Partida Rol por web

15 de Abril de 1980. Brujas.  College of Europe. Habitación 307 11:20

Tan solo dos días. Tan solo dos días para las vacaciones de primavera. Este era el pensamiento general de la mayor parte de los alumnos de la prestigiosa universidad. Sin embargo, en la habitación 307 había un motivo más de alegría. Al menos para uno de las dos chicas que allí dormía. La espectacular, bella y afortunada Greta había recibido el día anterior la maravillosa noticia de que su tío abuelo Gerard había muerto. Bueno, la buena noticia no era esta por supuesto, aunque tampoco es que fuese una mala noticia ya que Greta no había conocido a aquel familiar. Lo bueno era que le había tocado un pellizco de la herencia. De hecho le había tocado todo, y todo se resumía en un monasterio abandonado en un pueblo perdido al norte del país. 
El cómo era posible que Greta hubiese recibido tal herencia en lugar de algún pariente que si le conociese era muy sencillo. El tío-abuelo Gerard se llevaba mal con toda la familia, por lo que había decidido dejar en su testamento a algún miembro de la familia que no le cayese mal. Eso reducía mucho la lista. De hecho la reducía tanto que había optado por Greta, la única de la familia a quien no conocía. Su madre había quedado descartada por el "gran pecado" de divorciarse. Según el tío Gerard una mujer debía permanecer casada aunque no estuviese enamorada de su marido. ¡Con esta herencia casi le merecía la pena haber tenido que soportar al imbécil de su hermanastro!

En cualquier caso, Greta se sentía satisfecha contando las buenas noticias a Evelyn, su compañera de cuarto y amiga. En la radio volvían a poner aquella canción de "ABBA" mientras la rubia se probaba camisetas y blusas que resaltasen su ya generoso busto y Evelyn, ya vestida, escuchaba con atención a la chica.

15 de Abril de 1980. Brujas. College of Europe. Habitación 310 11:30

Las vacaciones de primavera se acercaban, y eso se notaba en el ambiente. La mayor parte de los estudiantes, a dos días de comenzar las tradicionalmente alocadas vacaciones estaban haciendo planes para ver como las pasaban. Eso no preocupaba demasiado a los "habitantes" de la habitación 310 del campus, Lenny y Remy. Si la dirección había evaluado a los alumnos antes de separarlos en habitaciones ciertamente habían destilado un gran sarcasmo al juntar a estos dos pintorescos personajes. El primero de ellos no era muy sociable pero el segundo.. el segundo es que ni siquiera era capaz de saludar a alguien sin que le temblasen las piernas. Además era un maldito adicto a los ordenadores.  Los demás alumnos rehuían el dormitorio de los chicos debido al ntenso calor que desprendían los juguetes de Remy y al oscuro ambiente con el que Lenny había decorado la habitación. En cualquier caso, ambos chicos no eran muy amigos. Simplemente compartían cuarto. 
Aquel día Lenny estaba escuchando a los Sex Pistols a todo volumen mientras pensaba. No le importaba que la música molestase a su compañero, tenía cosas más importantes en que pensar. En la pesada de su hermanastra por ejemplo. La noche anterior se la había encontrado borracha bailando y ella se había burlado de él, como de costumbre, por lo que ella llamaba sus pintas de enterrador marica. Además, había dicho cosas raras como una herencia y un tío raro o algo así. Esperaba que ahora que la resaca se había pasado le explicase algo más. Al fin y al cabo podían no ser realmente hermanos y podía ser un grano en el culo. Pero joder, estaba rara de cojones.

15 de Abril de 1980. Brujas. College of Europe. Habitación 316 11:30

La música del cassete de Aaron sonaba a tope para disgusto de Liam, quien estaba aprovechando una hora libre de clase para estudiar. ¿Qué por qué no se iba a la biblioteca? Pues bien... alguien había tenido la feliz idea de montar allí una reunión pre-vacaciones de primavera. Como si no hubiese más cosas que hacer. Aaron en cambio parecía más satisfecho. SU novia Greta había estado el día anterior supercaliente y supersexy, además de algo borracha, y le había insinuado que había encontrado el lugar perfecto para irse de vacaciones de primavera, algo de una herencia y lo bien que le sentaba el nuevo corte de pelo (que había sido idea de ella) y lo cachonda que le ponía. Si. Había sido una buena noche para Aaron, aunque no tenía muy claro que clase de fiesta sería ni a que diablos se refería la chica con aquello de la herencia. En cualquier caso significaba diversión.

-Aauuuummmm, maldita resaca! -la rubia frunció el ceño mientras descartaba otra camiseta y tomaba una nueva de su interminable pila. La noche anterior había estado festejando junto a Aaron, su novio, la buena noticia recibida y aquella mañana el exceso de alcohol le estaba pasando factura. Sin embargo, se necesitaría mucho más para que Greta Van der Berghe viera su día arruinado.

