta tienda, más bien a denunciar la irresponsabilidad de vender piezas antiguas, buah... -dijo señalando un bufido de indiferencia-. Ese tipo está obsesionado con esos Otwes. Por lo que sé está ahora viviendo en un hostal en la calle Maranhao, no muy lejos de aquí.

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24/04/2018, 22:11
Elías Rondón

La conozco -decía secamente Elías habiendo quedado anonadado por la venta. De hecho tenía cara seria y parecida a la del enfado-. Yo le puedo acompañar, señor "Vasily". No tiene pérdida.

Y tras unos segundos salísteis de las Antigüedades Luboslaw, sabiendo que éste último no había soltado más prenda de todo esta actuación (de la cual seguramente se habría dado cuenta pero os había seguido el hilo...)

Notas de juego

Estáis de nuevo en la calle.

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24/04/2018, 22:18
Recepcionista del hotel Deigón

Sí... el señor Claude -el tipo tragó saliva, mirando en derredor, pues no se creía que le estuvieran haciendo un soborno en medio de una fiesta concurrida (así, sin aparente discreción). No obstante, el recepcionista alzó la mano enguantada y tomó los billetes. Siento no poder ayudarles del todo, señores -mirando a ambos dos-, ya que el señor Levi-Strauss ya no se aloja aquí. Se marchó hace una semana. Él siempre tan concentrado en sus investigaciones... -decía recordando con nostalgia al buen cliente-. Por lo visto, y según sus palabras, marchaba a la selva, o esperen... a la calle Maranhao, al final de la avenida Correiro. Decía que allí tendría más tranquilidad para sus libros, en fin. Era un tipo muy callado... ¡Ah! Si quieren servirse, el ofrecimiento sigue en pie. ¡Que tengan un buen día!

Y el tipo se llevó vuestros billetes (los del excéntrico barón) que había "plantado" en el mostrador sin pensárselo dos veces, en medio de la fiesta de gala. De momento, ni rastro de Claude Levi-Strauss y tampoco Marvin Sorocco.

Notas de juego

No sacaréis más información de los trabajadores del hotel.

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25/04/2018, 09:43
Martin Lecián

Teníamos que haberle metido un guantazo al señor Kuczynski y asunto arreglado, ¿verdad, Rondón? Sí, también lo creo. Maldito granuja... En fin, la piedra esta es bien impresionante, eso sí. No sé si nos llevará a encontrar a Marvin, pero seguro que en Río la vendo por una pasta.

Me quedo un momento en silencio con el pañuelo preventivamente tapando mis labios. El peso del tal Claude en esta historia es cada vez más grande, parece una prioridad encontrarlo. ¿Qué relación habrá entre la obsesión por los Otwes de Lévi-Strauss y Sorocco y la desaparición de este último? ¿Y quién nos está siguiendo? Hm, estoy perdidísimo. Creo que necesitamos la ayuda de Sir Edward y Mahoney.

- Elías, ese hostal que nos ha indicado Kuczynski, no es el mismo al que han ido Mahoney y Sir Edward, ¿verdad? Me pregunto si debemos ir nosotros a hablar con Lévi-Strauss o si sería más acertado pasar a buscar a nuestros compañeros antes...

La impulsividad de Lecián impide que este llegue a terminar su pregunta.

- Qué narices, no podemos permitir que el profe francés se nos escape. Si lo encontramos, lo llevaremos con nosotros para que hable de indios con Sir Edward. Rondón, ¿podría guiarme al hostal donde se supone que se aloja Lévi-Strauss, por favor?

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25/04/2018, 16:10
Elías Rondón

Elías se te quedó mirando, arqueando una ceja.

No vuelva a hacer lo que ha hecho -te dijo con tono seco-. No vuelva a mostrar tan alegremente esos billetes. Cualquiera en esta ciudad apretaría el gatillo de un arma cien veces sólo por unas monedas, imagínese por ese fajo... ¿Me ha entendido?

Luego te escuchó atentamente.

No, la calle Maranhao no es la del hotel Deigón. El Deigón estaba en la plaza de la República, y Maranhao está por allí -señalando en la dirección contraria-. Vamos, sé donde queda ese hostal y no anda lejos -y aún notabas en su voz resquicios de resquemor ante aquella indiscreción dentro de la tienda de antigüedades-.

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25/04/2018, 16:14
¿¿¿???

En cierto momento, mientras andábais por una estrecha calle de un único sentido y casas bajas, dos tipos que venían por la acera de enfrente atravesaron la vía casi diagonalmente y no dudaron en apretar el gatillo de sus armas (dos pistolas) intentando acabar con vosotros.

- Tiradas (2)
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25/04/2018, 16:20
Elías Rondón

¡¡Maldición!! ¡¡Cúbrase, Lecián!! -gritó Elias mientras se echaba a un lado y sacaba su arma para disparar-. Elías comenzó a disparar también en plena calle a su agresor.

