Partida Rol por web

Aliso con la mano un trozo de espacio frente al fuego de manera que los dados pudieran caer planos y rodar bien. Cojo los dados y los agito en el aire y los lanzo.

-¡Arg! ¡Por los espíritus del averno!-exclamó Myrmex, nunca tan acertadamente.

Sin pensárselo dos veces, el gnomo se separó de las espinas y conjuró un hechizo de proyectil mágico para enviar tres dardos contra el ser espectral.

-No sé si atraeremos a más, pero creo que deberíamos pedir ayuda. Los fuegos fatuos son criaturas mortíferas-le comunicó a su compañero, intentando no levantar mucho la voz, como él había hecho.

A Judge se le vería una amplia sonrisa si tuviese labios o músculos faciales mientras coge los dados después de que tirase Threkor.

¡Mi mala suerte es legendaria pero creo que esta vez sera mejor!

El juego le hace casi olvidar dónde está, su emoción es pegadiza y... lanza.

- Vaya, lo de siempre. - Vuelve a una posición más recta y seria. - Pero no nos hemos apostado nada, la próxima con algo mas de emoción.

Sí sí, la próxima es la mía.

Ambos os intentáis separar del fuego fatuo, pero estáis rodeados de arbustos espinosos por unos cuantos metros y andar por ellos es tarea complicada. El fuego fatuo aprovecha eso a su ventaja, el puede volar y cada vez que queráis apartaros podrá aprovechar para atacar vuestras defensas bajas.

Esto resulta ser mortal para Sicho, que ni tan solo es a tiempo de disparar su arco antes de recibir una poderosa descarga eléctrica que lo lanza contra el suelo inconsciente.

El gnomo puede aprovechar que el fuego fatuo está ocupado con el mediano para apartarse y lanzar su conjuro. Este impacta de lleno, causando que su luz disminuya de forma parpadeante mientras se pueden escuchar susurro de dolor. La forma luminosa se encara hacia el mago.

La criatura no muerta se olvida momentáneamente de absorber el alma del mediano y se acerca al gnomo para soltarle una descarga.

El ataque es tan mortal como con el mediano y el gnomo pierde la consciencia rápidamente cayendo entre los espinos.

Cojo los dados el último para realizar mi tirada en el tablero improvisado por Threkor. Pero parecía que no iba a ser mi día de suerte...

Vaya mierda de tirada...

- ¡Pues menos mal que no nos hemos jugado nada! ¡JAJAJA!-exclamo sonriente, tras lo que suelto una sonora carcajada.

- Bueno, ¿qué apostamos esta vez? -pregunto al resto, contagiado por la emoción de Judge ante el juego.

Estáis jugando tranquilamente con vuestros dados cuando de repente escucháis dos ruidos de relámpagos que iluminan los arboles y los gritos, desgarradores, de Sicho y Myrmex. Y el silencio posterior.

Judge sobresaltado por el ruido, ya que estaba concrentadísimo en los dados, cogió rápidamente su arma mientras intentaba discernir de dónde venía el grito y a cuanta distancia estaba.

- Problemas.

La oscuridad del pantano le nublaba sus ya no muy buenos sentidos. Le habían construido con el fin de matar, la exploración no era una prioridad y ahorraron costes en los sensores primarios externos. Un perdido decidió esperar a que Kai o Threkor distinguieran mejor hacia dónde ir.

Me levanté de golpe y miré en la dirección de donde venían los gritos.

Voy a mirar. ¿Alguien viene? Parece que las cosas se han torcido.

No era el mejor terreno por el que moverse, pero no podíamos empezar la misión con dos bajas en el equipo. Me arriesgaría a moverme por allí. Esperé unos segundos a ver si alguien más venía para correr entre la oscuridad.

Cuando localizó el origen de los sucesos, Judge, comprobó que seguía su arma en su mano derecha y su símbolo sagrado en su mano izquierda, aprentandolas y sin apartar la vista empezó a correr hacia allí.

- Claro, no perdamos tiempo.

Seguro que han sido los dioses para evitar que siga jugando y pierda algo de dinero, gracias.

Me puse en pie rápidamente como mis dos compañeros al oír los relámpagos y gritos. Empuñé mi arma y mi escudo como Judge y comencé a andar en dirección al ruido.

- Vamos los tres... No fue buena idea separase antes, no cometamos el mismo error.

Los tres os afanáis a correr en medio del oscuro bosque siguiendo vuestra intuición de hacia donde venían los gritos. No pasa mucho que podéis ver la luz que persiguieron vuestros compañeros en medio de una zona menos espesa de arboles.

Sin embargo cuando llegáis mas cerca podéis ver que toda esa parte esta llena de arbustos espinosos y en una parte central hay una persona agachada e inmóvil. A unos pies de esa figura están Sicho y Myrmex tumbados y extremadamente pálidos, con marcas de quemaduras en su piel.

Por encima suyo un fuego fatuo danza macabremente feliz por que va a drenar sus almas y los convertirá en dos almas en pena mas que lo acompañen en la solitud de la no muerte.

Judge se paró unos instantes para analizar la situación y ver que corrian peligro inminente sus dos compañeros que habían salido a investigar.

- ¡Hay que parar ese fuego fátuo!

Judge se lanzó hacia los arbusto, pero como veía que tardaba mucho en avanzar decidió coger una de las jabalinas que portaba a la espalda y lanzarsela al ente volador.

No se si le hará algo, pero al menos a ver si lo distrae y ganamos tiempo.

La jabalina de Judge voló hacia el fuego fatuo, pero no creía que le hiciera daño. Intenté acercarme un poco más para ver quien era la figura que estaba agachada. Quizás pudiera distraer a la criatura que amenazaba a Sicho y Myrmex para que les dejara en paz.

¡EH! Por aquí. ¡EH!

No era demasiado inteligente aquello, pero saqué la espada corta para intentar cortar algo.

El forjado avanza y lanza su jabalina pero el fuego fatua reacciona con velocidad apabullante y esquiva con facilidad el arma que cae entre los matojos golpeando ramas. Por su lado Threkor intenta llamar la atención del espíritu y este reacciona desapareciendo de la vista de todos.

El claro queda en la oscuridad mas absoluta que solo los que tienen visión en la oscuridad pueden penetrar.