Es que por una vez en su vida no había que tenido que mover una uña para hacerse con un cuantioso botín y aquello la hacía sentir exultante.

-Como te decía. Al viejo ni lo conocía. Creo que lo vi en una reunión familiar cuando era una niña. No sé, tendría... ¿cinco? -un mohín practicado hasta la infinidad durante su adolescencia dotó a su rostro de la expresión justa para simular que hacía memoria para recordar algo importante. La realidad era que a Greta le importaba un comino cúando había conocido a su tío abuelo Gerard. Lo único que contaba, era que ella se había convertido en su única heredera.

-Pero es indudable que ya en ese entonces él pudo ver mi potencial. Sabía que yo sabría administrar sus bienes mucho mejor que cualquiera de los otros perdedores de la familia. Y obviamente, que no sería una perdedora como Adrianne.

Evelyn ya estaba acostumbrada a escuchar a Greta referirse a su madre por su nombre y con una gran falta de respeto. Aunque la blonda nunca había confiado en ella como para profundizar en una charla sobre la relación parental, Greta no ocultaba el desprecio que sentía por sus progenitores, aunque a su padre solía tenerlo en mayor consideración. Al menos a él continuaba llamándolo "papá".

-Así que ya ves... ¡¡¡soy dueña de un monasterio!!! seguramente con unas cuantas refacciones se puede convertir en una linda casa de fin de semana, donde podremos hacer fiestas y pasar el verano... -y tener mi nido de amor con Aaron, sin tener que sacar al pesado de Liam del medio cada vez que queremos follar, se dijo para sí mientras se miraba al espejo, aceptando por fin una camiseta.

-Podríamos ir a conocerlo aprovechando las vacaciones de primavera... ¡Dime que sí! Iremos tu y yo y Aaron... y tal vez podremos invitar a Liam... es un chico guapo, no crees? -la rubia no lo creía pero estaba convencida de que haría buena pareja con Evelyn, así que llevaba un tiempo intentando hacerla ligar con él.

-Lo pasaremos en grande, ya verás!

Tumbado sobre la cama,  apaga los Sex Pistols,  y pone la cinta de The Cure,  era mas apropiada para pensar. Mira a su compañero de habitación,  liado con su Atari desmantelado.  No entiende como eso le divierte. Cierra los ojos y solo ve a su puta hermanastra, la rubita facilona borracha, insultandolo delante de todos, en aquella mierda fiesta, a la que asistió por haber priva gratis. Mal dice a su padre por casarse con la cazafortunas de la madre de ella, y mas por enviarlo al culo del mundo, a estudiar, para que congeniase con la "hermanita". En Londres era feliz,  no en un país estirado que hablan flamenco.Sube el volumen de la musica  cuando empieza a sonar Wy can't i be you,  con la voz de Robert Smith resonando en la habitación.

          La media habitación que Aaron se había permitido decorar estaba llena de pósters de deportes, de chicas sugerentes que no enseñaban nada, y de grandes estrellas del pop y el rock. La ordenación estaba un tanto dejada a la entropía, aunque algo disimulada pues la noche anterior se había esforzado en ocultar la mayor parte del desastre. El joven daba vueltas por la habitación, moviendo las caderas de la forma más masculina que le era posible. - Oye Liam, ¿Tú has bailado con muchas mujeres? Tengo que enseñarte lo que es la diversión, en vez de tanto estudiar. - Dijo en voz alta sin dirigir su mirada hacia Liam, que parecía seguir ocupado en sus estudios.

          La canción cambia, y con ello, el gesto de Aaron que pasa a ser un intento de tocar la guitarra en el aire mientras se tira en la cama diciendo algo que se parece lejanamente a lo que se escucha desde el cassete.

Evelyn ya se había duchado, arreglado y vestido mucho antes de que se levantara su compañera de cuarto Greta, que a pesar de haber regresado a la habitación a altas horas de la madrugada seguía manteniendo una apariencia envidiable cuando otras tendrían una pinta ruinosa.

Sentada en su cama la escuchó atenta, sin perderse ni una sola de las palabras de su amiga mientras se probaba camiseta tras camiseta y cada una le sentaba mejor que la otra.- ¡Qué envidia!- Pensó Evelyn a quien nunca sería le sentaría la ropa tan bien como a Gretha.

Aja.... Aja.....- La morena asentía con cada frase que decía su amiga y le cambió la cara cuando le invitó a ir con ella y sus amigos a pasar las vacaciones de pascua.- Sí.- Contestó rápidamente.- Tenía pensado en pasar las vacaciones en casa con mis padres, pero puedo llamarles y decirles que iré a verlos el siguiente fin de semana. ¡No todos los días una amiga hereda un monasterio!

