Partida Rol por web

 Las puertas y ventanas bloqueadas parecen resistir cualquier presión. La pequeña habitación ya huele mal, y su compañero herido, tirado en una esquina, tiembla de frío y balbucea cosas incomprensibles. En la mesa del centro no quedan muchas municiones. Pronto habrá problemas...

 Las maderas de las ventanas tiemblan con el soplido del gélido viento nocturno. Llevan tantas horas sin dormir que el ruido los sobresalta muy seguido.

 En una esquina alejada, uno de los sobrevivientes (lleva una herida en las costillas; un mordisco muy profundo) parece delirar de la fiebre. Los efectos del ataque de esas...cosas...parecen ser catastróficos.

Karl se frota los ojos y la sien con desesperación y cansancio. Los gemidos del herido llevan quitándole el sueño desde hace tiempo.  Como oficial de policía nunca tuvo que acabar con la vida de ningún hombre, pero ahora mismo la idea le ronda por la cabeza constantemente. Decide tomar la iniciativa.

Debemos tomar una decisión cuanto antes respecto a “eso” dice señalando al herido Todos sabemos en lo que se va a convertir y debemos mirar por nosotros mismos. O le matamos ya o estamos jodidos. Su mirada es vacía, sin sentimientos, sin esperanza, la de un hombre que lo ha perdido todo y no tiene nada por lo que luchar

Miro al herido, como sufre, como se debate entre la vida y la muerte
-Lo ultimo que quiero es sufrir eso yo también

-Voto por la misma opción, tu que opinas Jesús? y la segunda pregunta, quien ara de verdugo?

Me miro a las manos, están temblorosas, llevan demasiado tiempo sin sostener un buen whisky y mucho mas un cigarro, observo la habitación en busca de algo para quitarme el mono.

Humm...menuda tontería, llevamos aquí semanas o son días? ya no recuerdo cuanto llevamos aquí, pero eso ahora da igual por el simple echo de que si hubiese algo, hace tiempo que me lo habría terminado.

 A la espera de que todos estén de acuerdo, Karl desenfunda su revolver y recuenta una vez más las balas. Se maldice a sí mismo pensando en las pocas que hay y que seguramente necesitará hacer uso de todas ellas. Piensa en la posibilidad de acabar con el herido de otra forma que no sea un disparo pero enseguida la descarta, merece morir con un poco de dignidad al menos, todavía no es una de esas cosas. 

Desde una distancia prudencial, apunta a la cabeza del hombre y mira a los demás. ¿Todos de acuerdo en que esto es lo mejor? Se da cuenta de que tiene todo el rostro y la camisa empapada en sudor y que la mano le tiembla ligeramente. Se concentra en la idea de que no es un asesinato, que lo que yace ahí gimiendo no es un hombre, al menos no por mucho tiempo, y que acabar con su sufrimiento ahora es lo mejor para él.

no sabia que hacer si lo dejabamos se convertiria y tendriamos poblemas y si lo matamos buneo eso seria mejor que lo otro...

-bueno por mi lo matamos ahora como dice lectonk ¿quien sera el que tenga sangre fria para matarlo? ademas habra que darse prisa si quereis salri de aqui que por mi mejor salir de aqui cuanto antes

 Lo siento.

Son sus últimas palabras antes de que el refugio retumbe con el disparo, Karl dispara a la cabeza, intentando darle una muerte rápida e indolora.

Observo la escena, esperando el disparo que no surge del arma de Karl. Lo observo detalladamente, lo veo dudar, lo veo extremadamente tenso.

Esta realmente muy nervioso, le tiembla ligeramente la mano, como a mi cuando me da el mono, pero el esta así por otro motivo mas serio, va a segarle la vida a un ser vivo, podrá disparar?.

Busco a tientas mi arma, imagina que el herido se levanta convertido antes de que Karl se decida a matarlo, debería estar preparado, no he llegado hasta aquí solo para morir por uno de los nuestros.

Le digo en voz baja:
-Karl, podrás hacerlo?

veo la actuacion de karl y como se acercaba lectonk para decirle algo no sabia que era pero yo lo veia dudar demasiado y eso  para matar era malo no sabia mucho de esos casos pero era normal que tuviera dudas .

  El desgraciado tiembla de dolor. Su mirada delirante se clava en el arma del policía. Intenta decir algunas palabras, pero solo logra emitir un vago gemido lastimero, como si pidiese clemencia. Trata de levantar un brazo, pero la podrida carne le pesa demasiado. De repente, sus espasmos cesan. Ha dejado de respirar. Sus ojos quedan fríos e inhertes mirando hacia el suelo. Pero su mandíbula aún se mueve ¿Algún tic, talvez?

 Karl se sienta, totalmente agotado. Mira a los demás compañeros, los cuales son lo único que tiene ahora, sus amigos a la fuerza. No ha percibido ningún movimiento extraño en el muerto a causa de los nervios.

- Si alguna vez estoy en su misma situación, no dudéis ni un segundo en acabar conmigo, no quiero convertirme en uno de esos hijos de puta.- Inevitablemente recuerda a su mujer devorando la carne de sus propios hijos. Por suerte o por desgracia, ya no hay lágrimas que derramar, hace mucho tiempo que acabó con todas. - Deberíamos deshacernos del cadáver, no podemos dejarlo aquí. Pero si lo dejamos cerca atraeremos a los carroñeros, lo mejor sería llevarlo a unas cuantas manzanas de aquí. Incluso podríamos aprovechar para conseguir más alimentos y munición ya que empezamos a estar en las últimas.

bueno de acuerdo estoy karl aunque habra que estar atento por los muertos que hay fuera...

mire a mis dos compañeros y despues al cadaver no sabia como seria ser un muerto viviente aunque no me gustaria saberlo nunca.

  El silencio se apodera del refugio. La calma que los rodea relaja sus hombros por un momento. Hace mucho tiempo que no sentían algo así, y quizás pasará mucho más hasta la próxima vez.

 De repente, el cuerpo muerto se pone en pie y, sin esperar un segundo, se abalanza sobre Karl con la mandíbula ridiculamente abierta.

 Tiro de Destreza: Dificultad +4

 A pesar de estar desprevenido, el instinto de Karl reacciona por sí solo, son muchos los años patrullando las calles como para que un zombie  acabe con él tan fácilmente. Con un rápido movimiento se aparta de la trayectoria de su atacante.

- Amigo, ahora sí que me has tocado los cojones. - En momentos de tensión es cuando la mente del policía trabaja mucho mejor. Echa un vistazo rápido por el suelo, estanterías o mesas que haya cerca en busca de un objeto con el que golpear al zombie, ya sea una silla, una barra de hierro, una llave inglesa... no quiere malgastar ni una bala más. 

 A tu lado una hinchada silla de madera parece brillar por la idea. La criatura cae torpemente al suelo, dejando escapar un horrible y disgustoso gemido de hambre.