Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

10 - Rostros Vacíos

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14/07/2008, 18:38
Dammeryn

No era momento de cantar victoria. Dammeryn no dejó de jalear a los aldeanos para que trabajaran en la defensa, para que asegurasen la débil empalizada. Los carros en la puerta habían resistido los envites, y era justo dar a los hombres un atisbo de optimismo, pero sin permitir que bajasen la guardia. Utilizaría el buen ánimo para alentar a continuar en la brecha, pero reprendería duramente a todo aquel que diera la cosa por terminada.

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01/08/2008, 08:24
Director

Deron atravesó la muralla posterior e hizo que nocturna superase la zanja que comunicaba con la colina. La lluvia continuaba castigando sus cuerpos doloridos, el barro dificultaban su avance convirtiendo el ascenso en un penoso caer y levantarse continuo que retrasó el momento de su llegada al primero de los claros. En la subida la Cerro del Águila había dos momentos en los que la espesura se abría ante el hombre y éste podía divisar lo que ocurría en el valle. El primero de esos puntos dio al soldado la oportunidad de aclarar de una vez sus preocupaciones. Durante todo el tiempo que le llevó el ascenso había estado preguntándose por el motivo de tan repentino silencio. Ahora, volviéndose hacia Conira pudo observar que la práctica totalidad de sus habitantes se agolpaban sobre la empalizada, abrazándose y festejando el final del ataque, señalando con brazos incrédulos hacia la oscuridad del bosque. Fuera de la población no se veía un alma. No quedaba rastro alguno de los atacantes más que los cuerpos sin vida de los caídos. Todo parecía haber terminado.

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01/08/2008, 08:25
Director

Poco a poco fueron alcanzando la plataforma que coronaba la empalizada, uno a uno, renqueantes, cada cual arrastrando sus heridas. Las muestras de júbilo, los abrazos y sonrisas se extendieron por la población al comprobar que los atacantes se retiraban a la profundidad del bosque. Tan sólo los cuerpos sin vida de los caídos permanecían en el llano exterior para dar testimonio de que en algún momento allí hubo un ejército.

Un insólito hecho llamó la atención de todos los allí reunidos. De una zona concreta del linde del bosque próxima al llano comenzó a elevarse una delgada columna de humo que se filtraba por entre las ramas de los árboles. Se trataba de un vapor de color verde oscuro y de una densidad tal, que hacía imposible ver nada a través suya. Se elevaba sobre la lluvia y se mostraba nítido a pesar de la oscuridad reinante. En ese momento surgió un desgarrador lamento que silenció cualquier otro sonido en los alrededores de la aldea. Éste se prolongó durante algunos segundos, perdiendo fuerza paulatinamente. Cuando finalmente se apagó surgió de entre el verde humo un hálito negro como la noche más oscura. Se elevó en el aire y permaneció girando a una cierta altura sobre los árboles antes de desaparecer.

En pocos instantes las muestras de alegría también cesaron y el silencio, tan sólo roto por la incesante lluvia, se adueñó de la aldea.

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02/08/2008, 00:41
Deron Nisha

A pesar de que sospechaba lo que vería, a decir por los gritos a su espalda y la repentina calma durante su ascenso, sus ojos no terminaban de creerse aquella escena. ¿A dónde había ido a parar aquel loco ejército atacante? No podía ser; algo no cuadraba en absoluto. Pero lo que estaba claro era que en el poblado lo necesitaban. La mejor opción era rastrear sobre el campo, pero mejor vendría atravesar Conira que un largo y peligroso rodeo. Así, volviendo grupas al cerro, Deron se preparó para desandar la senda y rencontrarse con sus compañeros de penurias.

Notas de juego

Si es posible hacer alguna tirada de percepción para ver algo, házmela sin problemas, master. Estrategia para saber por dónde se han podido ir y advertir algo.

Si no veo nada más relevante, regreso al poblado. Dales algo de tiempo para que hagan un par de cosas y no ser "como flash", y luego me devuelves allí, si no encuentro nada "investigable".