¿Irá Liam?- Pregunto. A Evelyn le gustaba mucho, pero pensaba que nunca se fijaría en ella.- Sí, es bastante guapo. ¿Tú crees que alguien como yo podría llegar a ...?

Liam echó la cabeza hacia atrás, suspirando con frustración. Todos sus intentos por concentrarse chocaban contra el entusiasmo casi infantil de Aaron tan inútilmente como una mosca contra el cristal de una ventana. Sin levantarse de la silla se giró y alzó la voz para que su compañero de cuarto pudiera o irle por encima del estruendo del radiocasete:

–¡Aaron! ¿Quieres bajar el volumen de ese trasto? Tú y yo sabemos que tienes el mismo gusto musical que una ameba tubilinea, pero creía que habíamos quedado en que iba a ser un secreto entre nosotros. ¿Por qué te empeñas en que lo descubra todo el campus?

–Y para tu información– añadió con el leve tono de fastidio con el que prácticamente siempre se dirigía a los demás– he bailado con muchas mujeres. De hecho, me considero un bailarín realmente competente. Cuando quieras puedo darte unas cuantas clases de vals, salsa o tango que estoy seguro no te vendrían nada mal–

La expresión de su rostro indicaba a las claras que, contra toda lógica, estaba hablando completamente en serio.

          Aaron baja la música cuando Liam hace alusión ha ella, aunque su sonrisa maliciosa hace pensar que tan solo lo hace para volver a subirla de nuevo, sin embargo, al escuchar mejor a Liam lo que sale de su boca es una media risa, que se ve entrecortada al descubrir que habla más en serio de lo que se esperaría. - Un bailarín competente… - Murmura para sí mismo mientras olvida todo lo demás y se sienta en la cama sonriente por un chiste que solo él entiende.

          - No dudo que seas un 'bailarín competente', cuando prepare mi boda te tomaré la palabra y aprenderé a bailar Vals, hasta entonces, igual deberías dejar de ser tan competente por una vez, y ser más… - Su tono es relajado, he intenta encontrar las palabras adecuadas. - Divertido. Lanzado. No sé, menos soso. - Su rostro muestra cierta seriedad tras lo poco en serio que se toma el asunto. - ¿Que vas a hacer estas vacaciones? A parte de estudiar… -

La luz natural que entra por la ventana se ve reforzada por un flexo que ilumina a Remy, quien esta enfrascado encima de un monton de componentes electronicos. Diversos circuitos integrados plagan su mesa de trabajo y son sometidos a escrutinio a traves de una gran lupa de pie sujeta a la mesa. 

-No, una soldadura en equis no soportaria la temperatura- Dice para si mismo con un soldador en la mano derecha y una placa madre en la izquierda.- Donde deje el i286?- Aparta la mirada de la placa y busca por encima de la mesa hasta que, por fin, encuentra el microprocesador que buscaba. -Voila!

Tan enfrascado esta, que no nota ni la mirada de su compañero de habitacion ni su cambio en la musica que escucha.

Las palabras de su compañera de cuarto le ensancharon la sonrisa. ¡Por fin Evelyn comenzaba a fijarse en Liam! Tanto tiempo invertido para que la chica consiguiera un novio estaba dando sus frutos. Seguramente cuando comenzaran a salir, a Liam se le quitaría lo soso y acartonado y Evelyn ganaría un poco más de confianza en sí misma. La timidez de su amiga la exasperaba bastante, después de todo, si se juntaba con ella no podía actuar como una perdedora.

-Claro que sí nena. Te enseñaré uno o dos trucos para que Liam no pueda evitar fijarse en ti. Ya verás que después de ese fin de semana que pasemos en el campo, el chico no querrá quitar sus manos de tu cuerpo, jajajajaja -la risa estridente y cristalina brotó sin esfuerzo de su garganta.

-¿Qué te parece si vamos a contarle nuestros planes a los chicos? ¡Tenemos que organizarlo todo y no nos queda mucho tiempo! Vamos Ev, empecemos desde ahora para planear las mejores vacaciones de primavera de nuestras vidas.

Evelyn sonrió y miró al suelo insegura como respuesta a las picantes palabras de Gretha. Dudaba que Liam pudiese fijarse en ella, pero su compañera de cuarto se mostraba siempre tan segura que era imposible no pensar como ella.

Ehhh....- El caso es que tenía clase de biología, se había levantado, duchado y arreglado para llegar a tiempo a la última clase antes de las vacaciones de Pascua, pues la aplicada chica no solía faltar a ninguna de las clases, ya que su beca dependía única y exclusivamente de sus notas.

- ¡Vale! - Contestó por fin escuetamente. Por mucho que quisiera, Evelyn no sabía decirle que no a Gretha.

