Partida Rol por web

-Yo me arriesgaré a tomar un café, expresso, por favor. Doctor permita que no siga sus indicaciones, pero dudo mucho que el agua de aquí, sea peor que la del barco. Además, si me ocurriera lo que indica, tendré la suerte de tener un médico cerca.

Sonrie, con un gesto hacia el doctor, un poco burlón. Luego tras tomar asiento, escucha a Morgan, y eso le da pie a participar en la conversación.

- Yo si me gustaría preguntarle algo, supongo que usted tendrá mas datos, sobre la desaparición del Doctor Williamson y su equipo. Armitage no nos dió muchos datos sobre la expedición anterior ni como han desaparecido todos sus componentes.

Mientras paseamos por las calles presto atención al ambiente que me rodea, las casas, las personas, sus rasgos, tratando de hacer un cuadro mental de este ambiente, tan parecido pero siempre diferente de otros lugares de la América latina. El calor y la humedad pronto hacen trabajar mis mecanismos de sudoración y es un alivio ponerse a la sombra en el café de ambiente europeo.

- Yo tomaré un jugo si es posible, haré caso al Doctor. - Digo y después presto atención a la respuesta de Jeremy  a la pregunta sobre la expedición perdida.

- Muy buena pregunta. Déjenme que les enseñe primero el mapa y mientras lo van viendo les voy explicando lo que sabemos de la expedición anterior.

El hombre saca de una de las mochilas de sus acompañantes un mapa de considerables dimensiones y lo extiende sobre la mesa.

- Como pueden observar señores, la expedición remontó el río Belize en canoas desde aquí desde la ciudad de  Belize- verán un punto en la derecha del mapa - hasta la última posición conocida, marcada también en el propio mapa. Ahí es donde se les perdió la pista, y los indígenas no se atreven a continuar. Varios occidentales y un grupo de indígenas llegaron a ese punto sin ir más allá por la reticencia de los propios indios.

Verán que en el mapa está marcado el lugar en el que creemos que están las ruinas de la pirámide y la ciudad Maya. A principios de siglo un británico llamado Thomas Gann descubrió unos túmulos y unas extrañas pinturas murales, que no pudo traer de vuelta pues según se cuenta los indios destruyeron los hallazgos.

Tanto Thomas como el doctor Williamson perseguían un mismo objetivo: encontrar la ciudad perdida de Bendal-Dolum, una ciudad Maya más grande que Kalkamal la perdida y con más pirámides y más grandes que la de Kalkamal, o al menos eso se cuenta.

Así que caballeros, nuestro plan es seguir los mismos pasos que la anterior expedición y rescatarla. Y además, encontrar las dos ciudades y los túmulos. Ese es nuestro objetivo. Y eso me recuerda que hay aún un miembro más de nuestra expedición, otro protector , hombre de acción donde los haya que también está versado en la cultura Maya.

-Interesante.- La mirada de Matt se perdía por los distintos detalles del mapa, perdido en las explicaciones del profesor sobre la expedición su mente divagaba sobre los distintos secretos que podría encontrar, aquello significaría un buen artículo que serviría como puerta a una empresa mucho mejor...

-¿Se sospecha de algún posible culpable de las desapariciones? Viendo lo que comentas de Bendal-Dolmen o como se diga... Podrían haber sido indígenas locales reticentes a las visitas, o tal vez pasto de las fieras... Es información que me vendría bien de cara al enfoque del artículo así como al equipo a llevar.- Se apresuró a aclarar al ver la mirada penetrante del profesor Morgan

- No lo sabemos a ciencia cierta. Creo que es más probable que se hayan perdido si les soy sincero. En cualquier caso nuestro cometido es encontrarlos y continuar. El hombre del que les hablaba, Gordon, es un experto con el rifle. Podría acertar a un indio entre las cejas a más de cien metros y creo que el señor Strange tampoco es manco. Así que no debería temer por su seguridad señor Ford, con que haya traído su libreta para traer notas es suficiente.

