Partida Rol por web

Comienzo a caminar hacia atrás buscando la seguridad del grupo, me había adelantado y había sido un verdadero error.

- Qué es lo que buscan de este joven? Por qué le persiguen? Acaso les ha hecho algún mal? - pregunto a la desesperada, lo único que tenía en para defenderme era un cuchilo con el cual cortaba y preparaba la comida. Pobre defensa resultaría ese cuchillo en mis manos. - Qué ha hecho ese joven que sea tan terrible para atacar a hombres de Dios y asegurarse una eternidad en el infierno?

Mientras intento buscar refugio entre mis compañeros me apronto a esquivar cualquier ataque.

Juana se quedó quieta, lo único que se le ocurría era salir corriendo pero tenía miedo de aquellas armas, ella también había visto al ballestero en el carro y temía que una saeta la alcanzase por la espalda. En su duda... se quedó donde estaba, temblando de miedo.

¿Y si pretendían saciar su lujuria con ella? Ella nunca había yacido con un hombre y... El demonio introdujo un pensamiento en su mente por lo que trató de conjurarlo rezando.

Rápidamente, y sin mediar palabra, Pol azotó fuertemente los cuartos traseros de su mula para que saliera al galope hacia los asaltantes; con ello pretendía abrir el círculo que habían formado, posibilitando así la huida. Justo después, echó mano de su estilete, pero solo instintivamente, ya que nunca lo había usado para atacar; sin embargo, su única posibilidad de sobrevivir si no conseguía escapar era abrazarse a aquellos malnacidos para impedir que le alcanzaran con sus espadas, y hundirles el estilete hasta el fondo.

Justo estaba otra vez en una situación en la que no le gusta nada. Esto era peligroso para un hombre como Justo. Así en un principio intento huir buscando un hueco, busco la posibilidad de quedarse, pero los enemigos que le rodeaban eran demasiados para. Así que busco una buena forma de parapetarse con algo y despues si las cosas se ponian realmente dificiles saldria de esa trampa.

La peor de las situaciones estaba teniendo lugar justo enfrente de Alex. Él, un hombre de Dios, que rara vez había recorrido caminos en mucho tiempo, no estaba preparado para afrontar situaciones como aquella. No olvidó no obstante por quién estaban allí, y se acercó a Ekaitz, tratando de protegerlo con su cuerpo, aunque de darse una confrontación directa no sabía muy bien qué podría hacer.

- Hay un hombre escondido en el carro con una balletas, tened cuidado con lo que obráis.- intentó prevenir al resto.

- ¡Vosotros que amenazáis a hombres de Dios con vuestras armas!- dijo en voz alta, aunque no estaba muy seguro de que sus palabras desprendieran la confianza suficiente.- ¡Si es oro lo que buscáis, poco podremos daros. Pero tened bien presente ante quién habréis de responder en caso de que cualquiera de nosotros sufra algún daño!

¿Cinco asaltantes contra nosotros? - lo ví claro, había que huir.

Bueno chicos, voy a resumir vuestras acciones. Corregidme si me equivoco.

• Aingeru: al esquivar todo harías un (esquiva y esquiva)
• Juana no hace nada.
• Cabalgas y ¿atacas? Confírmame ésto, porque no sé si sólo quieres abrir hueco o incluso lanzarte desde el caballo a uno de los tipos... (que ese lanzamiento sería una acción normal y válida). Concrétame, por favor.
• Josef y Justo preparan "Huidas", podéis hacer hasta dos tiradsa defensivas (lo más común es hacer 2 esquivas (AGI) ).
• Alex: protege a Ekaitz (con su cuerpo y se protege a sí mismo con esquiva.

Intenté desviar los posibles golpes de aquellos asaltacaminos, pero el combate nunca había sido mi punto fuerte.

¡Quieto todo el mundo! ¡Que nadie se mueva! -dijo uno de los asaltantes de la derecha-. Fue entonces cuando éstos se dispusieron a atacar con sus armas a los que pretendían huir o tenían armas en sus manos:

Asaltante 1 ataca a Gorka con espada 2 veces.

Asaltante 2 a Josef con espada y esquiva.

Asaltante 3 usa "inmovilizar" (acción extendida) contra Justo

Asaltante 4 usa "inmovilizar" (acción extendida) contra Pol

Gorka ataca y ataca.

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"El Mudo", como le llamaban, no se lo pensó dos veces cuando se dirigió al primero de aquellos bandidos para propinarle un par de golpes de hacha...

¡Iros lapurtu zure ama!* -gritó el hortelano mientras bañaba de sangre la hoja de su arma-. El primer ataque lo hace impactar en el pecho del tipo, y el segundo... sobre su cráneo...

Daño1: 6 (+3 de bonus) (-2 por Vélmez ligero): 7 puntos de daño.

Daño2: 9 (+3 de bonus) (x2 en cabeza) (sin protección en cabeza):  24 puntos de daño

Vísteis cómo el segundo ataque había sido estado orquestado como por las manos del más sanguinario mercenario del demonio: ese tal Gorka había elevado el hacha desde el cielo (estirando su brazo) y descargándolo de tal sitio hacia abajo. El filo cortó su cabellera, su cráneo, su cerebro y partió en dos mitades exactas y verticales el tabique de Asaltante1, su mandíbula superior, la inferior, la lengua... a la altura de las costillas la hoja dejó de bajar, y Gorka la extrajo haciendo salpicar sangre y restos interiores por doquier, sobre la fría nieve... el restos de asaltante se asustaron de tal brutalidad al ver el cadáver de su compañero desplomándose en el suelo, pero no cedieron en su intento...

