Partida Rol por web

El preso que va delante, un tanto distraído, probablemente los calmantes lo han dejado bastante feliz, y casi está faltando por el túnel en vez de andar. Cojea debido a las heridas de la pierna, pero no muestra signos de dolor, y no parece percibir los aquellos sonidos que proceden de más adelante y ya habíais escuchado antes. Esos escalofriantes crujidos húmedos tan particulares... Como los huesos que se rompen... Pero Liam lo capta enseguida en el angosto túnel. Por un momento le había parecido oír también susurros arrastrados por la corriente que ahora también llega hasta vosotros. Es solo una leve brisa, un pequeño hilo de aire que pasa entre vosotros renovando el cerrado aire del lugar.

Os encontráis en un corredor que avanza 20 metros desde donde estáis hasta el siguiente recodo, donde el corredor tuerce en un ángulo de 90 grados a la derecha.

Mirando a Mkvill que es el que no le quita ojo al preso le indico por señas que le tape la boca. No parece haber oido nada y puede revelar nuestra posicion. No podemos permitirnos ni un ruido.

Olan le guiña un ojo a Naer, ha captado el asunto.

Rápidamente se acerca al ex-presidiario y, con la mano izquierda, le tapa la boca. Al tiempo que hace esto, le clava el cañón de la pistola bolter del difunto cadete-comisario en los riñones.

- Cierra la puta boca, animal, la cosa va a ponerse fea.-

le susurra al oído al individuo.

UUUUUUy como la cosa se vaya de madre igual le pego un tiro a éste... ya se sabe, la confusión del combate y esas cosas, tantas balas volando por ahí...

Le hago una señal a mi compañero para que me cubra, mientras, moviendome todo lo sigilosamente que puedo, me acerco al emisor del ruido con arco preparado con una flecha normal. Cuando tengo un buen angulo de tiro, lanzo la flecha todo lo lejos que puedo a la espalda del emisor, para tratar de distraerlo con el ruido y poder cargarle por la espalda con mi plata pura.

Asiento con la cabeza a los gestos de mi compañero y levanto el arma hasta colocarla en posición de disparo apuntando hacia la zona de la que vienen los ruidos. Sea lo que sea, aunque no sea más que un perro de la guardia de la prisión se va a comer unas cuantas balas del rifle como le dé por moverse hacía aquí.

El ser, más concretamente el tiranido que estaba devorando lo que parece un soldado del caos no oye de donde parte la flecha, pero si escucha el chasquido, cuando la flecha lanzada con una tremenda presión, se incrusta en la pared del fondo del corredor. Sin perder un segundo el ser se lanza a toda velocidad contra la pared del fondo lanzando un terrible rugido, esperando encontrar allí el origen del ruido. El truco de la flecha da resultado según las expectativas del joven soldado, solo que a medias, la velocidad del ser es tal que no le da tiempo in a lanzarse contra él, ni a dar un paso.

El preso se lleva una terrible sorpresa cuando la mano de Olan le tapa la boca, y más cuando la pistola se clava en sus riñones, para sus adentros piensa: Ohhh...dioss... aqui acaba todo, este cabron me va a dejar listo de papeles... Pero poco a poco se da cuenta de que el grupo se ha desplegado en formación de combate, todos con las armas a punto, y echadas al hombro. Así que asiente lentamente y levanta las manos como diciendo: Vale vale, lo he pillado.

No da tiempo a más. Como si de una mala historia o de una potente droga se tratase, una flecha de carbono surca la parte que veis del túnel y se clava con un sordo chasquido en el cemento. Podéis suponer que ha sido lanzada con un artefacto poderoso, pues no todas las flechas pueden llegar a perforar el hormigón.

La flecha no es el mayor de vuestros problemas, ciertamente el mayor de ellos es el ser, que emite un rugido tremendo y parte corriendo desde donde estaba oculto, metros más atrás en la parte derecha del túnel. Sus zancadas suenan agiles y veloces, y tras un segundo aparece por la intersección y acaba estrellándose contra la pared donde la flecha se ha clavado. El golpe es tremendo, y parece no comprender porque no hay nada que cortar y morder en el lugar del que provenía el chasquido que sus agudos sonidos habían percibido.