Las dos chicas salieron de la habitación. Una contoneándose y exhibiendo su cuerpo y otra que parecía querer esconderse y con expresión preocupada debido a la "emoción" de pirarse una clase. El novio de Greta estaba en la misma planta que ellas, pero en el pasillo de los números pares, a dos habitaciones de distancia de la habitación del pesado de Lenny. Cuando llegaron a la puerta, justo antes de llamar, pudieron oír como el volumen de la música descendía de golpe en un claro indicio de que se subiría de golpe de pronto. El auténtico "Aaron'Style".

La música descendió en el momento preciso para que los dos chicos pudiesen oír unas risas y el ruido de alguien llamando a la puerta de la habitación. Aaron reconoció de inmediato el sonido de la risa. Sin lugar a dudas era Greta y parecía ir con alguien.

Sin hacer mucho caso del "rarito" que tenía a su lado, Lenny continuó escuchando música tranquilamente, procurando no pensar demasiado en el sermón que su padre y la lagarta de su madrastra les habían soltado antes de librarse de ellos mandándolos a esa estúpida universidad en el culo del mundo. Un sermón con palabras vacías que venía a significar "nada de coger vacaciones por separado". Un puto asco. La idea podía no haber acudido a su mente, pero en aquel momento oyó por el pasillo la risa de Greta, reconocible en todo el campus y que sonaba lo bastante alta como para sacar a Remy de sus cavilaciones y del relajante y monótono sonido del zumbido del ventilador de su ordenador.

Instintivamente desciende el volumen de la musica,  dirigiendo la mirada a la puerta de la habitación, que conduce al pasillo. Cierra los ojos y mueve la cabeza, negando y molesto, mientras se reincorpora de la cama, colocando sus pies descalzos sobre la moqueta. 

-Maldita guarra,  no hay manera de que me libre de ella.

Mira a su compañero de habitación, que observa que el también ha escuchado los hilarantes risotadas que vienen del pasillo.

-Lo siento colega,  pero esas risas son el aviso que se acerca la hija del diablo en persona,  el puton de la hija de la nueva mujer de mi padre ,  la terrorífica y espeluznante reina de la silicona Greta.

Cogiendo la cruz de su colgante y mostrandolo a la puerta , mientras una sonrisa se dibuja en su rostro.

- Espero que no venga con el capullo de su novio.

Dice Remy nervioso empezando a guardar precipitadamente los componentes que aun tenia sueltos por la mesa y guardando el trabajo que habia realizado (esto ultimo tardaria 5 minutos).

Identificaba claramente a la hermanastra de Lenny (Lenny blanco, Carl negro) y a su novio en el tipico grupo de "guays" que necesitaban autosatisfacer su egolatria metiendose con los demas. Demasiados de estos se habia encontrado a lo largo de la vida y se la habian hecho imposible. De hecho su premura por guardar los componentes, tenia mucho que ver con el temor a que Greta y/o su novio se sentaran en la mesa rompiendo algo, o se lo tiraran al suelo solo por la diversion de saber que asi molestaban.

          Aaron se levanta de la cama con energía, y mientras se acerca a la puerta, mira a Liam cabeceando de arriba a abajo levemente, como si eso debiera significar algo para él. Una vez en la puerta, sujeta el pomo con su mano izquierda y con los dedos de su mano derecha cuenta hasta tres. Momento en el que abre la puerta con una gran sonrisa.

         Aaron, que se había acercado a la puerta sin disimulo pero tapado por el ruido del cassete, abre la puerta de golpe con la energía que acostumbra a caracterizarle y con la misma que da un paso para encontrar a Greta y estrecharla entre sus brazos, los cuales tensan sus músculos, quizás de forma involuntaria para apresarla y que no escape, o a lo mejor de forma voluntaria para que se siente segura y quizás algún otro sentimiento objetivo.

         Así, con sus brazos rodeando su cintura, una mano apoyada completamente en su espalda, con su rostro mostrando una sonrisa cómplice, con más significado del que la mayoría pueda entender, y antes de poder decir nada, Greta se ve con los labios ocupados en un sorprendentemente tierno y dulce beso. - Te he echado de menos. - Aaron habla en un tono que hace pensar la posibilidad de haberse olvidado de alguno de los presentes.

        Cuando se da cuenta que están en el pasillo, y seguramente bajo la mirada de más de uno, sale de su actitud de envelesado e invita a pasar al cuarto a las dos chicas. - Buenos días. - Habla para las dos, aunque parece haber una diferencia de interés claramente acaparado por Greta.

Efectivamente, la preocupación de Remy era fundada. A los pocos minutos de haber oído las risas de Greta los dos jóvenes oyeron la voz de Aaron saludando a su chica. En realidad eran buenas noticias para el futuro informático ya que eso significaba que no era más que una visita "conyugal". Sus amados cachivaches electrónicos estaban a salvo.