Los ojos de Roger se abrieron tanto que se asemejaban a platos de sopa. Colocó el bastón entre sus piernas y se apoyó en él para incorporarse y mirar el mapa más de cerca. Apoyó las manos sobre la mesa y agachó la cabeza sobre le mapa.

—¿De verdad cree en eso señor Morgan? —dijo haciéndose ver indiferente.

En realidad a Bucks le empezaba a interesar la expedición; una antigua civilización maya por descubrir podría abrirle las puertas que le faltaban por abrir y tendría algo con lo que darle en las narices al engreído profesor Speedman*

Durante unos instantes observó detenidamente el mapa. Unos minutos después de incorporó y volvió al reposo de la silla.

—No creo ni una palabra...

-La verdad, soy mucho mas diestro en las distancias cortas, Sr. Morgan.

Dando un sorbo al café, notando su fuerte sabor, dandose cuenta que no había puesto azucar, cosa que corrige enseguida.Esperaba algo mas de datos que un mapa, aunque bvueno era bueno para empezar, pero le preocupaba algo.

-Ha dicho que los indigenas no se atreven a continuar. ¿Alguna razón o explicación para ello?

Seguramente se trataría de supersticiones  de tribus, pero lo mismo aportaban algun dato, que otro hgubiese pasado por alto. Además no esta nunca de mas conocer historias de tribus, para ver donde te has metido Vincent

Sonríe

- Hace muy bien en no creer señor Bucks, precisamente vamos a ir a averiguar qué hay de verdad en todo ello. Yo mismo me considero un escéptico, en más ocasiones de las que me gustaría he perseguido durante meses un bulo o un conjunto de piedras modernas sin el menor interés arqueológico. Ese tipo de cosas son gajes del oficio que digo yo... en cualquier caso, vamos a comprobarlo muy pronto -dice mirando el reloj-Doctor, es hora de que prepare sus cosas y vaya al río a que Miguel le ayude a embarcarlas.

El Doctor asiente y tras pedir disculpas se ausenta por una calle transversal a la plaza con aparente prisa. Cuando desaparece, Morgan se aviene a contestar al investigador privado

- Por lo que sabemos son meras supersticiones indias. Por alguna extraña razón tienen miedo a esos túmulos, los consideran malditos pero no sabría decirle el por qué. Es más, hemos intentado hablar con ellos de esos túmulos y no quieren ni oir hablar del tema. ¿Le preocupan los indios señor Strange?

Deja la taza en el platillo, mientras sonrie.

-Los indios en si,no, sr. Morgan, me preocupa que esas estupidas creencias suyas, nos dejen abandonados en medio de la selva, en mitad de la noche, o que decidan que los dioses suyos, les van ha castigar por ir con los hombres blancos. Esa es mi precupación, no que me ensarten una punta de piedra, sujeta a un palo con un cordel, para esa parte creo que tanto el Sr. Gordon, como yo  seremos validos. Lo que me recuerda ¿Donde se encuentra el misterioso hombre capaz de acertar a un indio en la frente a 100 mts?, me gustaria conocer a la persona de tal precisión.

- No se preocupe por eso, el único Indio que vendrá será Miguel, que por si no se han dado cuenta, no es muy largo de entendederas , así que no tendremos problemas con que nos abandonen los indios. Gordon está terminando de preparar la canoa, todo mi equipo está ultimando los detalles de nuestra partida. ¿Quieren tomar algo más o nos ponemos en movimiento?- pregunta al grupo.

-Entiendo, a mí me convenciste, si quieres nos podemos poner en marcha cuanto antes.- El periodista estaba impaciente por empezar aquella misión cuanto antes.

-Me gustaría dejar algunas cosas del equipaje por aquí, no quiero ir con la máquina de escribir a cuestas. El artículo lo escribiré en el camino de vuelta a casa.- Aclaró

Me mantengo un poco apartado de la conversación, sin participar abiertamente, pero con un vivo interés en ella. Disimulo con ostracismo los nervios que me produce estar frente a Morgan y más aún estar "bajo su mando". Miro de soslayo el mapa sin moverme del sitio mientras medito sobre las fantásticas ciudades que de las que habla el investigador. Lugares míticos para la arqueología, - pienso fascinado - y yo estoy tan cerca de ellas. Una oportunidad magnífica.

