Partida Rol por web

-Yo no necesito nada, lo único necesario es agua y comida, y por loque dicen, no tienen así que...

Prosigan el camino señores pues nosotros proseguiremos el nuestro

Se despidieron de aquellos comerciantes y reemprendieron la marcha. Unas pocas gotas comenzaron a caer. A lo que quisieron darse cuenta rompió a llover con fuerza y en cuestión de segundos sus ropajes y sus cabezas quedaron completamente empapadas.

Nunca jamas habian visto tal cantidad de agua en tan poco tiempo. El agua caía a cantaros sobre los viajeros que se refugiaban en sus capuchas sin que ningún árbol ni ningún techo pudiera resguardarlos en aquellos momentos. Pronto el camino se convirtió en un lodazal lleno de charcos y los pies se les pegaban al barro. Les costaba enormemente dar un solo paso.

Afortunadamente el agua caía casí en vertical y eso les facilitaba algo la visión, salvando la molestía de tener que llevar la capucha bien calada para evitar que el agua les inundase la cara.

Al mediodía el agua pareció dar tregua y encontraron una zona algo más elevada en la que poder descansar las piernas y alejarlas del barro durante un rato. Al lado de la roca había un pequeño arroyo que hubiera sido perfecto para recargar las cantimploras si no fuera porque el barro del camino desebocaba en ese riachuelo y lo contaminaba de agua anaranjada.

Deberiamos encerder un fuego para secar nuestras ropas...no sería bueno que algunos de los humanos enfermara.

Irritada, Miriamele se caló aún más la capucha, tan mojada que sentía no sentía los pies.

-Sí, pero ¿cómo vamos a hacer una fogata con esta lluvia? Se apagaría antes de poder prender, aunque quizás...si extendemos alguna tela por encima, impida que la lluvia apague el fuego. ¿Qué decís? - se giró hacia el resto del grupo para ver qué les parecía la idea.

Igo que tendremos mucha suerte si encontramos leña seca...pero vale la pena hacer el intento, Neram vamos a ver si encontramos alguna

Completamente calado hasta los huesos, con barro hasta la rodilla y el cansancio de dos días a cuesta, Bledwyn representaba la viva imagen del desamparo. Solo su mirada aún brillante y divertida daba una pincelada de color entre tanta amargura. Para el muchacho, trasladarse por campo abierto era una aventura en sí misma, al menos si podía compartirla con alguien, y poco le importaban las condiciones climáticas.

Encontró una roca lo suficientemente grande como para sentarse sobre ella, a salvo de la humedad de la tierra anegada, y se desprendió de su equipaje. Tomó aquella extraña flauta que llevaba consigo, y procuró repetir las melodías que había oído de los elfos en estos días. La canción de Silwen, que hablaba de Ilúvatar estaba más fresca en su memoria, pero el joven ponía sus mayores esfuerzos en aquella misteriosa tonada que Linsul había conformado con sus quedos susurros en la noche de los tumularios.

Neram rebuscaba entre sus pertenencias cuando vio la desazón del muchacho. Con una cálida palmada en la espalda le dijo:

No te preocupes muchacho, la vida a la intemperie siempre ha sido dura, pero al igual que un día llueve a cántaros el siguiente puede ser un día de reconfortante calor.

Luego dirigió su mirada hacia el aguerrido rohirrim y asintió con la cabeza.

Está bien, buscaremos leña con la que hacer una fogata aunque ésta esté mojada. Tengo una antorcha de sobra en mi equipo y permanece seca, la encenderemos hasta que se consuma y quizad así consigamos que la leñe seque y prenda. De momento podéis ir colocando mi lona para no calaros mucho más.

Saca de su bolsa la lona de cuero curtido con la que anteriormente hizo el camastro para la compañera herida y se la ofrece a sus compañeros. Acto seguido hace un gesto al rohirrim y marcha a buscar leña con la que encender un fuego.

Edrran permanecia sentado en una de las rocas secandose en la medida de lo posible, cuando el montaraz ofreció su lona se levantó y la coloco cómo mejor pudo con ayuda de unas cuerdas. No sabía muy bien si iban a poder encontrar algo de leña seca para encender una hoguera, pero les agradecía el gesto, sería muy agradable disfrutar de un fuego en tales circunstancias.

Cuando vió al muchacho tocar su música escucho con atención, ensimismado, y una vez hubo acabado le preguntó a la vez que escurria una prenda, con la intención de estrechar lazos -¿Cómo va el viaje muchacho? Si necesitas algo sólo tienes que pedirlo- El mismo había estado en su situación hacía muchos años y sabía que al principio no se pasaba bien, ampollas en los pies, frio, recuerdos... -tenemos profesiones muy diferentes pero no dudes que te echaré una mano- Edrran intimidaba un poco al principio con su apariencia, su voz grave, sus armas y su seriedad; él lo sabía y quería que el chico confiara en aquel hombre callado y siempre observador.

Fhengel se alejo en silencio del grupo, una vez apartados del grupo el rohirrim le hablo a su ucompañeroNeran dime, que opinas de este viaje hasta ahora y como crees que termine?

-Yo tengo yesca y pedernal, para encender el fuego.  - mientras hablaba, iba rebuscando en su bolsa - Tardaría un par de minutos, así que en ese tiempo necesitaría que la leña permaneciera seca. Lo digo porque quizás la antorcha la necesitemos para más adelante...Aunque yo también llevo otra, así que si no podemos hacerlo de otra orma lo mejor sería utilizarla.

No conseguían dar más que con leña mojada hasta que finalmente de percataron de un árbol frondoso que tenía alguna que otra rama partida junto al tronco del árbol. Afortunadamente para ellos, estaba completamente seca, ya que el árbol la había protegido de la lluvía.

Neram observa el árbol y las ramas tronchadas que se encuentran en su interior, al tiempo observa como Fhengel, que se hallaba a unos pasos de él se encamina hacia el tronco del mismo árbol.

¿Tú también lo has visto no? Cojamos cuanta leña podamos abarcar y tapemosla con nuestras capas, esos ramojos que hay en la base del tronco podrán servirnos para encender la hoguera.

Neram llega a la altura de su compañero y comienza a partir cuantas ramas secas están a su alcance, cuando haya recabado la suficiente marchará al campamento.

Cita:

Tienes razon, este viaje a sido muy...accidentado, no crees?las palabras fueron apenas un susurro, el rohirrim parecia estar hablando mas consigo mismo que con su compañero.

me pregunto que nos depara el resto del camino

Cuándo volvieron cargados con la leña Leowyn les ayudó a transportarla y la empezó a colocar en el centro del improvisado campamento. Cuándo ya la tuvo dispuesta se giró hacía Miriamele.

Trae esa yesca, vamos a ver si conseguimos darle fuego a esto.

Permanecía en el "campamento", atento a los alrededores mientras sus manos se posaban en su espada.

Los ojos del elfo parecían atormentados, posiblemente pensaba, y susurro al viento una palabra

-Madre….

Miriamele se acercó con la yesca y el pedernal, tal y como le habían pedido.

-Bien, ahora intentaremos hacer fuego

Con paciencia, pues de la experiencia sabía que se tarda al hacer fuego, y más con la lluvia, empezó a trabajar, intentando que saltaran las deseadas chispas.