Cuatro o cinco segundos después vuelve a sonar otra vez ese característico sonizo.... ZzzzzuuuuKKKKK.... Solo que ahora no va seguido de un: CLonnnnngggg... Sino que le sigue un tremendo: !!Bummmmmm!!... En el costado de la bestia que se ha estrellado contra la pared, veis como se inserta otra larga flecha de carbono y un segundo después provoca una pequeña pero potente detonación, que arranca algunas placas del caparazón del tiranido y las proyecta envueltas en fuego contra las paredes del túnel. El tiranido emite un tremendo rugido, mientras la escena queda parcialmente iluminada por la leve llamarada.

Al ver al ser que tenemos delante, cargo rapidamente otra flecha, esta vez explosiva, para lanzarsela a la criatura. Al menos,si no le doy, en este espacio tan angosto la explosion lo dejará como minimo aturdido, dandonos la posibilidad de acribillarlo mejor.

Viendo ahora que el silencio ha dejado de ser una prioridad, corro hacia delante mientras preparo el rifle. Una vez a la altura de Liam y Dacre, pongo rodilla al suelo para no entorpecer a los de detras y apunto el arma hacia el monstruo que esta delante nuestro.

La aparición de las extrañas flechas y del Tiranido hacen que todos reaccionen. Con lo que habían sufrido desde que entraron a la instalación ya casi estaban acostumbrados a que les saltasen peligros cada dos por tres. De hecho este ya tardaba.

Grend estaba pensando en como lograr disparar al ser sin darle a uno de sus compañeros cuando vio como Naer se arrodillaba para apuntar. Sin pensarselo más avanzó hasta detrás de su posición y disparó al bicho. Pero el laser pasó demasiado lejos de la criatura.

Un sudor frío recorre mi cuerpo cuando el horrible bicho aparece en la esquina del tunel. La leve brisa que recorre la estancia atrae hacia nosotros el edor de la muerte de aquel especimen. Me pongo el rifle en el hombro y disparo 3 balas que surcan el aire y se clavan en la pared del fondo.

Feth!! venga muchachos!! al ataque!! no logrará vencernos!!! Apoyo a mis compañeros mientras atacamos.

Las zancadas del bicho suenan agiles y veloces, y en un segundo llega a la intersección y acaba estrellándose contra la pared donde la flecha se ha clavado. El golpe es tremendo, y parece no comprender porque no hay nada que cortar y morder en el lugar del que provenía el chasquido que sus agudos sonidos habían percibido.

Cuatro o cinco segundos después vuelve a sonar otra vez ese característico sonizo.... ZzzzzuuuuKKKKK.... Solo que ahora no va seguido de un: CLonnnnngggg... Sino que le sigue un tremendo: !!Bummmmmm!!... En el costado de la bestia que se ha estrellado contra la pared, veis como se inserta otra larga flecha de carbono y un segundo después provoca una pequeña pero potente detonación, que arranca algunas placas del caparazón del tiranido y las proyecta envueltas en fuego contra las paredes del túnel. El tiranido emite un tremendo rugido, mientras la escena queda parcialmente iluminada por la leve llamarada.

Todo sucede muy rápido. A la segunda flecha le sigue una ráfaga de proyectiles sólidos que se estrella contra la pared del fondo, provenientes de la parte del túnel que dobla a la izquierda cuando llega abajo del corredor. Los proyectiles revientan parte de la pared que el ser tiene alado, y segundos después otros tres disparos laser, muy juntos y rápidos, surcan el aire corriendo la misma suerte que los anteriores y volviendo a mellar la pared, provocando una pequeña lluvia de cascotes y trozos de cemento.

Los proyectiles de Grend y Liam pasan muy rápidos cerca del tiranido, pero sin impactarle, para acabar reventando un trozo de la pared del fondo del túnel. La situación es complicada, pero nada de la que el grupo de combate Tanith no pueda salir.

