Partida Rol por web

Lockley sale corriendo a través de la jungla, pero es alcanzado por Morgan, y tras una leve charla veis como ambos vuelven al campamento, aunque Lockley se muestra extremadamente nervioso, y no respira hasta que salís de allí.

Cogéis el material y os ponéis de nuevo en camino, y... juraríais que escucháis susurros que os hablan. A veces os paráis, aturdidos por ello y aguzais el oído para percibir, pero en esos casos no escuchais nada. Cuando volveis a poneros en marcha y habláis entre vosotros os parece de nuevo oir los susurros, lejanos, pero al volver a intentar discernir lo que dicen volvéis a perderlos, como si nunca se hubieran producido.

En un momento dado, la visiblidad disminuye y la jungla se llena de un vapor espeso y húmedo. La niebla tiene un olor repugnante a podrido y parece estar llena de voces gemebundas, justo por debajo del límite de audición. Tras viajar durante tres días por ese paraje horrible la nuebla se abre de repente para revelar las puertas de una antiga ciudad.

La puerta es una rampa de piedra de aspecto grasiento, flanqueada por dos muros de piedra de 18 m de altura. A uno y otro lado de la rampa hay estatuas con forma de árboles retorcidos, sobre grandes pedestales, y agujeros espaciados de unos 15 m, de los que emergen plantas de aspecto enfermizo y olor desagradable, cuyas ramas cuelgan hacia las fétidas aguas que rodean en complejo.

Al internaros veis que el complejo lo forman multitud de plataformas unidas por rampas que se alzan sobre el agua, ya que todo está inundado por un agua estancada y fétida.

-Esta es la ciudad de aspecto más extraño que he visto en mi vida. Mucho peor que Boston -comenta Allan, mirando las extrañas cosas con extrañeza y un tanto de espirituosidad- ¿Alguno había visto alguna vez algo semejante? ¿A qué periodo de la cultura maya pertenece este tipo de diseño? -inquiere, esperando con seguridad a que algún experto en el tema le asesore como es debido-.

Con un gesto insectoide palpa en sus bolsillos hasta extraer un paquete de cigarrillos, colocarse uno en la boca, prenderle fuego con un mechero de oro, y empezar a fumar.

-Curioso, sumamente curioso.

A Thomas la ciudad le parecia de lo mas inquietante .

- Señores ya que parece que nuestro viaje acaba aquí , por lo menos de ida , lo mejor sería buscar un buen lugar donde establecer un campamento . Ahora bien ustedes deben decidir si quieren acampar dentro de esa extraña ciudad o buscamos un sitio mas alejado pero menos ... inquietante .- Termina diciendo todavia afectado por los sueños de la piramide anterior .

Pero poco despues se vuelve y mira la selva que los rodea y ve el ambiente poco sano de los alrededores y concluye : - aunque claro visto lo que hay alrededor , lo mismo es mejor buscar un buen lugar dentro de la ciudad por lo menos el ambiente parece menos podrido .-

-Es difícil elegir entre las nieblas fétidas de la selva o esta marisma pútrida. Todo esto es de pesadilla -añado, limpiándome el sudor con pulso nervioso-. Será mejor registrar el lugar rápido y marcharnos de aquí lo antes posible.

Examinaré las paredes más próximas, por si tienen textos que pueda comprender.

- Sinceramente, tenía otro concepto de lo que sería el esplendor de la civilización maya.... -

En otras circunstancias, a pesar de lo desagradable de esta ciudad, yo optaría por acampar en ella, pero tras las experiencias anteriores, un sitio algo más alejado me suena mucho más tentador.

- Señor Patterson, ¿cree usted que hay alguna posibilidad de encontrar un sitio aceptable para acampar en el interior de esta selva pestilente?

Walter mira en derredor lentamente, y su expresión va pasando del asombro al asco. Cuando su mirada encuentra al resto del grupo se detiene en Lockley, y más que decirle casi le escupe las palabras:
-¿Y usted pensaba encontrar oro aquí?¿Nos está volviendo a ocultar alguna otra "idea brillante" que nos pueda poner en peligro ahora?-

- Por el amor de Dios..., alcanza a decir Sunhold al contemplar la magnitud de la ruinosa Bendal-Dolum. Rápidamente saca su cámara y comienza a hacer fotos generales del complejo, mientras no para de lanzar pequeñas exclamaciones y comentarios alabando la construcción ante la que se encuentran.

-El oro tiene que estar.

Dice Lockely mirando primero a Sickert y luego a Morgan.

-Seguro que está, este lugar es tétrico, pero en cualquiera de esos edificios tiene que haber montones de oro, y será para nosotros.

-Santo Dios.

Acierta a decir el doctor, totalmente asombrado.

Morgan es el que parece más impresionado por la ciudad, pero de un modo que no habáis visto en él anteriormente, entra en la estancia y lo mira todo como un niño que entra por primera vez en una tienda de juguetes.

Las estatuas que veis, son enormes, realizadas en ladrillo, con unos cuarenta metros de alto, y representan a una criatura bípeda de enormes grras en los pies. Su cintura estalla en miles de tentáculos y dos serpientes enroscadas surgen del torso sin brazos a modo de cabeza.

Las estatuas son, obviamente de Shub niggurath. El resto de preguntas que haces no tienen respuesta, no tienes ni idea, ni se menciona en los libros, al menos no en el examen que hayas podido hacer en un minuto.

Te das cuenta de que esta ciudad no es maya. No tienes ni idea de sus orígenes, pero seguro que no es maya, a pesar de sus similitudes.

-Os dais cuenta de cómo se parecen esas estatuas a Coatlique, la diosa Azteca a de la fertilidad? Bueno, no son iguales, pero se parecen un poco. Qué rarto.

Dice el arqueólogo.

Cita:

El examen sobre la niebla no lo hago ahora. Lo hago durante los días que tardamos en pasar por la niebla.

Nada en los libros.

El egoismo y la avaricia de Lockley me indignan.

-Olvídese ya de su dichoso oro. Aquí hemos venido a descubrir el paradero de unas personas. Dios quiera que aún quede alguien con vida... -añado luego en un susurro vehemente.

-Hum... Este lugar es desconcertante. Miren esa arquitectura. Si esto es maya yo me como el sombrero. Pero que me parta un rayo si sé lo que es. No encaja con nada que yo conozca.