- Tiradas (1)

Notas de juego

En el caso de atacar con armas, haz una tirada de dados, añade otro por tu pistola y puedes buscar el tercero si explicas cómo tu trasfondo puede ayudar en dicho último dado ;) (Desglosa dados en el lanzamiento).

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25/04/2018, 16:37
Martin Lecián

Cuando salí camino a Cuiabá para encontrarme con Marvin, esto era lo último que esperaba, y sin embargo, aquí está de nuevo esa sensación de terror y euforia mezcladas, morir y matar. Matar, matar.

Maldigo en checo y en portugués y suelto una especie de perversa carcajada (¡Muere, cabróooon!) mientras trato de vaciar el cargador en el segundo tipo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

El tercer dado se explica, creo, por el hecho de ser un fugitivo que ha matado a cuatro guardias en Checoslovaquia cuando trataban de detenerme...

(Curiosamente, en el programa de radio que oí sobre el Lecián histórico decían que gracias a Dios tenía muy mala puntería, porque con la cantidad de tiroteos en que se vio envuelto, podría haber matado a mucha más gente... Pero creo que eso podemos dejárselo a mi mala suerte con los dados. Experiencia con el arma tengo, eso está claro.)

El tipo que me dispara ha sacado un 6... ¿me duele algo?

Por cierto, pido disculpas por haber puesto el anterior post visible para mis compañeros. Lo siento mucho, porque les da pistas de lo que estoy haciendo.

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26/04/2018, 21:43
Director

El primer tipo disparó Elías, pero sólo hizo estallar un brote de alarma social ante tamañan ráfaga de disparos resonantes... Rondón se lanzó al suelo esquivándolos y le devolvió la ráfaga mediante tres disparos certeros en el pecho, haciendo que el tipo cayera inerte al suelo... El bullicio de la gente gritando en derredor y en las calles contiguas se hacía notar y provocaba gran revuelo. Por tu parte, el otro tipo te disparó hiriéndote en el hombro... La bala te atravesó de parte a parte (y lo sentiste) dando gracias a Dios de que no se quedó alojada en ese momento en tu cuerpo. Gritaste levemente, ahogadamente, pero tuviste los reaños suficientes como para contraatacar y lograr acertar al tipo, impactándole en el rostro... Ambos enemigos yacían ahora en la acera ensangrentada.

¡¡¡POLICÍAAAAAAA!!! -gritaban desde alguna ventana y la gente que huía en derredor, pues todo sucedió rapidísimo-. Y efectivamente, ante tamaño ruido de disparos, breves pero intensos, llegaba la policía montada de la ciudad: dos agentes cabalgaban por mitad de la calle... ¡Pronto os alcanzarían!

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26/04/2018, 21:44
Elías Rondón

¡¡Vámonos de aquí, Lecián!! -gritó Elías- mientras te cogía de las solapas de la chaqueta y empujaba de tí para que corrieras...-.

Notas de juego

De tu disparo y el de Rondón, la llegada de la policía es el imprevisto...

Tacha un contador de estado y ponle una X. Ahora tienes dos, y ahora sólo puedes añadir hasta 2 dados a las tiradas...

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27/04/2018, 09:42
Martin Lecián

El ardor del hombro y el temblor de mi mano sujetando la pistola me hacen sentir vivo. ¡Vivo! Martin Lecián ha nacido para estas situaciones, y en estos tiroteos morirá. Siento ganas de enfrentarme yo solo a toda la policía de Cuiabá. ¡Qué euforia! Noto cómo el grandote de Rondón me empuja -qué gran tipo, me ha salvado la vida con sus reflejos- y me lanzo a la carrera por los estrechos callejones. Una huida más, como tantas veces. Nunca me cogerán vivo.

Gnnn, pero este hombro duele, maldita sea.

Mientras corro, lamento que la llegada de la policía nos va a impedir registrar a los pistoleros. Ahora entiendo por qué Rondón está tan nervioso. Este asunto está mucho más «caliente» de lo que imaginábamos al principio.

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27/04/2018, 22:39
Elías Rondón

Elías te empujaba a través de las calles cruzadas de Cuiabá. Atravesábais pequeñas plazas irregulares de viviendas bajas; escaleras junto a palacios coloniales y vecindarios casi rudimentarios de una manera realmente rápida. Tú tenías la mano sobre el hombro, el cual estaba sangrando y cada vez se notaba más (tanto en dolor, como en una visible mancha roja...).

Estamos cerca, es ahí, ¡mira! Calle Maranhao... -es aquí-. El hostal está al final de la calle.