El preso sigue con la boca tapada, y encañonado desde atrás por Olan, y sus ojos se han abierto como platos al ver a la criatura tan de cerca, no se podía ni imaginar que aquello que le había mordido y arrastrado fuera algo semejante. La visión tan clara de eso le pone los pelos de punta, no puede dominar su miedo e intenta largarse de ahí como sea. Sabe que el silencio ahora ya no es algo tan importante, por lo que muerde la mano de Olan e intenta liberarse de la llave que le tiene aprisionado. La pistola que lo encañona no le produce tanto terror como el ser alienígena que ya ha intentado comérselo antes... Forcejea con Olan fuertemente.

Dacre se cubre contra la pared, dejando el paso (y la vista) libre para los demás; luego levanta el rifle láser y produce tres chasquidos al liberar una ráfaga contra el engendro antinatural que tienen delante.

- Por el Emperador! Por Tanith!

El Trono Dorado parece no sonreirle, de todas formas, puesto que todo lo que hace es estrellarse contra el hormigón de las paredes como fuegos artificiales.

-¡Argh!.-

grita Olan cuando el ex-presidiario le muerde la mano. El muy cerdo estaba descontrolado y  Mkvill tenía que poner un poco de orden en el asunto antes de que la situación se fuera de madre, y más aún con un tiránido en las cercanías.

Por ello, Olan empujó al ex-presidiario contra la pared y, sin dejar de apuntarle en los riñones con la pistola, aplastó la cabeza del tipo contra la pared repetidas veces con la intención de dejarlo inconsciente.

Maldito capullo, te enseñaré a morder a los Guardias Imperiales.

Mis compañeros me impiden una linea de tiro limpia hacia el tiránido, así pues me concentro ne apuntar con cuidado para cuando inicie su carga pueda tener un disparo limpio.

Cuando la explosión ilumino ligeramente a la criatura que estaba creando los ruidos creí que me iba a volver completamente loco. Las cosas que habíamos visto en la habitación anterior eran demenciales, pero aquel ser parecía sacado de las peores pesadillas de un perturbado.

Me quede paralizado durante un instante. Llevaba tiempo preparándome para el combate, estaba listo y preparado para matar y morir, pero siempre me habían dicho que lucharía contra humanos. Corrompidos por el caos, pero humanos como yo. Aquella cosa era inhumana. Apenas se veía un rastro borroso cuando se movía. Una segunda flecha lanzada por Brom se le clavo en el costado y la explosión, que hubiera partido a una persona en dos, apenas le había hecho unos rasguños.

Los disparos que siguieron a la flecha terminaron de sacarme de mi ensoñación. Al parecer no éramos los únicos amenazados por la presencia de aquella cosa. Eso era bueno, con suerte y si disparábamos lo suficiente aquella cosa podía caer. Así que yo también probé fortuna y descargue una ráfaga de proyectiles sobre aquella cosa. ¡Muere engendro de feth!

Una larga ráfaga de disparos voló desde la parte del túnel que no podíais ver debido a su giro de 90 grados, y machacó la pared que la criatura tenía en frente, la pared contra la que se había clavado una flecha de carbono, la pared contra la que la criatura se había estrellado... Si la criatura tuviera un razonamiento complejo, habría empezado a rezar al trono, tanta ráfaga habían machacado las paredes a su alrededor, pero ni la habían tocado.

Pero la criatura no tenía un razonamiento lógico, ni complejo, solo sabia una cosa, algo... uno de esos palos de carne probablemente le había provocado bastante daño, y en estos momentos su sangre estaba hirviendo, estaba furiosa, y pensaba acabar con todos ellos para luego alimentarse de sus despojos, como sus hermanos de colmena habían hecho previamente.

Lanzando un largo rugido se irguió sobre sus patas traseras, su altura era bastante considerable, casi tocaba el techo. Tras eso se lanzó a por ese montón de figuras que apelotonadas ocupaban el angosto túnel. La bestia partió corriendo a por el ser que estaba en frente suya a la izquierda, quizás llevado por el dolor que sentía en esa parte, debido a su caparazón mellado. Se lanzó a la carga, sin piedad. Y una vez sobre su objetivo, lanzó un temible ataque con sus garras.