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03/08/2008, 20:49
Ayron Derkbal

El continuo repicar de las gotas de lluvia, contra el ya empapado suelo, resonaba como un estruendo ante el imprevisto silencio que se había adueñado de la noche tras aquel grito que había atravesado todas las defensas de mi alma, provocando que un frío helado se acomodase en lo más profundo de ella, casi impidiendome realizar cualquier movimiento y obligándome a mirar en la dirección donde un vapor enfermizo surgía hacia el cielo.

¿Qué había ocurrido? ¿Qué suceso podía haber provocado el cese de las hostilidades de una forma tan repentina? Todas preguntas que no podía responder, o al menos no por el momento...quizá nunca.
Miré a mi alrededor para comprobar si el resto de los rostros allí presentes, mostraban los mismos gestos de estupefacción que debía mostrar ahora el mío, sin embargo, mi voluntad insistía en que me moviera, que no era momento de quedarse quietos como estatuas, pues no podíamos estar seguros de que aquello fuese el fin del ataque.

Me giré para hablar a los habitantes de aquel lugar - Aprovechad para reforzar las puertas. No sabemos cuanto tiempo tenemos antes del siguiente ataque....¡Vamos! No hay un minuto que perder.

Y vosotros - esta vez me dirigía a los arqueros que aún se encontraban, con sus armas prestas, en la muralla - no dejéis de vigilar a todo aquello que se mueva frente a las puertas....no podemos descuidarnos, pues pueden volver a caer sobre nosotros en cualquier momento.

Sentía la presencia de Illianna cerca de mí, al igual que la de Dammeryn y Melegat - ¿Habéis visto algo? ¿Qué puede haber ocurrido? - pero estas palabras estaban destinadas sólo a ellos, por lo que mi voz se había convertido casi en un murmullo cuando dejó escapar estas palabras.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Otear
Resultado: 5(+4)=9

Notas de juego

Por mi parte, intento otear algo.

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05/08/2008, 16:52
Illianna Sondrent

Contemplando lo que parecía imposible, el resto de lo que había sido hacía sólo un momento un mar de violencia y desesperación, y ahora la calma ansiosa de una tregua incierta, se hallaba Illianna, silenciosa, en lo alto de la empalizada.

A su lado Ayron daba órdenes, pragmático y organizado, como ya era claro que sabía ser el hombre en las más difíciles situaciones. Ella estaba inmóvil, jadeando por el esfuerzo de haber subido corriendo, después de agotarse usando de sus fuerzas para conseguir que las puertas resistieran.

El agua de la lluvia caía por su rostro, dejando surcos pálidos en las mejillas sucias de tierra tras su caída. Parecía una chiquilla traviesa después de haber retozado por un lodazal, sucia, el pelo alborotado, arrebolada. Pero sus ojos lo desmentían, la tristeza y la impotencia los colmaban, y la incomprensión desbordaba por su mirada.

Ayron susurró a los que tenía cerca. ¿Habéis visto algo? ¿Qué puede haber ocurrido? Eso la sacó de su trance, de su ensimismamiento.

-No lo sé... creo que todo esto lo mantenía esa horrible criatura... y el monje. No sé qué clase de relación tienen el uno y la otra, quien domina a quien. O si son la misma cosa. Pero creo que esa columna y ese gemido... O ese ser ha muerto... o ha regresado a allí de donde viene. No, no lo sé. Quizá... habría que ir a ver...

Y se giró de nuevo, mirando el linde del bosque.

-Creo que iré allí...

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05/08/2008, 17:10
Illianna Sondrent
Sólo para el director

Notas de juego

Oooook. Ya me he dado cuenta.
No voy a editar, porque no puedo, pero postearé de nuevo, arreglándolo.
:P

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05/08/2008, 17:44
Dammeryn

- Es magia, caballero - dijo el soldado mientras desmontaba del corcel y caía suavemente sobre su pie bueno -. Y ya que es magia, nada más puedo decirte, porque nada entiendo de esas cosas. Sólo que no confío en ella y que no trae nada bueno. Quizá el clérigo nos ayude con eso, pero lo que yo necesito de este respiro es aprovechar para curar mi pie, o seré tan útil como los pezones de acero de una armadura.

