Partida Rol por web

¿Que deseáis de nosotros?

- Pues básicamente no tener que sangrar de rojo el tea... teñir la sangre por los suelos... err. Que la sangre de los soldados de este teatro, quiero decir los actores, vamos la tuya no tenga que adornar la pared...

Una pausa dramática  Un silencio incómodo flota en la sala...

- Que mejor que compartas con nosotros un poco de corteza de Sauce Susurrante a cambio de algo de dinero y de no tener que montar una escena que acrecente nuestra reputación

El hombre sonríe, amenazadoramente tranquilo.

- ¿Y para que, exactamente, queréis la corteza de sauce?. - pregunta mientras esconde su mano derecha bajo la mesa.

Yabiz caminó cabizbajo hacia el teatro. En los muelles había faltado muy poco para que no lo contaran y de moemnto no habían conseguido aliados. No podían contar para qué necesitaban los ingredientes, pero entonces ¿por qué nadie habría de compartir con ellos lo que necesitaban?

Si no les daban los la corteza de sauce, tal vez lo único que evitara un nuevo baño de sangre fuese deslizarse al interior del teatro sin ser vistos y buscarla.

Tal vez Flog y él podrían colarse tras las bambalinas durante la noche o en medio de una actuación si la diplomacia fallaba. Y por el camino por el que discurría la conversación entre Abbot y el hombre del teatro, todo apuntaba a que fallaría.

Apartándose de enfrente del hombre comienza a rodear la mesa* evitando estar en la linea de tiro

Probablemente para mantener el anonimato, como tú con esas pintas. ¿No quieres que te reconozcan las fans por la calle?

No avanzaré hacia él, si no más bien tras otra silla, mesa o mueble similar**

Flog permanecía en silencio durante la negociación. No acababa de entender cómo hacían esto los humanos. Aparentemente eran más ceremoniosos que los goblins y tenían la mala costumbre de hacer preguntas innecesarias. ¿Que para qué lo queremos?¿Y a ti qué más te da?¿Porqué no nos dice de una vez si está dispuesto a vender y a qué precio?

El único motivo que se le ocurría es que el hecho de que su interlocutor estuviese dispuesto a venderlo, dependía del uso que se le fuese a dar. Lo cual era absurdo, porque no tenía ninguna garantía de que la respuesta que recibiese, fuese la verdadera. Incapaz de saber cómo abordar la situación, se dedicó a observar la habitación con la mirada.

La respuesta de Abot le sorprendió. Esperaba algo más directo y explícito, algo destinado a convencer a su interlocutor de que el uso que darían a la corteza no sería un problema para él. En cambio, la respuesta de Abot parecía algún tipo de ataque personal que Flog no entendía cómo podría ayudar a la negociación.

Varag empezaba a dudar que fuese culpa suya el que todos quisiesen matarles. 

Estamos haciendo una poción de amor. - dijo cansado de tanto belicismo - Necesitamos el material. Que te podemos ofrecer a cambio? No queremos pelea, pero puedes preguntar a los Korriman si es buena idea antagonizarnos. - apostilló señalando la mano oculta del encapuchado.

Bastia había estado en silencio todo el camino hasta el teatro e incluso durante el comienzo de la negociación, si es que a eso se podía llamar así.

¿Pero cómo lográis que todo el mundo acabe queriendo matarnos? - gruñó por lo bajo cuando el hombre echó la mano bajo la mesa.

Mientras, la brinchie posaba las manos sobre los pomos de sus espadas y se giraba, preparada ante posibles refuerzos del hombre.

Poco a poco la negociación derivaba hacia actitudes más familiares, a medida que Varag iba tomando cartas en el asunto.

No pudo evitar esbozar una sonrisa que dejó al aire sus dientes, amarillentos y retorcidos.

El hombre, manteniendo la mano bajo la mesa, asiente.

-Si queréis mantenerlo en privado es cosa vuestra. Pero nosotros no somos comerciantes, no nos dedicamos a vender corteza de sauce ni otras mercancías. Somos una compañía de teatro. - hace una pausa dramática exagerada, nada propia de un buen actor - Utilizamos la corteza de sauce susurrante en nuestros maquillajes, y compramos la que necesitamos. Os podemos decir donde encargarla, en un mes o dos llegará el pedido. Pero no vamos a entregaros la que tenemos bajo amenazas.

Lentamente saca un puñal y lo pone sobra la mesa.

- Somos independientes. En Puertoeste. Os aseguro que sabemos defendernos. La conversación ha terminado. Si os volvemos a ver por aquí entenderemos que habéis venido a robarnos. Por favor abandonar el teatro.