Asaltante4* intenta apresar con sus manos a Pol, justo antes de que éste pueda hacer nada... Mientras, otro de ello (el 2), ataca a Yosef con su espada (el cual no pudo hacer nada para evitarlo), haciéndole un corte en el abdomen... Tras ello, el tercero en discordia (el Secuaz3), abrazó al Padre Justo, y no se si siendo de la mala leche que le caracterizaba, que éste no se dejó tocar por siervos de la vileza ¡Jamás! y sacó su fuerza robusta bañada en la fe de Dios para deshacerse del tipo.

Asaltante oculto hace algo (no sabéis qué), Ekaitz esquiva (no hago tirada porque no la necesita ahora), Oleti, precavido él, tampoco realiza nada al no ser atacado. Turno de POL

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En tu turno, Pol, haz lo mismo (FUEx5), si te libras, podrás hacer tus acciones (parecer como que coges el puñal y espolear a la mula). Si ambos sacáis éxito, el que tenga menor resultado gana el lance.

Resumen turno 1:

Gorka hizo lo que vuesas mercedes leído han, no siendo segarle la vida de cuajo a uno de ellos (As.1):

Daño1: 6 (+3 de bonus) (-2 por Vélmez ligero): 7 puntos de daño.

Daño2: 9 (+3 de bonus) (x2 en cabeza) (sin protección en cabeza):  24 puntos de daño

Tras ello, Asaltante dos pareció dirigir su filo a Yosef, intentando hacerle otra cicatriz similiar, pero esta vez más grave y tal vez con más hendidura, hendidura que fuera mortal (todo ello mientras tenía el joven mente en la huida), y consiguió alcanzarle hiriéndolo en el abdomen:

Daño: 2 (+4 de bonus) (-1 por ropas gruesas): 5 puntos de daño

Mientras la cosa se ponía fea y Juana se estremecía ante la bravura de los hombres peleándose entre si, Asaltante3 intenta movilizar a Justo, pero éste parece un tipo fortachón, y se desembaraza sin problemas. El monje Aingeru en su mente tenía el hecho de intentar liberarse si cualesquiera de aquellos bandidos le azotaba con sus endiablados filos o sus puños hostiles. Sin embargo no hizo falta. El que quedó inmovilizado fue Pol, que no hacía sino intentar desenredar los brazos que el asaltante tenía entrelazados entre sí, estando su cuello en medio...*.

Tras el embrollo, Justo y Pol desaparecieron entre los árboles, escapándose de las miradas de todos (han huido).

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Comienza el nuevo turno:

para agilizar, tirad Iniciativa (1d10+AGI), declarad 2 acciones (o acción extendida) (o nada, si no hacéis nada), y luego ejecutad las acciones. (JUSTO Y YOSEF, estáis fuera, este turno no podéis "luchar", pero si hacer lo que queráis. Si queréis intervenir en la lucha de nuevo, sería volviendo y lo haríais ya en el tercer turno).

Juana casi se desmaya cundo vio toda aquella sangre salir de un solo hombre. Su impulso inmediato fue correr.

2 habían huido dejándonos al resto a nuestra suerte, quizás fuera lo más razonable pero no era cristiano y aunque parte de mi cuerpo me pedía que corriera no podía dejar al resto morir solos.

- Qué queréis! - grité desesperado sin poder creer que estuvieran dispuestos a padecer el infierno por robarnos las pocas cosas que llevábamos encima

Llevo la mano al cuchillo que uso para las comidas, en caso de que no tuviera más remedio que utilizarlo. Cristo repudia la violencia pero quedarme allí de pie frente a aquellas bestias no sería más que cometer un suicidio, lo cual era aún peor.

La situación se descontrolaba por momentos. Poca piedad parecía que encontrarían de aquellos hombres que ya habían empezado a herir a los suyos. Alex no era un luchador, y, por desgracia, pocos de entre los de su grupo podían considerarse como tal. Dos de ellos lograron huir, y, desde luego, en tales circunstancias poco más creía que pudiera hacerse... mas era por aquel muchacho por lo que habían emprendido aquel viaje, y, si Dios era la mano que los guiaba en él, poca fortuna podrían encontrar en abandonarle allí, a su suerte... casi tan poca como permanecer delante del filo de las armas de aquellos hombres.

Alex agarró a Ekaitz, y buscó entre sus ropas uno de los saquitos en los que escondía sus monedas. Duro era desprenderse de él, pero aún costábale más desprenderse de su pellejo.

- ¡Esto es todo lo que tenemos, dejadnos en paz!-dijo mientras lo lanzaba en dirección a los bandidos que lo rodeaban, confiando que como distracción fuera exitosa, y propicia para prepararles la huida.

Eché a correr como alma que lleva el diablo, sin mirar atrás, alejándome lo más que pude de los bandidos. Mientras huía me palpé el abdomen y la fea herida que tenía, un poco más y me habría atravesado el estómago