Partida Rol por web

Termináis de cenar y enseguida os poneis en marcha. Al salir a la calle es totalmente de noche, el cielo está despejado por lo que veis las estrellas y la luna que iluminan el camino, así como las luces de algunas casas. No hay ni un alma por las calles lo que os provoca una extraña inquietud.

Recorréis buena parte del camino sin ningun percance, dejando atrás la plaza mayor de Frencia, donde esa misma mañana estaba el mercado, así como la herrería, el templo y el cuartel de la guardia que queda algo más lejos de vuestra ruta. Enseguida notáis que habéis llegado al barrio pobre por la simple arquitectura de las casas, que pasan de edificios de piedra a chozas de barro y madera, agolpadas todas unas encima de otras y formando sinuosas calles, aquello parece más un laberinto que un barrio. Alexande reconoce el lugar por haber estado allí esa misma mañana aunque ahora parece más sombrío y todos tenéis la sensación de estar siendo observados.
Finalmente llegáis a vuestro destino, una pequeña caseta con una puerta robusta de madera, la cual desentona con respecto a todo lo que os rodea y os llama mucho la atención.

Camino tranquilo, observo todo, aunque mi mente sigue en esa daga...

Una vez en el barrio pobre, observo qué tan diferente se ve de noche, mucho más lúgubre, al llegar al lugar indicado, miro la puerta, la misma que todos estamos mirando, y susurro a mis compañeros:

qué hacemos?, llamo o entro?

La cena no me había resultado del todo placentera. Con el plato frente a mí, di vueltas con los cubiertos y apenas probé uno o dos bocados. Tenía el estómago cerrado por la inquietud. Era increíble que en mi primera salida al mundo exterior me veía involucrada en resolver el asesinato de un buen amigo, poniendo en riesgo mi vida para ello. Mis nuevos amigos parecían tomarlo con más calma.

Al salir, la sensación de inquietud no hizo más que acrecentarse en mi interior. Las calles vacías a causa del toque de queda le daban al pequeño poblado un aspecto siniestro.

Después de andar un rato llegamos al lugar donde se suponía que debíamos comenzar nuestra búsqueda. Alexander, que se veía muy confiado, fue el primero en plantear un curso de acción.

-Creo que lo más prudente es que llames. Si entras sin avisar, pueden clavarte un puñal por la espalda, o una flecha en el ojo, antes de que llegues a pronunciar las buenas noches- mi humor era sombrío; en ese momento sólo veía el lado negativo de la situación. -De todas formas, deberíamos estar alerta por si quieren emboscarnos.

suelto una risa demasiado fuerte para conciderarla prudente, no lo pude evitar 

tan chiquita y con esas ideas!, no es muy lindo imaginarme con una flecha clavada en el ojo sabés! luego me percato de mi impridencia y miro alerta alrrededor, tras cerciorarme de que nadie me atacaba, toco la puerta, sin prestar más atención a mis compañeros

toc .. toc

Al tocar Alexander a la puerta se abre una mirilla y una tenue luz sale de ella. Una cabeza se asoma pero no podeis distinguir muy bien quien es. La voz de un hombre suena detrás de la puerta con tono inquisidor ¿Quienes sois y qué estais haciendo aquí?

Me detengo a pensar un momento, nunca pensamos qué diríamos, qué excusa dar para estar ahí, actué por instinto, como siempre, sin consultar a nadie:

Abrid por favor, venimos como amigos, buscamos lo mismo que ustedes, y les seremos de gran ayuda, créanme

Mi tono de voz era tranquilo, pero firme, como si no cabiera duda de que me iban a abrir, si abre, busco con la mirada algo que me indique si estamos cerca de la secta, o del gremio de ladrones...

 -OH dios, ¿pero que está haciendo Alexander?- pensé viendo cada vez más próxima la muerte de todo el grupo por culpa de su imprudencia.- ¿como se le ocurre decir algo tan directo a gente tan peligrosa?

Solo esperaba que aquella gente no se tomase a mal las palabras de nuestro compañero así como su insolencia y osadía. Intentaba disimularlo pero mi cara reflejaba practicamente todo lo que estaba pensando.

Al escuchar las palabras de Alex, retrocedí instintivamente hasta situarme al lado del paladín. Un poco avergonzada lo miré y sonreí al tiempo que me encogía de hombros, pero como pude ver en la actitud de Lacross, no era la única que se sentía amenazada por la imprudencia de nuestro amigo.