Renqueó hasta la casa de curación más cercana y esperó su turno para ser atendido, y aún inquieto por no saber nada de los suyos, ni haberlos visto a pesar de poner, eso sí, todo su empeño en no anteponer sus deseos a la defensa de la ciudad. Desde luego, en un lugar como ese se alegraría si no los viera. Ojalá estuvieran a salvo, pero eso sólo ocurriría si hubiera cambiado su suerte de repente.

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06/08/2008, 11:28
Illianna Sondrent

-Dammeryn, dame unos minutos, y veré si puedo aliviar tus heridas. Pero antes hay que cerciorarse. El humo, denso, verde... y el gemido, todo apunta a lo mismo. Ya hemos vivido esta misma situación, y ahora me pregunto... El Monje, el monje que había en el bosque, ha muerto. Y eso quiere decir que ha ardido, y que se ha disuelto en la Nada de la que procedía, como ocurrió cuando tu hermano, Melegat, prendió al que Nhadia degolló en el Mesón. Pero, ¿quién le ha prendido fuego a éste...?

Se gira hacia Ayron.

-Tú no lo viviste, fué antes de que llegaras, pero el modo en que el otro Monje desapareció, fué igual a lo que acabamos de ver. Un hedor espantoso acompañó a ese vapor enfermizo, y luego... nada. La causa de todo este espanto son los Monjes. Hay que cerciorarse de que su cuerpo ha ardido, creo que eso es exactamente lo que encontraremos. Lo que no entiendo es... esos diablos oscuros... esos demonios alados... ¿qué son? ¿sus esclavos...? ¿sus siervos? ¿o es al contrario...? O quizá...

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06/08/2008, 11:41
Illianna Sondrent
Sólo para el director

Notas de juego

Illianna ha contactado tanto con la mente de un Monje (de dos, de hecho), como con la de un demonio. ¿Puede saber si se trata de la misma entidad? Es decir, ¿puede averiguar si los demonios adoptan la forma de monjes para pasear por la tierra, además de tomar la identidad de quien quieran?

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07/08/2008, 22:53
Ayron Derkbal

Las palabras de Illianna me hicieron recapacitar y rememorar los sucesos acaecidos cuando había visto por primera vez a uno de esos seres alados, y la forma en la que se comportó la horrenda criatura.

No tengo respuesta para eso - le indiqué, aunque realmente estaba hablando también para mí mismo - pero si esos demonios sirven a los monjes, desde luego no los tienen bien controlados, porque atacan a los suyos con extremada crueldad.

Mi mente viajó a unas horas antes, cuando Deron y yo nos encontrábamos acorralados en la cabaña de la colina, y volví a rememorar cómo fué uno de esos demonios el que acabó con las vidas de aquellos que nos atacaban, librándonos así de una muerte segura.

No sé si tienen alguna clase de pacto o si es algún intento de dominación fallido - continué - pero está claro que algo extraño ocurre entre unos y otros....por otro lado...¿Deron?

Miré a un lado y a otro sin encontrar al hombre por ningún lado, y entonces recordé que había mencionado que iba a intentar rodear por la parte trasera para llegar hasta el monje que dirigía a aquel improvisado ejército - ¿Habrá sido él?

Me giré rápidamente para dirigirme hacia la parte trasera de la aldea, pero las fuerzas me fallaron al dejarse sentir de nuevo la herida del hombro, hasta casi hacerme desfallecer - Creo que necesito descansar un poco - y me dejé resbalar hasta sentarme con la espalda apoyada en la muralla.

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07/08/2008, 23:12
Illianna Sondrent

-¡Es posible, sí! ¡Deron! Hay que ir a ver...

En ese momento Ayron desfallece, y debe recostarse en la muralla, casi al lado de donde se ha detenido Dammeryn a mi ruego.

-Habrá tiempo para eso, estoy descuidando mi única posibilidad de ayudar...

Y me acerco a los dos hombres. Primero al soldado, mi buen amigo de Conira, y exploro sus heridas. Luego al caballero, ahora ya alguien tan próximo como si lo hubiera conocido de años. Y con cuidado veo sus heridas también...

