Partida Rol por web

Temiendo la pelea que se podía formar Kal se puso alerta, no tenía intención de perder a los únicos amigos, si se podían llamar así, que ahora mismo recordaba que tenía.

El anciano se aproximó a ellos con todo el bar detrás, pero sólo dijo una palabra y los malos humos se calmaron.

Kal se levantó detrás de sus compañeros y el anciano les llevó hacia una antigua iglesia.

Algo le sorprendió de sobremanera y es que estuviera conectada la iglesia al bar, pero no le dio mucha importancia.

Las vidrieras no lucían como antaño y la roca que la formaba estaba deteriorada. El anciano seguía hablando mientras Kal miraba las columnas; intentaba de alguna manera reconstruir aquella parte de la Iglesia que estaba dañada e intentaba a su vez obviar la maleza que había crecido en el suelo y las enredaderas de las paredes. Realmente pensó Kal este lugar debías er fascinante en su momento..ñ

Kal estaba perdido en sus pensamientos con la Iglesia cuando uno de sus compañeros habló, decía que le ayudaría en esa causa que el anciano quería defender.. pero el otro compañero no lo tenía tan claro.

  ¿Qué nos puede decir de ese muchacho del que habla?¿Cómo le encontraremos? Quiero decir, si accedemos a ayudarle ¿Qué ganaríamos nosotros? No se, sigo confuso y ¿Quién nos dice que los que estan ordenando las cosas no deberían tener el poder y era el deseo del rey? Yo no recuerdo nada, no se si quiera si era justo el motivo por el que me metieron en prisión... dijo Kal perdinedo sus ojos a lo largo de los muros que le rodeaban. Quizá sea conveniente un descanso antes de tomar cualquier decisión y una toma de decisión por parte de todos... y dime se dirige hacia Arkadel ¿cómo puedes estar tan decidido a apoyar su causa? Quiero decir, ¿cómo puedes estar seguro de hacer lo correcto? dice cruzándose de brazos

Trans escuchar la spalabras o desvarios del anciano ,segun se mire.El anciano decide retirarse a descansar y creo la verdad que es buena idea hoy a sido un dia largo y mañana no sera mucho mejor.

Creo que teneis razon deberiamos ir también nosotros a descansar ,ha sido un dia muy largo y de muchas emociones ,mañana tendremos las ideas más claras ,la duda que tengo es ,si la perdida de memoria que tengo si ve ma a beneficiar o a perjudicar en esa gran empresa que llevaremos acabo,ojala algun dia ,conodca quien soy y no me tenQuga que lamentar de mis actos en un futuro.

Espero haber lo que hacen mis compañeros ,pero mi intencion es darme un buen baño e ir a dormir.

Entre vuestras preguntas y dudas surge la consciencia del cansancio,
No regresáis a la taberna, el anciano alza su mano sobre el altar al instante una a una las velas de la antigua catedral se iluminan marcando un camino oculto tras la sombra de un pilar derruido.
Al final del camino encontrareis agua con la que asearos y un buen lecho, por la mañana os mandare desayuno y algo de ropa, mas tarde os haré llamar.
Mientras os dirigís en la dirección marcada observáis como el anciano permanece en pie en el altar iluminada por una vela que se a encendido sobre el, con su mirada perdida en el vació con un tenebroso aire dada sus cuencas vaciás sus labios dibujan susurros.
La luz... La luz es... ...un regalo de la oscuridad para aquellos que van a la muerte.

Kal andaba con sus pensamientos, tanta información al mismo tiempo estaba haciendo que su cabeza girase con demasiada intensidad.

¿Qué deberíamos hacer? preguntó cuando vio que estaban suficientemente lejos del anciano como para que les escuchase, tú dijo dirijiéndose a Arkadel ¿qué te impulsa a seguir su propuesta? No tienes nada en lo que fundamentarte para seguir con ellos y en cuanto a el dijo haciendo un gesto con la cabeza en dirección a Harold ¿Recuerdas alguna cosa más que nos pueda resultar decisiva? Algún presentimiento, idea algo que tengas en mente...

En silencio Harold escucha las indicaciones del anciano. Su voz, serena y tibia, no muestra la flaqueza que cabría esperar en un cuerpo consumido por los años, la aflición y la tortura. Mas al contrario, pareciera poseer una fuerza mayor, nacida en la esperanza y la fe del sufrimiento ajeno.

Y cuando la promesa de un descanso ansiado en cuerpo y alma. Cuando el calor del fuego, lejos de la fría humedad de las cavernas bajo tierra, se perfila al final del camino. Cuando la luz emerge para alejar la sombra y la duda. Entónces la voz de Kal se escucha a sus espaldas.

Harold lucha contra su conciencia, deseoso en afianzar el ánimo del joven. Quisiera disipar sus dudas como el viento disipa el polvo en los caminos, pero antes de que sus labios se abran, una voz lejana golpea su alma. "... un regalo para aquellos que van a la muerte."

Y Harold calla.