La gloria de los posibles hallazgos me hace estar ansioso por comenzar la exploración y borra de mi cuerpo cualquier signo de cansancio del viaje en barco. Cuando Morgan sugiere que partamos me pongo en pie antes de pronunciar un educado - Cuando gusten. -

—Cuanto antes mejor —dijo Roger mientras que se incorporaba nuevamente.

De nuevo miró fijamente a Morgan y meneó la cabeza incrédulo de estar metido en esa empresa.

—En fin... —susurró—. Cuando antes empecemos, antes acabaremos.

Termina el café, y asiente como el resto. Antes partan antes podra empezar a buscar pistas y averiguar lo que ocurrió en la otra expedición, además ya tiene ganas de ver el pistolero que les acompañará y ver el armamento y equipo que van a llevar.

-Por mi cuando quieran , caballeros.

Levantando, y colocandose el sombrero hacia atras.

Deja un billete sucio y arrugado de 5 $ y se levanta - Síganme si son tan amables, pasemos primero por nuestra base de operaciones para que dejen allí lo que no vayan a necesitar, recuerden que debemos optimizar el peso todo lo posible. Vamos a ir todos en una misma canoa, así que lleven sólo lo imprescindible.

Os conduce por la misma calle por la que desapareció el doctor, camináis medio centenar de metros hasta llegar a un edificio de dos plantas de ladrillo visto, bastante destartalado aunque en comparación con lo que tiene en derredor, es de lo mejorcito.

Tras dejar los fardos innecesarios, menos de diez minutos después, el grupo sale del edificio. El Doctor camina a paso ligero abriendo el grupo y conduciéndolo a través de varias callecitas muy estrechas con cabañas a los lados. Algunos de vosotros pensáis que si esto es la capital del país como será el resto.

La pobreza está latente por doquier, niños descalzos y delgados, basura en las calles, chozas inmundas, indios borrachos bebiendo en la calle...

Finalmente llegáis hasta un río de considerable anchura donde una gran canoa de madera y ramas os espera. No está nada mal para ser de manufactura india, e incluso tiene un timón. La canoa va cargada a proa con fardos unidos unos con otros mediante cuerdas vegetales.

Allí os está esperando la tripulación, el Doctor, Stuart, Miguel y un hombre fornido de mediana edad y con cara de malas pulgas, que viste ropa caqui y un gorro blanco.

- "¡Miguel! ayúdanos a subir a bordo"- dice en español, poco después el indio tiende la mano al profesor para que suba a bordo, después tiende la mano al resto para que empiecen a subir

- Señores, vayan subiendo si son tan amables, pueden subir con el petate, esta canoa es maravillosa- dice con una sonrisa mientras da una patada al suelo de la embarcación para recalcar sus palabras.

Dice señalando al tipo nuevo -Este es el caballero del que les hablaba, el señor Gordon Lockly,avezado tirador y gran conocedor de las antigüedades y las antiguas civilizaciones.

- Muy buenos días señores -dice saludando con la mano - espero que no sean un incordio y no nos retrasen -dice cortante.

El tipo era uno de esos hombres rudos, hechos a sí mismos que miran a los demás por encima del hombro por el mero hecho de que no sean fornidos y "tipos duros" como él.

No sé si aquí son todos unos gilipollas o les agilipolla el lugar. Espero no quedarme mucho tiempo para descubrirlo. Fueron los pensamientos de Matt al oír a otra persona presentándose de manera cortante, para tanta altanería con la que se expresaban habían pedido ayuda una y otra vez según entendió.

-Por mí no te preocupes.- Respondió Matt mientras se acomodaba en la desvencijada embarcación, depositó a sus pertenencias mientras miraba alrededor, supuso que les pedirían que se acomodaran mientras el indio empujaría la embarcación en dirección de la corriente y sería éste el último en incorporarse.