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27/04/2018, 22:40
Director

Sin nada mejor que hacer cruzásteis la calle peatonal donde os encontrábais (tan sólo habia un caballo junto a un carro), y varios viandante por las aceras empedradas se cruzaron con vosotros. Segundos después os plantásteis en la entrada del hostal donde se suponía que estaba el tal Claude. Aquello,más que hostal, tenía pinta de ser una antigua cuadra de grandes dimensiones (tal vez algún tipo de cuartelillo de principios de siglos), de dos plantas. Dos pares de balcones asomaban a Maranhao. Sin duda no era el mejor hotel donde habías dormido..., aunque era mejor que cualquier cárcel.

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29/04/2018, 09:33
Sir Edward Evans-Pritchard

PNJOTIZADO.

¿Qué hacemos entonces, señor Mahooney? -dijo con voz temblorosa el barón inglés-, aquí ya no hay rastro de ese tal Levi Strauss... -Evans se rascaba la cabeza mirando aquella fiesta tan pomposa mientras no se decídía por los siguientes pasos de indagación-.

Notas de juego

PNJOTIZADO 1 VEZ.

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29/04/2018, 20:10
Connor Mahoney

Connor maldijo para sus adentros el burdo intento de soborno que había tratado de llevar a cabo su compañero. Había cedido la iniciativa a Evans pensando en que se manejaría con buenas maneras y su aspecto aportara seriedad y confianza al tipo de la recepción, no para que improvisara y se pusiera a jugar a los espías a las primeras de cambio.
Lo positivo era que, al menos, habían sacado información interesante: No solo que el profesor Levi-Strauss ya no se encontraba alojado allí, si no su más que probable nuevo paradero. Tras despedirse amablemente del recepcionista, llevó a su compañero a un aparte y le comentó.

-No ha sido el mejor intento de soborno del mundo, pero al menos tenemos la información que veníamos buscando. Si el recepcionista estaba en lo cierto, creo que será mejor que nos dirijamos a la calle Maranhao, a ver si localizamos el nuevo alojamiento del profesor.

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29/04/2018, 22:29
Martin Lecián

Echo una mirada a mi alrededor y me tiento la herida del hombro. Esperemos que haya agua corriente en este hostalucho...

Elías, -le susurro a mi acompañante- tenemos que coger una habitación, porque lo más urgente ahora es parar esta hemorragia. ¿Podría usted realizar los trámites en la recepción? Es mejor que no me vean de cerca estando herido...


(Si Elías está de acuerdo y va a pedir una habitación.)

Mientras tanto, yo observo con cuidado qué y quién está en el vestíbulo del hostal, cuáles podrían ser las rutas de escape, qué tipo de gente se reúne allí. La mano apretando disimuladamente la herida y cerca de la pistola, por si vuelve a hacer falta.

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02/05/2018, 21:32
Director

Sir Edwards asintió, y salísteis de allí dispuestos a llegar a la calle Maranhao. No sabríais qué había allí que, según palabras del recepcionista, hiciera estar más tranquilo a Claude. ¿Tal vez otro hotel no tan céntrico como el Deigón? ¿Una vivienda particular? Sea lo que fuera, la duda os rondaba entre las sienes, y cuando salísteis de aquel hotel volvísteis a ver la afluencia de la plaza de la República de Cuiabá. Seguía haciendo sol, día hermoso, pero no teníais mucha idea de cómo llegar hasta allí... Tendríais que apañároslas para llegar hasta la calle Maranhao por vuestros propios medios.

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02/05/2018, 21:47
Director

A Rondón no le hacía gracia coger otra habitación. Siempre quedaban registros de uno en los lugares donde pedían un nombre. No obstante, sabía que tenías razón, y nada más entrar vísteis una mesa rectangular en el hueco de abajo de una escalera que ascendía al piso superior. Una mujer os miró extrañada, delante de tal mesa (sobre todo a tí y tus heridas) aunque Elías hizo por desviar la conversación hacia un ficticio regateo de precios con respecto a la toma de las habitaciones. La mujer te indicó cual sería la vuestra (la última del pasillo del fondo superior, subiendo las escaleras). No había pérdida.

Rondón te siguió instantes después. En el piso superior las paredes eran de piedra, la misma piedra vista de la fachada. Sin duda que aquello había sido un edificio de animales reconvertido en vivienda-hostal. El suelo estaba algo sucio y las paredes y puertas desgastadas por la zona de pasillos, pero enseguida te topaste con la habitación. Al entrar (Rondón lo hizo tras de tí), observaste una cama individual y una silla bajo una ventana. Olía a humedad y el techo era de palos (algo podridos, por cierto). Nada que ver con lo que debía ser el flamante hotel Deigón, el que estaba en la plaza de la República.

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02/05/2018, 21:48
Elías Rondón

Tengo algunas vendas, pero no aquí, sino en mi maleta del hotel. Creo que debería dar una vuelta y buscar algunas sin llamar demasiado la atención -añadió el guía-. Espérame aquí. Entonces se marchó, con tu venia.