Que misterio guardaeste anciano quien es,surgen en mi ma spreguntas ,que no puedo responder o nose como responder ,solo somos fichas de un ajedrez siniestro

Avanzáis por el pasillo entre las dudas de unos y el silencio de otros, al final de este encontráis varias puertas, detrás de cada una de ellas se encuentran habitaciones individuales de confortante aspecto, pese a todo una fina capa de polvo da a entender que no han sido usadas en años.
Cada habitación posee ademas un armario ropero y un baúl con cerradura, cuya llave esta insertada, dentro de los baúles no ahí nada y tampoco de los roperos.
Investigando un poco mas las habitaciones la imagen que encontráis os deja anodados incluso habiendo visto lo que ya, un rió cruza la habitación arrastrando la corriente entre la roca caliza y perdiéndose al final de esta, su profundidad permite bañarse, pero de veis tener cuidado de no ser arrastrados por debajo de las rocas de la habitación pues no sabeos que podéis encontraros.

Cada uno se acicala ligeramente y os dirigís a vuestras respectivas habitaciones.

Te acicalaste y fuiste a una de las habitaciones individuales, la reconfortante cama hizo que tu sueño cayera como plomo, imparable y pesado te sumergiste en una pesadilla.

Avanzabas por una calle estrecha, estabas buscando a alguien, alguien importante y era de vital importancia que lo encontraras, un montón de individuos uniformados apareció ante ti pero tu seguiste andando como si su presencia no tuviera ninguna relevancia.
Se plantaron ante ti con miradas temerosas, todos menos uno que alzo su mano y grito algo ininteligible.
Gritaste, desenvainaste tu espada y amenazaste con ella, los hombres uniformados dieron un paso atrás pero el que parecía su cabecilla se adelanto y empezó a atacarte, el duelo duro poco, caíste al suelo y te arrastraron a...

Despertaste.

Te acicalaste y fuiste a una de las habitaciones individuales, la reconfortante cama hizo que tu sueño cayera como plomo, imparable y pesado te sumergiste en una pesadilla.

Avanzabas por un puente de piedra colocado en lo alto de una catarata, la visión era imponente mientras que en el medio un edificio de piedra caliza se erguía contra las corrientes que chocaban constantemente contra el, a tu derecha una imponente figura te explicaba algo, su voz era ininteligible pero afirmabas constantemente con la cabeza, la figura te inspiraba temor, gran temor pero también respeto, y era de vital importancia que lograras cumplir con sus expectativas hacia ti.
Despertaste.

sudores Frios me recorren el cuerpo,y de sobresalto de un largo sueño me despierto,mi mente se intenta despertar ,tal vez recuerdos de lo que fui,o un mal sueño

lo mas seguro es que mi mente poco a poco se valla despertanto y pueda recuperar mi memoria. Mer levanto me acicalo y me voy a desayunar algo y esperar mis compañeros.

Te acicalaste y fuiste a una de las habitaciones individuales, la reconfortante cama hizo que tu sueño cayera como plomo, imparable y pesado te sumergiste en una pesadilla.

Despertaste.

"Extraño sueño." Harold se limpia el sudor de la frente con el dorso de su mano diestra mientras se incorpora sobre la cama dónde se acostara anoche. "Extraño sueño, muy extraño." Repite una y otra vez en sus pensamientos. Tratando de ubicar en el mundo conocido, edificio de proporciones tan bellas e imponentes. Buscando en los mapas de su maltrecha memoría, un río de corrientes tan fuertes y rápidas.

No hay nada en sus viajes, nada en sus años, nada en sus recuerdos perdidos que le traiga el nombre de lugar semejante. Nada que pueda indicarle si es un Rey, un Dios o su propio padre quien le habla sin concesiones, frente a frente y con la dureza de la verdad en los labios y en los gestos. Pero es tan nítido el sabor del miedo en las carnes de Harold, que a la postre es la verdadera tenaza que apresa en su memoria la figura de su sueño, perfectamente definida en formas y rasgos.

Miedo y respeto. Un escalofrío besa la esplada de Harold cual si acompañara sus pensamientos el beso tibio de mujer virgen. Confusas y extrañas palabras regresan a sus oidos, las mimas que le hicieran asentir en su sueño, y siente en su pecho la misma necesidad por cumplir que entonces tuviera.

"Extraño sueño..." Murmura cuando el agua fría golpea su rostro y sus cabellos en un vano intento de entregar al olvido sus pensamientos, instantes antes de salir a buscar a sus compañeros.

Lo siento mucho.

La mañana comienza o eso dice vuestro trastornado reloj biologico.
A los pies de vuestra cama encontrais ropa de gran sencillez que supera con creces los harapos que vestiais.

Os encontrais en el pasillo, iluminado por unas enormes cristaleras colocadas al final de este.

El tiempo pasa mientras silenciosos os miráis sin saber cual a de ser vuestro siguiente paso, un hombre entra por la puerta, su porte es noble y va bien ataviado pero sus maneras a la hora de dirigirse a vosotros son las de un siervo.

Por favor, caballeros, el Señor les esta esperando.

¿Si son tan amables?

El hombre os indica con un gesto que avanzáis inclinándose para que vosotros encabecéis el camino y sin ninguna aparente intención de irse hasta que marchéis delante suyo.

Harold sonríe al ver al hombre en la puerta de su cuarto esperar pacientemente mientras él ajusta los últimos cierres de sus nuevos ropajes y se adecenta los cabellos todavia humedos tras el extraño despertar.

"Vayamos pues a su encuentro" Responde con voz calma cuando pasa junto al hombre y encamina sus pasos hacia la estancia donde el desconcido les conduce.