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07/08/2008, 23:18
Illianna Sondrent
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Tirada: 1d10
Motivo: Curar a Dammeryn
Resultado: 9

Tirada: 1d10
Motivo: Curar a Ayron
Resultado: 6

Notas de juego

Tiradas de curación para dammeryn y para Ayron.
Uso la Magia de Cuerpo.
No sé si hay modificadores a aplicar, lo dejo tal cual.

Bueno, teniendo en cuenta que Dammeryn era el que estaba peor, no está mal!
:P

¿Roleas tú antes de que sigamos?

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10/08/2008, 11:36
Melegat Ansey

-¡¿Salir ahí afuera?! , no seré yo quien tiente a la suerte otra vez más...ni hablar...

Mélegat respondía así ante las inquietudes de Illianna. Arriba, encaramado a la muralla, observaba el horizonte, el linde del bosque, el siniestro y misterioso humo verde y posteriormente negro como la noche...como bien decía el magullado...era cosa de la magia sin duda.

Magia, arte proscrita, saberes ocultos y enigmáticos que no podían sino atraer la curiosidad y desconfianza del minero por igual. Sin enmbargo, fueron nuevamente las palabras de Illianna las que se hicieron merecedoras de respuesta por parte del hombretón.

-¡Es cierto, cuando ardió aquél monje sucedió lo mismo...el humo, el grito...todo!

Ayron se desplomaba ahora en busca del aliento que la batalla le había robado, Dammeryn buscaba curación y todo el mundo parecía intentar tranquilizarse tras lo ocurrido...nada impulsaba al minero a salir al inseguro exterior...nisiquiera la aparente desaparición de Deron, por egoísta que aquello pudiese parecer.

Apoyó su martillo a su lado, junto a Ayron, y permaneció con los brazos cruzados sobre la muralla, abrazado por la lluvia, odiosa amante inseparable desde hacía largas horas.

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14/08/2008, 09:16
Director

Notas de juego

Respondo a tu pregunta de forma tan clara y rotunda como Illianna lo siente: no son la misma entidad.

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14/08/2008, 09:31
Henry Deliambert

-¡Illianna tiene razón! El humo verde, ese torbellino de luz negra... es lo mismo que ocurrió cuando murió aquel otro monje en el Mesón Fronterizo - las palabras del erudito confirmaron la afirmación de la joven -. Creo que es más que presumible que el monje haya muerto y que ese sea el motivo por el cual se han retirado los atacantes. Pero, ¿quién o qué lo mató?

Tras reflexionar unos instantes Henry decidió abordar el segundo tema en cuestión.

-Respecto a aquella criatura alada, tan sólo puedo deciros que los Monjes de la Nada son servidores de la diosa del Caos y ésta es una reconocida Señora de Demonios. Sus principales sirvientes son seres del Abismo y de hecho, los propios monjes no son hombres como nosotros. Su aspecto externo es humano y una vez lo fueron, pero en su interior albergan el espíritu de un demonio. La señora oscura ha sustituido sus almas por las de seres de la oscuridad, por eso al morir, éstas salen de su cuerpo y vuelven al Abismo.

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14/08/2008, 09:32
Brúnil Sondrent

Brúnil se acercó a su hermana y, en un gesto casi innato, la inspeccionó detenidamente para asegurarse de que estaba bien. Al escuchar la historia de su caída desde la empalizada había regresado a la carrera a su lado, mas su nerviosismo se tranquilizó cuando comprobó que se encontraba prácticamente ilesa. Su sonrisa fue seguida de un tierno beso en la frente.

-Ay hermanita, cualquier día me sorprenderé a mí mismo reconociendo que eres más fuerte que yo – sus ojos brillaban mientras ayudaba a Illianna sujetando firmemente la pierna de Dammeryn.