El intento de intimidación de Varag no funcionó. Aquel tipo parecía seguro de sí mismo. No, ese método funcionaba con campesinos, pero aquel tipo no era fácil de impresionar. Y como allí nadie parecía sacar aquello adelante, el goblin decidió tomar cartas en el asunto, proponiéndole un trato que él mismo podría haber aceptado si se lo ofreciesen.

-No, no termina. No podemoz un mez-contestó Flog-Compro lo que tu puedaz vender...Doble precio última oferta. Pero no machar zin ella así que tú ezcoge.

Si queréis mantenerlo en privado es cosa vuestra.  

Privado? Claramente no se cree lo de la pocion de amor

La conversación ha terminado.

No. - respondió Varag - Eso significará más muertes inocentes. - suspiró - Necesitamos la corteza de sauce para la cura de la Tiña Ceniza. Lamento tener que insistir, pero las vidas de la gente son mas importantes que haber empezado esta conversación con mal pie. No podemos esperar dos meses. La necesitamos ahora.

El hombre queda callado un rato mirando a Varag.

- ¿Realmente esperáis que me crea eso? - vuelve a quedarse callado - Por eso tanta reunión entre los druidas y los clérigos... - añade en voz baja y vuelve a quedarse callado - ¿Y que pensáis hacer con la cura?. ¿La venderéis?. ¿Sera solo para los fieles de los druidas y la iglesia de la luz?.

-Nozotroz capaz grizez. No zervimos a druidaz. No ezpero nada de tu pero la corteza de zauce zí-dijo Flogdegnurt-Para curar a toda la que se pueda. La gente. Toda la gente. Puedez zacar dinero o no zacar nada. Elige.

Flogdegnurt comenzaba a perder la paciencia con aquella conversación ¿Tan difícil era llegar a trato con un humano? Intentó mantener la calma. Veía al tipo demasiado seguro de sí mismo como para intentar atacarle. Probablemente tuviese gente escondida alrededor preparados para ayudarle. Si no, no lo entendía. Intentó aguzar sus sentidos para ver si sus sospechas tenían fundamento. 

~~ Por eso tanta reunión entre los druidas y los clérigos...

Asi que no lo sabia - pensó el orco, sorprendido - Entonces tampoco sabrá que somos Exploradores, mejor no dec...

-Nozotroz capaz grizez.

O sí.

La cura sera para todos y tan barata como sea posible. Como dice mi compañero, somos Exploradores. Aunque la Iglesia quisiese hacer negocio, que no quieren, no se lo permitiriamos. Evidentemente, esta información no puede llegar a ninguna de las Familias o la Iglesia tendrá problemas y la cura se podría ver comprometida. Asi que la pregunta es: Vas a ayudarnos a salvar a la gente? O te vas a posicionar del lado de los opresores?

La pregunta no era baladí. Si era lo segundo, el hombre debia morir.

Vas a ayudarnos a salvar a la gente? O te vas a posicionar del lado de los opresores?

Y trataremos que tengáis las primeras dosis si tenéis algún enfermo en vuestra compañía. - añadió Bastia sin mirar al hombre, con la vista aún cubriendo las distintas vías de ataque.

El hombre de la compañía de teatro parecía un tipo honesto y directo. Tratar con alguien que no fuese una familia que luchase por el control de la ciudad era un soplo de aire fresco y Yabiz coincidía con Varag, necesitaban aliados y tenían ante ellos a su mejor opción, quizá su única opción.

Una vez Varag expuso la situación de forma clara, Yabiz se colocó a su lado y se encogió de hombros.- Así están las cosas- dijo en tono bajo pero audible e hizo un gesto mostrando las palmas abiertas.

Trató de entrar en sintonía con el espíritu de aquel hombre y ayudar a transmitir a Varag la honestidad de sus intenciones.

El hombre asiente despacio.

- De acuerdo. Me arriesgaré. Haré que os preparen todas las existencias de corteza que tenemos. Espero que no me engañéis. Esperar en la puerta lateral derecha. Una grande y doble. Traer una carreta.

Flogdegnurt celebró en silencio el acuerdo, pero no las tenía todas consigo. Podría volver a pasar lo mismo que la vez anterior y dadas las amenazas utilizadas, podría ser que al humano la idea de pasarlos a cuchillo no le resultase del todo desagradable.

Así que aún obedeciendo las instrucciones del humano, se mantuvo expectante. Sus orejas se movieron como abriéndose más para captar mejor los sonidos y sus ojos recorrían cada rincón del corredor que se abría tras la puerta.

-*Tened cuidado. Ezte sitio eztá lleno de gente prepada para atacarnoz*-dijo en voz baja para sus compañeros mientras cruzaba la puerta-.

No es que le molestase que el tipo supiese que se había dado cuenta, pero no le hacía ninguna gracia que se diese cuenta de que el descubrimiento preocupaba al goblin.