Espero que le crean... espero que esta gente sea un poco ilusa... o comenzará a correr sangre mucho antes de lo que hemos previsto.

Mientras aguardábamos la respuesta, mis manos fueron, casi por su propia voluntad, en busca de uno de los pergaminos que había comprado esa tarde. Disimuladamente, lo escondí entre la ropa, bien al alcance, por si necesitaba hacer uso de él en los próximos minutos.

Pierdete elfo! aquí no se te ha perdido nada. Dice de manera brusca el hombre de detrás de la puerta, cerrando la mirilla violentamente.

 Kraull lleva sus dedos al puente de su nariz. y suspira. Estos novatos no sabrian comportarse ante aquella clase de gente. Si querian entrar en la secta o en la hermandad de ladrones o lo que diablos fuera aquello, necesitaban oro. O algo de valor.

-Lalaith ¿aun posees el medallon?Entregamelo, tengo una idea.

Dijo acercandose a la elfa y tendiendo la mano hacia ella esperando le diera el medallon.

Asentí con la cabeza y me puse a rebuscar en la mochila hasta dar con el medallón que habíamos obtenido del cuerpo de Nestor.

Sin hablar, se lo tendí al paladín permaneciendo donde me encontraba. Por ahora, no iba a acercarme a esa dichosa puerta.

 Kraull agarra el medallon y sonrie. Se acerca a la puerta y llama. Esperando apoyado en el marco de la puerta con el medallon bien agarrado en su mano y el cordon entrelazado en la muñeca, seria dificil de arrebatarselo sin pelear. Pero seria una forma de poder entrar en el lugar.

Espera con paciencia y sonrie a Lalaith dando algo de tranquilidad a la joven elfa.

 XDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Master la puerta es donde yo fui antes?

Tarda un poco pero el hombre de detrás de la puerta vuelve a abrir la mirilla y al ver que era Kraull y no Alexander pregunta mosqueado: ¿Y tu qué quieres? Ya le he dicho a tu amigo elfo que no hay nada aqui para vosotros.

 Kraull simplemente enseña el colgante al que le abre la mirilla de la puerta. 

-Dejanos hablar con Locke

Esperaba que el nombre proporcionado por Tormus le fuese de ayuda. O tendrian que buscar algo para poder entrar en aquel lugar...

-O dime donde encontrarlo. - dijo intentado tener alguna posibilidad.

El hombre al ver el medallón abre los ojos de par en par. ¡Cojones, haber empezado por ahi! Cierra la mirilla y escuchais como quita varios cerrojos. A continuación abre la puerta y os mira a todos de arriba abajo, luego mira a ambos lados para cercionarse de que nadie os ve entrar. Al ver a Nobu se queda extrañado y dice El oso que espere fuera, no hay sitio aqui dentro para tantos. Entrais y cierra la puerta, nuevamente mirando de un lado a otro de la calle. El interior no es más que una pequeña habitación cuadrada en la que a duras penas cabeis todos y unas escaleras que bajan a lo que parece ser una bodega. Adelante, bajar las escaleras. El hombre os acompaña escaleras abajo y llegais a la bodega, que es bastante grande y está repleta de toneles gigantes de vino. Al fondo podeis ver a un hombre joven y moreno con una cicatriz bastante grande en la cara. Os mira extrañados y se acerca a vosotros. A pesar de que solo estan el que os ha abierto la puerta y el de la cicatriz, notáis como si miles de ojos os estuvieran observando.

¿Josh quien es esta gente? No esperabamos a nadie... Locke os mira y se queda extrañado al ver a un grupo tan variopinto llegar hasta su escondite en plena noche. Josh le comenta que le habeis enseñado el medallón y os mira con más curiosidad todavia. ¿No sereis más recultas de la secta, verad? ¿Donde está vuestra "invitación"?.

 Kraull volvió a enseñar agarrando bien el medallon para que no le fuera arrebatado. Mostrando asi su "invitacion".

No dijo nada aun, esperaba la reaccion de sus compañeros, él no era demasiado diplomatico, si por el paladin fuera, arrancaria la cabeza de locke en aquel instante, pero no podia hacerlo, necesitaban respuestas.

-¿Es suficiente con esto? - dijo, para romper algo el hielo.