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14/08/2008, 09:33
Director

La mujer concentró sus energías por turnos, en primer lugar sobre el soldado maltrecho, en su pierna herida. Tras unos instantes Dammeryn sintió una quemazón que le recorría el tobillo y le subía hasta la cadera. Duró unos segundos, fue remitiendo poco a poco y con ella el dolor y la rigidez. Sintió que podía volver a mover el pie y retomó el control de su extremidad. Se puso en pie y comprobó maravillado que la pierna resistía el peso de su cuerpo… ¡incluso podía saltar y correr!

Aquella curación mágica representaba un duro reto para la mente práctica del soldado, poco acostumbrado a cuestiones sobrenaturales.

A continuación Illianna dirigió su atención al hombro del caballero Sir Derkbald, una herida grave, muy grave. El corte fue profundo y atravesó su cuerpo de parte a parte. La joven pudo incluso ver el hueso a través del orificio. Se concentró una vez más y relajó su respiración. El caballero sintió calma y debilidad momentáneas, las cuales mitigaron el dolor y le sumieron en un estado de semi-inconsciencia, necesario para una completa curación ante un caso tan peligroso: podía perder la movilidad del brazo. A renglón seguido la joven dedicó los siguientes minutos a ir reparando los músculos, tendones, arterias e incluso el hueso. Cuando acabó, únicamente una fea cicatriz daba fe de lo que antes había sido la causa de una muerte segura.

Illianna estaba exhausta.

En esos instantes Deron regresó a la plaza principal de Conira, cubierto de agua, barro y sangre, como todos los allí reunidos.

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15/08/2008, 20:56
Deron Nisha

El guerrero de cabello ceniciento regresó a lomos de Nocturna, saltando grácilmente la salida trasera del poblado. La imponente yegua detuvo a escasos pasos del populacho agrupado su trote, agitando sus crines de azabache con un enérgico relincho. Deron desmontó con la seguridad de alguien acostumbrado a estar sobre uno de aquellos imponentes animales, sin mostrar estorbo por su escudo embrazado:

-El ejército atacante se ha esfumado, como si nunca hubiera existido. No comprendo cómo, ni por qué, pero la llanura está desierta a vista del Cerro del Águila...- comenzó con tono entre confuso y objetivo.

Entonces su boca se detuvo, mientras sus ojos se posaban en Dammeryn y Ayron, uno tras otro. Sus claras cejas se alzaron en una expresión de escepticismo e incomprensión, y su perorata murió allí, siendo sustituída por un deje de recelo y aprensión:

-¿Qué diablos está pasando aquí? Hace unos minutos apenas podíais moveros.- declaró el explorador -Y ahora camináis sin tara, como los impertérritos asesinos que golpeaban contra nuestras puertas.- añadió entornando la vista -Exijo una explicación, para mí y para la seguridad de estas gentes.- terminó mientras su mano se dirigía a la empuñadura de su acero, sin desenvainarlo, sin embargo.

Notas de juego

No haré ninguna referencia a los posts anteriores (que no debería de estar leyendo), para evitar metajuego. Acabo de llegar justo tras el post del master y no he oído nada.

Vamos a reavivar las brasas, que os veo muy relajados. ;-P

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16/08/2008, 00:17
Illianna Sondrent

Illianna se había dejado caer después de que con la ayuda de su hermano hubiera curado las heridas de los dos hombres. Estaba desfallecida, jadeaba, y al borde de agotar sus fuerzas. Pero sonreía, estaba satisfecha, estaba respondiendo a la misión que el Heraldo le había encomendado. El Corazón... la Vida.

Dejó de sonreir al escuchar las palabras desconfiadas de Deron, y ver su gesto hosco. Sin embargo, le entendía, comprendía su prevención. Con voz susurrante, apenas balbuceando, le habló:

-Deron, ¿ya no recuerdas... cómo tu propia herida mejoró? Lo mismo ha sucedido con ellos. Has sido... testigo de cosas extraordinarias, unas buenas y... otras malas. No hay sólo poder en las... tinieblas. También lo hay en la Luz... y ese es el que me ha sido otorgado... no desconfíes... te lo ruego.

Calló, cansada, exhausta. Sólo esperaba que alguno de esos hombres completara su explicación. Y preguntara si Deron había hecho arder el cuerpo del Monje...